

Este 2024, el Día Mundial del Medio
Ambiente se centra en la restauración de los suelos, que nos aportan oxígeno, alimentos y agua
ALAYANS STUDIO
El número y la duración de los períodos de sequía ha aumentado un 29% desde el año 2000, según la ONU. Si no se toman medidas urgentes, este problema podría afectar a más de tres cuartas partes de la población mundial en 2050. Ante este escenario y coincidiendo con el 30º aniversario de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación, el Día Mundial del Medio Ambiente se centra este 2024 en restaurar las tierras, detener la desertificación y fortalecer la resiliencia a la sequía bajo el lema ‘Nuestras tierras. Nuestro futuro. Somos la #GeneraciónRestauración’. Desde el siglo XIX, las actividades humanas han sido el
ONU llama a la acción y defiende que esta es la generación que puede frenar la desertificación del planeta. ISTOCK
principal motor del cambio climático. El uso de gasolina para conducir un coche o del carbón para calentar un edificio, así como la deforestación de los bosques sin cotos para ganar terreno al cultivo, son algunas razones que han acelerado el calentamiento global a una velocidad de vértigo. Como explica la ONU, esta serie de acciones han elevado la temperatura del planeta al ritmo más rápido de los últimos 2.000 años y ha puesto en peligro los ecosistemas de todo el mundo. «Los espacios naturales de los que depende la existencia de la humanidad están llegando a un punto de no retorno», alerta. En este sentido, el organismo recuerda que la superficie
terrestre proporciona servicios vitales, como oxígeno, alimentos y agua, y absorbe parte de las emisiones de carbono producidas por las actividades humanas.
RÉCORD DE TEMPERATURAS
La desertificación es una de las consecuencias más visibles del cambio climático y una de las más costosas en términos económicos, sociales y medioambientales.
En España, según las primeras conclusiones del informe de la Estación Experimental de Zonas Áridas, la degradación activa por desertificación se ha triplicado en la última década y es especialmente acuciante en la zona sur. Entre 2010 y 2020, estas zonas alcanzaron el 3% del territorio y todo parece indicar que acabaremos la década por encima del 5%. Y esto se refiere únicamente a las zonas que se degradan a mayor velocidad; si hablamos de aquellas que ya están desertificadas, la cifra supera el 20%.
Además, cabe recordar que a más calor, mayor probabilidad de que un terreno se seque. Teniendo en cuenta que en los últimos 12 meses (desde abril de 2023 hasta marzo de 2024) la temperatura media mundial ha sido la más alta desde que hay registros –tal y como recoge el Servicio de
Cambio Climático Copernicus–, las posibilidades de que esto suceda se incrementan. Asimismo, la falta de limpieza en los montes y la previsión de un verano más caluroso de lo normal (+2ºC, calculan) podrían traducirse en combustible de cara a la temporada estival. Las olas de calor y las noches tropicales que favorecen los incendios forestales se han vuelto cada vez más frecuentes y este año parece que no será una excepción.
94.000
millones de euros, beneficio de España si frena el cambio climático (Fuente: Life Clima 1.5)
EFECTOS ECONÓMICOS
Como se ha mencionado antes, los efectos del cambio climático no se limitan únicamente a la pérdida de biodiversidad, también afectan a la economía de los países afectados. De hecho, España es uno de los territorios más perjudicados en Europa.
Según el Banco Central Europeo, una desviación de un grado centígrado de la temperatura media histórica enca-
rece los alimentos procesados en un 0,1% aproximadamente un año después de la perturbación; los alimentos no procesados en torno a un 0,2% en el mismo año; y la inflación de los servicios crece alrededor del 0,07% un año después de la alteración climática.
En cambio, si España apuesta por la inversión en energías renovables, transporte limpio o agricultura sostenible, obtendría beneficios de 94.000 millones de euros. Así se desprende el informe Beneficios del Acuerdo de París, incluido dentro del proyecto Life Clima 1.5 que 14 ONG europeas (entre ellas, la española SEO Birdlife) han promovido y en el que afirman que, de hecho, «no hacerlo cuesta mucho más».
El estudio cuantifica tanto los beneficios en salud y empleo, como el coste de vida y pérdidas de bienestar evitadas, así como la seguridad energética y la extracción de recursos restada, para una acción climática alineada con el marco de la ONU. Aunque se estima que alcanzar los objetivos fijados requerirá una inversión de 294.000 millones de euros hasta 2030, las pérdidas por el cambio climático evitadas son significativamente superiores, llegando a un ahorro de 402.000 millones de euros. ●
LA CLAVE
Una llamada a la acción
La Tierra está sometida a una presión cada vez mayor debido a la deforestación, la urbanización, el desarrollo industrial, la expansión de la agricultura y las prácticas agrícolas insostenibles. Todas estas prácticas descontroladas están socavando su capacidad para sustentar la producción de alimentos, mantener los recursos de agua dulce y forestales, así como para regular el clima y la calidad del aire. «No podemos retroceder en el tiempo, pero sí podemos hacer crecer los bosques, revitalizar las fuentes de agua y restaurar los suelos», defiende la ONU llamando a la acción. Para mantener el calentamiento global por debajo de 1,5°C este siglo, el organismo insiste en la necesidad de reducir a la mitad las emisiones anuales de gases de efecto invernadero para 2030.
Regenerar el agua y los ecosistemas naturales es fundamental para preservar la sostenibilidad de nuestros territorios, especialmente en un contexto de escasez hídrica
Elcambio climático es el mayor desafío que afronta la humanidad en la actualidad. El Día Mundial del Medio Ambiente, promovido por las Naciones Unidas cada 5 de junio, focaliza este año su mensaje en restaurar las tierras, detener la desertificación y fortalecer la resiliencia a la sequía. Este llamamiento a la acción nos recuerda la urgencia de proteger nuestro planeta.
Según la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación, casi la mitad de la población mundial reside en zonas «degradadas»; es decir, aquellas zonas que sufren desertificación. Desde el año 2000, los episodios de sequía se han incrementado un 29% a nivel global. En concreto España es uno de los países de la Unión Europea más afectados por la sequía, en estos momentos especialmente en el sur y en Cataluña, y su ciudadanía se encuentra entre las más concienciadas con este problema. Veolia, referente mundial de la transformación ecológica con soluciones en agua, energía y residuos, ha publicado este año la segunda edición del Barómetro de laTransformaciónEcológica, realizado a nivel global junto a la consultora Elabe. Este estudio destaca la mayor concienciación de la población española ante el cambio climático: un 78% de los encuestados se siente vulnerable ante sus efectos, frente a la media mundial del 65%; por otra parte, el 80% de la ciudadanía consultada considera que puede verse afectada por un deterioro de su calidad de vida, frente al 68% global.
En España, Agbar, parte del grupo Veolia, representa un hub de conocimiento del ciclo integral del agua, donde suministra agua a 13,5 millones de personas y presta servicio a 1.100 municipios, actuando desde la proximidad al territorio. En el esfuerzo colectivo para actuar ante el cambio climático, y frente al reto de la desertificación y la sequía en particular, la compañía ha reforzado su estrategia de soluciones innovadoras para la preservación y la gestión sostenible del agua. Esas soluciones se basan en modelos circulares y se inspiran en la propia naturaleza, con la fina-
lidad de cuidar y restaurar los ecosistemas en las instalaciones del grupo, así como en espacios naturales clave. Como ejemplo, en el parque El Recorral de Rojales (Alicante), Hidraqua, parte del grupo, ha creado en colaboración con el ayuntamiento una zona húmeda de cinco lagunas artificiales con agua regenerada. Una variedad de vegetación y fauna salvaje prospera ahora en este nuevo paisaje, cuya función consiste en evitar vertidos al medio ambiente ante episodios de lluvias torrenciales.
REUTILIZACIÓN
PARA SER MÁS RESILIENTES
La economía circular está en el centro de las actividades del grupo. Ante el contexto actual de escasez hídrica, Agbar apuesta por la regeneración y posterior reu-
tilización del agua, otorgándole múltiples nuevos usos. El riego, tanto de zonas verdes urbanas como de cultivos, la limpieza de las ciudades o la devolución de agua regenerada en condiciones óptimas a ríos y acuíferos, para reiniciar el ciclo de captación, son ya algunos ejemplos funcionales de esta solución. La ecuación no puede ser más clara: a mayor cantidad de agua regenerada en circulación, menor dependencia de la climatología y menor presión sobre los recursos hídricos disponibles. En el área metropolitana de Barcelona, el 25% del agua que se consume hoy en día ya es agua regenerada. Esto se ha conseguido gracias a la ecofactoría del Baix Llobregat, que depura las aguas residuales que le llegan y, tras un tratamiento avanzado, emplea esta agua regenerada pa-
ra nuevos usos urbanos, agrícolas e industriales.
Ejemplos que también son referentes a nivel nacional los encontramos en la región de Murcia. Allí, el agua regenerada de las depuradoras de La Hoya (en Lorca) y de Cabezo Beaza (en Cartagena) ya sirve para usos agrícolas en campos cercanos, contribuyendo así a paliar los efectos de la sequía en la zona.
Además de regenerar el agua para reutilizarla, otro eje fundamental del grupo consiste en naturalizar las instalaciones y minimizar la huella ecológica para transformarlas en infraestructuras verdes. Precisamente en Cabezo Beaza este enfoque –que se basa en la reducción de productos fitosanitarios, la lucha contra especies invasoras y la creación de zonas de alimentación y refugios
para animales– ha permitido reintroducir la malvasía cabeciblanca, un peculiar pato buceador muy escaso en España. Asimismo, en los humedales artificiales de depuración de Begudà, en Girona, se ha podido observar el nóctulo gigante, un murciélago en peligro de extinción en la zona. Definitivamente, el cambio climático es el mayor desafío al que nos enfrentamos como sociedad. La concienciación ambiental es parte fundamental de este reto al que todos podemos contribuir y con el que Agbar también se compromete, a través de la organización de exposiciones, talleres y recogida de residuos en playas, entre otras acciones. Cada gota de agua, cada grano de arena cuentan. Juntos, podemos idear y concretar nuevas soluciones más respetuosas con nuestra Tierra.
El transporte en entornos urbanos es el centro de nuevas legislaciones que potencian el uso de bicicletas, vehículos eléctricos y biocombustibles
ALAYANS STUDIO
En los últimos años, distintas investigaciones científicas han ido demostrando el gran impacto que tiene la contaminación no solo en la calidad de vida, sino también directamente en la salud. En concreto, actualmente en España hay 24 días al año en los que los niveles de contaminación superan los valores recomendados por la OMS, según un estudio liderado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) y el Barcelona Supercomputing CenterCentro Nacional de Supercomputación (BSC-CNS).
Para luchar contra ello se han propuesto distintas políticas. La última de ellas, el anteproyecto de Ley de movilidad sostenible, que será tramitado por la vía de urgencia para que se ponga en marcha antes de fin de año y así cumplir con los compromisos con la Unión Europea.
En esta norma se recoge por primera vez la movilidad como un derecho de toda la ciudadanía, lo que se traduce en una apuesta definitiva por priorizar la movilidad activa y el uso del transporte público.
MOVILIDAD URBANA
Muchas de las propuestas que recoge esta ley están centradas en la manera en que las personas se trasladan dentro de las ciudades. Todo ello, sin perder de vista que la principal apuesta es promover la movilidad activa, es decir, fomentar que la gente camine o use la bicicleta (ya sea propia o pública).
Una de las opciones que se ofrece a los ayuntamientos es la de los peajes urbanos, es decir, reforzar las zonas de bajas emisiones cobrando una tasa a la circulación.
Otras propuestas que están muy relacionadas entre sí tiene que ver con impulsar el uso del transporte público, obligando a la Administración a potenciarlo e incentivarlo; y,
a la vez, posibilitar alternativas atractivas al uso de vehículo privado. Además, se creará el Espacio de Datos Integrado de Movilidad (EDIM), con el objetivo de compartir ideas y optimizar las decisiones sobre infraestructuras o puesta en marcha de servicios.
VEHÍCULOS ELÉCTRICOS
Al margen del transporte público y la movilidad activa, una muy buena opción para trasladarse por la ciudad de forma más respetuosa con el
medioambiente es compartir coche u optar por el uso de vehículos eléctricos.
Entre las alternativas favoritas de la ciudadanía dentro del entorno urbano están las motos eléctricas. Al ser ligeras y pequeñas, ayudan a que la circulación sea mucho más fluida y solucionan problemas de aparcamiento. Además, tardan menos que un coche en recargarse y son perfectamente autónomas en las distancias que se recorren dentro de la ciudad.
días al año en España los niveles de contaminación superan la recomendación de la OMS
En ese sentido, una de las medidas que más se está reclamando a los ayuntamientos es aumentar el número y la accesibilidad de los puntos de carga, para poder agilizar estos procesos y que resulte más cómodo apostar por los vehículos eléctricos.
VIAJES LARGOS SOSTENIBLES
Sin embargo, el anteproyecto de ley también tiene en cuenta los trayectos más largos, muchos de ellos para transportar mercancías. La idea es reducir el tráfico por carretera y trasladarlo al tren. Para conseguirlo será necesario desarrollar autopistas ferroviarias en los tramos en los que haya más demanda empresarial, así como bonificar estos cánones a los operadores durante, al menos, cinco años, y lanzar apoyos e incentivos al sector.
Todo ello tiene como objetivo conseguir que un mínimo del 10% del transporte de mercancías se realice en tren antes del año 2030.
BIOCOMBUSTIBLES
Conseguir una movilidad más sostenible con vehículos no eléctricos pasa por recurrir al uso de biocombustibles. Se trata de combustibles renovables que provienen de materia orgánica. Asimismo, poseen un nivel de emisiones neto de CO2 muy por debajo del de los carburantes fósiles.
Al poder mezclarse o sustituir a los combustibles tradicionales, aceleran la transición energética y fomentan la economía circular, ya que se pueden producir a partir de residuos orgánicos. ●
90%
se reducirían las emisiones netas de CO2 con el uso de biocombustibles, en comparación con los fósiles, según la Universidad de Málaga.
10%
del transporte de mercancías por tren es el mínimo que se quiere lograr antes de 2030 en España, para acercarse a la cifra media que ya se da en la Unión Europea.
El déficit de precipitaciones y el aumento de las temperaturas han agudizado la escasez hídrica, pero estamos a tiempo de intentar revertir esta situación
MANU CARRERO
Tras un 2023 con precipitaciones por debajo de la media y, según Jesús Vargas Molina, investigador del Observatorio Ciudadano de la Sequía, «con temperaturas anormalmente altas» y «varias olas de calor», la situación de la sequía a nivel nacional ha afectado a casi la totalidad de la Península Ibérica y los archipiélagos.
La suma del descenso de precipitaciones y el repunte en las temperaturas a nivel general han provocado que la disponibilidad de agua para distintos usos «sea menor que en otros periodos de sequía», indica el experto. En este sentido, el Coordinador de Política del Agua de WWF, Rafael Seiz, señala que esta sequía meteorológica se ha agudizado en estos
«dos últimos años muy cálidos»; también, por la estacionalidad y «los veranos más largos y secos y los inviernos más largos, secos y cálidos». Estas circunstancias provocan el escenario de escasez en el que nos encontramos, agravado, además, por «el desequilibrio existente entre los recursos hídricos disponibles almacenados en los embalses y la cantidad de demanda de agua».
RESERVAS HÍDRICAS NACIONALES
De acuerdo con los datos publicados por el MITERD el martes 28 de mayo, los embalses españoles tienen una reserva acumulada este mes del
66,26%, cuatro puntos por encima de la media de los últimos diez años. No obstante, es necesario distinguir entre los diferentes territorios, con excepciones negativas. La situación es peor en el sur, en la cuenca del Segura o la de Guadalete-Barbate; tampoco tienen buenos datos en las Cuencas Internas de Cataluña. En función de «los indicadores de lluvia, los indicadores de niveles de embalses y los niveles de aguas subterráneas, se categoriza la situación como de normalidad, de alerta o de emergencia, y se ponen en marcha una serie de medidas previamente planificadas pa-
Colaboración ciudadana
Aunque en primera instancia pueda parecer desalentador el ingente consumo de recursos hídricos por parte de las grandes empresas, los ciudadanos siguen teniendo un papel esencial en el presente y futuro de la gestión del agua. El Coordinador de Política del Agua de WWF, Rafael Seiz, indica que «cuanto más conscientes seamos de la importancia de tener seguridad hídrica (es decir, disponer de estos recursos en una cantidad y calidad adecuadas),
más podremos hacer a título individual y colectivo», puesto que «podremos exigir un modelo de producción y buenas prácticas con el agua a las administraciones».
La investigadora de la Fundación Nueva Cultura del Agua, Nuria Hernández-Mora, añade que es «absolutamente fundamental mantenerse bien informado y apoyar las decisiones políticas valientes que van en la línea de la transformación hídrica que necesita-
66,2%
de reservas en los embalses españoles, 4 puntos por encima de la media en la última década
ra cada escenario», agrega la investigadora de la Fundación Nueva Cultura del Agua, Nuria Hernández-Mora.
Especiales son los casos de Andalucía y Cataluña, puesto que la sequía está durando muchos años. No obstante, el desajuste entre los recursos disponibles y su demanda agrava la escasez, circunstancia que ocurre «en la mayoría de cuencas del centro, del sur y del
Mediterráneo», apunta Hernández-Mora.
POSIBLES SOLUCIONES
Anticiparse a la sequía meteorológica y a la escasez es crucial para mantener las reservas: «Deberíamos gestionar las sequías cuando tenemos recursos y cuando llueve, porque la sequía va a venir tarde o temprano», afirma Seiz. Las restricciones en vigor en Cataluña y las próximas posibles en algunas zonas de Andalucía se deben a la situación de emergencia «que ya no vamos a poder resolver con una gestión a medio plazo».
Reivindicar una transición hídrica justa por parte de las diferentes administraciones y velar por un reparto social del agua son pautas básicas para alcanzar el bienestar hídrico. ●
mos». Para ello, la investigadora apunta que debemos eludir los hidromitos. Al hilo de esto, la investigadora del CREAF, Annelies Broekman, insiste en la especial importancia en «no quedarse en el rol individual de cada uno y participar en la comunidad, a través de los diferentes ciclos de planificación del agua que prevén la participación ciudadana». Si bien a nivel individual podemos tomar partido adop-
tando un estilo de vida lo menos consumista posible, alargando la vida útil de nuestros productos o comprando alimentos de temporada y de proximidad, para Broekman la clave reside en «la formación», en tener el máximo número de perspectivas posibles. Apuesta por la implicación en los barrios mediante «iniciativas que quieran construir alianzas y estrategias que reduzcan el impacto de nuestros usos en el medio ambiente». ●
Las masas de agua subterránea son un recurso vital para nuestro país pero se enfrentan a serias amenazas como la sobreexplotación y la contaminación
PATRICIA DÍAZ
España es uno de los países de Europa con mayor cantidad de acuíferos. La Ley de Aguas define este recurso como «una o más capas subterráneas, de roca o de otros estratos, que tienen la suficiente porosidad y permeabilidad para permitir ya sea un flujo significativo de aguas subterráneas o la extracción de cantidades significativas de aguas subterráneas». Para un país como el nuestro, con déficit de precipitaciones en buena parte de su superficie, estas formaciones geológicas de agua dulce son una fuente vital para el abastecimiento humano, la agricultura y los ecosistemas. Sin embargo, la sobrexplotación está agotando las reservas a una velocidad alarmante, ya que la extracción
de agua del subsuelo se realiza a un ritmo superior al de la infiltración. A esto se suman la contaminación y los efectos del cambio climático, que reducen la recarga natural de los acuíferos.
PANORAMA GENERAL
En España hay más de 800 masas de agua subterráneas. Las más relevantes son bautizadas con un número. Por ejemplo, el acuífero 27 está asociado al Parque Nacional de Doñana y el 23, a Daimiel. Estos dos son los más importantes y en los que más agua se ‘roba’, según un estudio de la organización WWF. El informe detalla que la superficie regada con agua extraída ilegalmente en Doñana podría ser de más de 4.700 hectáreas. En Daimiel la situación es
aún más dramática, con 51.465 hectáreas de cultivo regadas ilegalmente, el equivalente a 62.300 campos de fútbol. Otro estudio publicado por Greenpeace calcula que los acuíferos españoles cubren
España es uno de los países de Europa con una mayor cantidad de acuíferos
Hay más de 800 y los más importantes se encuentran en Doñana y Daimiel
más del 90% del territorio y abastecen a cerca del 15% de toda la población, así como a muchos espacios naturales como los ya mencionados. Desafortunadamente, un 44% de estas masas de agua (más de 350) se encuentran en mal estado. Este informe destaca que se trata de un fenómeno que se arrastra desde
EN CIFRAS
90%
del territorio español está cubierto por acuíferos, según el informe de Greenpeace
hace años y que aún no se ha resuelto, incumpliendo varios objetivos ambientales fijados en la Directiva Marco del Agua de la Unión Europea.
A pesar de que las lluvias acumuladas en primavera tienen un efecto importante a corto plazo, los científicos advierten que se necesitaría que lloviera más para paliar la sequía de estas zonas. Explican que estas aguas deben primero saturar el suelo y es un proceso muy lento, así que si se
continúa consumiendo agua subterránea y esta no se repone, seguirán los problemas.
AMENAZAS DE LOS ACUÍFEROS
Además de esta extracción excesiva para uso agrícola y de la disminución de calidad en las aguas, se suma un problema en zonas costeras: los acuíferos se salinizan. Si se sobrexplota un acuífero cercano al mar, sus aguas saladas pueden terminar rellenando los ‘huecos’ que haya dejado el agua dulce.
«La intrusión marina supone un deterioro del bienestar, debido a la mayor corrosión; tiene un efecto negativo en la agricultura; provoca el empeoramiento del estado de los humedales y merma la descarga de agua dulce al mar, que es ecológicamente importante», señala un informe del Instituto Geológico y Minero.
LA CIFRA 44%
de los acuíferos se encuentran en mal estado, afirma el citado estudio de Greenpeace
Sin embargo, este no es el único problema que amenaza el agua subterránea en España. La agricultura intensiva, la industria y la urbanización han contribuido a la presencia de nitratos, pesticidas, metales pesados y otros contaminantes en los acuíferos, lo que plantea verdaderos riesgos para la salud humana y los ecosistemas acuáticos.
Además, los efectos del cambio climático, con la disminución de las precipitaciones y el aumento de las temperaturas, pueden afectar a la recarga de estas masas de agua.
¿CÓMO PROTEGERLOS?
Ante estos desafíos, resulta crucial implementar medidas efectivas de gestión y conservación. Esto incluye la regulación de las extracciones de agua. A día de hoy y según el informe de Greenpeace mencionado, el 22% de las masas de agua subterránea en España no disponen de un solo sensor que mida su evolución (sensor piezométrico) y permita, por tanto, conocer con detalle su estado cuantitativo en base al nivel freático.
Además, se debería promover la aplicación de prácticas agrícolas sostenibles y ayudaría la inversión en infraestructuras de tratamiento de aguas residuales y la promoción del uso eficiente del agua en todos los sectores. A nivel ciudadano, es clave una mayor concienciación sobre la importancia de proteger estos recursos naturales. ●