
5 minute read
Cuesta arriba la autosuficiencia energética hospitalaria
ó Ante un costo que supera los $10 millones
Efraín Montalbán Ríos >emontalban@elvocero.com
Advertisement
@EMontalbanRios
El costo para que un hospital promedio de alrededor de 300 camas alcance autosuficiencia energética podría sobrepasar los $10 millones, según Jaime Plá, presidente de la Asociación de Hospitales de Puerto Rico.
Distinto a la transición energética en residencias y comercios, que en su mayoría es mediante sistemas fotovoltaicos, en las instituciones de salud resulta más conveniente en cuanto a costos y a espacios la implementación de turbinas de gas, según expuso el ejecutivo.
“Es muy difícil hacerlo con placas solares, primero, porque el costo va a estar cercano a los $10 millones y, segundo, tendrían que comprar una finca para poder poner las placas solares, porque el techo de los edificios no va a ser suficiente por la intensidad de uso”, explicó Plá en entrevista con EL VOCERO.
En Puerto Rico, de un total de 70 hospitales, solo dos instalaciones cuentan con sus propios sistemas energéticos con turbinas de gas. Los mismos son el Hospital la Concepción en el municipio de San Germán y el Hospital Menonita de Caguas.
Además, existen alrededor de 330 centros de salud, diagnóstico y tratamiento en los municipios, para los cuales un sistema energético independiente pudiera ascender a más de un millón de dólares.
Pese a lo costoso de la iniciativa, Plá insistió en la importancia de que los hospitales logren su transición energética, pues a pesar de contar con generadores, en ficiencia energética, no solo para mitigar el impacto de los apagones, sino para que también logren reducir significativamente su gasto energético, que en la actualidad es uno de sus principales costos operacionales. a menos que no haya subsidio, el problema sigue siendo el mismo, porque necesitas un banco que esté dispuesto a hacer un financiamiento de $10 millones o $12 millones.
Jaime Plá Presidente
de la Asociación de Hospitales de Puerto Rico medio de cada interrupción o emergencia hay una limitada disponibilidad de combustible diésel.
Ante lo antes expuesto, el portavoz de la delegación del Partido Nuevo Progresista en la Cámara de Representantes, Carlos “Johnny” Méndez, hizo un llamado a los hospitales en la Isla a buscar la autosu-
“Los despidos en el grupo HIMA San Pablo, además de ser impulsados por varios factores, detalla que los costos de energía también son parte de esa ecuación. Este es un asunto que lo evaluamos hace bastante tiempo... Por eso, aprobamos un proyecto de ley de mi autoría, la cual se convirtió en la Ley 232 del año 2018, la cual establece una exención total en el pago de arbitrios al combustible utilizado para la generación de energía eléctrica o para la energía térmica en facilidades hospitalarias. Hacemos un llamado a los hospitales a mirar esta ley y ver cómo la pueden aplicar a sus operaciones con el propósito de reducir los costos energéticos”, comunicó el representante.
No obstante, el presidente de la Asociación de Hospitales expuso que, aunque es viable que todos los hospitales en Puerto Rico logren la autosuficiencia energética, el costo tan elevado dificulta el acceso a capital para estas instituciones.
“A menos que no haya subsidio, el problema sigue siendo el mismo, porque necesitas un banco que esté dispuesto a hacer un financiamiento de $10 millones o $12 millones”, sostuvo Plá.
En el 2018, el Hospital del Niño de Puerto Rico fue la primera organización de servicios de salud sin fines de lucro en la Isla en administrar su propio sistema de generación, a través de una microred de Tesla.
De acuerdo con la información que trascendió, Tesla trabajó con la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE), la Oficina de Gerencia de Permisos (OGP) y otros socios locales para poner en línea la nueva microrred de 776 paneles que tienen la capacidad de generar 200 kW DC / 150 kW AC de energía solar. También tiene cinco “Powerpacks” capaces de almacenar 475 kWh de energía. La instalación fue reforzada para soportar vientos de 190 mph.
Reserva Natural la Robleda en Cayey. >Suministrada

Avances significativos en la conservación de terrenos
Stephanie L. López >slopez@elvocero.com
Con el fin de proteger el ambiente a la vez que se aporta a la economía local, Para la Naturaleza (PLN) se acerca a sus metas ambientales a través de la Ley de Servidumbre de Conservación, que ha beneficiado a una treintena de propietarios con créditos contributivos.
“Desde el 2013 —que se creó Para la Naturaleza—, dijimos que queríamos el 33% de Puerto Rico protegido para el 2033, y eso fue lo que empezamos a promover en aquel momento, aunque a nivel mundial se adoptó ese mismo número, que para el 2030 estuviera protegido el 30% del terreno... Puerto Rico tiene un poquito más de dos millones de cuerdas de terreno y nosotros aspiramos a proteger el 2% bajo nuestra responsabilidad y estamos más o menos a la mitad, estamos cerca de la mitad”, explicó Neida Pumarejo, directora de conservación de terrenos en PLN en entrevista con EL VOCERO, tomando en consideración que están llegando a 40,000 cuerdas, de una meta de 72,000 para el 2030. Cabe destacar que, a principios de los años 2000, solo un 8% de los terrenos estaban protegidos en Puerto Rico, cifra que ha aumentado a 16%.
Según Pumarejo, su organización tiene una meta anual de conservar 1,400 acres de tierra, y para lograrlo, dependen de servidumbres de conservación debido a su presupuesto limitado, lo que hace que la compra directa de la extensión requerida sea costosa.
ha beneficiado económicamente.
En términos de valor, informó que, a la fecha, los terrenos tasan un total de $61.9 millones con la servidumbre de conservación.
Aunque reconocieron la necesidad de la cooperación del pueblo para lograr sus metas, Pumarejo aclaró que les han cerrado puertas a oportunistas que buscan “beneficiarse y abusar de la ley”. “Hemos rechazado proyectos cuando hemos entendido que tienen algo sospechoso, y cuando hablamos del término sospechoso es que nosotros no somos tasadores y el tasador tiene la responsabilidad más importante en estos proyectos. Porque es el que determina cuál es el valor antes de la servidumbre y después de la servidumbre. Ciertamente, nosotros tratamos de ser lo más cuidadoso posible y nosotros contratamos a tasadores para que nos asesoren en proyectos, porque sería terrible que nosotros aceptemos un proyecto, que el valor no se justifique, claro, porque entonces eso es menos dinero disponible para proyectos que sí cualifican”, explicó Pumarejo.
Bajo la Ley, se han donado 36 terrenos y se ha otorgado un total de $27.9 millones en créditos contributivos a los beneficiarios. en total, los terrenos tasan $61.9 millones con la servidumbre de conservación.
Según la Ley de Servidumbre de Conservación (Ley 183 del 2001), se otorga un incentivo contributivo que consiste en una deducción contributiva a la persona que dona dicha servidumbre a una entidad gubernamental o a una organización sin fines de lucro dedicada a la conservación del ambiente.
En cuanto a los beneficiarios y participantes del programa, Gustavo Altieri, coordinador de adquisición de terrenos de PLN, informó a este medio que 19 personas y 17 empresas corporativas han donado la servidumbre. Estos terrenos suman un total de 36 propiedades y 9,100 cuerdas.
En total, se han otorgado $27.9 millones en créditos contributivos, aunque aclaró que no todos los donantes han reclamado el crédito, y solo un 80% se
La cantidad máxima de créditos contributivos disponibles en un año fiscal particular del Estado Libre Asociado de Puerto Rico para distribuir al amparo de la Ley es de $15 millones.
“El beneficio por cada dólar que el gobierno invierte en el crédito contributivo de conservación, es casi de $6.40. O sea, haber obtenido la oportunidad de contar con una ley de beneficios contributivos para créditos de conservación hizo que nuestras propiedades de verdad se multiplicaran. Nosotros aumentamos ocho veces la cantidad de cuerdas protegidas como resultado de esta ley. Para nosotros es bien, bien fundamental”, dijo la directora de conservación.
Según el Análisis del Costo-beneficio del Crédito Contributivo a las Servidumbres de Conservación, al 2020, los beneficios económicos se remontan a $79.5 millones. Esto incluye los costos de adquisición evitados, el ahorro en costos de manejo y los beneficios ambientales.
“Las personas que reciben estos créditos han puesto su terreno y lo han comprometido para la conservación y, en realidad, el beneficio que reciben es de todas maneras beneficio también para Puerto Rico”, puntualizó Pumarejo.