JÓVENES EN LIMA IMPLEMENTAN IDEAS SOSTENIBLES

YMCA viene impulsando distintas iniciativas protagonizadas por jóvenes que aportan valor en el cuidado del medioambiente.

Es inspirador ver cómo los jóvenes están liderando iniciativas transformadoras que buscan crear un impacto positivo en sus comunidades. Estas iniciativas, llamadas “Green Zone” y “Tres Tachos”, demuestran el poder y el rol que juegan la educación y la acción colectiva para cambiar el rumbo hacia un planeta más sostenible.

Green Zone: Convirtiendo lo árido en un jardín verde

Imagínese un espacio árido y desolado transformado en un exuberante jardín verde. Esto es precisamente lo que busca “Green Zone”, una iniciativa liderada por jóvenes del proyecto 2R quienes buscan vincular a los estudiantes del colegio Inca Garcilaso de la Vega en Independencia. Su objetivo principal es recuperar un área árida y convertirla en un espacio lleno de vida y verdor.

El proyecto también se enfoca en la educación y sensibilización de los estudiantes. A través de talleres y actividades propias de preparación de la tierra y la siembra, buscan enseñar la importancia de cuidar y preservar nuestro entorno cuyo impacto es positivo en la sensación de bienestar y salud mental.

Las Mujeres Emprenden Con Alegr A

Tres Tachos: hábitos responsables desde el hogar

El segundo proyecto, “Tres Tachos”, tiene como objetivo enseñar a niños y a sus tutores nuevos hábitos para la selección de residuos en el hogar. Con la implementación de tres tachos de basura para una mejor clasificación, este proyecto busca crear conciencia sobre la importancia de separar correctamente los residuos. Para lograrlo, se realizarán talleres lúdicos donde se enseñará los mejores hábitos para el manejo de la basura. Los jóvenes líderes de este proyecto entienden que los pequeños cambios pueden marcar una gran diferencia en la conservación del medioambiente. A través de la educación y el juego, esperan sembrar nuevos hábitos en las familias para el cuidado del planeta.

Desde recuperar espacios áridos y convertirlos en jardines verdes hasta enseñar hábitos responsables en el hogar, estas iniciativas demuestran que cada uno de nosotros puede hacer la diferencia.

En el tercer año del proyecto Iniciativa Cantuta, nuestras emprendedoras de Lima, Trujillo y Arequipa mantienen a flote sus emprendimientos. Han puesto mucho esfuerzo y creatividad en el camino, como también, se han atrevido a innovar.

Una de las características que estas emprendedoras desarrollan es tener confianza en sí mismas, pues traspasan las barreras de los temores y se desafían a afrontar con hidalguía todo lo que se les presente en frente. Así es como han ido logrando frutos positivos en sus vidas.

Por supuesto, seguir cumpliendo sus sueños es la consigna. Tanto más y mejor si lo hacen con entrega y poniendo el toque de alegría. Esto es posible porque en YMCA, todas las mujeres que emprenden han sido acompañadas en el proceso de forjar habilidades. Fruto del acompañamiento es que no ven el medio vaso vacío sino medio lleno. Dibujan sonrisas optimistas porque la vida siempre trae consigo sus vicisitudes, pero a la larga, con empeño y decisión, la recompensa llena el corazón.

Ellas son conscientes de que, a pesar de las trabas en el camino, siempre es posible la reinvención, la resiliencia y la sororidad. Muchas veces les ha tocado entre ellas apoyarse para seguir adelante. Mantenerse unidas como equipo les ha permitido estrechar lazos de afinidad. Hace poco, con motivo del encuentro de “mujeres fuertes y empoderadas” se escuchó “ya somos libres, somos capaces de tomar nuestras propias decisiones, de asumir gastos propios y del hogar, hasta la medicina podemos comprar”. Nuestra mayor felicidad es cuando dicen “mis hijos están estudiando o ya son profesionales y lo han logrado con lo que yo les he podido dar”. Son los vivos testimonios de Carmen Bobadilla y Rosa León.

Este camino del proyecto Iniciativa Cantuta ha sido bendecido con mucho fruto del bueno. Nuestras emprendedoras son mujeres que no se rinden y han logrado concretar sus ideas de negocios, constituyéndose en referentes para otras mujeres, sobre todo las más jóvenes.

¡Gracias emprendedoras!