El amor a primera vista en los carros no funciona. Qué revisar antes de comprar tu usado "No todo lo que brilla es oro", algo que debemos tener muy en cuenta a la hora de comprar un carro usado, un exterior bonito y unas llantas en condiciones pueden estar ocultando algunas averías internas graves y costosas, por eso enamorarse a primera vista de un automóvil de segunda mano no es una buena idea. Revisar cuidadosamente algunos elementos nos puede evitar sorpresas al momento de comprar un usado, de esta forma podremos encontrar vicios ocultos y algunas averías importantes. Sin embargo, para tomar la decisión final, es importante que pase una inspección realizada por un mecánico experto. Para empezar usaremos Internet, primero para ver modelos y precios de manera que podamos seleccionar los que se acomoden a nuestro presupuesto, después para buscar en páginas especializadas y foros que hablen sobre su fiabilidad, seguridad, consumo de gasolina y facilidad de reventa, de manera que podamos ver las virtudes y los defectos de cada uno y descartar los peor calificados. Inspeccionando el exterior Cuando ya nos hemos decidido por algunos modelos y comenzamos a visitarlos, en lo primero que nos fijaremos será en su exterior. Un carro usado puede tener muchos raspones, abolladuras y golpes, si no son muy graves pueden ser una buena arma cuando estemos negociando el precio. Lo siguiente será fijarnos en la pintura, si no está uniforme y tiene algún tipo de ondulación, también debemos ver si el parachoques está más alejado en uno de los lados, mirar si una luz se ve más baja que la otra o si el capó se ajusta más en un lateral, todo esto nos indica un choque mal reparado. Luego debemos asomarnos por debajo para ver si hay óxido o muchas rozaduras, que son signo de un uso poco cuidadoso y en este caso los elementos de la suspensión delantera probablemente ha sufrido demasiado. Un interior muy usado Comencemos por revisar el interior de las puertas, deben ajustar perfectamente y sin ruido, tampoco deben tener óxido, fijarnos que el techo no tenga manchas de humedad ni golpes. Las ventanas deben subir y bajar suavemente, también podemos ver si hay grietas o zonas con abolladuras que nos pueden dar problemas posteriores, aunque los pequeños rayones no son motivo de preocupación. El olor cuando abrimos la puerta puede darnos otra pista, si sentimos que huele a humedad es probable que tenga alguna fuga y es mejor descartarlo inmediatamente. Fijémonos en el desgaste de la tapicería, probemos los cinturones de seguridad y los ajustes de los asientos, levantemos los tapetes para ver el estado debajo de ellos. Miremos el desgaste de los pedales, especialmente el del freno, pues un caucho desgastado nos dirá que el carro ha sido muy usado; los testigos deben encenderse al dar la vuelta a la llave de arranque, probar todas las palancas y botones, ver que funcionen todos los limpia parabrisas. También debemos abrir el baúl y mirar si hay óxido o señales de ingreso de agua por fisuras o agujeros.