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JUL 2016
Las columnas griegas
Dóricas, jónicas o corintias, dieron elegancia y sustentabilidad al orden arquitectónico clásico y se difundieron en el Imperio Romano y el mundo occidental Uno de los temas preferidos de los profesores de historia de la antigüedad clásica es la columna griega y sus distintos diseños, es decir, los órdenes decorativos: jónico, corintio, dórico. Su importancia, cree El viajero ilustrado, está en que esta pieza de la construcción influyó desde tiempos antiguos en el desarrollo de la arquitectura en Europa, Asia y Medio Oriente. La palabra “columna” viene del latín y significa “sostén”. Tiene tres partes: la basa apoyada en el suelo, el fuste en la parte media y, como terminación en las alturas, el capitel. El arquitecto romano Vitruvio decía que las columnas imitaban el tronco y las ramas de un árbol. Ese orden clásico fue recreado en Europa en el siglo XVI por arquitectos como Palladio. y aún hoy, por analogía, los arquitectos hablan de basa, fuste y capitel para analizar las partes de un
rascacielos. En la arquitectura de Grecia, Roma, Egipto y Persia, las columnas cumplían una función estructural porque sostenían el edificio, por caso, un templo religioso o un palacio aristocrático. las columnas podían ser cuadradas y redondas o estar incluidas en un muro. También se diseñaron columnas conmemorativas, como la de Trajano en Roma -que celebra sus campañas militares- o las columnas con imágenes de toros sagrados en Persépolis, en la actual Irán. Como sabe El viajero, la columna dórica -que se llama así por los dorios, la primera civilización griega- es sencilla y de gran fortaleza. Surgió en el siglo VII antes de la era cristiana en Grecia y el sur de Italia. Su modelo es el Partenón de Atenas, donde las columnas se apoyan directamente sobre la base del templo -el .estilóbato- para crecer hacia arriba con un fuste acanalado. En las alturas, el capitel sostiene el techo del templo mediante el entablamento, entre otras invenciones arquitectónicas de la’ época. En cuanto a sus dimensiones, la columna dórica
se inspira en las proporciones del cuerpo humano. Por eso, no es tan monumental como las columnas egipcias que se ven en el templo de Luxor. En el siglo VI antes de Cristo el orden jónico, más esbelto y elegante que el dórico. Los jonios eran pueblos de Anatolia – actual Turquía-, que colonizaron las islas del mar Egeo y parte de Grecia. El modelo es el templo de Erecteón en la Acrópolis de Atenas, con sus famosas columnas en forma de cariátides. El estilo jónico con su basa y columnas estilizadas -y un capitel decorado con volutas- también puede verse en el Templo de Portuno, en Roma. En el siglo IV antes de Cristo se impone el orden arquitectónico de Corinto, ciudad griega ubicada en el Peloponeso. Más refinadas aún que las jónicas, las columnas corintias se distinguen por la decoración del capitel: las hojas de acanto son su tema predilecto. El modelo corintio es el Monumento a Lisícrates en Atenas. Los romanos se inspiraron en los tres órdenes clásicos griegos para levantar las columnas del famoso Panteón, impul-