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SALARIO EMOCIONAL UNA NUEVA MANERA DE RETRIBUIR LAS PERSONAS EN EL TRABAJO
Buenas prácticas empresariales
Por: Liliana Camacho
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Jefe de Gestión humana Caja de Compensación COMFACUNDI
¿A quién no le gustaría ser realmente feliz en su trabajo? Pareciera que trabajo y felicidad no fueran de la mano. Se ha asociado trabajo a deber y todo lo que es obligado no nos gusta. El reto para una empresa es ser rentable y la labor de hacer felices a sus trabajadores, eventualmente se asignada a las áreas de recursos humanos, quienes no tiene la voz ni el voto para tomar acciones que busquen la motivación de sus trabajadores. Son pocas las empresas que logran hacer que sus colaboradores se sientan a gusto en su empleo y en ocasiones esto obedece más a características de su líder que a una política organizacional.
Las empresas siempre se han concentrado en temas como rentabilidad, economía, o altos niveles de producción y en tiempos más recientes se ha dado una gran importancia al cliente como actor principal. Si todo gira en torno a lo económico es entonces cuando se considera que se debe retribuir a sus trabajadores pagando con un buen salario. Se espera que un buen salario sea suficiente y directamente proporcional para ser más feliz en el trabajo y que así mismo mágicamente la productividad aumente. Provenimos de estilos clásicos mecanicistas de administración, donde el trabajador es considerado una maquina más, olvidamos que se requiere que alguien conecte el botón de encendido de lo contrario por muy buen motor que se tenga este no arrancará. Las compañías quieren que lo mismo suceda con sus co-

laboradores, que al retribuir con un salario alto sea suficiente para que se obtengan resultados óptimos y creemos que a mayor salario mayor productividad. Esto no es más que un paradigma organizacional, ideas erróneas que solo modelos humanistas y positivistas han tratado de cambiar. Actualmente hay más empresas concentradas en satisfacer al cliente y eso no se logra si mi propio cliente mi colaborador, no es feliz. La fórmula cambió, no es mayor productividad mayor salario, ahora es mayor felicidad mayor productividad.
La teoría de motivación humana propuesta por Maslow, plantea que a medida que se satisfacen las necesidades básicas se desarrollan necesidades y deseos superiores, las organizaciones de forma muy parcial han tratado de satisfacer las necesidades inferiores, fisiológicas, de seguridad y de protección, como la alimentación, descanso, salud, recursos, vivienda, automóvil, dinero. “Cuando las necesidades fisiológicas están relativamente bien atendidas, surge luego un nuevo conjunto de necesidades de seguridad” (1).
Las necesidades superiores como estima, reconocimiento, autorrealización, sociales, familia, afiliación, respeto, confianza, valoración y status, se dejaron de lado y se consideró que es el propio colaborador quien debe desarrollarlas, bien sea en su entorno o en su propio ser. Las nuevas generaciones como los millennials han demostrado que la motivación no se trata de tener estabilidad, vivienda, adquirir bienes ó poder. Ellos quieren nuevas experiencias, como viajar, explorar, conocer y ser reconocidos; su conexión con el mundo esta en las redes sociales, la felicidad ya no se relaciona solo con lo material o lo económico. No es un tema de generación, las necesidades siempre han sido las mismas y han estado ahí, no se ha sabido buscar como motivarlas y los beneficios que puede traer desde el punto de vista tanto personal como empresarial. La pregunta es entonces ¿cómo se busca la motivación si ésta viene de adentro, pero es influenciada por factores externos, cómo se paga un buen salario que haga feliz

De izq a derecha Dr. Víctor Julio Berrios Director Administrativo de COMFACUNDI ,Dra.Liliana Camacho Jefe de Gestión Humana y Equipo de trabajo de la Dirección.
a los colaboradores y esto a su vez aumente la productividad, cuál sería el mejor salario?
Salario es una palabra que proviene del latin Salarium, significaba el pago con sal, considerada para la época como producto de alta importancia. Un concepto muy antiguo que aún usamos para referirnos al pago a las personas por su trabajo. Con los cambios actuales de los nuevos esquemas administrativos se hace necesario pensar en las personas como parte fundamental de las organizaciones ya no podemos pagar con sal, ahora debemos pensar en modelos de compensación que se enfoquen en la satisfacción de las necesidades superiores, los colaboradores considerados como algo más que un activo, se debe tener en cuenta los intereses, el medio, factores políticos, económicos, que influyen en la motivaciones y productividad de los colaboradores.
Comfacundi como una empresa de esta nueva sociedad no es ajena a buscar modelos que motiven a sus colaboradores y a su vez aumenten su productividad. Es así como ha implementado un programa denominado Salario emocional, en Comfacundi soy feliz, conformado por una serie

De izquierda a derecha. Dra. Nohora Alexandra Fonseca M. Gerente de Servicios Sociales COMFACUNDI y Equipo de Trabajo de la Gerencia.
de beneficios que pretende satisfacer necesidades más que económicas, se establecen incentivos que estimulen la motivación de sus colaboradores desde sus necesidades básicas como la salud, familia, recreación, social, educación, buscando un balance entre vida personal y vida laboral.
Las organizaciones como agente motivador también deben resultar beneficiadas en estos procesos, se trata de un programa que no genera mayores costos para la organización, se ofrecen beneficios como tiempos libres para la familia, tiempo por cumpleaños, por salud, celebraciones, auxilios, planes de descuentos en compras entre otros. Este programa se centra en un real interés de la organización por sus colaboradores, desde su Director el doctor Victor Julio Berrios, se promueve que las personas sean vistas como una parte fundamental del desarrollo y crecimiento de la organización, el interés por las personas hace que todos estén comprometidos con un deseo de crecimiento mutuo. Solamente de lo que las organizaciones proporcionen a sus empleados recibirán, si la organización solo ofrece como salario un pago en dinero, solo tendrá colaboradores que emigran fácilmente a otras compañías por un salario en ocasiones igual, por lo que no habrá compromiso ni retención.
La filosofía es básica: recibes de lo que das. No es la cantidad de dinero invertido, es el deseo mutuo con que se brinda, puedes obtener poco, pero si lo recibes con amor, eso darás a la compañía. De eso se trata el salario emocional, de un verdadero interés organizacional, de remunerar desde el corazón, querer brindar un poco de satisfacción pensando siempre en el bienestar y en esas necesidades superiores, en pocas palabras buscar las estrategias más allá de lo económico para mejorar la calidad de vida de los colaboradores. Para establecerlo se requiere conocer algo de sus vidas, sus familias, su historia, así se conocerá cuál es la escala de necesidades propias de los colaboradores de la organización.
Comfacundi identificó y monitorea periódicamente a través de encuestas el impacto de este programa. Satisfacer a todos es un imposible, los tiempos cambian y las personas también, lo que hoy motiva mañana tal vez ya no sea de interés, una necesidad resuelta podrá generar otra necesidad. Es por esto que el programa debe ser dinámico, amplio en variables, no se pretende tener el programa perfecto. Albert Einstein decía que locura es pretender hacer feliz a todos, se trata de tener una oferta de variables, así habrá mayor posibilidad con alguna de ellas de mejorar en algo la calidad de vida de cada colaborador.
Un solo beneficio puede lograr que un colaborador sienta felicidad en su trabajo y esto de manera mágica motiva a aumentar su productividad. Es sencillo, el solo hecho de poder tener un tiempo que es parte del trabajo para acompañar a un familiar a una cita médica, genera un sentimiento de tranquilidad, agradecimiento y felicidad. En esos momentos importantes para el colaborador las organizaciones deben acompañarlos. Si el colaborador se siente feliz por poder dedicar más tiempo a sus hijos o a sus quehaceres personales, no dudará más adelante en trabajar mejor o dedicar más tiempo cuando la organización lo requiera. El programa de salario emocional busca recompensar con aquello que verdaderamente motiva, familia, salud, estudio, tiempos, se genera así una cadena de intereses mutuos. Empleados felices harán empresas más productivas. Es un reto hacer que los colaboradores sean felices, realmente nadie hace feliz a nadie, pero si nos aproximamos, estaremos logrando tener un colaborador motivado y comprometido.
Cuando las empresas entienden que felicidad es igual a productividad e inician a trabajar en ello, los resultados económicos y productivos vendrán por si solos. Si no se está motivado a hacer algo no importan los premios que se designen, nunca será realmente feliz y productivo quien no este motivado, se podrá obtener éxitos parciales, pero en cualquier momento desaparecerá. Una vez desaparece el premio cae la motivación y el resultado. Un empleado feliz o realmente motivado en uno solo de sus ámbitos, permanecerá por más tiempo motivado y no se será necesario recordárselo con premios, la motivación es intrínseca. Es más que un plan de incentivos, es un plan permanente pensado desde las verdaderas necesidades de los colaboradores y sujetos a condiciones muy sencillas, no está amarrado a una meta, o a productividad, está atado a un ámbito de su vida como la familia, salud, entre otros.
El indicador de rotación disminuyo en un 50% desde la implementación del programa, la rotación era uno de los principales problemas del recurso humano, pero más que un indicador frio, ya la gente es feliz y no quieren irse, porque en el programa de salario emocional han algo que lo motive a quedarse, la expresión es “yo quiero seguir trabajando aquí”.
Las encuestas posteriores al programa lo demuestran, la principal causa de retiro hasta antes del programa, ocupando el 50%, era una mejor opción salarial, ahora esta variable ocupa el tercer lugar, sólo con el 30%. Por supuesto les gustaría ganar más dinero y se continuara trabajando para ello, pero ya no es el salario como dinero, lo más importante, lo colaboradores respiran la filosofía de salario emocional, saben que en su programa hay algo para ellos. De los beneficios ofrecidos el incentivo tiempo para la familia y horarios flexibles, tienen el porcentaje más alto de satisfacción con un 42%, no es la cantidad de incentivos, es que han encontrado por lo menos uno que mejoro su calidad de vida. A la pregunta de si consideran que a mayor felicidad mayor productividad, la respuesta es contundente el 98% responde sí. Aun cuando haya días no tan buenos, habrá un motor de fondo activado permanentemente que no será fácil de apagar.
En Comfacundi comprometidos con el desarrollo de sus colaboradores y de los sectores económicos, se considera que esta experiencia es aplicable a cualquier tipo de empresa no importa su tamaño, sus recursos o las características de colaboradores, se trata de disposición de querer honestamente a sus colaboradores y pensar que sí son el motor del crecimiento y que se mueven por interés diferentes pero fáciles de satisfacer, si se está motivado, conseguir dinero no será un obstáculo, solo será una herramienta más, es la motivación ese algo que hace posible que los sueños se cumplan, lo demás son ingredientes que se van agregando en el camino. El desarrollo de este programa también contribuye como un ítem del programa de Responsabilidad Social Empresarial de la organización que se espera sea avalado por Fenalco Solidario, quien incentiva y promueve que los empresarios y la sociedad en Colombia se comprometan a realizar acciones socialmente responsables que contribuyan a la sostenibilidad y armonía en el planeta.
1. Maslow,Abraham H. Motivación y personalidad, ediciones Diaz de Santos, S,A, 1991 Madrid España, página 21 a 27.