Mommsen, theodor, historia de roma,tomo ii

Page 182

182

En el porvenir, toda la economía del sistema procede de las reglas establecidas por las Leyes Licinias, que han abierto las magistraturas al pueblo y le han facilitado además, para mayor eficacia, cierto número de puestos en cada colegio. Así, vemos que el patricio Julio César su APÉNDICE cedió como pontífice a C. Aurelio Cotia, que era plebeyo;10 y que el patricio T. Claudio Nerón sucedió en el año 708 al plebeyo Mételo Pío Escipión.11 Estas alternancias no se comprenderían si las plazas no reservadas no hubiesen quedado accesibles a ambos órdenes. El resultado de estas combinaciones fue con el tiempo completamente desfavorable al orden noble, como hace notar Cicerón cuando dice: "Tribunumplebi se (patricium) fieri non licere; angustiorem sibi esse peticionen consolatus; in sacerdocium cum possit venire, guia patricio non su is locus, non venire".r¿ Durante los primeros tiempos que siguieron a las Leyes Licinias, los puestos se distribuyeron por igual entre ambos órdenes. De los diez guardas de los oráculos que sucedieron a los antiguos dumviros sagrados (duoviri sacris faciundis, pág. 202),13 hubo cinco plebeyos. Por lo demás, desde la Ley Ogulnia estos tienen también cinco de las nueve plazas de los augures; y, por último, tienen cuatro puestos de los ocho que ocupan los pontífices.14 Semejante distribución, con la que obtienen hasta la mayoría en los colegios de número impar, tiene una significación que nadie puede desconocer. (Sigue el autor exponiendo las listas de infinidad de nombres, con indicación de las fuentes.) 5. Los epulones, o sacerdotes del banquete de Júpiter (triumviri epulones en un principio, septemviri después), formaban con los anteriores el cuarto gran colegio sacerdotal. En un principio debieron ser todos plebeyos; lo cual se explica por el día consagrado al banquete solemne (lectisternium) al que debían proveer. El 13 de noviembre, en medio de los juegos plebeyos instituidos en el año 534, era cuando ejercían sus funciones. Bajo el imperio estuvieron ya divididos. Los treinta curiones que estaban al frente de las ceremonias religiosas en cada una de las treinta curias podían ser tomados indiferentemente de los dos órdenes, pues bastaba con que fuesen ciudadanos. Pero hasta el año 545, el curian mayor (curio maximus) fue elegido entre el patriciado, por más que en realidad la ley no excluyese a los plebeyos.Digamos además que, en lo que concierne a los primeros siglos de la República, casi siempre carecemos de documentos para todo. Todas las cofradías de los tribunos de los céleres (pág. 99), ticios, feciales, lupercos y arvales, cuyo origen se pierde en la noche de los tiempos, no han admitido más que el elemento patricio en tanto solo estos tuvieron el pleno derecho de ciudad. Pero, cuando triunfó la igualdad civil, entraron

también en ellas los plebeyos. Por lo demás, dichas cofradías habían perdido ya mucho de su importancia y crédito. 6.

Pasemos a las dignidades y funciones civiles. El príncipe del Senado (prin

ceps Senatus), que en un principio había de ser necesariamente patricio, permaneció siempre tal. Desde Marco Valerio Máximo, dictador en el año


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.