NUESTRA IGLESIA
Día de la Iglesia Diocesana · Noviembre 2024
DIÓCESIS DE ÁVILA

Día de la Iglesia Diocesana · Noviembre 2024
Todos hemos sido creados por Dios con un propósito.
Descubrir y responder a esa «llamada» resulta transformador e invita a vivir con autenticidad, compromiso y plenitud.
Esta publicación muestra el alcance en nuestra diócesis de la misión compartida por todo el pueblo de Dios, cada uno desde su propia vocación, al servicio de la Iglesia y de la sociedad.
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En la Biblia la vocación se narra. Este dato solo ya nos ofrece una enseñanza: la vocación es un acontecimiento que sucede en la vida del hombre y en el caminar histórico del pueblo de Dios. Queda bien claro que se trata de una llamada personal. El hombre se sabe profundamente conocido, y, sobre todo, amado por Dios.
† Jesus Rico García Obispo de Ávila
Es un acontecimiento de salvación, un hecho de gracia, una intervención amorosa de Dios, que toca con su fuerza creadora lo más profundo del corazón, provocando un cambio radical en la persona, en su estilo de vida, en su valoración de las cosas, en sus decisiones. Sin embargo, no se trata de un acontecimiento puntual, sino de un proceso que se va dando con matices diversos a lo largo de toda la vida. Un permanente acontecer.
La vocación común (bautismal) se concreta y especifica en un camino vocacional, ya sea en la vocación laical, la religiosa o sacerdotal. No hay un pleno desarrollo de la vocación bautismal, si esta no se concreta en la conciencia y vivencia de una vocación. Llamando, Dios confía una misión. A la llamada de Dios, el llamado responde: «¿Qué quieres que haga por ti?» (1 Sam 20,4). La vocación personal se inserta en el destino del pueblo de Dios, en la actual economía de la Iglesia. Por eso, toda vocación tiene
un significado universal, por lo que el encuentro con Dios lleva a conocer y descubrir las necesidades de los hermanos. Es necesario evitar la tentación de reducir la vocación a un asunto meramente individual. Para cumplir la misión Dios confiere dones particulares (carismas).
La vocación cristiana es por naturaleza, vocación al apostolado.
En el cuerpo de Cristo cada miembro contribuye al crecimiento de todo el cuerpo.
La misión que Dios confía no exige solo hacer tareas (cosas), sino ser testigos. El cristiano no es solo un mero comunicador, él mismo con su vida, con sus obras, con su persona es continuación del mismo Cristo.
La mejor virtud del apostolado no es hablar, por así decirlo, sino comunicar una experiencia personal y mostrarnos nosotros mismos como la mejor prueba.
La Iglesia es misionera por naturaleza y no puede encerrarse en sí misma, sino que, centrada en Cristo y radicada en la comunión trinitaria, comunica al mundo la alegría de su Señor. Toda vocación participa de la única vida divina y de la única misión de la Iglesia, según su modo propio.
La vocación de la Iglesia es evangelizar. Todos estamos convocados, usando las imágenes de Jesús, a ser levadura, luz y sal. Según cómo vivamos seremos signo o antisigno, roca en la que apoyarse o piedra de tropiezo; seremos evangelio o antievangelio, buena o mala noticia. Evangelizar, en definitiva, es una cuestión de amor: a Dios y a la gente. La respuesta al mandato misionero brota de este amor y solo cabe llevarla a cabo desde este inmenso amor.
ACTIVIDAD
CELEBRATIVA
«Los sacramentos expresan y realizan una eficaz y profunda comunión entre nosotros, porque en ellos encontramos a Cristo salvador, y por él, a nuestros hermanos en la fe».
Papa Francisco
703
Bautizos
710
Primeras comuniones
442
Confirmaciones
200 Matrimonios
ACTIVIDAD
PASTORAL
«La parroquia no es una estructura caduca; precisamente porque tiene una gran plasticidad, puede tomar formas muy diversas que requieren la docilidad y la creatividad misionera del pastor y de la comunidad».
Evangelii gaudium
136
Sacerdotes
443
Religiosas y religiosos
1
Diácono permanente
362
Catequistas
266
Parroquias
195
Monjas y monjes de clausura
5
Seminaristas
13
Monasterios
*Los datos que aparecen en esta publicación son datos provisionales facilitados por la diócesis, correspondientes al año 2023.
ACTIVIDAD EDUCATIVA
«El deber de la educación corresponde a la Iglesia no solo porque debe ser reconocida como sociedad humana capaz de educar, sino, sobre todo, porque tiene el deber de anunciar a todos los hombres el camino de la salvación, de comunicar a los creyentes la vida de Cristo y de ayudarles con atención constante para que puedan lograr la plenitud de esta vida».
Gravissimun educationis
9
Centros católicos concertados
5.655
Alumnos en los centros concertados
122
Trabajadores en los centros
379
Personal docente en los centros
«El anuncio del Evangelio, por tanto, se realiza solo en la fuerza del Espíritu, que precede a los misioneros y prepara los corazones: él es “el motor de la evangelización”».
Papa Francisco
91
Misioneros
ACTIVIDAD
«La Iglesia ha contribuido en gran medida al progreso de la cultura, pero, por razones históricas, no siempre ha sido fácil compaginar la cultura con la formación cristiana»
Gaudium et spes
41
Bienes inmuebles de interés cultural
13
Proyectos de construcción y rehabilitación
4
Fiestas religiosas de interés turístico regional y nacional
«Allí donde se haga presente la Iglesia, los pobres han de sentirse en su casa, en ella han de tener un lugar privilegiado, pues en el banquete sagrado se celebra ya la esperanza de los pobres que cantan con María las maravillas de Dios en la historia».
Conferencia Episcopal Española
Centros para mitigar la pobreza
Personas atendidas: 3.817
Casas para ancianos, enfermos crónicos y personas con discapacidad
Personas atendidas: 655
38 7 1 1 3 3
Centros de menores y jóvenes, y otros centros para la tutela de la infancia
Personas atendidas: 1.049
Centro de rehabilitación para drogodependientes
Personas atendidas: 607
Centro para la defensa de la vida y la familia
Personas atendidas: 19
Centros para promover el trabajo
Personas atendidas: 742
Voluntarios de Cáritas
Personas atendidas: 5.854
Voluntarios de Manos Unidas
6.889
asistidas en la diócesis en
53
Los centros que figuran en estas páginas son una selección, por lo que el número total de personas atendidas es mayor al de la suma de los datos desglosados.
Colectas parroquiales
Suscripciones
Colectas para instituciones de la Iglesia
Otros ingresos de los fieles
Actividades económicas Visitas monumentos
Ingresos por servicios
Subvenciones públicas corrientes
Ingresos de instituciones diocesanas
ACTUALIDAD
«La felicidad que da Dios y la entrega a los demás no lo dan otras realidades de este mundo»
A sus 29 años, Juan José Rodríguez Hernández recibía la orden del diaconado de manos de nuestro obispo el pasado junio.
Sobre su camino vocacional, destaca cómo de niño sintió una cierta inquietud, pero la escondió. «Mi primer recuerdo fue con mi tutora Conchi. Un día vino al colegio de visita el obispo, y preguntó quién quería ir al seminario. Mi profesora, que algo me había escuchado, se acercó y me dijo: “¿Juan José, tú no decías que querías ser cura?”. Y yo agaché la cabeza. En el colegio, cuando hablaban de la vocación, yo siempre agachaba la cabeza para que nadie se diera cuenta de que me daba por aludido».
Después, en la universidad, sintió un «cierto alivio. No es que dejara de sentirlo, pero parece que se apagó». Aunque en realidad no fue así, sino que con el tiempo se dio cuenta de que en realidad cobró más fuerza. «La llamada que yo había sentido desde niño se hizo un poco más audible o quizá mis oídos estaban un poco más atentos. Entonces, al acabar las dos especialidades de Magisterio, es cuando me fui a Salamanca para estudiar Teología».
«Ahí me di cuenta de que la felicidad que da Dios y la entrega a los demás no lo dan otras realidades de este mundo. Al final lo que uno ve es que es feliz. Aunque no vaya a dar clases pese a estudiar Magisterio. Pero la verdad es que soy más feliz de lo que era antes».
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Una gran fiesta de la Iglesia para visibilizar que el Señor sigue llamando e impulsar en las diócesis un servicio que anime la vida vivida como vocación.
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