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"Frente a la adversidad económica, la organización gremial es indispensable"

Empresario destacado

Edwin Párraga

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Representante legal de PMP- Procesadora de Materias Primas S.A

Como en cada edición la Revista Producción y Mundo Empresarial- PyME busca destacar la experiencia de los industriales colombianos y sus valerosos esfuerzos por consolidar sus proyectos económicos. En esta ocasión nuestro empresario destacado es Edwin Párraga, representante legal de PMP- Procesadora de Materias Primas S.A., una reconocida empresa con más de 30 años en el mercado dedicada a la producción, comercialización y distribución de grasas y aceites derivados de origen animal y vegetal. Su reconocimiento se debe también al manejo ambiental que la impresa ha implementado en sus procesos de producción, que la han hecho un referente nacional en la materia.

Revista PyME: Sr. Párraga para comenzar, cuéntenos un poco de su vida personal y profesional y que lo llevó al mundo empresarial.

Edwin Párraga (EP): Yo prácticamente he sido empresario toda mi vida. Empecé siendo empleado, luego tuve una empresa de importación de dulces; también tuve una empresa de asesorías tributarias y contables. Luego, hice parte de la Federación de algodón, allí dure un largo tiempo y cuando decidí retirarme, y retomar mis negocios me di cuenta que a quien había asignado como administrador tenía casi en la quiebra a la empresa. Entonces salí sin un peso y muy endeudado.

PyME: ¿Cómo fue el proceso de emprender “lo propio”? EP: Fue el esfuerzo por mantener a la familia, ya para ese momento tenía a mi primer hijo, y como le contaba, estaba casi en quiebra, teníamos muchas deudas. La prioridad entonces fue buscar la manera de sobrevivir y tener como sostenernos financieramente. Fue una época dura, durante el primer año nos dedicamos a pagar las deudas con otros negocios que nos iban saliendo, dentro de esos, negocios de ventas de grasas.

PyME: ¿En ese momento decidieron quedarse en el sector de grasas? EP: No fue premeditado, simplemente se dio y nació el negocio. Teníamos un conocido que nos prestaba dinero, teníamos clientes y el negocio funcionó. Luego surgió la necesidad de tener una planta, pues las grasas había que procesarlas, con el tiempo ya no sólo comprábamos materias primas, sino que las producíamos. Cuando las ganancias empezaron a llegar simplemente nos quedamos y consolidamos nuestro negocio.

El negocio de las grasas es muy complejo. No podíamos comprar grasas y hacer los procesos de cambios, teníamos que tener una planta. La primera que tuvimos fue en un garaje en un lotecito, era una caldera de 60 caballos a crédito que pagábamos con cebo, luego fuimos transformando la empresa, comprando la materia prima para procesarla, más adelante salieron negocios grandes y pudimos comprar una planta de una mayor capacidad, que nos permitía hacer determinados procesos, como refinación de aceite, el producto que se entregaba en ese tiempo ya tenía muy buena calidad y era comestible. Más o menos eso fue el comienzo.

PyME: ¿Cuáles son los hitos importantes en los últimos 20 años de la empresa? EP: Uno de hitos importantes fue la reconversión industrial. Pasamos de trabajar en canteras de carbón a combustibles y luego, la más importante, a una plata que funciona con gas. Fue un cambio muy importante, la gente que nos veía no creía que lo fuéramos a lograr, incluso nos llamaron locos. Con esa transformación, más o menos del año 2000, construimos una de las primeras y únicas plantas de tratamiento de agua en San Benito, casi nadie tenía esa tecnología. Ese paso fue importante porque se consideraba imposible que una pequeña empresa pudiera hacer cosas que solo las grandes “pueden”, porque se tiene la concepción de que invertir en el tema ambiental es restarle al propósito mismo de la empresa, buscar incrementar la producción. El primer hito fue tener un control ambiental dentro de la empresa, que ha sido de alguna manera nuestro sello.

Desde el inicio de nuestra empresa, el cebo fue nuestra materia prima por excelencia, sin embargo, hubo un momento en que nos dimos cuenta que no podíamos depender solamente de eso, porque en Colombia el sacrificio de ganado es muy bajo, hay mucha informalidad y competencia. Entonces paralelo a la reconversión industrial, decidimos comprar nuevos predios en un sector distinto al de San Benito, y entre lo de mi esposa y lo mío constituimos la sociedad anónima, esa plata hoy se llama Colaceites. Ahí empezamos a tener una visión de futuro distinta, que incluía el tema ecológico, no producíamos aguas industriales y teníamos última tecnología.

PyME: ¿Que nos puede contar de los periodos difíciles por los que atravesó la empresa? EP: El primero fue una época en la que no teníamos capital para sostener la empresa de San Benito. Sin embargo, los bancos siempre nos han considerado buenas pagas, eso nos ayudó a sostenernos. El segundo momento difícil, fue hacía el año 2012 cuando se expidió una normatividad que prohibió el uso de cebo en las margarinas, ese había sido nuestro negocio y tuvimos que pensar en formas alternativas para poder responder a esta nueva exigencia. Fue un periodo muy duro, casi de quiebra. La solución de hayamos fue prestar nuestra maquinaria a otros industriales, y dejar de vender nuestros propios productos. Funcionamos como una maquila, teníamos muy buena tecnología, buenos técnicos y garantizábamos a los clientes calidad.

PyME: En términos comerciales ¿cómo está la competencia Nacional e internacional? EP: La competencia nacional es dura principalmente por la cantidad de informales que hay. Ellos no tienen control ambiental, no pagan servicios, ni nominas como nosotros, mientras que con los formales no hay problema porque todos estamos en las mismas condiciones. Incluso tenemos buenas relaciones y hasta proyectos en conjunto, siempre estamos en contacto.

PyME: ¿Este es un mercado protegido? EP: Es un mercado difícil de manejar porque los aceites tienen entrada libre, como producto terminado. Lo principal que nosotros necesitamos es la palma, la cual se liquida a precio del dólar, más trasporte y otras cosas más, que uno no sabe de dónde salen, producir margarinas con esa palma es muy costoso, casi un 32% más que del que se produce en el exterior porque no pagan aranceles, no les cobran doble transporte, entonces no se puede competir. Hicimos una vez un intento en centro américa y no lo logramos por eso. Asía, Malasia e Indonesia tienen precios inferiores.

Por otro lado, la materia prima si tiene arancel, ahí ya el productor nacional está en un 25% más.

PyME: Perdón que lo interrumpa ¿la palma que se produce en Colombia no es suficiente como materia prima para las margarinas? EP: Se produce suficiente materia prima de la palma, aproximadamente 1 millón 200 mil toneladas y para el sector alimentos no quedan sino como unas 80 mil toneladas. A eso hay que sumarle el costo del transporte de la materia prima, el de procesarla y transportarla de nuevo para exportar. Son muchos costos. Mientras que la palma que entra al país tiene arancel, el producto final contra el que compite el productor nacional de margarinas no tiene arancel. Son aberraciones del mercado.

PyME: ¿Que otros obstáculos en términos de la competitividad tienen los empresarios de este sector? EP: La seguridad legislativa, todo el tiempo cambian las reglas del juego. Sacan decretos que fomentan a determinados sectores y no a todo el mundo. Por ejemplo la palma, tiene arancel de entrada la materia prima pero la margarina terminada no. Los Tratados de Libre Comercio nos ponen en esa condición y los productores nacionales no podemos competir, además hay productos que se triangulan, es decir que llegan al país con una etiqueta diferente de donde realmente fuero producidos. Luego siguen las vías, las carreteras y la inseguridad que sigue afectado mucho.

PyME: ¿Cómo les va con la competencia extranjera? EP: Con los Tratados de Libre Comercio se da trabajo a otros países diferentes al nuestro. Serían buenos los TLC si tuviéramos tecnología y los productos terminados que se producen en el país tuvieran aranceles, y por el contrario, las materias primas que sirven a la producción del país no los tuvieran. Son contradicciones que hay y el gobierno no hace nada. Frente a un escenario económico tan complejo, la relevancia de la organización gremial es mayúscula.

PyME: ¿Qué mensaje enviaría a los empresarios en general y a los afiliados de ACOPI Bogotá- Cundinamarca? EP: Yo insistiría en el llamado a fortalecer nuestras organizaciones gremiales, es la única salida que tenemos ante las repetidas y constantes decisiones que se toman contra los intereses de la pequeña y mediana empresa. El ejemplo claro fue la Reforma Tributaria. Uno habla con mucho empresario inconforme, que tiene quejas, pero también buenas ideas y propuestas para mejorar la situación de los empresarios y la generación de empleo. Sin embargo, desde su individualidad, su capacidad de incidencia en las decisiones públicas es mínima. Si consolidamos gremios fuertes con una correcta orientación en la defensa del empresariado pequeño y mediano, no será tan fácil para el gobierno imponer medidas contrarias a nuestro interés.

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