la consecuente problemática ambiental por la infiltración de contaminación en el manto freático. La suma de los diferentes componentes ambientales construye este paisaje y sus múltiples beneficios para el turismo, como lo son las arenas blancas que proyectan hermosos colores turquesa al reflejarse en el mar, que además no absorben el calor, por lo cual es un agrado su contacto con la piel. Desde el punto de vista del diseño, todos los programas turísticos sustentables, aprovechan las diferentes formas que se encuentran en el suelo erosionado del litoral, dotando de valor escénico la arquitectura, los tours, las pasarelas, los restaurants y spas. Continuando el recorrido por la zona hotelera, se llega a distintos miradores que se abren espacio entre los monumentales resorts, palabra que define a un complejo turístico de arquitectura de servicios para el descanso, los cuales son la imagen urbana identitaria de esta zona. Cada resort compite en diseño, glamour, forma y acceso, imponiéndose en el paisaje urbano. Esto fue posible gracias al plano regulador de 1982, que consolida la distribución de la tierra en supermanzanas, las cuales incorporan áreas verdes y servicios asociados, por lo cual los grandes resorts no tienen problema de cabida, permitiendo múltiples diseños. Como se ve en este corte, la zona es abundante en agua, con diferentes situaciones de borde costero, lagunar y de manglar, por tanto es interesante pensar que existen tipologías de apropiación del borde, donde la infraestructura presenta su forma en función de las necesidades de aproximación vivencial del turista.
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