A este lado del Mediterráneo / On This Side of the Mediterranean

Page 1


«La verdadera patria... es la infancia».
RaineR MaRia Rilke

A través de la ventana empañada y con la mejilla apoyada en la palma de la mano, oyes cómo caen las gotas de lluvia sobre el techo de lona.

Deslizas el dedo por esa ventana endeble, de plástico, y eso la vuelve real.

Estás ahí.

Tienes once años y sabes que, al día siguiente, todo será igual.

Hace frío, un frío húmedo que te cala y te acompaña día y noche. Y recuerdas, a cachitos, cómo era tu vida antes.

Antes…

Cachitos que llegan como ráfagas de brisa…

el olor a pan recién hecho…

el sonido del piano que papá tocaba en el salón y que oías, adormecida, desde tu habitación…

la risa de las compañeras en clase…

los juegos en la calle.

Todo eso quedó atrás, muy lejos.

Todo eso era antes.

Echas de menos esos cachitos casi tanto como tener el pelo largo y que mamá te haga una trenza, o un recogido, o nada.

Solo tener el pelo largo.

Eso también era antes.

Antes de que mamá te lo cortase y te dijera que desde entonces tenías que vestirte como tus hermanos.

«Es por tu bien», dijo.

Y tú no entendiste nada entonces.

Y te enfadaste con ella.

Y lloraste toda la tarde.

Eso fue antes.

Antes de comprender por qué mamá te cortó el pelo y decidió que tenías que vestirte como un chico.

Antes de saber lo que les pasa a algunas niñas que han hecho el mismo viaje que tú.

Todo empezó un día de hace muchos meses. Un día como los demás.

Tus hermanos y tú os levantáis como siempre, desayunáis y vais al colegio.

Pero ese día que empieza como todos se vuelve distinto a media mañana.

La profesora está hablando cuando, de pronto, escucháis un sonido muy fuerte, seco, como un trueno.

La profesora se queda callada y la expresión de su cara cambia.

Algunos niños y niñas de tu clase gritan asustados tras unos segundos en los que todos permanecéis en silencio.

Es la primera vez que oyes el estallido de una bomba.

La primera de muchas.

Os hacen volver a casa antes de tiempo.

Y recuerdas el silencio de tu madre durante todo el camino desde la escuela hasta casa.

Va a buscaros, como las otras madres.

Todas están muy serias y se miran como si supieran algo que no os quieren decir.

Ese día cambió todo.

Tu ciudad era un lugar tranquilo. Antes.

Desde aquel día las noches son distintas.

Os despiertan las bombas a lo lejos.

No volvéis a la escuela en mucho tiempo.

Y, cuando lo hacéis, la escuela ya no es la escuela.

Es un cuarto fresco y sin ventanas en el sótano de un edificio viejo.

Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.