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VOX / JUEVES, 20 DE SEPTIEMBRE DE 2012 El periódico de Puerto Rico
VOX
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y contenido con fines predeterminados “Una configuración incide en la participación electoral ” Como indiqué en mi columna anterior, a esta distancia de las elecciones ya la mayoría que da triunfos en Puerto Rico decidió por quién ha de votar, así como solo un evento trascendental puede hacerle cambiar su opinión. Expliqué, también, las mediciones que permiten predecir, además de las encuestas, la realidad inmediata de que García Padilla ha de ser gobernador. Por supuesto, todos los análisis al presente, incluyendo las encuestas, son considerando a los electores en sus hogares. Por lo que no se cumplirían esos análisis si no se acude a votar. Lo que depende mayormente de dos situaciones: el ambiente de hostilidad que se genere e interés de participación. Ahora bien, y la razón del título, ambas dependen fuertemente del periodismo noticioso durante los 47 días restantes. Pero antes demos seguimiento a mi columna anterior. Se lo debo al tránsito de mensajes que procesó mi correo, reflejando la cortesía de tantos lectores que tuvieron la gentileza de leer y comentar. Entonces, de esas observaciones tomo las dos obviamente principales e identificadas como posibles eventos trascendentales que afectarían la selección de García Padilla: el llamarle cobarde a Fortuño y el número de electores que se registró. Veamos. Indiscutiblemente la expresión de García Padilla fue fuerte e inesperada. Pero en estos debates planificados se deja muy poco a la improvisación. AGP venía preparado para decirlo y actuarlo. Eso debía responder a una estrategia dirigida a lograr una imagen. No se si de su ‘carácter’, ‘genio’ fuerte, espíritu decisivo y recio o meramente como porta-
voz de un sentir palpado en las encuestas que le ganaría adeptos y reafirmaría o variaría su figura. ¿Resultó en ‘tiro de culata’? En política se conocen los efectos por las reacciones. Inmediatamente un dirigente de la campaña de Fortuño solicitó un debate de ‘uno contra uno’ entre AGP y LF. Demostrativo de revancha. Y a la vez se publicó como LF había hecho lo mismo con Aníbal Acevedo Vilá. Mi impresión es que no hubo efecto trascendental. La revancha habla por sí sola y el ‘cobarde’ de LF ¿cancela? el de AGP. Los comentarios secundarios e inconsecuentes dándose, para no dejarse de decir algo, son de quien dijo ‘cobarde’ más serio o menos enérgico y quién miró a los ojos. En cuanto al volumen de inscritos, hay que partir de la elección pasada. Recodemos que una elección es la inscripción principal, pues quien no vota queda eliminado de las listas. Así que se asume que quien ganó, el PNP, registró la mayor cantidad de electores en la elección de 2008 y al PPD se le esfumaron de las listas alrededor de 125 mil votantes. Por lo tanto cualquier evento para inscribir posterior a la elección recibiría más peticiones del PPD que del PNP. Eso, por supuesto, no implica que el PNP y los partidos recién registrados no inscriban partidarios. Es que necesariamente, y por el poder de los números, el registro debe ser mayormente de quienes quedaron fuera. Lo que de por sí envía otro mensaje. ¿Quiénes toleran más las filas y esperas para registrarse? Creo, educadamente, que es a quiénes les motiva una agenda.¿Quién está sien-
do objeto de un referéndum personal? El gobernador. Volvamos al periodismo y su injerencia en el ambiente electoral. Lo que nada tiene que ver con su obligación ineludible de informar todo lo que se pueda en ese mercado, ni implica censura previa por ente alguno. La censura periodística ha de provenir, ineludiblemente, del periodismo honesto. También de los lectores, descartando al medio noticioso cogido en pifia. Una noticia pude ser publicada en múltiples formas. El mensaje está incluido no solamente en lo que se dice o escribe. Es en la localización, el titular y el aspecto gráfico. Todo eso transmite más que el propio contenido. Así que, mediante el uso de esos subterfugios, un medio puede incendiar los ánimos relacionados con un evento aun cuando lo informe correctamente en los hechos, pero no en el formato. Una configuración y contenido con fines predeterminados más allá del de informar, exacerba ánimos y genera ansiedad, que a su vez incide en la participación electoral. Puede producir ese conocido y desdichado ‘que se chave y no voy na’. Dependemos, pues, de medios en quienes la ciudadanía confía. Pero nos traicionarían cuando, usando esa confianza, impulsen agendas que, aun con todo el derecho de apoyarlas, lo hagan subrepticiamente engañosa. La opción de los medios es ridículamente simple. Repudiar que “Los periódicos son archivos de las bagatelas” (Voltaire), y abrazar el que “La prensa es el dedo indicador de la ruta del progreso” (Hugo). Comentarios a: baez-galibe@microjuris.com