Revista Gentleman núm 1, octubre de 2013, Lujo asiático

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India ostenta un esplendor que no es fácil encontr ar en otr a parte del mundo.

Durante poco más de tres siglos, India fue la joya de la corona británica. ¿La razón? El subcontinente asiático, aun en nuestros días, es una inmensa fuente de recursos naturales y humanos. Reina de las especias, India ostenta un esplendor que no es fácil de encontrar en ninguna otra parte del mundo. Sin embargo, su esplendor no nació con el refinamiento inglés; mucho tiempo antes, los soberanos de esas tierras, los famosos marajás, tenían ya una fuerte inclinación hacia el lujo y la majestuosidad. Rajastán, estado al extremo oeste del país, colindante con Pakistán, es uno de los más impresionantes ejemplos de la arquitectura minuciosa. Sus enormes templos y

Lujo asiático los palacios de los marajás indús permanecen resguardando sus riquezas. algunos viajeros afortunados, pueden ser testigos del esplendor fotografía: Carlos Adampol Galindo. texto: Dariela Romero.

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fortalezas fueron creados con el patrimonio —incalculable— del reino de los rajput, que en sánscrito significa “hijos del rey”. Bajo esta premisa, casi divina, los gobernantes del lugar no podían dejar de exhibir su buen gusto y dar pequeñas muestras de sus riquezas, que son indicios sutiles de supremacía. Irónicamente, Rajastán es una de las regiones más vulnerables por su naturaleza. Localizada en medio del desierto, es paso forzoso para entrar al país —y sus abundantes recursos— desde occidente, por lo que estaba continuamente sometida a invasiones de grupos bárbaros, como los mongoles, y religiosos, como los musulmanes. Por ello la arquitectura rajput cuenta con una característica peculiar: cada reino contaba con un fuerte, que a su vez alojaba en espléndidos palacios al marajá, su harén, familias y sirvientes. Meherangarh, en Jodhpur, es uno de sus mejores ejemplos. Ubicado en una posición estrátégica, en lo alto de una montaña, permite una visión panorámica de las tierras del rey, al tiempo que es inaccesible para los incómodos invasores. En su interior se encuentran los palacios reales, con nombres tan provocadores como Moti (Perla), Sukh (Placer) y Phool Mahal (Palacio de Flores), memoria de un pasado esplendo-

En la página opuesta: interior de Meherangarh, el palacio-fuerte de Jodhpur. Arriba: hotel Taj Mahal Palace, Mumbai. Abajo: reloj inglés de la ciudad de Jodhpur. Derecha: entrada secundaria a Meherangarh.

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Derecha: salón de reuniones del marajá en Meherangarh, el palaciofuerte de Jodhpur. Enmedio: patio de los secretos en el palacio de Udaipur. Abajo: salón de aves del palacio de Udaipur.

roso que no escatimaba en detalles y lujo. En el exterior, la fortaleza es impenetrable y escarpada, pero al interior resulta todo lo contrario, las entradas al palacio están talladas a mano, en piedra y madera. En cada salón, en cada pasillo y en cada patio, pueden apreciarse las finas y majestuosas ventanillas talladas en terracota, diseñadas para poder ver claramente hacia afuera, pero nunca asomar la mirada hacia adentro. Hoy en día, Meherangarh y muchos otros palacios y fortalezas funcionan como museos, silenciosos testigos de la caída de sus marajás, pero guardianes de las riquezas invaluables, en éste y otros tiempos. Las residencias reales aún están decoradas con escenas míticas, pintadas a mano en la forma de murales miniatura, en los que se cuenta la historia de las grandes proezas de cada reinado. Los muebles, las sedas, los mármoles tallados y la orfebrería reposan todavía en las antiguas salas de reunión, donde cada una de las esposas del marajá tomaba su lugar, escondidas de la vista de los visitantes, para después brindar consejo a sus señores. Para aquellos viajeros interesados en vivir el lujo de los aposentos reales, los descendientes del imperio rajput en la ciudad de Udipur hicieron del antiguo palacio en el lago un hotel que va más allá de las expectativas de cualquiera que no sea un legítimo “hijo del rey”. El Taj Lake Palace cuenta con más de 60 habitaciones y suites que mantienen el estilo y esplendor de centurias pasadas, con decoraciones originales y servicio digno del más reverenciado marajá. Cuando el lago está en su nivel más alto, pueden verse pequeñas embarcaciones que transportan a sus distinguidos huéspedes, muchos de ellos estrellas de Bollywood. Cuando es época de sequía y el lago no tiene agua, enormes elefantes trasladan desde la ciudad hasta la entrada principal del palacio a quienes pagan por vivir como reyes, al menos por una noche, decenas de miles de dólares.

Arriba: mezquita Jama Masjid, Nueva Delhi. Abajo: Los aposentos del marajá en Meherangarh, el palacio de Jodhpur. Cuidan el sueño del rey sus antepasados.

➨Más información: es.incredible-india.org

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