¿Por qué se nomina a Phymean?
Nominada a Heroína de los Derechos del Niño • Páginas 32–51
Phymean Noun
TEXTO: JOHANNA HALLIN & EVELINA FREDRIKSSON FOTO: ALEXANDR A ELLIS
Phymean Noun es nominada al Premio de los Niños del Mundo 2015 por sus trece años de lucha a favor de los niños de los vertederos de Camboya y su derecho a la educación. Cuando Phymean era pequeña, toda la educación estaba prohibida en Camboya y su familia entera corría el riesgo de ser asesinada. Ella soñaba con poder ir a la escuela y al final logró recibir educación. Cuando Phymean entendió que aún existían niños en Camboya que debían luchar para sobrevivir, renunció a su trabajo bien pago para ayudarlos. Los niños a quienes ayuda viven en el vertedero y las barriadas pobres de la capital, Phnom Penh. Arriesgan la vida al juntar basura y muchos niños han fallecido al ser atropellados por los camiones recolectores de residuos o al quedar enterrados en la montaña de desechos. Phymean lucha para que los niños puedan ir a la escuela y para que sus necesidades básicas sean satisfechas. Ella y su organización, Peoples Improvement Organization (PIO), han levantado tres escuelas y hogares de niños junto al vertedero y en las barriadas. Allí, más de mil niños pueden ir a la escuela y reciben alimentos, agua y asistencia sanitaria. PIO también brinda formación en oficios y ayuda a las familias.
32
El hedor de la basura descompone a Phymean la primera vez que visita a los niños en el vertedero de Phnom Penh, la capital de Camboya. No tienen zapatos ni agua potable y viven bajo techos de lona entre el fango y los desperdicios. Pero pese a que los niños carecen de todo, lo que más desean es recibir educación.
P
hymean sabe exactamente lo que sienten los niños del vertedero. Cuando murió su mamá, Malis, Phymean le prometió luchar en la vida. Entonces ella tenía 15 años y tuvo que luchar para recibir educación y para conseguir comida para ella y su sobrina Malyda. Phymean recuerda cada día lleno de miedo y trabajo. Así que luego de conocer a los chicos del vertedero, regresa a la ciudad y renuncia a su empleo en una oficina. –No puedo dejar de hacer algo sabiendo que los niños viven en la basura. Yo nunca
recibí ayuda, pero ahora voy a ayudarlos. Fuera de la ciudad El relato de Phymean empieza en abril de 1975, cuando ella tiene cuatro años. Vienen soldados de ropa negra. Sacuden las armas y dicen que todos deben abandonar la ciudad. “Solo por tres días”, dicen, “luego todos podrán regresar a su casa”. La mamá y el papá de Phymean no se llevan nada, solo un saco de comida y una motocicleta. Los caminos están tan llenos que casi no pueden avan-
zar. Los soldados les meten prisa, más y más adelante. Algo anda mal. Oyen disparos a la distancia. A los que intentan regresar, les disparan. Los soldados los han engañado. No van a poder regresar a su hogar. La mamá debe mentir El relato de Phymean empieza en abril de 1975, cuando ella tiene cuatro años. Vienen soldados de ropa negra. Sacuden las armas y dicen que todos deben abandonar la ciudad. Los caminos están tan llenos que casi no pueden avan-