Proceso 1928

Page 54

El futuro inmediato de la economía de Estados Unidos está en el filo de la navaja por el fracaso del Congreso en aprobar el presupuesto para el año fiscal 2014 (en curso desde el martes 1) y lograr un aumento al tope de deuda externa, calculada en 16.7 billones de dólares. Las posiciones hasta ahora irreconciliables sobre los temas del presupuesto y de la deuda entre los republicanos de la Cámara de Representantes, los demócratas del Senado y el presidente Barack Obama causaron el cierre parcial de las actividades del gobierno federal a partir del martes 1. Según especialistas, la inactividad del gobierno federal –la cual causa pérdidas diarias estimadas en unos 30 millones de dólares– es un mal menor. La enfermedad más grave y con tintes de epidemia mundial sería la declaración de bancarrota por el incumplimiento de los pagos de la deuda. “Sería un situación caótica y daría como resultado una recesión económica y una crisis financiera global peor que la de 2008”, advirtió el pasado miércoles 2 el Departamento del Tesoro de Estados Unidos. –¿Qué pasaría en México si Estados Unidos no paga a tiempo los intereses de su deuda? –pregunta Proceso a Goodman. –Primero, una pérdida en la apreciación de su moneda, porque el dólar se devaluaría en los mercados internacionales. Esto a su vez dificultaría la producción de ciertos bienes que importa México de Estados Unidos, pues subiría su valor o simplemente no estarían disponibles. Doctor en ciencias políticas por la Northwestern University, Goodman explica que técnicamente el intercambio comercial entre México y Estados Unidos se reduciría notablemente, pero reconoce que es casi imposible calcular las pérdidas; eso dependería de la duración de la crisis. “Los compradores (de ambos países) se quedarían sin dinero. En México esto llevaría a un aumento en la tasa de desempleo. Las empresas no competitivas tendrían que clausurarse e incluso habría cierres no necesarios de sectores macroeconómicos”, abunda. Además, la suspensión de pagos de la deuda pondría en riesgo 63 mil 300 millones de dólares de bonos del Tesoro que están en manos del Banco de México, bancos comerciales y gestores de fondos (casas de bolsa y compañías de seguros), publicó El Financiero en su edición del jueves 10. El martes 8 el Fondo Monetario Internacional (FMI) dio a conocer su reporte anual sobre las perspectivas de crecimiento económico mundial; en el caso de la economía mexicana sentenció que el desarrollo del producto interno bruto (PIB) para 2013 sería de 1.2% y no de 2.9%; como había dicho antes el organismo. La declaración de bancarrota de Estados Unidos sería peor para México que esa

54

inter.indd 54

corrección del FMI en términos del crecimiento del PIB. “México estaría obligado a hacer ajustes monetarios y sin duda el desarrollo económico del país se vería notablemente afectado y su tasa de crecimiento sería posiblemente menor que la pronosticada”, puntualiza Goodman.

Contra el “Obamacare” El impasse político en Washington entre republicanos y demócratas no es una cuestión estrictamente monetaria, sino una disputa ideológica. La crisis que llevó al cierre parcial del gobierno estadunidense tuvo su origen en la insistencia de los republicanos de la Cámara de Representantes –concretamente de su sector más conservador, el Tea Party– de no autorizar los gastos para el año fiscal 2014 si no se anulan los fondos para financiar la Ley de Salud Pública –llamada Obamacare– que entró en vigor el martes 1. El Senado, de mayoría demócrata, aprobó un presupuesto que rechazó la Cámara de Representantes, dominada por los republicanos. La desautorización republicana obedeció a que el presupuesto incluía fondos para la Ley de Salud Pública, y Obama amenazó con vetar cualquier proyecto de ley que pretendiera quitarle recursos a aquel ordenamiento. Por otra parte, el jueves 17 es la fecha límite del Departamento del Tesoro para cumplir con los pagos del servicio de la deuda, y para hacerlo necesita que el Congreso apruebe una legislación que autorice pedir dinero para respaldar los pagarés. La iniciativa de cumplimiento de los adeudos está técnicamente secuestrada, pues los republicanos quieren incluir en la legislación, para amortizar el tope de la deuda, una enmienda para el desfalco de la Ley de Salud Pública. Al cierre de esta edición, John Boehner, líder de la mayoría republicana y presidente de la Cámara de Representantes, anunció que su partido estaría dispuesto a ofrecer un proyecto de ley con una solución de corto plazo para incrementar el tope de la deuda. La oferta republicana consiste en autorizarle fondos al Tesoro para cubrir los pagos de interés de la deuda que abarcan un periodo de sólo seis semanas a partir del jueves 17. La solución temporal calmaría el nerviosismo de los mercados bursátiles, pero no resolvería el problema del presupuesto federal. Por lo menos no sin desfondar el Obamacare. Pero no habrá crisis, considera Goodman, pues el Congreso no permitirá una declaración de bancarrota. “El 17 de octubre, cuando se vence el plazo para el pago de la deuda, lo primero que van a hacer es pagar los intereses para no complicar la

situación o para impedir que en el futuro se pueda conseguir más dinero”, expone. El jueves 10 Jack Lew, secretario del Tesoro, expuso ante el Congreso la situación del departamento que encabeza: El jueves 17 se tendrá disponibilidad sólo de unos 30 mil millones de dólares. En términos presupuestales, el gasto diario para el funcionamiento del gobierno federal es de unos 60 mil millones y los adeudos que el Departamento del Tesoro debe cubrir a partir del jueves 17 son unos 120 mil millones de dólares en pagarés de bonos gubernamentales de corto plazo (en su mayoría, en poder de China). A esta cantidad deben sumarse 93 mil millones de dólares de intereses de deuda, los cuales tienen que pagarse el jueves 24, más 150 mil millones de dólares que deben reembolsarse el jueves 31 por el vencimiento de los bonos emitidos a cinco años. El Departamento del Tesoro informó que del 17 de octubre al 7 de noviembre de este año los pagos por el servicio de la deuda alcanzan la cifra de 417 mil millones de dólares, cantidad que se cubriría con el plan de solución de corto plazo propuesto por los republicanos. “Es un número que suena muy grande”, comenta Goodman, “pero dentro de los mecanismos de la economía es una cantidad factible y fácil de pagar, pues los intereses ahora son muy bajos (de entre 2 y 4%)”. No obstante, el análisis de los especialistas sobre el problema de la deuda es que las soluciones de corto plazo –como la propuesta por los republicanos– no calman la eterna ansiedad y volatilidad de los mercados bursátiles ni eliminan la posibilidad de una crisis como la de 2008. “Si Estados Unidos no baja el monto del principal de su deuda y, por ende, de la cantidad que paga por intereses, estos últimos podrían elevarse a una tasa anualizada de 8 a 10%, y si ocurre eso, entonces sí habría problemas y muy graves a escala mundial”, advierte Goodman. “Con la actuación y posición de los congresistas republicanos, hoy no tendríamos las condiciones para resolver otra crisis como la de 2008”, subraya. Una encuesta de opinión dada a conocer el miércoles 9 por la agencia Associated Press mostró que 37% de la población de Estados Unidos aprueba el trabajo de Obama. En cuanto al Congreso, el sondeo encontró que sólo 5% de los ciudadanos avala la labor de los legisladores. El descontento entre la población por los atisbos de crisis debidos a la intransigencia política podría costarle a los republicanos la mayoría en la Cámara de Representantes, que se renovará el 4 de noviembre de 2014 con las elecciones de medio periodo. Actualmente en la Cámara de Representantes hay 232 republicanos, 200 demócratas y tres puestos vacantes. O

1928 / 13 DE OCTUBRE DE 2013

11/10/13 18:17


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.