Cómo se realiza un mantenimiento preventivo automotriz El mantenimiento preventivo ayuda a evitar averías en el vehículo, permite el ahorro de combustible, garantiza su perfecto funcionamiento, ayuda a alargar su vida útil y a mejorar el precio de reventa. Un mantenimiento preventivo no debe limitarse al cambio de aceite y sus filtros, por eso los fabricantes han diseñado un plan para cada modelo que debe seguirse lo más ajustado posible a los tiempos y kilómetros marcados. En cada uno de los pasos del mantenimiento preventivo programado por el fabricante tenemos señaladas las piezas que deben revisarse o cambiarse, aunque no varían demasiado de una marca a otra, básicamente se incluyen las siguientes: 5.000 kilómetros Como parte del mantenimiento preventivo se realiza una primera revisión para verificar el rodaje del vehículo, cuando sus piezas se van ajustando. - Cambio de aceite y filtros de aceite y aire. - Revisión de neumáticos incluyendo la presión de inflado y el desgaste de la banda de rodadura. - Llenar el agua de batería, el líquido diferencial, el hidráulico y demás. - Comprobar la tensión de embrague y las correas del motor. - Revisar el ajuste de la suspensión. - Inspeccionar las luces y los indicadores del tablero. - Mirar la carrocería a diferentes alturas. 10.000 kilómetros - Reemplazar los limpiaparabrisas. - Realizar la alineación, el balanceo y la rotación de las llantas. - Vigilar la tensión y eficacia del pedal de freno y la palanca de freno de emergencia. - Buscar fugas, revisar el estado de los guardapolvos, rótulas, articulaciones, mangueras y tuberías. Estas revisiones se repetirán también en los siguientes mantenimientos. 20.000 kilómetros - Evaluar la suspensión y sus soportes. - Verificar la batería y el sistema de carga. - Revisar el recorrido del pedal de embrague. - Mirar el estado de los soportes del motor y del sistema de escape. - Engrasar los rodamientos de las llantas traseras.