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Tecnologías de proceso y de insumo asociadas para el control de malezas

Cultivos de servicio, aplicaciones selectivas y herbicidas integrados por el conocimiento para una productividad sustentable fueron los ejes de la jornada organizada por la regional Los Surgentes- Inriville y REM.

Las malezas son un problema en expansión y hay que usar todas las herramientas disponibles para controlarlas. Los cultivos de servicio (CS) y las aplicaciones selectivas son dos prácticas que permiten reducir el uso de herbicidas, por lo que es muy importante integrarlas al sistema productivo. En la jornada a campo organizada por la Regional Los Surgentes-Inriville y REM el pasado 8 de noviembre en el establecimiento de Gabriel Pellizón, hubo cuatro estaciones. El programa REM estuvo a cargo de dos de ellas, en las que se buscó integrar alternativas de herbicidas con distintas opciones de CS: vicia, vicia + centeno, centeno y sin cultivo de servicio, evaluando su control sobre las malezas de verano, yuyo colorado y gramíneas.

Una de las estaciones se ubicó en un lote destinado a maíz temprano y la otra a soja. En ambos casos, el 20 de abril se realizó una aplicación de barbecho largo con 2 lts/ha de glifosato + 500 cc de flutmesulam. Luego, el 28 de agosto se procedió al secado de los CS con 2lts/ha de glifosato + 1,3lt/ha de 2,4D. En esta misma fecha, solo en el lote de soja, se le aplicó como barbecho corto (BC) 250cc/ha de diflufenican a una parte de cada uno de los tratamientos, técnica que se conoce como overlapping o de solapamiento de herbicidas residuales. El objetivo de esta técnica es llegar con el lote limpio de malezas a la fecha de aplicación de los preemergentes del cultivo. Por último, se aplicaron los distintos tratamientos de residuales: el 30 de septiembre en preemergencia del maíz y el 2 de octubre en presiembra de soja (Tablas 1 y 2). La estación de maíz estuvo a cargo del Ing. Agr. Eduardo Cortés, asesor privado, y la de soja del Ing. Agr. Martín Marzetti, gerente del programa REM, quienes presentaron los ensayos y guiaron las recorridas por los tratamientos. A su vez, representantes de cada una de las empresas tuvieron oportunidad de comentar sobre las características de los productos elegidos en cada alternativa y evaluaron los controles alcanzados hasta el momento. Cabe destacar que a la fecha de la jornada, todos los tratamientos presentaban excelentes controles, sin diferencias significativas entre ellos. En los testigos sin preemergentes, se apreciaba el buen control ejercido por el diflufenican en barbecho corto. En los cultivos de servicio, los nacimientos de yuyo colorado eran casi nulos, pero se detectaban escapes de rama negra por el escaso desarrollo invernal que tuvieron, lo que haría necesario considerarlo en la estrategia química a utilizar en su secado. El día 29 de noviembre se realiza una segunda visita. En este segundo recorrido, en los tratamientos de maíz, la mayoría de las estrategias presentaban un control total de las malezas target, mientras que en los testigos había plantas adultas y nuevas emergencias tanto de yuyo colorado, como de varias gramíneas. Mientras que en el testigo químico (2 kg/ha de Atrazina) el control alcanzado fue solo del 50%, ya que no tuvo control de la segunda camada de emergencia de yuyo colorado y presentaba plántulas de gramíneas. Estos mismos tratamientos sobre los cultivos de servicios presentaron el mismo nivel de control en cuanto a las malezas de verano. Sin embargo, se encontraban plantas de rama negra adultas (no especificada a controlar por las estrategias químicas ensayadas), especialmente en la vicia, resultado de escapes ante el poco desarrollo del canopeo del CS por el temprano secado del mismo. En este sentido, habría que tener en cuenta este punto al determinar la estrategia del secado en los CS. En los tratamientos presentados en el lote de soja, al 29/11 la gran mayoría de los tratamientos mostraban controles por encima del 95%. Se destacó el aporte del barbecho corto realizado con diflufenican que mejoró la performance de los preemergentes utilizados posteriormente. Este activo mostró gran residualidad, habiendo pasado un poco más de 90 días desde su aplicación hasta la jornada, lo que puede explicarse por las menores temperaturas presentadas en la campaña que disminuyen su tasa de degradación. Como en el caso anterior, en soja, los tratamientos sobre CS casi no presentaron nacimientos de Amaranthus sp., pero sí presentaban escapes de rama negra, por la misma razón que en el lote de maíz.

Los testigos con CS sin herbicidas presentaban una importante emergencia de Yuyo colorado, lo que permite concluir que los CS, de manera aislada, no son suficientes para manejar estos altos niveles de enmalezamiento. En la estación 2, se abordó la problemática del aporte de N de los cultivos de servicio en el control de malezas. Si bien el nitrógeno es quizás el que más inclina la balanza por la reducción en fertilización nitrogenada, el resto de los beneficios deben ponerse en la ecuación. La Ing. Agr. Priscila Pinto (UBA – CONI- CET) mostró los resultados de un ensayo realizado en Colonia, Uruguay, que mostraba los aportes de N de la leguminosa y cultivos de servicio, así como la relación entre producción de biomasa y absorción de N. “Lo que hicimos fue evaluar en distintas leguminosas cuantos kg de N aportaban y cuánto de ese N provenía de la fijación biológica. Con isótopos, logramos diferenciar cuanto es de aporte neto del N, porque estaba siendo absorbido de la atmósfera y no del suelo. Pudimos ver entre 90 y 140 kg de N por fijación biológica. Dichas cantidades de N pueden reemplazar en su totalidad la dosis de fertilizante del cultivo siguiente”, explicó Pinto. “Si bien a mayor biomasa tn/ha producida, mayor es la absorción de N, llega un momento en que se satura esta impregnación. Entonces, ya no tiene sentido seguir produciendo biomasa porque la cantidad de N no incrementa. La importancia de preguntarse hasta cuándo está absorbiendo el cultivo N radica en no perder recursos y dárselos al próximo cultivo”, aclaró. La ingeniera agrónoma recomendó usar la siembra temprana en marzo para aprovechar más radiación, calor y precipitaciones de otoño y lograr así incrementar el potencial de la biomasa. En cuanto a los CS, explicó que hay que probar con las variedades que se consigan hasta encontrar el que mejor se adapte a la zona. “No hay que desalentarse por haber probado vicia durante un año y que no funcione, sino ver qué vicia usar y en qué condiciones”, sugirió. A continuación, ingenieros agrónomos de Rizobacter, mostraron que la inoculación es clave si se busca un gran aporte de nitrógeno al cultivo siguiente y al sistema en general. Se vieron ensayos de testigos sin inocular, con inoculación simple y con doble inoculación, y se concluyó que con un buen tratamiento de inoculación simple y buena calidad de producto se pueden obtener los mismos resultados que con la doble inoculación. Para esto es importante la fijación biológica del N. Recordaron también que el remanente de rastrojo también aporta N. En el caso de la vicia, se requiere de un buen inoculante que cubra la deficiencia que deja este cultivo para poder aportar N. Si la vicia está con inoculante, empieza a fijar desde el momento cero. A su vez, resaltaron que la dupla semilla con inoculante más fungicida es un buen terapéutico ya que además de generar buena cantidad de nódulos, manifiesta buena fijación de N. La cuarta estación estuvo destinada a las aplicaciones selectivas. Allí, Leandro Elgart, de Milar, mostró Eco Sniper. Esta tecnología que permite detectar malezas y aplicar solo donde están presentes, permite la reducción de costos e impacto ambiental asociado a la menor utilización de herbicidas, menor uso de envases y traslado, y la posible utilización de moléculas que hoy están fuera del mercado por su elevado costo. Pero como cualquier tecnología, se requiere del conocimiento necesario para lograr un beneficio y que sea sustentable. En este sentido, el representante de Milar resaltó que la herramienta más importante con la que contamos es el criterio agronómico. “Debemos aprovechar y utilizar las herramientas disponibles pero sin esclavizarnos a ellas”, remarcó. Del cierre participó Eduardo Cortés, quien comentó la importancia de tener una estrategia para el control de malezas. “Es fundamental monitorear y controlar los lotes para saber donde se ubica la maleza, cuándo rebrota y a partir de ahí elaborar una estrategia acorde”, afirmó. A su vez, destacó que hay que tener más de una estrategia e integrar consejos y manejos. Cortés coincidió en que un aliado en el manejo de malezas son los CS que funcionan también como herbicidas, y más aún si se los combina con rotación. También sugirió tener en cuenta los momentos adecuados para mezclar y rotar activos. “Tenemos que tener cuidado de no virar solo la atención a las malezas anuales y olvidarnos de las otras. Esto nos lleva a aumentar el costo de los herbicidas y esos insumos no son para tener más rinde, sino para no perder”, remarcó. Finalmente, representantes de Municipios Verdes de Monte Buey explicaron el impacto positivo de certificar con las Buenas Prácticas Agrícolas en zonas periurbanas, ya que permiten llevar tranquilidad y transparencia a los ciudadanos respecto a cómo son los procesos productivos en las zonas aledañas a los pueblos.

El grupo atento a las palabras de Martín Marzetti.

José Luis Zorzin, ATR de la regional desde hace 14 años, recibió un reconocimiento por su trayectoria.