El abrazo del Teide

Page 1


EL

ABRAZO DEL TEIDE

Y ahí, en Montaña Blanca quedamos con Cris y con Lara. Esos kilitos de menos en la mochila que nos llevó Lara a María y a mi. De nuevo, alineación de astros para que Lara pudiera aparcar en Montaña Blanca, reconocerse con Cris (que le encontró plaza) y empezar camino juntas desde los 2500 m hasta nuestro encuentro en la encrucijada. Ahí, donde la señal está cerca de la cadena, en el segundo arbusto a la izquierda…ahí es. El agua, el bizcocho, los bocadillos y ese queso del Asón, tan rico, pero que tanta compañía me hizo incluso pasadas las horas, empeñadito en refluir en las cuestas.

En cifras, más de 2600 m de altitud en siete horas, casi cinco litros de agua por cabeza bebidos, las sales que no se cuentan ni con los dedos de las dos manos, kilocalorías consumidas que son equivalentes a varios chuletones…pero incapacidad absoluta para pensar en kilómetros recorridos en esta ruta, porque lo que se acumula en las piernas es el desnivel.

Y ya somos seis mujeres ascendiendo y los que nos cruzamos que vienen de vuelta, que les “devolvió” la montaña porque no sabían de permisos ni de horarios. Y cruzarnos con el encargado de las “devoluciones” que nos pide permisos y nos da vía libre con los deberes bien hechos (gracias Sonia). Que a punto hemos estado de cargar también con crampones y piolet…Menos mal que los tinerfeños se pusieron a picar hielo como para quinientos gin tonics y despejaron la cumbre.

MONTAÑA BLANCA

Cris y Lara

NOS GUSTA CONECTAR MUJERES

MUJERES QUE AMAN LA MONTAÑA

MUJERES QUE CAMINAN, QUE CORREN QUE SUEÑAN

MUJERES QUE AMAN LA VIDA

Y antes de embarcarnos en el último repecho del día, “stairway to Heaven” hacemos pausa y despedida de Lara, que ojalá pronto pueda ella también atacar esa cumbre. Agradecidas de nuevo porque se baja los extras innecesarios y nos deja con lo esencial.

Aunque lo esencial pese más de once kilos…Mis recuerdos de subida fría y mochila ligera nada tienen que ver con este calor que aprieta hoy y que hace que cada peldaño parezca salvar medio metro. Y la hipoxia que dificulta la respiración.

María se pone en cabeza, modo puma. Le seguimos Maite y yo. A ritmo constante vamos subiendo los últimos 600 m que nos separan de Altavista. La adrenalina y el cortisol deben andar por las nubes, pensando en esas seis literas que son el premio a los madrugadores del día. Y esas “sales a la cafeína”que nos ponen la pila. Y esos jovenzuelos, que no venían de fiesta en el coche negro, que nos pisan los talones… Y Sonia cierra pendiente de Cris, a la que seguimos de lejos, pero no agobiamos porque confiamos en que va a llegar. Y la felicidad de ver aparecer una chimenea cerca y saltar el vallado de la obra para descubrir seis camas con su edredón y su almohada aún “sin dueño”, esperándonos en esta expedición “redonda” donde la montaña parece abrazarnos a cada paso. Y llega Cris, y llega Natalie a ocupar la última litera. Es el día quizás de las Mujeres y la montaña (me acuerdo de Gri, de Mujer y Montaña, que sé que nos está pensando) y también pienso mucho en María y en ese brindis que hago mentalmente con ella mientras asciendo.

ALTAVISTA

El refugio que nos acoge

Jaime pregunta si hay sitio y Cris le comenta que hay una “habitacion de al lado” pero que no suele estar abierta. De nuevo, la montaña nos abraza y ofrece una segunda suite de cuatro camas, perfecta habitación cuádruple para Andrea, Jaime, Dani y Rodrigo.

Y hablamos mucho con Cris, con Natalie de Ucrania, con los “vecinos” de suite y esta vez no lo ofrece María, se lo pedimos

sobre la cañada. Brutal ser capaz de cerrar los ojos y sentirse enraizadas, sabiendo que al abrirlos, el paisaje será ensordecedor de tanta belleza.

Y dejamos ir, respirando profundamente y nos llenamos de calma.

sienta bien, Maite y Sonia. Cris se centra más en infusión de té con cúrcuma y Almax, cada una con lo suyo…Y nos vamos a “no dormir”…La altitud, la cafeína, la adrenalina, los seis litros bebidos durante el día…Imposible pegar ojo. Recompensa, un cielo estrellado a los pies de un coloso.

NUEVOS AMIGOS La montaña no tiene edad

Jaime juega al rugby y también Rodrigo.

Dani y Andrea son primos.

Jaime y Andrea se conocieron preparando el TD1 con la gente del Sputnik. Andrea es una diosa de la montaña. Le gustan las montañas del mundo y ya ha recorrido unas cuantas. Nosotras llevamos infiernillo, pero es que ellos llevan tortillas de patata, cuñas de queso variado y hasta hummus.

Que pensamos que venían de fiesta es un hecho. Parece ser que no, que tenían el mismo objetivo que nosotras.

El Teide estaba de buen humor y quiso que ya no necesitaran crampones ni piolet y solo sus permisos que sí tenían.

Y meditaron y nos hicimos fotos y nos hicimos amigos.

Nos levantamos también con vosotras, dijeron ellos…JA…como leños dormían cuando salíamos y no nos pareció bien despertarles. Pero sus pasos más rápidos les permitieron llegar a cumbre también. Y celebramos con ellos, con Cris y con Natalie que también llegó al amanecer y esperamos sus fotos como “agua de abril”.

Y bajamos a Andrea hasta el coche. Y nos encantó conocerla y saber cosas de ella.

Ojalá volver a cruzarnos en su camino y en el de sus amigos de aventuras.

El Teide nos ha colmado de regalos en esta aventura.

0.4. 3,5

Nueva ruta para rodillas y caderas con condromalacia

Se puede bajar andando, seguro que sí. Cris volvía por Pico Viejo.

Pero nuestra ruta terminaba en el teleférico, con Andrea, a la que llevamos hasta la playa de El Socorro y pudimos conocerla un poco más. Energía femenina en un coche muy montañero. Viajes y montañas, amigas, la vida.

Estamos cansadas, pero el Teide nos ha tratado de lujo.

Ahora es el momento de saborear la hazaña y disfrutar de lo vivido.

Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.