HADITAS

Page 53

53 — Compañeras y amigas. Ej para mi un motivo de gran tristeza decirles que, para mi, ha terminado un ciclo de trabajo feliz y frujtífero, porque me voy a tener que retirar a otro lugar para cumplir una promesa que le hice a mis hermanitaj de aquel lejano país que les he contado. Quiero decirlej que me voy con mucho pesar pero que regresaré muy pronto. Graciaj. Todas se quedaron de una pieza porque no concebían que alguien quisiera irse de este hermoso lugar donde había de todo y la vida transcurría con tanta tranquilidad. Pero nadie se atrevió a detenerla porque sabían muy bien que todas las que se habían ido, tarde o temprano regresaban buscando la paz. Al día siguiente, después de exponerle sus motivos a las marujitas mayores — que lo entendieron muy bien— y de despedirse de Candita, Teutila, Nelly y Celerina, con su viejo vestido en un atadito, un guaje lleno de chorote y unos tamalitos de chipilín, Ugahí salió de la Ceiba acompañada un buen trecho por la totalidad de las marujitas que le iban cantando “Las golondrinas” en pleno vuelo. — Yo me hubiera quedado con las haditas de Tabasco —dijo Iruma muy convencida—. Aunque no sé —rectificó pensativa— porque las de su país también la necesitan, y se los prometió. Hum, no sé… Le voy a preguntar a mis amigas… Chao. Y, pensando, se despidió con la mano y cerró la ventana. Yo me quedé mirando a un solitario rubí de granada que reflejaba el sol de la tarde. LA PAYASA HADITA. Los siguientes días fui yo el que no pude estar pero le avisé con un recadito en la ventana. Un amigo me invitó a unas conferencias en Aguascalientes sobre la economía periférica en las grandes ciudades en el marco de una campaña electoral.

53


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.