Adventist World March 2024 Spanish

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Disciplina redentora

03/2024

Steven Smith y el testimonio sin abrir Página 14

Pasos de amor Página 16

«El más bendecido de todos»

Página 22

10 Una perspectiva redentora

22 Fe en acción

«El más bendecido de todos»

24 Descubramos el Espíritu de Profecía

«Para que todos lleguemos a la unidad»

Tim Poirier

26 Respuesta a preguntas bíblicas

La soberanía de Dios en un mundo fragmentado

27 Salud

Que los alimentos sean tu medicina

28 ¿Puedo contarle una historia?

«Por favor, Dios...»

30 Fe en crecimiento

La leyenda

Corrección

En el número de enero 2024, los fundadores de Canvasback Missions, Inc., fueron citados incorrectamente. Jamie y Jacque Spence comenzaron el ministerio a principios de la década de 1980.

El gran equilibrio entre lo duro y lo suave

Ya sea en la administración, el gobierno, la sociedad civil o aun como padres, se producen buenos resultados cuando hay un equilibrio entre lo duro y lo suave. Lo duro incluye: reglas, ley, justicia, orden, obediencia, estabilidad, primacía y disciplina; lo suave: compasión, perdón, comprensión, simpatía, matices, condiciones y misericordia. El equilibrio correcto puede prevenir extremos: la dureza extrema hace que las cosas se quiebren, mientras que la suavidad extrema no produce lecciones, ni cambios, ni progresos. ¿Cómo es posible, entonces, lograr ese equilibrio?

Por ejemplo, quizá a usted lo detuvo la policía por una ofensa menor de tráfico. Se le presenta lo duro: la ley. El equilibrio aquí sería pagar una penalidad a la altura de la falta. Pero si usted iba rápido porque llevaba una embarazada al hospital, se puede presentar lo suave para contrarrestar la pena, lo que produce un equilibrio. Si la ley requiriera que a usted le cortaran los dedos porque no le anda la luz trasera, habría un desequilibrio. Si la ley requiriera una simple disculpa después de que usted provoca un choque de catorce vehículos en la autopista, eso también sería un desequilibrio.

Hallar el equilibrio ha sido el gran objetivo de la historia legal. Se ha buscado el equilibrio en las religiones paganas, las ciencias sociales modernas y los filósofos de todas las edades. Los posmodernos han descartado esa molesta pregunta. La cultura popular nos entretiene presentándonos los extremos. Pero el cristianismo contiene la manifestación más clara del equilibrio entre lo duro y lo suave. En su comprensión de la metanarrativa del gran conflicto, el adventismo dice presentar ese gran equilibrio en su alcance más amplio, desde la perspectiva del universo.

La cruz de Cristo es donde la tensión encuentra su clímax. Es la revelación perfecta del bien y el mal. Es donde existen la paz y el dolor. Es salvación y condenación. Es belleza y horror, esplendor y escándalo, majestad y miseria. La muerte de Jesús muestra qué duro es sostener la justicia de Dios, pero también la suavidad que muestra el amor de Dios por la humanidad. «La misericordia y la verdad se encontraron; la justicia y la paz se besaron» (Sal. 85:10).

Al meditar en la cruz, los padres pueden recibir la visión y la paciencia de amonestar con amor y equilibrio. Las iglesias pueden recibir el temple y el corazón de Cristo para disciplinar a los miembros de manera redentora. Las Asociaciones pueden manifestar equidad con compasión al tratar con los pastores y las iglesias. Las Uniones pueden vivir los mandamientos y el carácter de Cristo al administrar las instituciones. La iglesia mundial y sus Divisiones pueden tener la más elevada integridad con la más amplia compasión al dirigir la misión de Cristo hasta los confines de la Tierra. Este equilibrio no se encuentra adentro. No está insertado en el conocimiento, la cultura o la experiencia. Su fuente se encuentra en el gran fundamento de afuera: en la dura y suave cruz de Cristo.

16 Pasos de amor Ramon J. Canals 14 Stephen Smith y el testimonio sin abrir Arthur L. White Daniel Gambo Dauda 18 Justicia. Misericordia. Humildad. Paul H. Douglas y Ted N. C. Wilson Fotografía de portada: sezer66 / iStock / Getty Images Plus / Getty Images
2 Marzo 2024 AdventistWorld.org

En Zambia, equipos de Maranatha Volunteers International visitan múltiples pozos de agua por día, que este mismo ministerio ayudó a cavar. Se realizan evaluaciones de prevención y se remplazan las partes según sea necesario. El libre acceso al agua está multiplicando las oportunidades de desarrollo comunitario y misión en ese país.

Fotografía: Maranatha Volunteers International

Instantánea
3 AdventistWorld.org Marzo 2024

Más de 1600

El número de personas que se acercaron a escuchar un concierto navideño que organizó la iglesia adventista Central de Quisqueya, en Santo Domingo (Rep. Dominicana), el 21 de diciembre. El concierto gratuito duró dos horas y media y se llevó a cabo en el Sambil Event Hall bajo el lema «La estrella de esperanza». Fue el más grande evento comunitario que organizó la iglesia en 2023 y es la primera vez en 15 años que se llevó a cabo una convocatoria de evangelización fuera del templo, para incluir a más residentes de la comunidad.

120 años

El tiempo que ha estado presente la misión adventista en Corea del Sur. La Unión Asociación de Corea busca aprovechar el aniversario para dar un nuevo impulso a los esfuerzos misioneros. Para 2024 se han planificado diversas actividades en conmemoración de los 120 años de misiones en el país. El énfasis central gira en torno a la gratitud, el honor, reencender las misiones y prepararse para el futuro.

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Medios sociales

En años recientes, se preguntó a los miembros de iglesias adventistas si se les había hecho difícil dejar de usar los medios sociales cuando necesitaron hacerlo.

Fuente: Encuesta Global de Miembros de Iglesia 2022-23 N = 141.418

Más de 250

14% No uso los medios sociales

15% Muy en desacuerdo

28% En desacuerdo

13% No estoy seguro

22% De acuerdo

8% Muy de acuerdo

La distancia en kilómetros que Henry Smith, integrante de Ministerios de Jóvenes Adventistas, junto con los Conquistadores Millicent Anna Stella Asane y Lawrence Manful caminaron para asistir al cuarto Camporee de Conquistadores de la División de África Centro-Occidental, que se llevó a cabo del 24 al 30 de diciembre. Después de salir el 21 de diciembre, los tres recorrieron más de 250 kilómetros, llegando para la ceremonia de apertura el 25 de diciembre. El recorrido, coordinado por Smith, ha sido una tradición desde 1996, y su propósito es recaudar fondos para los huérfanos.

«Nos sentimos inspirados, enriquecidos y capacitados. La parada sirvió como catalizadora para incrementar el diálogo sobre el ministerio joven en nuestra Unión […], para que otros sepan de estos increíbles adultos emergentes que están entusiasmados y animados por su fe».
—Gregory Taylor, director de Ministerios

Jóvenes de la Unión Asociación del Sur de los Estados Unidos, sobre la tercera parada de Young Adult LIFE de la División Norteamericana. El evento se llevó a cabo en la iglesia de Spring Meadows en la región Central de Florida, y es un marco de discipulado joven, que enfatiza el impacto en el liderazgo, relaciones intergeneracionales, desarrollo de la fe y compasión diaria.

Noticias breves
4 Marzo 2024 AdventistWorld.org
«Me siento honrado de haber participado en el centésimo aniversario del Seminario y Colegio Adventista de Pakistán. Mediante el concurso basado en El conflicto de los siglos, pude sentir la pasión de los jóvenes paquistaníes que aman la Palabra de Dios. Y la ceremonia conjunta de bautismo el sábado por la tarde fue una experiencia inolvidable».
—Ho

Young Choi, director del Departamento de Jóvenes de la División de Asia-Pacífico Norte, sobre el evento de reavivamiento que tuvo lugar a fines de noviembre en el Seminario y Colegio Adventista de Pakistán en el distrito de Sheikhupura (Punjab). Más de setecientas personas se reunieron en la iglesia de la institución cada noche. Al final del evento se realizó el bautismo de 148 personas. Se espera que este logro contribuya a los más de dos mil bautismos en Pakistán en un solo año, lo que sería un récord para ese país.

«Su pasión y compromiso fueron evidentes, y su amor y celo la llevaron a luchar por el bienestar de las mujeres. Luchó para facultar a las mujeres de todo el mundo para ser fuertes espiritual, mental y físicamente y producir una generación de mujeres aún mejor, para gloria de Dios».
—Dinorah

Rivera, exdirectora de Ministerios de la Mujer de la

División

Interamericana, sobre el trabajo de HeatherDawn Small, una experimentada líder y defensora de las mujeres, que falleció de cáncer, el 2 de enero. Durante varias décadas, Dawn Small prestó servicios a la Iglesia Adventista en diversos cargos. Comenzó en Trinidad y Tobago como asistente del rector de la Universidad del Sur del Caribe y directora de Ministerios Infantiles y más tarde en Ministerios de la Mujer de la Unión Asociación del Caribe. En 2001 llegó a ser directora asociada de Ministerios de la Mujer de la Asociación General y fue elegida directora en 2005, un cargo que conservó hasta su fallecimiento.

El número de años que cumplió la Universidad Adventista de Washington. La institución fue fundada en 1904 en Takoma Park (Maryland, EE. UU.). A lo largo de los años, se ha dedicado a la educación, la fe y la comunidad. Para marcar esa ocasión memorable, la universidad ha planificado diversos eventos y actividades durante todo el año, lo que permitirá que la comunidad de reúna a celebrar el legado de servicio, liderazgo y fe.

Noticias breves
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David B. Sherwin/Adventist Review
120
5 AdventistWorld.org Marzo 2024

Casa editora de Corea publica recursos en urdu

División de Asia-Pacífico Norte, y Adventist World

Varios proyectos recientes de la Casa Editora de Corea, ubicada en Corea del Sur, destacan el apoyo a iniciativas misioneras adventistas, afirmaron hace poco los líderes de la División de Asia-Pacífico Norte.

El 2 de diciembre de 2023, durante el culto de celebración del centenario del Seminario y Colegio Adventista de Pakistán, los líderes llevaron a cabo una dedicación de una serie de estudios proféticos y de estudios bíblicos en urdu. Con el apoyo de la casa editora, esas y otras iniciativas están ayudando a llevar el evangelio a los hablantes de urdu en el sur asiático, y en particular en Pakistán, donde el urdu es el idioma nacional hablado por más de doscientos millones de personas.

La casa editora también apoyó la distribución de diez mil ejemplares de El camino a Cristo y tres mil ejemplares de El Deseado de todas las gentes, de Elena White, cofundadora de la Iglesia Adventista. El primer proyecto fue patrocinado como parte de la misión de publicaciones independientes de la casa editora, mientras que el último fue un esfuer-

zo en colaboración con socios que cubrieron los gastos de traducción, impresión y transporte.

La presencia de la casa editora coreana en Pakistán no es nueva, dado que ya en varias ocasiones ha enviado impresos a ese país de mayoría musulmana.

Gee Sungbae, rector del Seminario y Colegio Adventista de Pakistán, dijo que la respuesta ha sido muy positiva. Destacó El camino a Cristo, al que describió como «un texto esencial que presenta el centro del mensaje cristiano a los musulmanes que demuestran interés ». El objetivo del libro es alejar a los cristianos, tanto adventistas como conversos recientes, de creencias sincréticas y llevarlos a una comprensión genuina de la esencia del cristianismo, dijo Gee. «El Deseado de todas las gentes será distribuido entre los líderes adventistas y protestantes locales, y usado como guía de estudios bíblicos en el seminario», añadió.

Nam Soo-myung, gerente de la casa editora, también enfatizó el potencial misionero de los recursos donados: «Espero que estos libros sirvan como

Ahora se están distribuyendo impresos adventistas en Pakistán y otros países.

una herramienta potente para esparcir el evangelio en países como Pakistán. En el futuro, estamos planeando apoyar activamente el evangelismo. Insto a todas las iglesias y creyentes a que se interesen y comprometan con esta iniciativa»

Junto a la casa editora, donantes individuales ofrecieron mil ejemplares de la serie de estudios bíblicos de Escrito Está. «Esos recursos están designados como guías de estudio para misioneros, pastores y miembros de iglesia entrenados –dijo Gee–. Espero que sean de valor incalculable en las actividades misioneras, porque muchos paquistaníes están ansiosos de explorar la Biblia».

La División de Asia-Pacífico Norte ha incorporado hace poco a Pakistán como parte de su territorio, después de un pedido de la región a la Asociación General en 2022. El 8 de octubre de 2023, en el Concilio Anual de la Iglesia Adventista, los miembros de la Junta Directiva votaron apoyar el cambio.

Pakistán, una nación mayormente musulmana en el noroeste de la India, se independizó del gobierno británico en 1947. La región fue dividida inicialmente en Pakistán Oriental y Occidental. En 1971, la región oriental se independizó y pasó a ser Bangladés, mientras que la región occidental se convirtió en el actual Pakistán. Con una población de 240 millones, es el quinto país m ás populoso del mundo. Según las estadísticas, casi el 97 por ciento de la población es musulmana, y los cristianos son una muy pequeña minoría. En ella hay menos de veinte mil miembros adventistas bautizados.

Noticia en detalle
Los líderes de la División de Asia-Pacífico Norte y de Pakistán dedican recursos en urdu, en el Seminario y Colegio Adventista de Pakistán, el 2 de diciembre.
6 Marzo 2024 AdventistWorld.org
División de Asia-Pacífico Norte

Evento reúne a más de dos mil mujeres en Zambia

Los oradores enfatizan el papel esencial de las mujeres adventistas para la iglesia.

La primera semana de septiembre de 2023 no fue una semana común para muchas mujeres adventistas en la División de África Meridional y Oceáno Índico. Más de dos mil mujeres de seis Uniones de la Iglesia Adventista en Malaui, Zambia y Zimbabue asistieron a un congreso regional en la Universidad Rusangu, cerca de Monze (Zambia). Doscientas noventa llegaron desde la Unión Asociación de Malaui. El lema del congreso regional fue «Mejores, sin amargura».

Margery Herinirina, directora de Ministerios de la Mujer de la División, fue la oradora invitada para los devocionales. Reflexionó en Rut 1:20 y 2:11: «Es bueno que las mujeres sean mejores, sin amargura, porque la amargura es un veneno en el corazón que consume los buenos pensamientos », dijo. Alentó asimismo a las mujeres para que tengan esperanza toda vez que enfrenten desafíos. «Tienen que confiar en Dios y ser transformadas», dijo Herinirina. Y alentó a las mujeres para que sean bondadosas entre sí, para que otros puedan ser transformados y comiencen a confiar en Dios gracias a esa bondad.

También estuvo presente Harrington Simui Akombwa, presidente de la División, que dijo que es tiempo de que las mujeres se levanten y

resplandezcan en nombre del Señor. «Vivimos en un mundo lleno de desafíos, pero levantémonos para brillar y orar –expresó–. Y los desafíos desaparecerán».

Otros líderes presentaron otros temas. Trymore Mutimwii, director de Mayordomía de la Unión Asociación de Zimbabue Oriental, habló sobre las mujeres y el evangelismo. Gift Mweemba, pastor jubilado y líder de la Unión Asociación Sudafricana, también animó a las participantes: «Ustedes deberían tener una alta autoestima porque son individuos independientes –les dijo Mweemba–. Tienen que confiar en que pueden hacer cada vez mejor […]. Estén satisfechas de ustedes mismas, porque el mismo Jesús confió en su madre mientras estuvo en este mundo».

Precious Milingo, miembro de la iglesia adventista Olive en Kampala (Uganda) y fundadora de Soluciones de Salud Utano, habló de temas de salud femenina. Una directora ejecutiva del Banco Reserva de Malawi, Mercy Kumbatira, habló de las mujeres y las finanzas. Sobre las mujeres y la violencia, Maimba Ziela, –socia directora de Lusitu Chamber y directora de Ministerios Personales de la Unión Asociación de Zambia del Norte– aconsejó:

División de África Meridional y Océano Índico « No se oculten o permanezcan en silencio ante el abuso. Por favor, busquen ayuda » . Y sobre el equilibrio en el trabajo, Linda Sibanda, directora de Ministerios de la Mujer de la Unión Asociación de Zambia del Norte, aconsejó que las mujeres cultiven la capacidad de organizarse. «Aprendan a valorar a los que tienen al lado y trabajen en equipo para evitar el agotamiento –dijo–. Y aprendan a decir que no».

Nokanyo Lulu Ndlovu, de Sudáfrica, fue la principal oradora durante la Hora de Poder diario y el culto vespertino. «Ante los desafíos, escojamos la esperanza, la gratitud en lugar de la amargura –dijo Ndlovu–. Agradezcamos a Dios en todo y registremos las cosas buenas que el Señor ha hecho por nosotras. Al vivir en oración, seremos agradecidas, y nuestros hijos nos imitarán».

Durante el evento, las mujeres participaron de actividades misioneras. Visitaron el hospital de la Misión Monze, la c árcel y la escuela Choongo para niños con discapacidades; también distribuyeron pantuflas, jabones, libros y dinero en efectivo.

El congreso duró cuatro días y culminó con un desfile de naciones y presentaciones culturales.

Noticia en detalle
Maggie Chikhambi, para la División de África Meridional y Océano Índico, y Adventist World Más de dos mil mujeres adventistas del sur de África disfrutaron, cantaron y aprendieron juntas en Monze (Zambia).
7 AdventistWorld.org Marzo 2024

Jóvenes adventistas de Canadá suplen necesidades de pueblos originarios

La Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA) en Canadá ofrece gestión de emergencias y desarrollo en todo el mundo. En muchos sentidos, la agencia es una reflexión y extensión de la Iglesia Adventista mundial. No es solo la sede de ADRA en más de cien países lo que hace que su labor sea un éxito; es también la comunidad más amplia que crea e impulsa la visión de lo que puede significar servir a su entorno.

Un grupo de jóvenes de la Iglesia Adventista en Canadá definió la visión de marcar una diferencia en su país. Decidieron trabajar para mejorar la vida de las personas al responder a sus necesidades reales. De esa visión surgió un objetivo: hacer algo para ayudar a los pueblos originarios de maneras tangibles, prácticas y no manipuladoras, que fomenten verdadera conexión y amistad.

Durante 2023, cuatro grupos de voluntarios jóvenes viajaron a varias comunidades indígenas del norte de Ontario. La larga relación de ADRA con otra organización local, –la Alianza Independiente de Pueblos Originarios– permitió que los grupos adven-

tistas se asociaran con los pueblos indígenas para llevar a cabo tareas prácticas sobre prevención y seguridad contra incendios. Es un tema muy presente para muchos canadienses, especialmente después de un año de inesperados incendios forestales.

Junto a Daniel Saugh, exgerente de programas de ADRA Canadá y Randy Sidaoui, estratega de medios sociales y recaudación –quienes acompañaron al grupo a Whitesand– los equipos de jóvenes adventistas suplieron las necesidades y proyectos importantes para esas reservas.

«Nuestro principal objetivo fue solidarizarnos con las comunidades indígenas, trabajar en la vital prevención, protección, y recuperación de incendios –dijo Sidaoui–. También fue una oportunidad de aprender de estos pueblos indígenas sobre sus valiosas y celebradas técnicas de preservación de las tierras. Nuestro entusiasta equipo ayudó a instalar alarmas contra incendios en casas que no las tenían, y limpiaron malezas y otros escombros de un centro de protección contra el fuego»

Los equipos también revisaron

Sociedad con ADRA ayudó a implementar proyecto de seguridad contra incendios.

alarmas ya instaladas para asegurarse de que funcionaran, y participaron de varias tareas para apoyar a los obreros locales: limpiaron camiones y cuarteles de bomberos, enumeraron y actualizaron la información sobre las viviendas, para mejorar la respuesta ante catástrofes; y distribuyeron alimentos a los obreros, en señal de amistad.

Antes de trabajar junto a esas personas, los equipos recibieron capacitación en sensibilización. Los organizadores los animaron a completar el programa Cuatro Estaciones de la Reconciliación creado por la Universidad First Nations y disponible mediante la dirección de Ministerios Indígenas de la Iglesia Adventista en Canadá. Esos recursos garantizaron que las interacciones entre los voluntarios y los pueblos originarios fueran pacíficas y amigables.

«Fue una experiencia increíble, donde conocimos a personas maravillosas y amables –añadió Sidaoui–. Conocimos a jóvenes que se interesan mucho por su comunidad y trabajan para proteger a los que viven allí» Para Sidaoui, «fue realmente una bendición y una experiencia esclarecedora estar entre los indígenas durante una semana, compartiendo la comida con ellos y participando de sus ceremonias tradicionales. Lo mejor de esa experiencia fue la cálida bienvenida que recibimos en la comunidad y la oportunidad de forjar lo que, esperamos, puedan llegar a ser amistades para toda la vida», expresó.

Noticia en detalle
ADRA Canadá ayudó a que los jóvenes adventistas dediquen tiempo y aprendan de los pueblos indígenas en el norte de Ontario.
8 Marzo 2024 AdventistWorld.org
ADRA Canadá

Enfoque misionero

El sueño de los influencers de medios sociales César y Gaby Martínez de visitar Tierra Santa resultó en una serie de televisión en Hope Channel Interamérica.

De qué manera un viaje a Tierra Santa llegó a ser fuente de inspiración

La visita de un joven matrimonio es ahora una serie de TV en Hope Channel Interamérica.

Un joven matrimonio adventista de México halló una manera atractiva de seguir en las huellas de Cristo, compartiendo su viaje soñado a la Tierra Santa en lo que ahora llegó a ser una serie de TV en Hope Channel Interamérica.

Cuando César Martínez, de 30 años, y Gaby Chagolla, de 26, contrajeron matrimonio en 2019, tenían un sueño: aprovechar la luna de miel para viajar a Tierra Santa en Israel. Cuando descubrieron que no tenían suficientes fondos, se dedicaron a trabajar y ahorrar. Dejaron Tuxtla Gutiérrez (Chiapas) y comenzaron nuevos trabajos. Una noche de 2021, mientras estudiaban el libro de Juan con amigos, los Martínez se sintieron inspirados una vez más a visitar Jerusalén y sus alrededores. Sintieron que era un objetivo alcanzable, y decidieron ponerlo en manos de Dios.

«No queríamos tener solo una experiencia espiritual para nosotros

sino compartirla con otros », dijo César. Prepararon un plan. Harían el viaje y lo publicarían en el canal de YouTube de Gaby llamado Séptima Estación. En ese canal, suele compartir versículos bíblicos, lecciones espirituales y mensajes positivos, a sus más de treinta mil seguidores. «Queríamos que el contenido llegara a muchos », dijo Gaby.

«Mientras seguíamos orando por ese sueño, nuestro estilo de vida cambió –contó César–. Comenzamos a ahorrar, a pensar diferente en cómo gastábamos el dinero, y a confiar en Dios»

Después de un año de ahorrar todo lo posible, compraron los billetes. Con eso asegurado, comenzaron a investigar más y a buscar contenidos interesantes para compartir. Pase de Abordar fue el nombre que eligieron para su aventura en Jerusalén.

Al pensar cómo alcanzar a otros en línea, se dijeron: «¿Por qué no llegar a una audiencia mayor?» «Se lo mencionamos a los líderes de Hope Channel Interamérica, y les gustó la idea. Así nació otro sueño: producir una serie de televisión», contó Gaby.

En noviembre de 2022, viajaron a Jerusalén y grabaron seis episodios mientras recorrían Galilea, Belén, el Getsemaní, y otros lugares destacados de la Biblia.

«Al viajar, compartimos los contenidos con la audiencia de medios sociales a cada paso, y la respuesta de

muchos realmente nos emocionó», dijo Gaby.

Su experiencia de viaje incluyó muchos momentos especiales. «No hay nada más hermoso que ver los lugares donde Jesús estuvo y experimentar la confirmación de las evidencias históricas mencionadas en la Biblia», dijo César.

Recibir el sábado frente al Muro de los Lamentos en la Ciudad Vieja de Jerusalén y visitar la iglesia adventista más cercana, fue inolvidable. «El sábado participamos de una hermosa fiesta espiritual con alabanzas », dijo Gaby, y continuó diciendo que la respuesta a Pase de Abordar ha sido una verdadera bendición: «Las personas nos han agradecido, nos han dicho que miraron todos los episodios con sus colegas, amigos y familiares »

Pase de Abordar es la primera serie más práctica, social y orientada a la juventud en Hope Channel Interamérica, dijo Abel Márquez, director ejecutivo de Hope Channel Interamérica. «Aprendimos de sus experiencias, porque esta es una pareja ansiosa de compartir el mensaje de amor y esperanza que se halla en Jesús »

Leslie Torres/HCIA Libna Stevens, División Interamericana, y Adventist World
9 AdventistWorld.org Marzo 2024

Enfoque

Una perspectiva redentora

La disciplina eclesiástica en Mateo 18

10 Marzo 2024 AdventistWorld.org
Los elementos del proceso señalan cuán valiosas son la humanidad y las relaciones humanas para Dios.

La Biblia ofrece pautas sobre cómo deberíamos relacionarnos con otros en todos los niveles. La iglesia tiene que restaurar a los pecadores, no importa cuán grande sea la ofensa, a una relación de salvación con Cristo.1 Este hecho se refleja en diversos aspectos del accionar de Cristo, porque su vida y enseñanzas se centraron en la salvación. Por ejemplo, cuando se le preguntó por qué se asociaba con los que, se consideraba, eran deshonestos en sus transacciones (cobradores de impuestos) y los marginados (pecadores) de la sociedad, respondió inequívocamente destacando el propósito de su misión, a saber, rescatar a los pecadores (Luc. 5:31, 32). Esto, por lo tanto, define el propósito de la existencia de la iglesia: brindar un ambiente propicio para la renovación o la mejora de una relación con Cristo.

Mateo 18 comparte algunos pasos diseñados para llevar esfuerzos significativos de redimir a los caídos. Los elementos del proceso señalan cuán valiosas son la humanidad y las relaciones humanas para Dios. A la luz de esto, el deseo de satisfacer los requerimientos de los procedimientos y las reglas de la iglesia relacionadas con la disciplina, no deberían eclipsar el énfasis de la comunidad de los creyentes del propósito redentor de su existencia.

PRECEDENTES BÍBLIC OS

Los pecados de los hijos de Aarón, –Nadab y Abiú– incurrieron en la ira instantánea de Dios (Lev. 10); Jeroboam, hijo de Nabat, fue castigado por su rebelión (2 Crón. 13); los pecados de Jezabel (2 Rey. 9) produjeron el desagrado divino. Otras instancias incluyen la desobediencia de Uza (2 Sam. 6); la orden expresa de Dios de dar muerte a los falsos profetas (Deut. 13); la profanación del sábado (Neh. 13:15-22); el adulterio y el bestialismo, que requerían la pena capital (Lev. 20). Sansón fue castigado por el pecado de la lascivia (Jue. 16) y fue disciplinado por Dios (2 Sam. 12:9, 10).

Los judíos del Nuevo Testamento practicaban la disciplina, según se evidencia en el temor de los padres del ciego en Juan 9, que temían que los líderes los expulsaran de la sinagoga (vers. 22). La muerte de Ananías y su esposa Safira, que resultaron de la desobediencia obstinada a los principios establecidos en cuanto a las donaciones (Hech. 5) también son señal de disciplina eclesiástica. Otro ejemplo del libro de los Hechos es la citación de Esteban ante el concilio judío, que finalmente llevó a su muerte (Hech. 6, 7). Las epístolas de Pablo también brindan perspectivas de la disciplina eclesiástica. Acaso la que más se aplica es 1 Corintios 5:1 al 12, en la que Pablo reprendió a la iglesia por tolerar a un miembro que tenía relaciones con su madrastra. El apóstol enseñó claramente que esa persona tenía que ser quitada del grupo. Al hablar de los que provocan controversias en la iglesia él recomienda medidas disciplinarias (Tito 3:10, 11; otros pasajes relacionados incluyen 1 Tim. 1:19; 5:19-21; 2 Tes. 3:14, 15; Gál. 6:1; 2 Cor. 2:6-8)

EL AMOR ES EL FUNDAMENTO

Según Mateo, hay tres pasos que cumplir para redimir al que yerra. En primer lugar, hacer que el ofensor sepa que se ha equivocado (Mat. 18:15). Si ese esfuerzo no logra brindar los resultados esperados, se hace entonces necesario llamar a uno o dos testigos (vers. 16). Si ese esfuerzo de reconciliación vuelve a fallar, entonces

11 AdventistWorld.org Marzo 2024

se tiene que informar a la iglesia de la situación (vers. 17). En este punto, el ofensor arriesga su estatus en la comunidad, porque asume la posición de «publicano» si ya no escucha los consejos.2 Algunos pueden pensar que este tercer paso lleva a la excomunión, el abandono o algún otro tipo de relegación social. Este, sin embargo, no parece ser el caso, porque el pecador no debería ser rechazado o descuidado más allá de la enormidad de su ofensa.3 Por el contrario, ofrece una nueva fase de alimentación, cuidado y podado que la iglesia se aplica a sí misma.

Vemos una idea similar en Hebreos 12:4 al 13, donde medidas correctivas combinan disciplina y amor. El amor como fundamento a la hora de aplicar la disciplina es fundamental para cumplir su objetivo ideal. Acentuando aún más la base de la disciplina, Pablo enfatiza que los que no son disciplinados no han sido injertados correctamente en la familia de Dios, porque la demostración del amor de Dios por sus hijos se refleja también en la disciplina que reciben de él (vers. 8). Es, sin embargo, digno de destacar que el deseo de Dios no es sujetar a sus hijos a un estado perpetuo de alienación de la comunión plena de la iglesia, sino alentarlos a experimentar una condición espiritual más saludable.

La idea de decidir una cuestión ante más de un testigo (Mat. 18:16) hace eco de Deuteronomio 19:15: «No se tomará en cuenta a un solo testigo contra alguien en cualquier delito ni en cualquier pecado, en relación con cualquier ofensa cometida. Solo por el testimonio de dos o tres testigos se mantendrá la acusación». Los testimonios de los testigos implicaban que el acusado era liberado (desatado) o aprisionado (atado). En el texto griego, Mateo 18:18 se traduce como «será atado» y «será desatado», lo que transmite la idea de una decisión terrenal que

se ve determinada o guiada por la decisión superior.4 Por implicación, la ratificación de la decisión de la iglesia en el cielo depende de su adherencia a los principios ya establecidos en la Biblia –amor, compasión y solicitud–al tratar con los que yerran.

ATENCIÓN POSTDISCIPLINARIA

«Otra vez os digo que si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra acerca de cualquier cosa que pidan, les será hecho por mi Padre que está en los cielos, porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos » (Mat. 18:19, 20). El significado contextual de esta declaración puede no estar lejos de los dos testigos mencionados en los versículos precedentes (15, 16). Por ello, la reunión de dos es para resolver una disputa; de allí que se anticipa en gran medida una reconciliación. El sistema judicial judío requería que los dos testigos sean los primeros en ejecutar el juicio de la corte (Deut. 17:7) y «elevar oraciones en la excomunicación judía, o representar una oración de arrepentimiento y subsiguiente perdón de la excomunicación de la persona».5

Al rechazar el consejo del cuerpo, el que erraba se separaba del grupo constituido de los creyentes y su estatus quedaba relegado al nivel de publicano o pagano (Mat. 18:17). Esto no implica que el que había errado debía ser descuidado, dado que los paganos y los publicanos no estaban exentos del plan de salvación, según lo demostró Jesús cuando fue confrontado porque comía y se asociaba con pecadores y publicanos (Mar. 2:13-17). La naturaleza inclusiva de la obra de salvación necesita poner en su lugar cada parte de la maquinaria para garantizar el esfuerzo por alcanzar al que yerra, así como podía hacerse con los paganos o publicanos que necesitaban desesperadamente un Salvador. Los creyentes necesita-

ban tener cuidado de no dar al que erraba una razón de sentirse que era tratado injustamente. De igual manera, los miembros necesitan ejercitar precaución para no ser parte del pecado, ya sea participando o consintiendo el mal mediante algún tipo de falsa simpatía.

LA DISCIPLINA ECLESIÁSTICA CONTEMPORÁNEA Y

MATEO 18:15 AL 20

Las Escrituras han delineado claramente los pasos que hay que tomar en el proceso de administrar la disciplina. El principio más importante para la aplicación de Mateo 18:15 al 20 en la iglesia contemporánea referido a cuestiones de medidas disciplinarias es que la disciplina tiene el propósito de redimir al creyente que yerra. No busca tan solo satisfacer los requerimientos de los reglamentos eclesiásticos según se definen en el Manual de la iglesia, lo que puede indicar que es necesario tomar alguna medida. Glenn Waddell afirma que «hay que dar cada paso de Mateo 18:15 al 17 con el propósito y el corazón inclinado hacia la promoción del arrepentimiento, la reconciliación y la restauración en la comunidad del pacto».6 La postura asumida por el impenitente, el «pagano» o los «publicanos », coloca a la iglesia en un mayor estado de responsabilidad para garantizar la salvación del miembro que se ha desviado, como lo harían con un pagano, por cuyo propósito existe la iglesia. Al hablar de esto, Wyman Richardson postula que «fue, después de todo, a los gentiles y los publicanos, a los indignos, que se ofreció en Cristo la esperanza del evangelio. Por ello, tenemos que tratar al hermano caído como un misionero trataría al que no ha escuchado el evangelio. Tenemos que explicarles el evangelio, reintroducirlos a lo que significa ser cristiano y rogarles que regresen» 7

12 Marzo 2024 AdventistWorld.org

BENEFICIOS DE LA DISCIPLINA CRISTIANA

Las acciones disciplinarias son beneficiosas cuando se llevan a cabo bajo los auspicios del Espíritu Santo. En algunos casos, los miembros corregidos llegan a apreciar la intervención cuando comprenden que fue para ayudarlos espiritualmente. La disciplina ofrece la oportunidad al miembro que yerra de arraigarse más en la fe, si toma más seriamente las enseñanzas e instrucciones religiosas. Además de ello, las medidas disciplinarias ayudan a impedir que otros sigan el ejemplo de las malas conductas. Esto ayuda a proteger a la comunidad de creyentes. Como amonestó Pablo a Timoteo: «A los que persisten en pecar, repréndelos delante de todos, para que los demás también teman» (1 Tim. 5:20).

La disciplina eclesiástica ofrece a la iglesia la oportunidad de experimentar una mejor y más sólida relación con Cristo y con los demás. «Limpiaos, pues, de la vieja levadura –escribe Pablo– para que seáis nueva masa» (1 Cor. 5:7). Cuando se administra la disciplina con amor y siguiendo las pautas que dan las Escrituras, esta tiene el potencial de preservar la integridad espiritual y moral de la iglesia. Elena White enfatiza que «El mal debe […] presentarse tal cual es, y debe ser suprimido, a fin de que no se propague».8 Más allá de eso, la disciplina eclesiástica mejora el crecimiento espiritual de la iglesia y su prosperidad.9 La redención de un pecador del poder del pecado y sus efectos es el centro mismo del plan de salvación para la humanidad (Col. 1:12, 13).

CONCLUSIÓN

La iglesia es una avenida invalorable a la hora de facilitar la salvación de las personas. Las acciones disciplinarias son medidas

correctivas que deberían brindar una atmósfera redentora para el que yerra. De manera simultánea, la disciplina eclesiástica ayuda a mantener un estándar elevado de odio al pecado, lo que tiene la tendencia de producir reproche a la causa de Dios y, en consecuencia, disminuir su designación de «luz del mundo». Cada miembro de la comunidad tiene la noble responsabilidad de seguir el curso de ayudar al que se equivoca a regresar a una relación de salvación con Dios, como candidato al cielo. Está dentro del ámbito de la iglesia implementar algunos mecanismos para brindar esperanza a los que yerran, además de medios para ayudarlos a vencer sus tendencias pecaminosas.

1 Elena White, Testimonios para la iglesia, (Mountain View, Cal.: Pacific Press Publ. Assn., 1984), 7:250.

2 Roger E. Dickson, Dickson’s Teachers Bible: International King James Version with Commentary and Encyclopedic Study Guide (Cape Town, SA: Africa International Mission, 2001), p. 1109.

3 Seventh-day Adventist Bible Commentary ed. Francis D. Nichol (Washington DC: Review & Herald, 1980), 5:448.

4 Ibíd

5 Craig S. Keener, The IVP Bible Background Commentary: New Testament (Downers Grove, Ill.: InterVarsity Press, 1993), p. 91.

6 Glenn G. Waddell, «The Meaning of Matthew 18:17B in Its Historical and Literary Context and its Application in the Church Today». Tesis presentada para Maestría en Religión, en el Seminario Teológico Reformado, 2014), p.71.

7 Wyman Lewis Richardson, Walking Together: A Congregational Reflection on Biblical Church Discipline, (Eugene, Ore.: Wipe & Stock, 2007), p. 101.

8 Elena White, Testimonios para la iglesia, 7: 250.

9 Ibíd., p. 667.

El doctor Daniel Gambo Dauda es profesor en el Departamento de Estudios Religiosos de la Universidad Babcock, en Nigeria

La ratificación de la decisión de la iglesia en el cielo depende de su adherencia a los principios ya establecidos en la Biblia: amor, compasión y solicitud.
13 AdventistWorld.org Marzo 2024

Lo que sigue relata la experiencia de Stephen Smith, que aceptó la verdad pero que decidió seguir sus propios caminos. Su historia revela cómo la iglesia temprana hizo uso de la disciplina eclesiástica y cómo el Espíritu Santo produce cambios espirituales. —Los editores

En 1850, Stephen Smith estaba ingresando al campo del ministerio público, pero se vio desviado por ideas erróneas. Se rehusó a aceptar los consejos de advertencia, adoptó posturas extrañas, y se sumó a la oposición. En una conferencia en Medford (Massachusetts), Jaime y Elena White se interiorizaron de su obra. Jaime escribió: «Cuando llegamos allí, había desunión entre los hermanos. Habían recibido la visita de Stephen Smith y Josiah Hart, quienes habían procurado crear prejuicios contra nosotros. Esto había producido un mal efecto, pero continuamos con la reunión. La responsabilidad de la reunión recayó en señalar los errores de S. Smith y H. Allen, y la importancia de que la iglesia actuara para responder al curso de acción de algunos hermanos. Elena tuvo una visión y vio que Dios no miraba con agrado a su pueblo porque había maldición

Informe especial

Stephen

en el campamento, es decir, errores entre nosotros, y que la iglesia tenía que actuar. La única manera de que los hermanos Allen y Smith estuvieran en regla era, en su estado actual, quitarlos de la nómina de miembros. Todos actuaron según la luz recibida, todos aceptaron la visión y, de manera unánime, todos levantaron la mano para retirarlos de la nómina de miembros »

LA CONFERENCIA EN WASHINGTON (NUEVO HAMPSHIRE)

Elena White describió una reunión de 1851 en detalle, brindando vislumbres esclarecedoras de lo que se llevó a cabo.

«En Washington, (N.H.), el Señor mismo asumió la conducción de la reunión. Stephen Smith y E. P. Butler estuvieron presentes, junto con otras setenta y cinco personas, todas en la fe. Stephen Smith se llenó del espíritu equivocado. J. Hart y él habían llenado la mente de muchos con prejuicios

contra nosotros; habían hecho circular informes falsos. El grupo había ido disminuyendo, y había perdido poder el mensaje del tercer ángel. Estaban enfermos, pero no sabían por qué, pero la razón era que había contaminación en el campamento y, con la ayuda de Dios, procurábamos expulsarlo del campamento. El sábado, fui llevada en visión. Se me reveló el estado de la situación, que les declaré con claridad. La visión tuvo un efecto poderoso. Todos reconocieron su fe en las visiones, con excepción de los hermanos Butler y S. Smith. Todos sentimos el deber de actuar, y por voto unánime, S. Smith fue borrado de la nómina de miembros hasta que dejara de lado para siempre sus posiciones erróneas».

Alrededor de un año después de ser quitado de la nómina de miembros, Smith se dio cuenta de sus errores, los confesó, y fue restaurado (1852). Esto continuó por unos meses, y entonces, una vez más, se involucró en ideas erróneas y fue quitado de la nómina una vez más. En 1857, regresó, pero solo por un breve tiempo.

En algún momento de esa década de 1850, entre alguna de sus recaídas, Elena White le escribió un testimonio en el que describió cómo sería su vida si persistía en ese curso de acción. Cuando recibió la carta temió que fuera una reprensión, por lo que al retirarla del correo fue a su casa y la guardó en un baúl, sin abrirla.

Durante casi treinta años, Stephen Smith se mantuvo fuera de la iglesia, oponiéndose con constantes críticas despiadadas. Su esposa, que permaneció fiel, recibía la Review todas

Smith y el testimonio sin abrir
Casa de Stephen Smith en Unity (Nuevo Hampshire, EE.UU.) a unos 19 kilómetros de la iglesia del pueblo de Washington (N.H.).
G. White Estate Ellen G. White Estate
Stephen Smith
Ellen

las semanas. Un día, Smith la tomó y leyó un artículo de Elena White. Siguió leyendo sus artículos y descubrió que le hablaban al corazón, que se tornó más sensible.

REAVIVAMIENTO Y REFORMA

En 1885, E. W. Farnsworth estaba dirigiendo varias reuniones de reavivamiento en la iglesia de Washington. Smith caminó diecinueve kilómetros para asistir al culto del sábado. Cuando terminó el sermón, se puso de pie y pidió la palabra. La audiencia esperaba un torrente de críticas y una mala actitud.

«No quiero que tengan miedo de mí, hermanos –dijo–. No he venido a criticarlos. He abandonado esa práctica». Entonces repasó su pasado, su odio hacia la organización de la iglesia, su participación en un grupo tras otro de oposición, los que había visto desaparecer, con sus simpatizantes presos en la confusión. «Los hechos –dijo–, son incontestables, y muestran que los que se han opuesto a esta obra han terminado en la nada, mientras que los que han simpatizado con ella han prosperado, mejorado, y se han vuelto más devotos y piadosos. Los opositores solo han aprendido a pelear y debatir. Han perdido toda religión. Ninguna persona honesta puede ver que Dios está con ellos y contra nosotros. Quiero estar en comunión con este pueblo de todo corazón, y en la iglesia»

Smith tenía la intención de quedarse para las reuniones, pero recordó la carta de Elena White que había guardado en un baúl. Sintiendo que ya no podía esperar más para leerla, se lanzó temprano a caminar

los diecinueve kilómetros de regreso a su casa. Pronto, tuvo el sobre en sus manos. Lo abrió y leyó su contenido.

Regresó a Washington, donde escuchó que Farnsworth predicaba sobre el Espíritu de Profecía. Cuando terminó el sermón, una vez más se puso de pie. «Recibí un testimonio personal hace veintiocho años. Lo llevé a casa y lo guardé en un baúl, sin leerlo jamás hasta el jueves». Dijo que no había creído en el testimonio, aun cuando no había leído una sola palabra. Tenía miedo de leerlo, temiendo que lo hiciera enojar. Pero, reconoció, «de todas maneras, casi siempre estaba enojado».

«Hermanos, cada palabra del testimonio para mí es verdadera, y la acepto. He llegado a una instancia donde finalmente creo que los testimonios son todos de Dios y, si hubiera prestado atención al que Dios me envió y también al resto, eso habría cambiado el curso de mi vida, y habría sido un hombre totalmente diferente. Cualquier hombre honesto tiene que decir que los testimonios siempre llevan a las personas hacia Dios y la Biblia. Si es honesto, lo reconocerá; si no lo reconoce, no es honesto. Si les hubiera prestado atención, me habría evitado muchos problemas. Creí que

«Si hubiera prestado atención al testimonio que Dios me envió y también al resto, eso habría cambiado el curso de mi vida».

sabía mucho sobre “las visiones de una anciana”, como solía llamarlas. ¡Que Dios me perdone! Para mi desgracia, descubrí que las visiones estaban en lo cierto, y que el hombre que creía conocer estaba totalmente equivocado. Los testimonios son correctos; yo estoy equivocado. Hermanos, soy demasiado viejo para deshacer lo que hice. Estoy muy débil como para asistir a los grandes encuentros, pero quiero decir a todos y en todas partes que otro rebelde se ha rendido»

Un cambio real tuvo lugar en la vida y experiencia de Stephen Smith, y en sus últimos años, fue recordado como un adventista bondadoso, dulce y comprometido.

Adaptado de The Early Years (18271862), de Arthur L. White, pp. 216218; 490-492.

Iglesia de Washington (Nuevo Hampshire) donde el primer grupo de adventistas guardó el sábado. AdventistHeritage.org 15 AdventistWorld.org Marzo 2024

Enfoque

Pasos de amor

Reflexiones sobre una experiencia disciplinaria

En una iglesia donde fui pastor en los primeros años de mi ministerio, me encontré con un ingeniero bien educado y con buenas conexiones, perteneciente a una familia acaudalada. Aparentemente, los pastores que me habían precedido no se habían ocupado de una situación que todos en la iglesia conocían; no habían encontrado la manera de hacerle frente. Tenía que ver con la observancia del sábado. Esa persona trabajaba los sábados y asistía a la iglesia cuando podía, pero la mayoría de los sábados trabajaba; la iglesia lo sabía.

Había quienes decían: «Necesitamos hacer algo al respecto. Esta persona está violando el sábado. ¿Cómo podemos pedirles a otros que respeten la Ley si permitimos que él la quebrante, y no hemos hecho nada durante años?» Había otros que pensaban: «Aún es joven y además, es fiel en sus diezmos y ofrendas ». Por supuesto, eso estaba causando algunas fricciones en la iglesia.

HORA DE TOMAR MEDIDAS

Cuando llegué a esa iglesia, escuché a ambas partes y tuve que

hacerme la pregunta: «¿Qué hago?

¿Cuál es mi responsabilidad?» Al estudiar la Biblia, el Espíritu de Profecía, y el Manual de la iglesia, me di cuenta de que tenía que hacer algo. No para aquietar a los que querían que lo sacáramos de la nómina de miembros o lo disciplináramos sino para hacer algo con el propósito de ayudarlo. Elegí ese enfoque. Es decir, no caerle encima con amenazas de consecuencias si no cumplía, que era lo que un grupo en la iglesia me pedía que hiciera. Habían presionado a los pastores anteriores, hasta que

Fotografía: PeopleImages / iStock / Getty Images Plus / Getty Images 16 Marzo 2024 AdventistWorld.org

estos decidieron no tocar el tema. Esa no era una opción para mí.

En primer lugar, comencé a orar por él. Después de un tiempo, le dije que quería visitarlo. Estaba un poco nervioso porque adivinó la razón, pero aceptó. En mi primera visita, ni le mencioné lo del sábado. Solo conversé amigablemente, oré con él y me fui. Quedó muy complacido, porque había estado preparándose para una confrontación. En mi siguiente visita, conversamos, oré con él y no le mencioné nada sobre el sábado. Hablamos, sin embargo, sobre su vida espiritual y la importancia de crecer espiritualmente. También hablamos acerca de la importancia de la Ley de Dios. Lo seguí visitando, de acuerdo con una planificación especial.

Finalmente, pasadas varias visitas, le mencioné el tema del sábado.

«Bueno –me contestó–, lo he estado haciendo por años, y varios pastores han pasado por aquí y jamás me hablaron del tema». Aparentemente, la compañía en la que trabajaba se había rehusado a darle los sábados libres. «Me dijeron que no. No pueden darme ese privilegio porque si me lo dan a mí, entonces tienen que dárselo también a otros ».

—¿Está dispuesto a intentarlo otra vez? –pregunté–. Hagamos de esto un motivo de oración. No es lo que yo quiero; es lo que Dios quiere para su vida. No es que la iglesia quiera decirle qué hacer; se trata de usted, que no trabaje y pueda acudir el sábado a la iglesia para adorar a Dios.

—No –insistió–. No me importa. No quiero intentarlo otra vez.

En ese momento, le hice saber que tenía que presentar su posición ante la iglesia y que el grupo decidiría entonces qué hacer. «¡Ustedes no pueden hacerme nada!», me dijo desafiante. Le aseguré que solo quería ayudarlo a él y a su familia. El siguiente paso era presentar esta situación ante la iglesia. Después de orar con él, me despedí.

A VECES FUNCIONA

El sábado siguiente, vino a la iglesia. En realidad, antes de eso, solo venía a la iglesia una vez por mes o ni tanto. Ese sábado, se acercó para hablarme en privado. «Quiero agradecerle –comenzó diciendo–, por ayudarme a ver lo que no veía. Durante años, he estado violando la Ley, sabiendo que estaba haciendo algo malo. Aunque me sentía culpable, nadie me habló como lo hizo usted, por lo que me molesté. Pero ahora me doy cuenta de que usted solo estaba tratando de ayudarme espiritualmente, y quiero agradecerle por ello».

A partir de ese día, asistió con entusiasmo a la iglesia todos los sábados. Hasta les contó a otros miembros cuán bien le había hecho hablar y resolver la cuestión sin llegar a involucrar a toda la iglesia.

Esta experiencia me enseñó que se pueden tomar pasos para ayudar a un hermano que yerra antes de llegar a aplicar la disciplina eclesiástica. Yo los llamo pasos de amor, en que realmente amamos a la persona, oramos por ella, la visitamos, estudiamos la Biblia y nos preocupamos por ella. Cuando hacemos eso, tal vez no tengamos que llegar al extremo de aplicar medidas de disciplina eclesiástica. ¿Funciona siempre? No. Algunos pueden decir: «No, no quiero». Pero a veces funciona. Y es la manera apropiada de hacerlo, porque disciplinar tiene que ver con redimir. No significa castigar a alguien por sus errores, sino llamarlo de regreso a una relación correcta con Cristo. Si escucha el llamado, el cielo se regocija, y las personas se alegran.

Hubo un tiempo en que la iglesia disciplinaba por cualquier ofensa menor. Hoy día, es más probable que la iglesia se ponga en el otro extremo. Pero tenemos que ser honestos con las personas. Evitar los problemas no soluciona nada. Sí, la iglesia es una comunidad de personas quebrantadas. Todos tenemos problemas y

No significa castigar a las personas por sus errores. Implica llamarlos de regreso a una relación correcta con Cristo.

disfunciones. Nos reunimos como iglesia para formar una familia en Cristo, trayendo cada uno de nosotros nuestra disfunción que necesita de sanación. Por ello, necesitamos líderes que conozcan y comprendan la gracia por experiencia, para así impartir gracia, amor y perdón a los que yerran. ¿No es mejor tratar de ayudar a alguien con amor que permitirle continuar por un camino que lo lleva hacia la destrucción?

Ramón J. Canals es secretario de la Asociación Ministerial de la Asociación General de la Iglesia Adventista.

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Perspectiva mundial

Justicia. Misericordia. Humildad.

Ingredientes de la disciplina organizacional

Nuestra misión, esa gran obra en sociedad con Dios que tenemos de proclamar los mensajes de los tres ángeles al mundo, se beneficia de la estructura y la organización. Cuando todos lo aceptamos, la estructura de la Iglesia Adventista brinda un sistema que guía la proclamación eficiente del evangelio. En ocasiones, sin embargo, las organizaciones no están alineadas con los términos acordados por la mayoría representativa de la iglesia. Este artículo se ocupa de la naturaleza de lo acordado por las organizaciones de la Iglesia Adventista y los medios a través de los cuales se puede alcanzar la unidad.

UN IMPERATIVO

En primer lugar, la disciplina eclesiástica no se origina en la iglesia. Se origina en Dios. Los Diez Mandamientos, una expresión del carácter de amor de Dios, delinean cómo deberíamos relacionarnos con Dios y con los demás. Como pecadores, hemos quebrantado la Ley perfecta de amor de Dios, pero cuando aceptamos su salvación él nos justifica sin que haya ningún mérito de nuestra parte. Entonces viene la santificación, para que lleguemos a ser más y más como él, todo mediante su poder. Ese proceso requiere medidas disciplinarias misericordiosas que nos lleven a una mejor relación con el Señor, mientras él busca restaurar su imagen en nosotros.

En consecuencia, la disciplina es un elemento básico del plan de salvación. Es un medio para producir un caminar más cercano con el Señor.

Miqueas 6:8 ofrece un marco para la disciplina eclesiástica. Nos dice que Dios nos ha mostrado qué se espera de nosotros, y qué es, en primer lugar, hacer lo justo o correcto. Necesitamos respeto y amor por los mandamientos, para hacer las cosas en forma apropiada. Aunque entendemos que tenemos que hacer lo correcto, no siempre lo hacemos. Por ello, el segundo punto de Miqueas es que tenemos que amar misericordia.

Ser misericordioso es otro aspecto de la disciplina que busca acercarnos a Dios en una relación de amor. Dios no se aparta de nosotros cuando no hacemos lo correcto. Nos da su misericordia. También tenemos que

18 Marzo 2024 AdventistWorld.org

Momentos de oración de los delegados durante el Congreso de la Asociación General 2015, en San Antonio, Texas, Estados Unidos.

seguir su ejemplo. Eso no significa que tenemos que excusar el mal. Significa que nos enfocamos en la reconciliación con Dios y nuestro prójimo. La última parte de la fórmula disciplinaria de Miqueas nos dice que necesitamos caminar humildemente con Dios, sometiendo cada esfuerzo disciplinario a su sabia orientación. A la iglesia no se le ocurrieron algunas extrañas medidas disciplinarias solo porque sí. «Estas declaraciones establecen, en un lenguaje claro e inconfundible, la solemne responsabilidad que tienen los hijos de Dios de mantener la pureza, la integridad y el fervor espiritual de la iglesia. Si los miembros se vuelven fríos e indiferentes, la iglesia debe tratar de despertarlos de su letargo» 1 El concepto de la disciplina eclesiástica tiene que ver con la restauración última de los seres humanos a imagen de Dios.

En los primeros tiempos de existencia denominacional, antes de que siquiera tuviéramos una Asociación General organizada, los miembros detestarían dar algún tipo de deferencia a un dogma que forzara a las personas a creer de determinada manera. Todo dependía del individuo. No tenían un credo más allá de la Biblia en su totalidad. No obstante, a medida que la iglesia creció, se incrementó también la necesidad de orden, y quedó claro, cuando se constituyó la Iglesia Adventista, que ciertas regulaciones y procesos permitirían el buen funcionamiento de esta.

UN ACUERDO

Los niveles organizacionales de la iglesia brindan pautas y, en algunos casos, regulaciones sobre cómo deberíamos actuar, relacionarnos y ser parte del pueblo remanente de Dios para los últimos días. Estas pautas y regulaciones están fijadas en los reglamentos eclesiásticos votados en las reuniones designadas. El Manual de la iglesia posee tal importancia que, aunque se pueden votar cambios como recomendaciones en las sesiones del Concilio Anual o la Junta Directiva, estas son entonces enviadas para ser votadas en el Congreso de la Asociación General. El Manual de la iglesia trata principalmente con la disciplina eclesiástica de la iglesia local. Uno puede ver, sin embargo, cómo se relaciona también con la Asociación, la Unión, la División de la Asociación General, y la Asociación General que representa al campo mundial, dado que cada empleado denominacional es miembro de una iglesia local.

Cuando un individuo que ha aceptado a Jesucristo como su Salvador personal llega a ser miembro de la Iglesia Adventista, acepta el sistema de creencias y se compromete a respetarlo. Si llega un momento en el que ya no cree lo que creen los adventistas, o elige no vivir según se han

comprometido a hacerlo los adventistas, reniega de su compromiso anterior como miembro de iglesia. La membresía de la Iglesia Adventista es producto del consentimiento de los que están en la iglesia local.

De igual manera, la organización de la Iglesia Adventista funciona por consentimiento mutuo. Mediante ese consenso, se desarrollan los reglamentos de la iglesia. Estos son acuerdos comúnmente aceptados sobre cómo llevar adelante la misión de la iglesia sin ser un obstáculo ni pelear con los demás. No son la Biblia, pero están basados en principios bíblicos sobre cómo trabajar en armonía, bajo la conducción del Espíritu Santo, para cumplir su misión. Note que el propósito último de la Iglesia Adventista no es tan solo tener una organización que funcione bien, y que procure servir a sus miembros y ayudar a la comunidad. Por cierto, es parte de ello. Pero el principal propósito de la Iglesia Adventista es proclamar los mensajes de los tres ángeles del Señor y preparar a un pueblo para el pronto regreso de Cristo.

La autoridad de los documentos reglamentarios de la iglesia se basa en su estructura de gobierno, que es de «forma representativa, con responsabilidad y autoridad ejecutiva asignada a una variedad de entidades e instituciones y sus respectivos territorios, juntas y directivos, mediante constituciones o artículos de incorporación, estatutos y reglamentos y pautas operativas ».2 Gobierno representativo significa en este caso que las voces del campo mundial están representadas en las decisiones reglamentarias. Todos los cuerpos colegiados de la iglesia participan de la tarea de decidir qué reglamentos adoptarán y, en consecuencia, aceptan respetarlos.

Las entidades organizacionales no pueden simplemente decidir hacer lo que quieran sin minar la integridad estructural de la iglesia. Estamos vin-

Dominik Zeh / Adventist Review
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culados mediante el consentimiento organizacional para ser parte de la familia adventista. «Se otorga estatus organizacional a un territorio en concepto de fideicomiso. El reconocimiento oficial […] no es autogenerado, automático o perpetuo. Es resultado de una decisión formal por parte de una junta ejecutiva o una sesión de asamblea en los niveles superiores de organización denominacional. La membresía y el estatus organizacionales son encomendados a entidades que cumplen con ciertas cualidades, lo que incluye fidelidad a las Creencias Fundamentales de la Iglesia Adventista, cumplimiento con las prácticas y reglamentos denominacionales, demostración de un liderazgo y una capacidad financiera adecuados, y respuesta a los desafíos y oportunidades misioneros. La membresía y el estatus pueden ser evaluados, revisados, enmendados o retirados por el nivel de organización que los otorgó».3

La toma de decisiones se basa en procesos grupales que permiten la participación de los miembros ». Un individuo, aun si es el presidente de la organización, no puede emitir decretos reglamentarios o decidir el estatus de la organización. «El nivel más alto de autoridad dentro de los poderes que recibe cada nivel de la organización denominacional se encuentra en la asamblea de sus delegados » 4 Toda decisión o voto que toma una organización puede ser revisado o revertido por el grupo que depende de esta. Asimismo, cualquier grupo o decisión de una junta directiva puede ser revisada por la entidad del nivel superior. «Cuando surgen diferencias en o entre las organizaciones e instituciones en cuestiones que aún no han sido tratadas en la Constitución y Estatutos, en los Reglamentos Eclesiástico-Administrativos de la Asociación General, o en los votos de la Junta Directiva de la Asociación General en un Concilio Anual, es apropiado apelar a la siguiente organización superior

que no esté directamente involucrada en la cuestión» 5 El nivel más elevado de autoridad organizacional es el Congreso de la Asociación General, que tiene precedencia sobre todos los demás cuerpos.

La Constitución y los Estatutos de la Asociación General, la Declaración de Misión y los reglamentos acumulados o revisados que adoptan los Congresos de la Asociación General y los Concilios Anuales de la Junta Directiva de la Asociación General se encuentra en los Reglamentos Eclesiástico-Administrativos de la Asociación General. «Es, por lo tanto, la voz de autoridad de la iglesia en toda cuestión relacionada con la misión y la administración de la obra de la denominación adventista en todas partes del mundo» 6 No, no son las Escrituras, pero todas las entidades organizacionales adventistas han acordado respetar esos Reglamentos mediante el gobierno representativo de la organización. Si bien es posible que surjan puntos de desacuerdo en cuestiones reglamentarias, la estructura es tal que nos sometemos a las decisiones que toma la respectiva entidad representativa.

La fidelidad estricta a los Reglamentos nos ayuda a preservar la unidad. Si se hace necesario apartarse de un determinado reglamento, se requiere que las organizaciones soliciten la aprobación previa de la Junta Directiva de la Asociación General. «En caso de que las leyes/cambios en las leyes que gobiernan un país parezcan mostrar que cumplir con los reglamentos denominacionales implica una violación de la ley secular, la organización actuará en armonía con la ley, siempre y cuando se cumpla lo siguiente: a) Se haya buscado consejo de los directivos de la Asociación General (presidente, secretario y tesrorero/gerente general) y se establezca que los reglamentos denominacionales, en efecto, violan la ley. b) El cumplimiento de

la ley no constituye una violación de principios de las Escrituras » 7 Los empleados organizacionales en el liderazgo ejecutivo tienen que dar cuenta a sus cuerpos de gobierno. «Se espera que los directivos y administradores trabajen en armonía con los Reglamentos Eclesiástico-Administrativos de la Asociación General. Los que muestran incapacidad o escasa disposición a cumplir con su trabajo en armonía con los reglamentos no deberían ser mantenidos en el liderazgo ejecutivo por parte de sus respectivos territorios o juntas o comisiones de gobierno».8

UN LLAMADO

Elena White escribe «Se me ha indicado muchas veces que ningún hombre debe renunciar a su juicio para ser dominado por el de cualquier otro hombre». El Señor respeta el derecho de las personas de tener sus propias opiniones, por lo que no se debe forzar a las personas. «Nunca debe considerarse que la mente de un hombre o la de unos pocos hombres se basta en sabiduría y poder para controlar la obra y decir qué planes deben seguirse –sigue diciendo–. Pero cuando en una sesión de la Asociación General se expresa el juicio de los hermanos congregados de todas partes del campo, la independencia y el juicio particulares no deben sostenerse con terquedad, sino entregarse. Nunca debe un obrero tener por virtud el persistir en una actitud independiente contra la decisión del cuerpo general».9

Caminar humildemente ante Dios es aceptar la realidad de que la mente de uno o de unos pocos no poseen la sabiduría suficiente. Somos más fuertes juntos. Es por ello que decidimos los reglamentos y los elementos del Manual de la iglesia como un grupo más grande de personas. El Espíritu Santo obra mediante la conducción del cuerpo colectivo, como lo afirman las Escrituras: «La seguridad está en los muchos consejeros » (Prov. 11:14).

20 Marzo 2024 AdventistWorld.org

Necesitamos someternos primero al Señor, y entonces al cuerpo de creyentes, y reconocer que es posible que no tengamos todas las respuestas. Podemos pedir al Señor que nos ayude a entender mejor cómo relacionarnos con una cuestión particular con la que acaso no estamos de acuerdo, y el Señor nos llevará a toda verdad y nos unirá. Algunas personas confunden unidad con uniformidad. La unidad no significa que todos tienen que creer que el color azul es el mejor. Significa simplemente que nuestros corazones estarán unidos en propósito, sin enojos ni animosidad contra los que prefieren la alfombra verde y no la azul en su iglesia.

Una de las mejores maneras de alcanzar la unidad y la armonía es enfocarse en nuestra relación personal con Cristo y su misión para la iglesia. Elena White escribe: «Mis hermanos, no permitáis que nada se introduzca que os separe unos de otros o de Dios. No habléis de diferencias de opinión, sino más bien uníos en el amor de la verdad tal como es en Jesús. Presentaos ante el Señor y reclamad la sangre del Salvador como razón para recibir auxilio en el conflicto contra el mal. No rogaréis en vano».10 Necesitamos entender que gran parte de la disciplina está conectada con nuestra relación personal con el Señor, y con cuán dispuestos estamos a someternos a lo que Dios quiere y lo que nos ha mostrado mediante su organización en forma representativa.

Si la organización de la iglesia ha votado algunos reglamentos, pero una organización no opera en armonía con el reglamento acordado, eso presenta un gran desafío. Nuestra forma de gobierno, reglamentos y prácticas tienen una presuposición básica: que todos estamos convertidos. Eso, sin embargo, acaso no sea verdad en todos los casos, en todo momento y en todo nivel organizacional. Allí está el problema. Si todos

estuviéramos convertidos y conectados con Cristo, la infracción nunca se produciría; y si existiera, nos arrepentiríamos al ser conscientes de ello. «Si se pusieran a un lado el orgullo y el egoísmo –escribe Elena White–, cinco minutos bastarían para eliminar la mayoría de las dificultades ».11

Ya sea en la iglesia local, una Asociación, Unión, División o reunión de la Junta Directiva de la Asociación, o en una asamblea, el orgullo puede hacer que un individuo o una entidad se muestre rebelde, airado y desafiante porque otros no lo han escuchado. Lo que se necesita es humildad y el reconocimiento de que una persona no tiene todas las respuestas. Considere que quizá el cuerpo más grande, bajo la influencia del Espíritu Santo, ha dirigido a la iglesia mundial y esperado que el Señor le dé luz adicional. Ojalá que tengamos una actitud de humilde sumisión primero a Dios en su Palabra, y entonces a los medios que él ha designado para gobernar las relaciones humanas. Que unidos en propósito, podamos cumplir nuestra misión de hacer discípulos de Jesucristo que viven como sus testigos amantes y proclaman a todos el evangelio eterno de los mensajes de los tres ángeles, en preparación para su pronto regreso.

1 Manual de la iglesia, p. 188.

2 Working Policy, B05.1, p. 65.

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Paul H. Douglas es tesorero de la Asociación General de la Iglesia Adventista. Ted N. C. Wilson es presidente de la Asociación General de la Iglesia Adventista.

El concepto de la disciplina eclesiástica tiene que ver con la restauración última de los seres humanos a imagen de Dios.
p. 66.
Working Policy, B05.3,
, B05.5, p. 66.
Working Policy
Working Policy, B10.22, p. 72.
Working Policy, B15.05, p. 76.
Working Policy, B15.10, p. 76.
Working Policy, B15.15, p. 77.
Elena White, Testimonios para la iglesia, t. 9, p. 208.
Elena White, Testimonios para la iglesia, t. 8, p. 19.
Elena White, Primeros escritos, p. 119.
21 AdventistWorld.org Marzo 2024

Fe en acción

«El más bendecido de todos»

Un centenario rememora una vida bien vivida

BETH TOMAS, CON ARTHUR WEAVER

Era tarde en la noche del 29 de noviembre de 1923. En la residencia de varones de la Academia Bethel en Wisconsin (EE. UU.), el encargado de los muchachos, Ernest Weaver, y su esposa Olive, enfermera de la institución, aguardaban ansiosamente la llegada de su bebé Arthur Willard. Su hermana Wilma, de un año y medio, dormía tranquilamente en la habitación contigua, sin imaginar el milagro que sucedería esa noche en su hogar.

Cuando Arthur tenía seis meses, su padre aceptó el cargo de director del Colegio Fox River en Sheridan (Illinois). Continuaron allí por varios años y cuando tenía siete años, su padre fue a estudiar, al Colegio Misionero Emanuel, (ahora Universidad Andrews).

Después de completar su educación, Ernest trasladó su creciente familia a Ithaca (Míchigan), cerca de una escuela. Quería que sus hijos recibieran una educación cristiana, por lo que ahorró para hacerlo posible. Después de un año en Ithaca, recibió el llamado a servir como director del Colegio Adelphian en

Holly (Míchigan). Arthur comenzó el cuarto grado en la escuela de la iglesia en Holly.

PRIMERAS ASPIRACIONES

Desde temprana edad, Arthur supo que quería ser médico misionero. Seguramente ese deseo surgió al escuchar las historias misioneras que le leían sus padres. En septiembre de 1941, se registró como estudiante de premedicina en el Colegio Misionero Emanuel. En octubre de ese mismo año, recibió una carta, solicitándole que prestara servicios en la Segunda Guerra Mundial.

En enero de 1942, se sumó a otros cientos de jóvenes para el entrenamiento básico en Camp Barkeley (Texas). Fue invitado a asistir a la escuela de capacitación de oficiales, pero rechazó la invitación, sabiendo que debería portar armas. Antes de completar el entrenamiento básico, fue elegido para capacitarse en farmacología en el Hospital General Fitzsimmon de Colorado. Allí aprendió a preparar varios ungüentos y medicinas para la tos, entre otros. El capitán a cargo de ese entrenamiento les dijo que tendrían clases seis días a la semana. Cuando Arthur le informó que no estaría disponible los sábados, el capitán replicó: «Probablemente no podrás ingresar al programa, pero puedes intentarlo» Providencialmente, el capitán le dio a Arthur una llave del laboratorio, para que los domingos completara las tareas del sábado. Al final de los tres meses Arthur recibió la calificación más alta del curso y fue elegido como Mejor Soldado de entre los cinco mil del campamento.

Del hospital Fitzimmons, fue enviado a San Francisco (California), donde, aunque estaba en el ejército, pasó dos años y medio viajando en barco por el Pacífico, llevando y trayendo tropas hacia y desde las zonas de combate. Entonces recibió su primera licencia para regresar a casa.

Fotografías: Cortesía de Arthur Weaver 22 Marzo 2024 AdventistWorld.org

Una noche durante esa licencia, cuenta Arthur, «la sala de mis padres estaba a media luz, y pensé que era buen momento de preguntar a mi novia Natalie Wheeker si quería casarse conmigo. Respiré profundamente y le pregunté: “Natalie, ¿te gustaría cocinar para mí el resto de tu vida?” Me respondió: “Querido, me gustaría intentarlo”». Se casaron el 26 de junio de 1945, durante la segunda licencia de Arthur. En noviembre de ese año, Arthur fue dado de baja con honores y al fin pudo comenzar sus clases de premedicina en el Colegio Pacific Union. Después de solo tres años, fue admitido en el Colegio Superior de Médicos Evangelistas (hoy Universidad de Loma Linda). Al graduarse en 1952, el matrimonio regresó a Míchigan para que Arthur cumpliera una pasantía y su residencia quirúrgica, a las que le siguieron cinco años como cirujano privado.

SIERVOS BIEN DISPUESTOS

Finalmente Arthur se jubiló en 1998, a los setenta y cinco años. Esto le permitió invertir más tiempo en el ministerio. Por años, junto a su amigo Dick Lane organizó viajes misioneros de Maranatha, construyendo iglesias en América Central y del Sur. Arthur y Natalie siguieron muy activos, planificando retiros anuales de salud en el Campamento AuSable de la Asociación de Míchigan, para ayudar a que la gente dejara de fumar y mejorara su salud y estilo de vida. Además, llegaron a ser muy conocidos en la comunidad por su hospitalidad.

En el verano de 1960, Arthur recibió una invitación de la Asociación General para servir como cirujano misionero en Karachi (Pakistán); una respuesta al sueño de su niñez. En noviembre, la familia, que ahora incluía seis niños menores de doce años, abordó un barco, y viajaron un mes, para llegar a Karachi el 1 de enero de 1962.

Cuenta Arthur: «Esos cinco años que pasé en Pakistán como cirujano general del Hospital Adventista de Karachi, considerado por entonces el hospital más importante del país, fueron los más productivos e interesantes de toda mi vida; una bendición inestimable para mi familia»

En 1966, los Weaver regresaron a los Estados Unidos, donde Arthur se sumó al personal de la Universidad Estatal Wayne en Detroit. Durante treinta y dos años, enseñó cirugía en dos instituciones estatales, mientras condujo activamente muchos cursos para dejar de fumar.

Un artículo de la revista Ministry de diciembre de 1978 expresa: «El doctor Weaver desarrolló varios cursos de “Cinco días para dejar de fumar” en la zona de Detroit. Natalie adquirió tal reputación en clases de cocina vegetariana, que los diarios y las estaciones de radio y televisión de Detroit ocasionalmente le mandan gente que expresaba interés en la vida sana. Por ello, los Weaver comenzaron a invitar a quienes los llamaban para que fueran a comer a su casa. Durante varias semanas, invitaron a una o más personas a su hogar. Entonces los invitaron a sumarse a un grupo interdenominacional de estudios bíblicos, que era acompañado de una comida. Varios integrantes del grupo fueron bautizados. Como ellos evitaban presionar a las personas para que tomaran una decisión, los que no tenían interés se sintieron cómodos en el grupo. Y,

dado que ellos elegían la mayoría de los temas, siguieron estudiando la Biblia y el Señor siguió obrando en sus corazones ». *

A fines de 2016, Natalie, la devota esposa de Arthur durante setenta y dos años, cayó enferma y, después de pasar un mes internada, falleció. En 2018, Arthur contrajo matrimonio con la viuda Mary Lou Ford Steinweg.

En noviembre de 2023, sus familiares y amigos celebraron con gozo el centenario de Arthur. Al repasar su destacada vida, expresó riendo: «Lo principal que puedo decir es que soy el más bendecido de todos. De comienzo a fin, tengo que dar crédito a Dios por la vida larga, productiva y bien vivida que me dio (¡y aún no ha terminado!)». Arthur y Mary Lou siguen sumamente activos, sirviendo al Señor mediante el ministerio a los presos, enviándoles cartas.

El legado de servicio de Arthur se ha extendido a sus hijos y nietos que son cirujanos, médicos, asociados médicos, trabajadores sociales, mecánicos dentales, fisioterapeutas, enfermeras y educadores.

* https://www.ministrymagazine.org/archive/1978/12/mealtime-evangelism

Arthur Weaver es un cirujano, educador, misionero y escritor jubilado. Vive en Míchigan. Beth Thomas es editora asistente de Ministerios de Adventist Review.

Izq.: El doctor Weaver, durante una de sus muchas charlas sobre salud. Der.: Una foto familiar antes de salir hacia Karachi.

23 AdventistWorld.org Marzo 2024

Descubramos el Espíritu de Profecía

«Para que todos lleguemos a la unidad»

En su oración de Juan 17:21, Jesús pidió el don de la unidad entre los creyentes.

Podemos hallar muchos ejemplos en la vida y los escritos de Elena White en los que el don de profecía sirvió para fomentar esta unidad en la iglesia, no solo entre los miembros sino también entre las instituciones de la iglesia. Algo menos conocido incluye un testimonio que ella escribió en 1889 a los «gerentes y encargados » de seis de las principales casas editoras adventistas. Inició la carta de nueve páginas con estas palabras:

«Me alarma el espíritu de rivalidad que se está introduciendo en nuestras casas publicadoras. Se manifiesta más en las más antiguas, pero el mismo espíritu está presente en todas partes. Ese espíritu, doquiera se manifiesta, desagrada a Dios. Si se le permite existir, crecerá y se fortalecerá, y al crecer y fortalecerse, aplastará el espíritu misionero. Causará congoja al Espíritu de Dios, y llevará a tal curso de acción que alejará de la institución y sus obreros a los ángeles ministradores enviados a ser colaboradores con los que atesoran la gracia de Dios » 1

¿Cómo fue recibido ese testimonio tan incisivo por los líderes de las casas editoras? En al menos una instancia, conocemos la respuesta. Es la historia que cuenta Henry Franz Schuberth.2

JUSTO A TIEMPO

Henry nació en 1868 en Alemania, pero emigró a los Estados Unidos donde, con poco más de veinte años, comenzó su conexión con la iglesia como instructor bíblico y colportor en California. En su primer encuentro campestre, en septiembre de 1889, le presentaron a Elena White y al pastor Nathaniel McClure, superintendente de misión urbana. Recordó que la señora White le dijo: «Si está dispuesto a ayudarme, puede cuidar del caballo y el calesín que una hermana me prestó durante mi estadía en Oakland». Henry se sintió feliz de hacerlo, y a menudo conducía el calesín durante las visitas y recados de la señora White.

Como solía ser el caso, ella mostró interés en el futuro de este joven. Le preguntó si le gustaría asistir a

Fotografía: PeopleImages / iStock / Getty Images Plus / Getty Images 24 Marzo 2024 AdventistWorld.org

la escuela alemana que se ofrecería próximamente en el Colegio de Battle Creek. Él respondió que había estado orando por esa posibilidad, pero que carecía de dinero. Su padre le había cortado todo apoyo financiero por su conexión con los adventistas.

Elena White le replicó: «Eso no importa; nos ocuparemos de ti y te enviaremos a Battle Creek». La señora White estaba en camino hacia la Asociación General, y dado que la institución no abriría por otras tres semanas, invitaron a Henry a alojarse en el hogar de los White. Escribió que la experiencia durante esas semanas del congreso «dejó una impresión tan profunda en mi mente que jamás la olvidaré»

Pero volvamos al testimonio de 1899 de Elena White a los líderes de las casas editoras. Después de completar su educación, Henry enseñó en el Colegio Unión de Nebraska. Entonces, en 1894, le pidieron que regresara a Alemania y dirigiera la recién inaugurada escuela de capacitación en Hamburgo, que tenía quince estudiantes. Se le dio la

responsabilidad de la Casa Editora de Hamburgo, junto al pastor L. Conradi. Aquí continuamos la historia con las palabras de Henry: «Hubo alguna dificultad entre los obreros de esa institución [la casa editora]. Incluía un plan de obra misionera en la ciudad después de las horas de trabajo. Yo coordinaba un plan determinado e insté a seguirlo. Un hermano en particular estaba en desacuerdo con las propuestas, y otros se le sumaron. Un espíritu de separación se coló en las reuniones, y se produjo una situación que me atribuló mucho. Cierto domingo, pedí a diversos miembros de la familia de la oficina que asistieran a una reunión en la capilla el lunes de noche para un concilio especial. Sentí que teníamos que, de alguna manera, solucionar las dificultades. El lunes por la mañana, llegué a mi escritorio. Había allí una carta con sellos postales de Australia, con el nombre de E. White impreso en un extremo. Abrí el sobre; contenía un mensaje de la señora White, donde trataba exactamente las cuestiones que habían producido problemas en nuestras instituciones.

—¿Cuándo cité a esta reunión? –pregunté esa noche a los obreros.

—Ayer –me contestaron.

—Bueno –les dije–, esta mañana recibí por correo un mensaje de la señora White, desde Australia. Habla exactamente del problema del que hoy quería hablarles.

Les leí el testimonio, y entonces hablé de mi propia relación con el consejo dado allí. Inmediatamente, el hermano que había causado la dificultad se puso de pie y adoptó una encomiable actitud cristiana. Uno tras otro le siguieron, y el Señor nos ayudó a salir de todas las dificultades.

Ahora bien, alguien podría pensar que, dado que conocía bien a la señora White, yo le había escrito a Australia. Pero en esos días, llevaba unas seis semanas para que el correo de Hamburgo llegara a Australia, y

toda la dificultad había surgido en las últimas tres semanas. Por ello, el mensaje de ella salió de Australia unas tres semanas antes de que surgiera la dificultad en Hamburgo, y llegó justo en la mañana del día en que yo necesitaba ayuda»

Henry escribió inmediatamente al hijo de Elena White, Guillermo, expresándole su aprecio por la instrucción oportuna: «Apreciado Hermano: Su carta del 25 de septiembre y el testimonio adjunto [de la señora White] llegaron justo en la mañana en que procuraba buscar un testimonio para leerlo en una reunión con nuestros obreros esa noche. Había designado esa misma noche para buscar al Señor; por ello, me llegó a tiempo, y nos ha hecho bien a todos reconocer que era lo que justamente necesitábamos. Nos sentimos agradecidos de que pudimos vernos a la luz correcta, confesar nuestros errores y recibir el perdón» 3

«Hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios ». «¡Amén! ¡Ven, Señor Jesús!» (Efe. 4:13; Apoc. 22:20).

1 Elena White, Carta 148, 1899 (24 de septiembre).

2 A menos que se indique lo contrario, las citas que siguen pertenecen a H. F. Schuberth, «My Confidence in the Spirit of Prophecy», Review and Herald, 1 de junio de 1939, p. 15.

3 Henry F. Schuberth a Guillermo C. White, 8 de noviembre de 1899.

Tim Poirier es vicedirector del Patrimonio White.

25 AdventistWorld.org Marzo 2024
Henry y Elisabeth Schuberth Ellen G. White Estate

Respuesta a preguntas bíblicas

La soberanía de Dios en un mundo fragmentado

P¿Por qué a Jesús le fue dada toda autoridad después de su resurrección (Mat. 28:18)? ¿No la tenía acaso antes?

RResumiré brevemente la autoridad de Jesús durante su ministerio terrenal, el problema del conflicto cósmico y el otorgamiento divino de toda autoridad a Jesús.

LA AUTORIDAD DE JESÚS

En Mateo, el ministerio terrenal de Jesús se ve caracterizado por una manifestación constante de su autoridad. Él posee autoridad de enseñar (7:29) y aun la autoridad de perdonar pecados (9:6, 8), anticipando la plenitud de su obra de salvación por nosotros. Algunos líderes judíos cuestionaron su autoridad (21:23), pero en contraste con ellos, un centurión romano reconoció públicamente que Jesús tenía autoridad de sanar a los enfermos (8:5-13). Jesús mismo testifica de su autoridad de trabajar en beneficio de otros (21:27) y expresa claramente que el Padre le ha entregado todo, colocándolo bajo su autoridad (11:27). Es obvio que Jesús tenía una autoridad dada por Dios antes de su resurrección.

CONFLICTO Y SOBERANÍA DIVINA

Durante su ministerio terrenal, Cristo no pudo manifestar plenamente su soberanía universal. Un segmento de la creación había rechazado la autoridad de Dios, reclamando ser independientes de él. Sobre ese segmento, Jesús aún no tenía autoridad plena, es decir, la capacidad de usar su poder para producir cambios radicales. Enseñó a sus discípulos a orar, diciendo: «Venga tu Reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra» (6:10), pero ese aún no era el caso. Satanás tentó a Jesús para que lo adorara y así llegara a ser corregente sobre los reinos de este mundo, pero Jesús lo reprendió (4:8-10). El conflicto fue intenso, porque Satanás se opuso constantemente a la obra de Cristo (13:19; 16:23). Los demonios cuestionaron

la autoridad de Jesús para impedirle que hiciera su obra, aduciendo que no tenía, al menos entonces, la autoridad de destruirlos (8:29; cf. Luc. 4:34). Los demonios parecían saber que pronto se produciría un cambio radical.

REESTABLECIMIENTO DE LA SOBERANÍA DIVINA

Las cosas cambiaron como resultado de la muerte sacrificial de Cristo. Ahora él podía implementar el plan divino de juzgar a todo el mundo, separando a los justos de los impíos, para darle a cada uno su recompensa eterna (25:31-46), y para destruir de una vez para siempre a Satanás y sus demonios (8:29; 25:41). Ahora podía ejercer su autoridad de salvar o condenar y exterminar a los malvados. Ya no hay un segmento de la creación que esté fuera de su autoridad: «Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra» (28:18).

Al dar su vida en rescate por muchos (20:28), legitimó la autoridad divina de salvar a los que ponen su fe en él (26:28; 25:34). La integridad del carácter de Dios ya no puede ser cuestionada al salvar a los pecadores (cf. Rom. 3:25, 26) o al condenar a los pecadores no arrepentidos (Fil. 2:10, 11; Apoc. 5:13). Las palabras de Jesús a sus discípulos después de la resurrección contienen cuatro ideas principales (Mat. 28:18). En primer lugar, Cristo recibió toda autoridad y, en consecuencia, nadie puede contender válidamente con él como Señor soberano. En segundo lugar, Cristo ahora es corregente con Dios, coronado como rey del cielo. Es el Rey mesiánico; el Rey de reyes. En tercer lugar, se presenta a sus discípulos como Mediador entre ellos y el Padre. La autoridad que Jesús recibió del Padre la comparte con sus discípulos cuando los llama a proclamar el evangelio (Mat. 28:19, 20). En cuarto lugar, la frase «cielo […] tierra» enfatiza el alcance universal de la autoridad de Jesús. No hay un extremo del universo que no se encuentre bajo el gobierno amante de Dios. Esta regla será exhibida en todo el universo al momento de la segunda venida de Cristo.

El doctor Ángel Manuel Rodríguez se ha jubilado después de prestar servicios como pastor, profesor y teólogo.

26 Marzo 2024 AdventistWorld.org

Salud y bienestar

Que los alimentos sean tu medicina

¿Puede la dieta curar las enfermedades?

Vivo en una zona rural donde no hay acceso fácil a la atención médica ni hospitales. Hemos escuchado que los alimentos deberían ser nuestra medicina y que la medicina está en los alimentos. Para nosotros que tenemos escasa atención médica, nos resulta una frase muy atractiva pero, ¿es realmente así?

Esa declaración suele atribuirse a Hipócrates, un médico griego de la antigüedad. Los investigadores han examinado con detenimiento los registros disponibles de sus escritos y no han encontrado la frase.* Hipócrates enfatizó los lazos importantes entre salud, alimentos, ejercicio y medicamentos, pero no fusionó sus funciones específicas y combinadas. Más allá de su origen, esta declaración es una espada de doble filo que incluye visos de verdad y de peligro, dado que simplifica demasiado la causa y el efecto.

La nutrición es una influencia entre numerosos factores que determinan nuestra salud y bienestar. Cuando consumimos alimentos refinados y de muchas calorías, no prestamos atención al tamaño de una porción, y lo acompañamos con una enormidad de bebidas azucaradas, estamos estableciendo las pautas para sufrir obesidad, diabetes tipo 2, hipertensión, afecciones cardiacas y aun cáncer.

Otros factores incluyen las circunstancias socioeconómicas, la atención preventiva de la salud, el medioambiente inmediato, la genética, el ejercicio, el sueño, la abstención del alcohol y el tabaco y otras conductas de riesgo. Todo ello contribuye significativamente a la calidad de vida. La disponibilidad de alimentos saludables, los espacios abiertos y la oportunidad de hacer ejercicio al aire libre son claros factores que explican por qué la longevidad se relaciona más con el lugar donde uno vive que con cualquier otro factor.

Sin querer, podemos avergonzar a otros cuando decimos: «Eres lo que comes », sin considerar debidamente las circunstancias individuales como los omnipresentes postres, acceso a una dieta pobre, la atención de la salud inaccesible y a menudo costosa, y las disparidades socioeconómicas generales que prevalecen en el mundo.

Necesitamos enseñar los hechos y compartir soluciones con compasión y bondad. Esto incluye enseñar a elegir opciones más saludables, alimentos asequibles y a preparar alimentos nutritivos que aporten a la buena salud.

Las congregaciones adventistas pueden demostrar la bendición de tener una huerta, implementándola donde sea necesario. El uso prudente de los alimentos promueve la salud y puede prevenir enfermedades de estilo de vida.

¿Puede la dieta curar enfermedades?

Para los que sufren de sensibilidad al gluten, eliminarlo de la dieta es la cura actual para un problema específico. Ante el escorbuto, que es producto de una deficiencia de ácido ascórbico (vitamina C), es curativo consumir citrus u otros alimentos ricos en vitamina C. Comer con cuidado y evitar los carbohidratos refinados, junto con el ejercicio, la pérdida de peso, el control del estrés y la evitación de actitudes que avergüenzan y culpan a una persona por su salud, pueden mejorar y aun revertir la diabetes tipo 2. La comida saludable es una gran parte de la cura, junto con los medicamentos, según sean necesarios. También deberíamos ser conscientes que los intentos obsesivos de alcanzar la perfección alimentaria pueden llevar a serios trastornos de la alimentación. En respuesta breve a su pregunta: la nutrición es importante, y los medicamentos también. Necesitamos el equilibrio de la prevención, el tratamiento y las mejores prácticas médicas, ya sea estemos sanos o enfermos. Tenemos una oportunidad de demostrar el amor y la compasión de Dios al cuidar, compartir y satisfacer las necesidades de las personas de maneras prácticas, como lo hizo Jesús. Solo entonces pedía a las personas que lo siguieran. ¡Sigamos su ejemplo!

* Diana Cardenas, «Let not thy food be confused with thy medicine: The Hippocratic misquotation», e-SPEN Journal, vol. 8, Número 6, 2013, pp. e260-e262, https://doi.org/10.1016/j.clnme.2013.10.002, https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S2212826313000924.

Peter N. Landless, es cardiólogo nuclear certificado y director de Ministerios Adventistas de Salud de la Asociación General.

Zeno L. Charles-Marcel es especialista certificado en medicina interna y director asociado de Ministerios Adventistas de Salud de la Asociación General.

Fotografía: Luke Michael 27 AdventistWorld.org Marzo 2024

«Por favor, Dios…»

O¿Puedo contarle una historia?

bservé en silencio mientras en el rostro de Herb se dibujaban arrugas de desesperación. Entonces, un susurro intenso quebró el silencio. «¡No! ¡Mis lentes no!»

Estábamos navegando en la bahía de San Francisco. Fuimos hasta la Isla Alcatraz, y luego utilizando el viento del verano llegamos al Puente Golden Gate. El nublado día de California incluía olas importantes y momentos de alegre camaradería.

Pasamos bajo el puente junto con otras embarcaciones, disfrutamos de un rato en el mar abierto, y regresamos a la Isla Ángel.

DEL GOZO AL DESASTRE

Un amigo de la universidad había invitado al Consejo Administrativo del Colegio Terciario Pacific Union a acompañarlo para navegar en su embarcación. El doctor Maxwell, el rector de la institución, era un ávido navegante, y aceptó prontamente. Entonces nos llamó para darnos la buena noticia. «Es el martes próximo –nos dijo–, ¡y les encantará!»

En el muelle escuchamos con atención las instrucciones del capitán. Incluían dónde estaban los chalecos salvavidas, cómo caminar por la embarcación cuando había olas grandes, cómo descargar el inodoro, y cuándo estaría lista la comida.

«Entiendo», pensé, mientras me ajustaba la chaqueta para atajarme del viento frío. Nunca había estado en la Isla Ángel, aunque el resto de mi familia la había visitado unos meses antes. Es la más grande de la bahía de San Francisco, y desde fines del siglo XIX, ha servido como centro de procesamiento de migraciones, y como «la última parada» para miles de tropas que, durante la Segunda Guerra Mundial, iban camino al Pacífico. Hoy día es un Parque Estatal con colinas y playas; un lugar ideal para las familias que disfrutan los paseos en bicicleta. Habíamos dejado las bicicletas en casa, pero esperábamos recorrer los antiguos edificios de gobierno después de atracar en Caleta Ayala.

Cuando el capitán nos llevó lentamente hasta el atracadero, Herb saltó al muelle flotante diciendo que ayudaría a amarrar la embarcación. Pero cuando apoyó los pies sobre el muelle de madera, todo se movió, mientras desde el barco miramos impotentes cuando rebotó y voló hacia el agua. Al resurgir, vimos que los lentes que había llevado puestos ya no estaban; también habían volado y seguramente estaban en las profundidades de las turbias aguas de la bahía.

Por unos momentos, creo que nadie respiró. Entonces vi que la desesperación remplazaba la sonrisa usual de Herb. «¡No! –susurró–. ¡Mis lentes no!»

Herb es un erudito, un escritor y un lexicógrafo; alguien cuyos ojos siempre están ocupados reuniendo colores, formas y proyectando ideas. Muchas personas «miran», pero él «ve». Cuando tiene sus lentes sobre la nariz, ve con claridad. Sin ellos, es un hombre perdido.

Cada integrante del grupo se sintió conmovido ante la pérdida de nuestro amigo. La aventura de navegación se había convertido en una catástrofe.

¿SE INTERESA DIOS?

Miramos sobre el borde de la embarcación, esperando ver los lentes enganchados en una cuerda o colgando de unas algas. Bajamos al muelle, nos arrodillamos

Fotografía: Dick Duerksen 28 Marzo 2024 AdventistWorld.org

en el borde, e hicimos sombra sobre la superficie del agua para ver con más claridad. Hablamos con el hombre que revisaba los pases de entrada al parque y le preguntamos: «¿Qué profundidad tiene el agua aquí?» «¿Se puede ver algo ahí abajo?» «¿Hay tiburones?» «¿Tiene algún equipo que podamos pedir prestado?»

Sus respuestas hicieron que pareciera una situación imposible. No había equipo de buceo. El agua tenía casi cuatro metros, era fría y muy fangosa. «No van a ver nada allí abajo, y necesitarán un traje de buceo –dijo frunciendo el ceño–. Lamento». Entonces volvimos al lugar de la pérdida. Me senté en el muelle, pensando en los lentes, en Dios y en la oración. «¿Se interesa Dios en los lentes de Herb?»

Dos pescadores estaban limpiando lo que habían capturado, muy cerca de allí. Fui hacia ellos, preguntándome cómo podrían ayudarnos y qué pedirles. En el camino, Dios me sugirió que orara. Otra vez. «Quizá se interesa realmente en los lentes de Herb», pensé.

«Señor: Herb no ve nada sin sus lentes. Sí, puede ver formas y sombras, pero nada más. Necesita sus lentes. ¡Los necesita ahora! Muéstrame si hay alguna manera de hallarlos »

—Hola –saludé a los pescadores, procurando sonar importante–. Uno de mis amigos perdió sus lentes junto al muelle. ¿Tienen alguna manera de ayudarnos? «Qué pregunta tonta», pensé para mis adentros.

¡Oh, no! –dijo uno de ellos–. No sé qué podemos hacer, pero tenemos un equipo de buceo de superficie. Si quiere, puede usarlo.

—Yo tengo traje de buceo –dijo el otro hombre sonriendo mientras me medía con los ojos–. Creo que le va a entrar.

APREDÍ UNA LECCIÓN

Yo no quería meterme en las aguas oscuras junto al muelle de Caleta Ayala. No quería meterme a presión ese traje de buceo demasiado chico. No quería embarrarme las manos en el fondo viscoso, lleno de quién sabe qué cosas. No quería hacerlo.

—Estoy pensando en los lentes de Herb –me susurró Dios al oído–.

Equipo de snorkel y traje de buceo. ¿Qué más necesitas?

—Pero Dios –dije con más aire de queja que de oración–. Mi esperanza es que los hicieras flotar, o que enviaras a un buceador experto con una gran linterna submarina. Han pasado ya unos años desde que hice este deporte y no era mi plan hacerlo hoy.

—Tú –me dijo Dios–. Hazlo ahora.

Me costó mucho ponerme el traje, pero no hubo problemas con el equipo de snorkel. El agua estaba fría, pero no helada. El fondo lodoso era peor de lo que había imaginado. Mientras revolvía el fondo con mis dedos de un lado al otro por las capas profundas de «cosas », procuré no imaginar que hubiese una botella rota o un animal marino peligroso.

—Nada allá abajo, Herb. Lo siento.

—Por favor, inténtalo otra vez, Dick. Oraré por ti.

La siguiente vez, tampoco encontré nada, y ahora se estaba juntando una pequeña multitud para verme fracasar.

«Señor, Herb necesita sus lentes, y yo necesito que esta sea mi última zambullida. Por favor, envíame los lentes ». Mis dedos tocaron algo pegajoso y viscoso, y entonces mi mano chocó con algo duro y fino, ¡con patitas! Me aferré al objeto con fuerza y subí hacia la superficie. Di una información oral sin siquiera haber podido levantarme la máscara. Herb que entendió lo que yo quise informar, con fuertes exclamaciones trataba de adivinar dónde estaba mi mano con sus lentes.

¿Se interesó Dios en los lentes? Herb creía que sí. Los pescadores también. El funcionario del Parque Estatal también. El capitán y los demás integrantes del grupo también.

¿Y yo? Creo que Dios sabía que necesitaba una lección acerca de confianza; y me la brindó, en versión mojada.

Dick Duerksen es un pastor y narrador que vive en Portland, Oregón, Estados Unidos.

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A menos que se indique lo contrario, todas las referencias bíblicas pertenecen a la versión Reina Valera. Revisión 1995. Usada con autorización.

Adventist World es publicada todos los meses e impresa simultáneamente en Alemania, Argentina, Australia, Austria, Brasil, Corea del Sur, Estados Unidos, Indonesia, México y Sudáfrica.

Vol. 20, No. 3

29 AdventistWorld.org Marzo 2024

La leyenda

El anciano se sentó en silencio mientras miraba el fuego. Era de noche en su aldea africana, y estaba solo en el centro de un pequeño grupo de chozas. Poco a poco, otros comenzaron a sumarse. Estaban cansados después de un día de duro trabajo, pero nadie quería perderse el evento vespertino. ¡Era el momento de los relatos!

Todos quedaron callados cuando el anciano levantó los ojos y miró lentamente a los que estaban sentados en el círculo. Los niños se estremecieron entusiasmados, y se acurrucaron junto a sus madres. ¿De qué hablaría hoy el anciano? ¿Repetiría una de las historias de sus ancestros? O tal vez recitaría un largo poema de memoria. A veces, les contaba lo que sucedía en el mundo. Otras, describía en detalle una planta, ave, insecto, u otro animal, contándoles dónde vivía y cómo cuidarlo o usarlo. ¿De qué hablaría esa noche?

Finalmente, cuando todos se acomodaron, el anciano se puso lentamente de pie y aclaró la garganta: «Había una vez un viajero

que comenzó una larga travesía» Al pronunciar esas palabras, las preocupaciones del día se deslizaron en la oscuridad, y todos se dijeron: «Oh, esta noche será una leyenda»

El anciano era un destacado narrador, y pronto, casi todos se habían olvidado de él, de las estrellas, del fuego y del aire fresco de la noche. En su lugar, se encontraron avanzando por las ardientes arenas del desierto en la travesía que el anciano les describía en vívidos detalles.

El viajero había comenzado temprano, pero ahora estaba sumamente caluroso. Para el mediodía, sabía que estaba en problemas. Sin darse cuenta, tomó el rumbo equivocado, y ahora estaba perdido en el ardiente desierto.

Al buscar algo para aplacar su sed, se dio cuenta que ya no tenía agua. ¡Oh, no! ¿Qué haría, ahora? Con cuidado revisó cada cantimplora, pero todas estaban vacías. Extrajo las últimas gotas de una de ellas y siguió caminando.

Avanzó con dificultad kilómetro tras kilómetro, sin realmente saber adónde iba, pero enten-

diendo que tenía que seguir avanzando, o por cierto moriría. ¡Entonces vio un árbol a la distancia! ¡Un árbol real! Con un suspiro, se apresuró tanto como su cuerpo deshidratado se lo permitía. Finalmente, cuando creyó que ya no podía dar otro pasó, llegó al árbol y cayó rendido bajo sus ramas. Ahora, si moría, al menos moriría en la sombra. Entonces, mientras estaba allí, escuchó algo. Plop. Plop. Plop. ¡Parecía agua! Se sentó y aguardó con ansias. Y por cierto, del árbol salían gotas que caían sobre la arena.

Con rapidez, tomó una taza y la colocó sobre la arena. Plop. Plop. Plop. Se relamió. No, aún no bebería. Esperaría hasta que estuviera más llena antes de beber. Pero se le hacía tan difícil esperar. Plop. Plop. Plop. Una y otra vez, estiró la mano para tomar el recipiente, pero la retiró.

Ahora. Solo unas gotas más y podría beber. Allí. Ahora sí. Pero cuando trató de tomar la taza para beber, algo salió del árbol, golpeó el recipiente, y derramó el agua preciosa sobre las arenas secas del desierto.

en crecimiento Páginas infantiles
Fe
Ilustración: Mugi Kinoshita 30 Marzo 2024 AdventistWorld.org

«¡No!», le gritó al pájaro que había volado y derribado el recipiente.

Amargas lágrimas de ira y desilusión corrieron por sus mejillas. Tomó el recipiente y lo volvió a colocar en la arena. Plop. Plop. Plop. Esta vez montó guardia. Unas gotas más y podré beber, se dijo finalmente. Pero de repente, el pájaro voló desde otra dirección, derribó la taza y regresó al árbol.

Gritando de ira, el hombre lo intentó por tercera vez. Plop. Plop.

Cuatro veces más, cuando casi estaba listo para beber, el pájaro salía del árbol, pasaba entre sus piernas, bajo sus brazos, y derribaba el recipiente antes de que pudiera beber. El airado viajero vio una gran roca allí cerca. Por séptima vez, colocó la taza. Esta vez se acomodó con la roca por encima de la cabeza. Apenas podía escuchar las gotas que seguían cayendo. Apenas notó que el recipiente se iba llenando. En vez de eso, buscó una piedra, listo para arrojarla. Y por cierto, antes de que pudiera beber, el pájaro voló y derribó el recipiente una vez más.

«¡Ay!», gritó el viajero mientras arrojaba la piedra al ave en reti-

rada. La piedra golpeó al pájaro y lo derribó. El viajero musitó: «Tal vez ahora pueda finalmente beber algo». Pero al colocar otra vez el recipiente, notó algo. «No –dijo con angustia–. ¡No puedes detenerte ahora! Pero así era. ¡Las gotas habían dejado de caer!»

Llorando y gritando de ira, el hombre cayó al suelo. Entonces, de pronto, se detuvo. ¿Qué era eso justo arriba de él? ¿En el árbol desde donde había estado cayendo el agua? Una tremenda serpiente. Sus colmillos estaban justo sobre el lugar desde donde el letal veneno había estado cayendo sobre el recipiente. De pronto, el viajero se dio cuenta de que el pájaro le había salvado la vida. ¡Y él lo había matado!

Despacio, el anciano se alejó de la fogata. Nadie se movió. Estaban pensando profundamente en el significado de la historia.

«Cuando escuché por primera vez esa historia de niño en mi aldea –me dijo mi amigo Pedro–, no tenía idea de qué significaba.

Versículo bíblico:

«Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna»

(Juan 3:16, NVI).

Pero ahora que soy cristiano, lo sé. Hay una serpiente antigua que se llama Diablo y Satanás, que anda de aquí para allá, procurando de alguna manera destruirnos. Jesús nos salvó del veneno de esa “serpiente” y nosotros lo clavamos en una cruz, cuando todo lo que él quería era nuestra salvación» –siguió diciendo Pedro con una sonrisa–. «Pero alabado sea Dios, la historia no termina allí donde el anciano concluyó. Jesús no solo murió por nosotros. ¡Se levantó de la tumba! ¡Está vivo! Y pronto regresará para rescatarnos»

Homer Trecartin es un pastor, profesor, administrador y misionero ya jubilado.

HOMER TRECARTIN
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31 AdventistWorld.org Marzo 2024
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