L
os efectivos de la PNC se han solidarizado con los adultos mayores, especialmente con quienes están en el abandono.
Karla Gutiérrez @KgutierrezDCA Hay palabras que tienen el poder de transformar la realidad, aunque sea por un momento, y son capaces de llenar el corazón de alegría y la conciencia de satisfacción, por realizar una buena obra. Agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) de diferentes puntos del país podrían dar fe de ello, pues en diversas ocasiones han recibido como gratitud un “Dios se los pague” o “Dios los bendiga”, por parte de adultos mayores a los que les han brindado asistencia. Uno de ellos fue doña María Andrea López, de Jutiapa, con quien efectivos del lugar compartieron un almuerzo después de encontrarla caminando por una calle, en la cual pedía ayuda a los transeúntes para comprar un poco de comida. La mujer, de unos 70 años, se movilizaba con dificultad y se mostraba cansada, por lo que los elementos se acercaron y la trasladaron en un autopatrulla hacia su comisaría, donde, después de hacer una colecta entre sus compañeros para adquirir un menú en el mercado local, degustaron los alimentos junto a ella. El momento, que no habría durado más de 25 minutos, conmovió hasta las lágrimas a la señora, y no dejó de agradecer el gesto de los policías, a quienes colmó de abrazos y bendiciones. Durante la convivencia, los agentes descubrieron que doña María era viuda y que sus hijos la habían abandonado, lo que la obligaba a buscar la caridad de la gente para poder sobrevivir. Esto propició que gestionaran el apoyo de diversas personas para la recolección de víveres, que pocos días después llevaron a su casa.
Solidaridad
Una situación similar enfrentaron efectivos que durante un patrullaje de
Atendiendo a los abuelos
Doña María Andrea López (arriba) recibió la deferencia de los uniformados, como parte de las acciones humanitarias de la Policía.
rutina en la aldea Estanzuela Arriba, de Quezaltepeque, Chiquimula, localizaron a una anciana que trasladaba un tercio de leña, la cual pretendía vender. Según contó a sus benefactores, debía realizar esa actividad para ganar dinero, pues no tenía quién la apoyara. Los elementos la llevaron hacia su destino, en la unidad en la que se conducían, y al comentar el hecho con sus colegas resolvieron reunir fondos para llevar algunos insumos a la mujer, quien calificó de ángeles a aquellos que no fueron indiferentes a sus necesidades.
SEGURIDAD
4
Fotos: cortesía PNC
Guatemala, 26 de marzo de 2017