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CALENDÁRICOS (PARTE 2)

POR: TCHAIKOVSKY GARDUÑO BECERRIL

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Un hecho sobresaliente de las orientaciones mesoamericanas es que a la par de los alineamientos astronómicos se dieron otros, los conocidos como calendáricos, en los que, en algunas fechas particulares del año el Sol se alinea a la estructura, pese a que en esas fechas no sucede ningún evento solar significativo.

Cabe mencionar que dichas fechas resultan de excepcional importancia porque seccionan el año solar en dos períodos que establecen alguna característica del calendario mesoamericano. En las fechas antes referidas acontecen diversas hierofanías y alineaciones solares en toda Latinoamérica.

A la fecha se han descubierto dos familias de fechas que corresponden a ese modo de indicar que la estructura y sus constructores participan del mismo sistema unificador que fue el calendario mesoamericano. Es necesario tener en consideración la publicación de la primera parte de este artículo, en el que se hacía hincapié a las peculiaridades del calendario mesoamericano sobre el conteo del tiempo, en particular lo referente a que 52 años es el intervalo requerido para que coincida el inicio del calendario solar de 365 días o xiuhpohualli con el calendario ritual de solo 260 días o tonalpohualli, en 52 años solares se cubrían 73 tonalpohualli (52 x 365 = 73 x 260 = 18,980 días).

El primer grupo de fechas relevantes del calendario mesoamericano corresponden al 29 de abril y al 13 de agosto. Es de suma importancia señalar que estas dos fechas dividen al año solar de 365 días en dos períodos. El primero comienza a partir del 29 de abril y deben transcurrir 52 días para que el Sol llegue al solsticio de verano. Posteriormente después de otros 52 días se llega al 13 de agosto. A partir de esta fecha el Sol comienza un nuevo ciclo de 260 días (mismos que componen el calendario ritual). En otras palabras, a partir del 13 de agosto el Sol se va inclinando hacia el sur para alcanzar, en diciembre, su solsticio de invierno y después de 260 días regresar el 29 de abril y así completar el ciclo.

Algunos casos de construcciones alineadas a estas fechas son:

La pirámide del Sol en Teotihuacán: su eje de simetría en sentido este oeste tiene un azimut de 285.45°, coincide su orientación con el ocaso del Sol, tanto el 29 de abril como el 13 de agosto.

[2] Posición del Sol en el atardecer del 29 de abril y 13 de agosto sobre eje este oeste de la pirámide del Sol en Teotihuacán, puestas de Venus en su máxima declinación norte; A2) la línea perpendicular a la base de la plataforma superior apunta hacia la puesta del Sol en los pasos por el cenit; A3) la diagonal entre las esquinas noreste-suroeste tiene la dirección hacia la salida del Sol en el solsticio de verano (NE) y la puesta del Sol en el solsticio de invierno (SO), respectivamente; A4) y A5) estas líneas avistan dos direcciones relacionadas con las estrellas Canopus y el Castor. [3]

El Caracol en Chichén Itzá. El observatorio maya más importante era El Caracol, construido en Chichén Itzá, que debe su nombre a su característica forma de concha.

Incluso una mirada distraída se sorprende al notar el parecido de esta estructura con un observatorio astronómico moderno. Desde el Caracol, de 12 m de alto, se podían hacer observaciones del Sol, la Luna, y Venus a través de ventanas especiales.El Caracol permitía determinar un punto del horizonte correspondiente a un azimut de aproximadamente 285° para el ocaso del Sol el 29 de abril y también el 13 de agosto.

Plano simplificado de las principales alineaciones astronómicas que abarca la estructura del Caracol, del observatorio en Chichén Itzá. A1) la línea perpendicular a la base del edificio apunta hacia las

Posición del Sol en el atardecer del 29 de abril y 13 de agosto sobre eje este oeste perpendicular a la base de la plataforma superior del edificio el Caracol en Chichén Itzá. [1]

Otros ejemplos de construcciones prehispánicas alineadas con el ocaso del Sol para el 29 de abril y el 13 de agosto son:

Templo superior de los Jaguares de la gran cancha del juego de pelota en Chichén Itzá.

Templo superior de los Jaguares en Chichén Itzá con azimut 16°06’. [4]

Edificio de los 5 pisos en Edzná, Campeche. [5] para los mexicas empezaba el año el 12 de febrero.

Cuando la alineación solar sucede en dirección opuesta al ocaso del Sol del 29 de abril y del 13 de agosto, al amanecer se obtienen otras fechas calendáricas mesoamericanas de suma importancia: el 12 de febrero y el 29 de octubre.

En este orden de ideas, a partir del 29 de octubre tienen que pasar 52 días para llegar al solsticio de invierno, en otros 52 días adicionales se llega al 12 de febrero y con 260 días adicionales (duración del calendario ritual) se vuelve a regresar al 29 de octubre.

Se tiene el caso de que en estas fechas el disco solar surge del horizonte del Templo del Sol (Edificio IV) en Malinalco, mismo que tiene un azimut de 105°09’. De acuerdo a registros del padre Sahagún, cronista franciscano del siglo XVI,

Plano

Posición del Sol en el amanecer del 12 de febrero y el 29 de octubre sobre eje este oeste del Templo del Sol (Edificio IV) en Malinalco.

En el siguiente número se hablará del otro grupo de fechas que aparecen en las alineaciones calendáricas en varios edificios construidos en Mesoamérica, son las correspondientes al 9 de abril y 2 de septiembre.

Tchaikovsky Garduño Becerril Ingeniero Civil. Constructor con enfoque sustentable mediante diseño bioclimático, uso de energía renovable y manejo integral del agua. Astrónomo aficionado y socio de la AAVAT. Facebook: www.facebook.com/DICCYC/ Instagram: @diccyc

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