AW Spanish 2013-1001

Page 15

mandamiento se demostrara lo extremadamente malo que es el pecado» (vers. 13). Al abrir la Palabra, el Espíritu de Dios nos convence de pecado y nos revela sus terribles consecuencias. Como recordatorio, la ley divina nos lleva a enfocarnos en Cristo. Nos impulsa a anhelar un Salvador. Por eso agradecemos a Dios, porque escribió la ley en las tablas de nuestras mentes y corazones (Jer. 31:31-33; Heb. 8:10). El testimonio de amor

En cierta ocasión, un doctor de la ley le preguntó a Jesús cuál era el mandamiento más importante. Jesús le contestó: El más importante es: «“Oye, Israel. El Señor nuestro Dios es el único Señor […]. Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas” El segundo es: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”. No hay otro mandamiento más importante que estos» (Mar. 12:29-31). Nadie debería suponer que este es un nuevo mandamiento del Nuevo Testamento. Jesús cita directamente del Pentateuco, algo que solía hacer (Deut. 6:4, 5; Lev. 19:18). El pueblo de Dios conocía esta ley de amor desde el principio, pero la había descuidado. Puedo imaginar que el doctor de la ley asintió con una sonrisa y dijo: «¡Bien dicho, Maestro!» (Mar. 12:32). Jesús agregó: «No estás lejos del reino de Dios» (vers. 34). Nosotros también nos acercamos al reino de Dios cuando llegamos a entender la verdadera naturaleza de la ley de Dios y, más específicamente, de los Diez Mandamientos. Es mediante la ley que podemos aprender cómo amar a Dios y a nuestro prójimo. Entendemos que Dios tiene que ser lo primero y lo más importante. Comprendemos la importancia de la obediencia y el respeto entre los hijos y sus padres. Apreciamos la sagrada relación de amor entre el esposo y la esposa. La ley de Dios, escrita en nuestras mentes y corazones, nos ayuda a acceder a la reserva ilimitada del amor divino, que nosotros, a su vez, podemos compartir con los que nos rodean. La cruz y la ley

Por último, es importante que notemos que la cruz define el amor (Juan 3:16), mientras que la ley requiere amor (Juan 14:15; 1 Juan 5:2). Nosotros guardamos la ley (que en Apocalipsis 12:17 aparece unida a los testimonios de Jesús). Solo una verdadera comprensión de la cruz y de la ley, da plenitud a un cristiano. El testimonio de Jesucristo y la ley de Dios van juntos y son una señal del pueblo de Dios para el tiempo del fin. Dios nos ha dado sus mandamientos para orientar nuestra conducta moral. Son los únicos principios legales

la

ley

de Dios

Los grandes principios de la ley de Dios están incorporados en los Diez Mandamientos y ejemplificados en la vida de Cristo. Expresan el amor, la voluntad y el propósito de Dios en relación con la conducta y las relaciones humanas, y están en vigencia para todos los seres humanos de todas las épocas. Estos preceptos constituyen la base del pacto de Dios con su pueblo y la norma del juicio divino. Por medio de la obra del Espíritu Santo señalan el pecado y avivan la necesidad de un Salvador. La salvación es solo por gracia y no por obras, pero su fruto es la obediencia a los mandamientos. Esta obediencia desarrolla el carácter cristiano y da como resultado una sensación de bienestar. Es una evidencia de nuestro amor al Señor y preocupación por nuestros semejantes. La obediencia por fe demuestra el poder de Cristo para transformar vidas y por lo tanto fortalecer el testimonio cristiano. (Éxo. 20:1-17; Sal. 40:7, 8; Mat. 22:36-40; Deut. 28:1-14; Mat. 5:17-20; Heb. 8:8-10; Juan 15:7-10; Efe. 2:8-10; 1 Juan 5:3; Rom. 8:3 4; Sal. 19:7-14).

que Dios nos otorgó para que gobiernen nuestra vida. Su propósito es gobernar nuestra mente y conciencia; y cuando gobiernan nuestras naciones, son una bendición. Puede ser que a veces tropecemos, pero nos alcanza con la gracia divina otorgada por nuestro Señor Jesucristo. Obedecemos porque lo amamos. Es lo que él vivió, y todo lo que él también exige de nosotros. n 1 Los textos bíblicos pertenecen a La Santa Biblia. Nueva Versión Internacional. Copyright ã 1999 de Biblica, Inc. Usada con autorización. Todos los derechos reservados.

Clifford Owusu-Gyamfi, oriundo de Ghana, cursa estudios de posgrado en teología en la Universidad de Lausana (Suiza). Vol. 9 No. 1 | Adventist World

15


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.