Se puede considerar que la minería en España
fue el motor de la revolución industrial, es decir,
de la modernización, a partir de la mitad
del XIX. Introdujo la organización del trabajo y
la mecanización en los procesos industriales.
En Cantabria fueron la minería del zinc y del hierro
las predominantes. En este último caso la cuenca de
la Bahía de Santander fue la más productiva y durante
más de un siglo aportó miles de toneladas para la
fabricación de acero. La gran mayoría de los cotos mineros
se encontraba en la Sierra de Cabarga.