Nuevos estudios sobre la historia de la 301 600

Page 205

in sinu Abrahe”. a veces se menciona el miedo al infierno, como en una donación del año 927 (diplomatari, doc 125), en donde se dice: “ut non intremus in locum pessimum qui est sine refrigerio et sine splendore...”. El año 942 (diplomatari, doc 191) se justifica una donación “quia elemosina ad morte liberat anima” razón fundamental que se repetirá a partir de ahora durante siglos. de ahí provienen toda la serie de fundaciones creadas en los testamentos: porque la limosna en el momento de la muerte libera el alma.

9. – La naturaleza del crédito eclesiástico como hemos visto, todo el dinero ingresado en la caja de depósitos de las comunidades eclesiásticas era inmediatamente invertido en la compra de rentas. tradicionalmente fueron considerados como un banco, y su nombre popular, todavía hoy día, es el de banco de los curas. pero sus créditos no tenían nada que ver con los modernos créditos de los bancos. En primer lugar los depósitos eran donaciones y la comunidad se convertía en propietaria de los mismos. los depósitos en los bancos modernos son propiedad de los clientes que pueden reintegrar el dinero a su voluntad. En segundo lugar, los eclesiásticos prestaban sus depósitos (o su capital) a aquellas personas necesitadas de dinero, a un tejedor para compra de materias primas, o a un propietario rural que quería dotar a una hija que se casaba. los bancos modernos jamás prestan sus depósitos sino que crean dinero bancario con el resguardo de los depósitos de sus clientes. y como los créditos concedidos se convierten en depósitos para otros bancos (o para el mismo banco), si se opera con cheques, el dinero bancario creado se multiplica varias veces en función de las reservas legales que el banco central le obligue a conservar. Esta es sin duda la diferencia más fundamental. En tercer lugar, en los bancos modernos observamos la multiplicación del dinero bancario está en función de las reservas legales, como hemos dicho, pero también en función de la velocidad de circulación del dinero. El crédito eclesiástico era completamente estático, con cada depósito se podía efectuar únicamente un crédito. de hecho, el censal era un crédito muy relativo pues carecía de una de las características esenciales de un crédito, el vencimiento. Incluso se habían creado los censales irredimibles, los cuales, en teoría estricta, representaron la negación del crédito. y por fin, la contabilidad de las cajas eclesiásticas no era por partida doble, esencial en un banco moderno, sino por partida simple, en entradas y salidas. Estas breves consideraciones acerca de la naturaleza del crédito eclesiástico nos llevan a la conclusión de que no hay ninguna relación, ni puede haberla, entre las actuales teorías del dinero y del crédito bancario con las milenarias cajas de depósito eclesiásticas, por más que hayan pervivido hasta el siglo xx.

484


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.