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La necesidad de una política industrial ¿cómo hacerla?

Opinión

Por: Germán Rodríguez Grupo ProIndustria

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Consideraciones

El nivel de desarrollo de un país está determinado por su grado de industrialización, la tecnología que utiliza, y la incorporación de todas las profesiones a las actividades de producción.

Existe una alta correlación entre la capacidad de generar riqueza y el nivel de industrialización.

La difícil coyuntura económica que atraviesa Colombia es la consecuencia de la cada vez más reducida capacidad de producción industrial y la consecuente ausencia de oferta exportable. Durante más de dos décadas, el país concentró todos sus esfuerzos en obtener divisas a base de exportaciones de bienes del sector minero-energético y a utilizarlas para adquirir en el exterior todo tipo de bienes, incluyendo los que anteriormente se producían localmente, tales como los alimentos básicos y todo tipo de manufacturas como confecciones y calzado.

No se escucharon los consejos de quienes advirtieron los peligros de una “enfermedad holandesa”, fenómeno de apreciación de la moneda local que reduce los precios del producto importado frente al producto local. Además de lo anterior, en Colombia se presentó la reducción indiscriminada de aranceles al producto extranjero

La combinación de dólar barato y producto importado sin arancel, es la fórmula perfecta para acabar con la producción local, y en efecto, el resultado es que se presenta el éxodo de empresas multinacionales a otros países con mejores condiciones y el cierre de empresas locales que no tienen posibilidad de trasladarse.

El proceso de globalización de la economía ofrece a cualquier país la posibilidad de acceder a todos los mercados en condiciones de una supuesta competencia perfecta, pero muchas veces otros países ofrecen ventajas competitivas de todo orden, que no brinda nuestro país. Esto nos coloca en posición de desventaja al momento de negociar los Tratados de Libre Comercio Desafortunadamente, en nuestro caso la apertura económica y la firma de los diversos TLC se han limitado a reducir y eliminar los aranceles de importación y han conducido a la desindustrialización progresiva del país, entregando el mercado interno a cambio de nada concreto.

Archivo Acopi Bogotá - Cundinamarca

En forma simultánea con los procesos de negociación, firma y aprobación de los TLC en el Congreso colombiano, nuestro gobierno ha extendido, unilateral e inexplicablemente a todos los países del mundo, reducciones arancelarias a niveles inferiores a los convenidos en dichos tratados.

Los inversionistas tienen la posibilidad de escoger el país que les ofrezca las mejores condiciones respecto a tributación, costos de energía eléctrica, servicios públicos, financieros, seguridad física, estabilidad jurídica y recursos laborales para producir. El resultado práctico como consecuencia de la entrada en vigor de los TLC fue que al no encontrar condiciones en Colombia como las que ofrecen otros países de la región, muchas empresas multinacionales abandonaron sus actividades industriales, llevándolas a esos países, pero conservando sus redes comerciales para distribuir su producto importado a Colombia sin arancel.

Los países que han tomado la decisión de transitar por el camino de la industrialización, ofrecen a las empresas un entorno saludable donde puedan prosperar, primero en el mercado local sustituyendo productos foráneos, para luego salir a la arena internacional. En las circunstancias en las que se mueve Colombia, no se puede esperar que se produzca un desarrollo industrial espontáneo como consecuencia de un acomodamiento de los mercados globales a través de la simple firma de tratados de libre comercio, como se ha pretendido. Se requiere un propósito explícito y la voluntad política de generar las condiciones que promuevan dicho desarrollo.

Recomendaciones

Debe tomarse la decisión de convertir al país en una nación industrializada. Una vez tomada la decisión, habrá que corregir los errores del pasado y poner las bases para desarrollar una industria que pueda generar desarrollo, sabiendo que se trata de un proceso que requiere orientación, recursos y tiempo.

La pregunta es: ¿qué tipo de industrias escoger para desarrollar en Colombia? La respuesta es “todas”. Por razones de equidad no conviene apoyar un sector a expensas de otro, además porque solamente con el tiempo se sabría si la selección fue acertada. Lo que sí se puede, es incentivar la creación de industrias tractoras que promuevan el crecimiento de otras en la cadena productiva (proveedoras de componentes o prestadoras de servicios como mantenimiento etc.)

Archivo Acopi Bogotá - Cundinamarca

El concepto de industrias tractoras aplica a aquellas que a través de la integración horizontal generan y desarrollan otras empresas a las que les transfieren y exigen mejoras tecnológicas, diseño, calidad, productividad y precios, factores estos, que se irradian a todos los sectores de la economía.

Ejemplo: por exigencia de una planta automotriz, un fabricante de estampados y posible proveedor de carcasas metálicas de filtros de aire, debe trabajar con mayor precisión, mejorar procesos, y bajo normas, lograr un precio mejor que el que tendría si no fuera forzado y enseñado por la empresa multinacional; entonces, este proveedor ahora puede producir ollas, cacerolas y en general una variedad de artículos para el hogar de mejor calidad y precio, aprovechando el aprendizaje. Así se irradia la tecnología. Este proceder es igualmente provechoso en los demás sectores, pues un automóvil incluye en sus componentes todos los materiales y procesos tecnológicos conocidos.

Es necesario invitar industrias extranjeras tractoras y exigirles que aporten o transfieran tecnología con el objeto de cerrar, la actual brecha hacia el bienestar económico que resulta insalvable con los recursos disponibles. Se trata de atraer esas empresas ofreciéndoles el mercado local y condiciones equivalentes o mejores a las que les puedan ofrecer otros países.

En contraprestación a las condiciones favorables ofrecidas, estas empresas deberán cumplir con ciertos requisitos de desempeño verificables y auditables, tales como transferencia tecnológica y generación de empleo, porcentaje de exportación de mercancías o servicios, alcanzar un determinado grado de contenido nacional, etc. Ninguna empresa hará una inversión importante sin recompensa alguna. Más si puede disfrutar de un mercado que, sin aranceles puede atender desde su sede en otro país.

Archivo Acopi Bogotá - Cundinamarca

Algunos sectores que se pueden mencionar como potenciales aportantes de tecnología son: petroquímico, farmacéutico, automotor y electrónico en primera instancia, aspirando a que por demanda de las mismas se llegue a la fabricación de maquinaria que las soporte.

Por otra parte, se debe impulsar con tecnología local o mixta el desarrollo de la ya existente y agobiada industria nacional, como son las cadenas textil, de calzado, marroquinería y electrodomésticos. Los insumos de construcción tienen un universo amplio de componentes y tecnología que pueden mejorarse colateralmente con la promoción de las industrias tractoras descritas. Es básico que estos sectores tengan la protección para que puedan contar con el consumo local.

Representación Gremial

Bogotá D.C., 19 de octubre 2017

Doctor: DANIEL ARANGO ANGEL Viceministro de Desarrollo Empresarial MINISTERIO DE COMERCIO, INDUSTRIA Y TURISMO Ciudad.

Reciba un cordial saludo a nombre de la Asociación Colombiana de la Micro, Pequeña y Mediana E mpresa ACOPI Bogotá - Cundinamarca, el gremio líder que representa los intereses de la MIPYME colombiana.

En el marco del sexagésimo segundo Congreso Nacional de ACOPI, celebrado en la ciudad de Cartagena el 12 y 13 de octubre del presente año, junto a Edwin Salazar, presidente de la Cámara Colombiana de la Confección y Afines, tuvimos la oportunidad de hablar con la Ministra de Comercio, Industria y Turismo, Dra. María Lorena Gutiérrez, acerca de lo importante que es para la industria de muñecos de felpa que sea incluida la subpartida arancelaria 9503009300 en los decretos de control aduanero.

Mediante esta carta y teniendo en cuenta el daño grave que el contrabando le viene causando a la sostenibilidad económica y social de la pequeña y mediana industria de la confección de muñecos de peluche, queremos solicitar amablemente a este Ministerio incorporar la subpartida arancelaria 9503009300 en los decretos de control aduanero y arancelario, con un valor sugerido de USD$ 10 kilo para muñecos de peluche rellenos.

Como un buen antecedente de la solicitud en mención, traemos a colación que en el año 2008 se llevaron a cabo una seria de reuniones en el Palacio de Nariño, sobre medidas de protección frente a las modalidades de contrabando que afectan los sectores de textiles y confecciones. El presidente de ACOPI Nacional de ese entonces, Dr. Norman Correa, solicitó al Presidente de la República, según exposición de motivos adjuntos, acoger a la rama industrial de Confección de Muñecos Rellenos y no Rellenos con medidas relativas a precios indicativos para muñecos que ingresan al país con precios declarados por debajo de los reales. Esta medida fue adoptada mediante resolución adjunta No. 00434 de 19 de noviembre del 2008 por el entonces Director de Aduanas, doctor Bernardo Escobar.

Agradecemos su atención, y esperamos que haya una acogida favorable a nuestra propuesta, que tiene por objeto mantener la viabilidad y sostenibilidad de la pequeña y la mediana industria de muñecos de felpa en nuestro país.

Cordialmente,

ALFREDO CASTELLANOS Presidente de la Junta Directiva de Acopi Bogotá - Cundinamarca.

VLADIMIR CÁCERES Coordinador de Desarrollo Sectorial Acopi Bogotá – Cundinamarca.

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