Cronicas y
recuerdos de
diciembre
Fernando Urquizú*
l mes de diciembre se caracteriza en nuestra tierra Guatemala por tener un frío moderado, al que no estamos acostumbrados por vivir en una eterna primavera, a pesar de los problemas ecológicos que se enfrentan en la actualidad, que sumados a otros como la violencia, hace de este mes un compás de esperanza para evocar, con nuestra familia, viejos recuerdos, que junto a las lecturas de pretéritas glorias nos traen a una realidad llena de luces eléctricas, productos desechables, tamales y ponche prefabricados que han cambiado el entorno, mas no el espíritu de unión familiar cuyo mensaje pervive incólume frente a los cambios de vida material.
Nuevos datos acerca de tradiciones de diciembre
las
Contrario a lo que se ha afirmado que el impulsor de nuestras tradiciones de diciembre fue el Santo Hermano Pedro de Betancourt, actualmente sabemos que la evangelización del Nuevo Mundo fue cuidadosamente planeada desde la segunda década del siglo XVI, cuando los españoles se dieron cuenta que la riqueza del Nuevo Mundo estaba implícita en su tierra y su gente a la que debían incorporar a un sistema productivo que se aceptaba o se moría en este. Esta eventualidad determinó el uso de imágenes para sustituir una campaña de alfabetización, que uniera la ideología cristiana, y a la vez fragmentara la sociedad en la que los ritos y el arte eran parte fundamental para el proceso de fijación y aceptación del destino estratificado de la sociedad, que se rige por la voluntad divina, encarnada en sus autoridades terrenales religiosas y civiles. Esta forma de enseñanza hacía énfasis en la propagación del analfabetismo en los pueblos para evitar el acceso a la literatura y las ciencias, mientras que la lectura y escritura musical, junto a las demás artes orientadas al pensamiento cristiano, florecieron al lado de la cultura hispánica como producto de la orientación del cultivo de la fe. En este contexto el calendario romano antiguo rigió de manera cíclica la enseñanza, aprendizaje, marcando en el mes de diciembre el papel de la mujer en la sociedad, entendida como un modelo humano perfecto: a la Virgen María, que desde su concepción,
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Ventas de artículos para decorar la casa en la temporada de fin de año, antes de 1917 en la Nueva Guatemala de la Asunción. celebrada el 8 de diciembre, expresa en una figura femenina, llena de gracia y belleza, la meta que toda mujer puede alcanzar siempre que emule su ejemplo como piedra angular del hogar y la sociedad. Estos atributos le serían dados posteriormente de su vida terrenal para disfrutarlos en la Gloria Eterna, que alcanzaría después de la muerte. Una variante de este modelo es la Virgen de Guadalupe cuya festividad fue fijada para cada 12 de diciembre, con la conveniencia de exponer un modelo de belleza femenina local, como lo expresa esta devoción. La misma Virgen, con diferente apariencia, se le apareció al indígena novohispano, ahora santo, Juan Diego, en diciembre de 1531, lo cual fortaleció la creencia bajo un signo de unidad diferente al europeo. Desde entonces, el mes de diciembre ha transcurrido fortalecido por estas fiestas y las procesiones de la Virgen que se denominan como rezados, sobrevivieron a la cultura liberal, porque simplemente este es un período en el que se vivió el régimen español sin España, donde el poder de la monarquía y la nobleza fue sustituido por los caudillos, los terratenientes y la burguesía, que encontraron en estas tradiciones una entretención popular. La fijación del papel de la mujer en nuestra sociedad también se fortaleció con las posadas, que se realizan en la octava de la festividad de la Concepción, esto significa que comenzaban el 16 de diciembre para terminar el 24, constituidas por el rezo itinerante en
Guatemala, VIERNES 6 de diciembre de 2013
un vecindario determinado, y es una novena para recapitular la unidad familiar y la caridad cristiana, que termina con el nacimiento del Niño Jesús, para lo cual se confecciona en iglesias y casas un altar denominado Belén o Nacimiento, constituido por un grupo de personas (personajes) que algunas veces se escenifican de manera teatral (pastorela) o bien se representa en maquetas a diferentes escalas con figuras elaboradas en materiales como barro, madera o tela. A mediados del siglo XVIII, el rey de España, Carlos III, que a su vez era Virrey de Nápoles, vio que en las iglesias y casas de aquel lugar de Italia se ilustraba el nacimiento de Jesús con imágenes de porcelana y cerámica, hechas a escala menor, costumbre que él adoptó para su corte y que luego fue considerada como una costumbre muy noble de reproducir en cada casa, la cual fue traída al Nuevo Continente por los conquistadores y que pervive hasta ahora, con las adaptaciones de materiales como barro (figuras