Las empresas de ingeniería eléctrica se unen a ACOPI Bogotá - Cundinamarca

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“El desarrollo del país depende de una tarifa competitiva de energía”: empresas de ingeniería del sector eléctrico aliadas de ACOPI

El pasado 16 de Febrero, en una reunión convocada por ACOPI Bogotá – Cundinamarca, se dieron cita empresas de ingeniería eléctrica para discutir sobre la situación del sector en el país. Analizando la alta concentración que existe por parte de algunos operadores en cada una de las fases de la cadena de producción, se concluyó que Colombia tiene una de las tarifas más elevadas de la región, razón por la cual una alianza entre empresas de ingeniería eléctrica y ACOPI, en representación de las MiPyME, particularmente de las empresas manufactureras, se convierte en estratégica.

‘El sector eléctrico es fundamental en el desarrollo, la productividad y el crecimiento empresarial’, así lo afirmó el ingeniero Ramiro Rueda, líder del sector y miembro de la Asociación Colombiana de Ingenieros –ASIEB-, refiriéndose a la relevancia que tiene vincular al sector eléctrico a ACOPI, así como a la necesidad de trabajar de la mano para promover y defender la industria, la producción y el empleo del país.

Lo anterior en vista de que el sector empresarial representa el 32% del consumo de energía eléctrica, el segundo lugar después del residencial; por otro lado, a pesar de que Colombia es un país con un importante abastecimiento de recursos naturales que sirven como insumo para la generación de energía eléctrica, la tarifa en el sector industrial es una de las más elevadas en la región, siendo éste un factor determinante de la falta de competitividad. De acuerdo con estos menesteres y con base en la experiencia de diferentes ingenieros eléctricos, se planteó una hoja de ruta para el sector eléctrico, el cual contiene cinco puntos: exigir a las entidades de control correspondientes el fomento de la transparencia y la libre competencia en la contratación pública y privada; combatir las prácticas de competencia desleal; fomentar una cultura de calidad del servicio; influir en el desarrollo del modelo tarifario; y por último, participar en la construcción dinámica de reglamentos técnicos.