Demontar Pizarro

Page 262

262

Desmontar Pizarro

ejercicio de la autoridad pública, conforme lo determina la Ley 22351 y las pautas de uso, acceso, control y manejo de los recursos que surjan del saber ancestral de las comunidades, y el aporte e influencia equitativa de las partes (la Administración de Parques y la Confederación Mapuce Neuquina) en la generación y planteo de ideas, como el posterior proceso de toma de decisiones”, indica el informe de Colipán y Osidala. La situación actual de las nueve comunidades que participan del co-manejo no es similar. Hay algunos casos en los que la comunidad, como ocurre con Curruhuinca, tiene la propiedad comunitaria del territorio; hay otros, es el caso de Rakitwe, en los que el lugar sigue siendo propiedad de Parques aunque en este caso hay una propuesta de ley para declararlo reserva nacional y concretar la “restitución territorial a las dos comunidades de la cuenca” Weculafkquen. Hay también iniciativas para ampliar la propiedad comunitaria en algunos lugares, como Ñorkinko. En cuanto a lo socioeconómico, los habitantes originarios comprendidos en el área protegida se dedican sobre todo a la ganadería en pequeña escala (crían chivos, vacas, caballos y ovejas), que se realiza con la característica de invernada y veranada, aunque como ocurre con la mayoría de los pequeños productores de todo el territorio nacional, su actividad es diversificada: también siembran, explotan el monte (cortando madera viva pero también recolectando leña, cañas, hongos, piñones, helechos), elaboran

productos caseros, hacen artesanías, y, en los últimos años, tratan de aprovechar la actividad turística. “En la mayoría de los casos la población se caracteriza por una situación socioeconómica precaria”, informan Osidala y Colipán, para quienes, “en términos socioculturales, el sistema productivo (de estas comunidades) es una expresión de la cosmovisión y las prácticas culturales ancestrales mapuce, más allá de las transformaciones que éste ha sufrido a lo largo del proceso de marginación”. Para Nahuel, la actividad vinculada al turismo, en la que los mapuce participan como guías, con la venta de artesanías y productos caseros, con el alquiler de caballos o servicios para acampar, es “un aporte más a la economía, pero no es algo que centralice ni que sea transformadora porque el turismo comunitario implica a muy pocas familias. No condiciona la economía familiar”. Con todo, tanto las autoridades del Parque Nacional Lanín como de la Confederación Mapuce Neuquina coinciden en que la experiencia ha sido buena. “Esta última década ha sido con Parques de una interrelación muy fuerte, de un respeto mutuo. Fue muy valioso para nosotros porque descubrimos aportes valiosos de Parques y a la vez hicimos aportes a Parques”. Eso posibilitó “encontrar mecanismos de resolución de conflictos, de acordar una manera de administrar”, explicó Nahuel.


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.