Restauración de Felipe II a caballo de Rubens

historia Licenciada

De la

FACULTAD DE HUMANIDADES

restauración 06-11-2018

María Eugenia Castellanos

DIEGO ROLANDO VIDES REYES 201806415 EDGAR VLADIMIR DIVAS ZETA 201809350

PORTADA

FELIPE II A CABALLO DE

RUBENS

UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS DE GUATEMALA

historia De la

restauraciรณn

FELIPE II A CABALLO DE

RUBENS

RESTAURACIÓN DE

FELIPE II A CABALLO, RUBENS

CONTENIDO 1

Ficha técnica

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Datos históricos Datos curiosos

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Origen de la pintura

10 Proceso de restauración Estudio técnico Muestra estratigráfica Radiografía de la obra

13 Restauración

17 Conclusión

18 E-grafía

INTRODUCCIÓN

En el presente trabajo se realizará un estudio sobre la restauración del Felipe II de Rubens, aunque también se estarán abordando datos históricos y datos curiosos de esta fantástica obra. Se dice que este retrato esta basado en unos tapices realizados por Juan Cornelisz Vermeyen y un cuadro pintado por Tiziano. Observaremos que la figura de Felipe II tiene gran similitud con uno de los tapices de Carlos V, copiando su postura y algunos detalles precisos.

El contenido de esta investigación menciona el nombre de las obras de las cuales Rubens utilizó como guía para realizar el Felipe II a caballo y también el origen de este cuadro, ya que se realizaron estudios técnicos y se pudo afirmar que la obra no se culminó en España.

Por nuestra parte, haciendo uso de la tecnología, realizamos algunos diagramas comparati-

vos, donde se observan con facilidad las réplicas creadas por Rubens.

Por último, encontrará una sección donde podrá conocer los exámenes técnicos realizados a esta obra y el proceso de restauración, el cual se encuentra claramente documentado.

También la investigación cuenta con ilustraciones, donde comprenderemos que los criterios de restauración son completamente a favor de la obra, ya que las intervenciones son reversibles.

HISTORIA DE LA RESTAURACIÓN

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Ficha Técnica Título:

Felipe II a caballo

Autor:

Pedro Pablo Rubens

Técnica:

Óleo sobre lienzo

Fecha:

1629 – 1640

Dimensión:

Alto 251 Cm Ancho 237 Cm

Procedencia: Colección Real (Palacio Real Nuevo, Madrid, primera sala de la Furriera, 1747, nº 109; Palacio Real, Madrid, pieza de comer, 1814-1818, s.n.).

Rubens, Pedro Pablo. «Felipe II a caballo» Óleo sobre lienzo, 1629 - 1640, 251 × 237 cm. Museo Nacional del Prado (Cat. P1686). c. 1630. Antes de su restauración.

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Datos Históricos Según registros del Museo del Prado, Rubens se inspiró en dos obras para pintar el Felipe II a caballo. A continuación, analizaremos la primera obra de la cual Rubens realizó una réplica de la figura y el caballo.

Realizando una exhaustiva investigación sobre esta obra, se encontró que se trata de uno de los 12 paños de dimensiones monumentales fabricados entre 1548 a 1554. La serie de tapices fue llamada “Las Conquista de Túnez” y en ella se representaron las victorias de Carlos V sobre los moros y turcos que tuvieron lugar en La Goleta y Túnez en 1535.

Tapiz de La conquista de Túnez en el Alcázar de Sevilla

Tapices flamencos en España menciona que Carlos V con gran ostentación solicitó al pintor flamenco Jan Cornelisz Vermeyen para que este lo acompañara en una campaña militar que tuvo lugar en el norte de África. Vermeyen realizó bocetos de las personas, hechos y paisajes para dejar así dibujos y grabados de las victorias de Carlos V. Luego de 11 años de este viaje, la historia de estos paños comenzaría a documentarse, ya que el 15 de junio de 1546 la hermana de Carlos V, María de Hungría contrató a Vermeyen para que diseñara los cartones en papel. Este pedido se convertiría en el primer proyecto de tapices de Vermeyen.

El artista flamenco realizó una serie de dibujos preliminares y estos fueron aprobados por Carlos V y su hermana. Por lo que Vermeyen tuvo la obligación de realizar los mismos dibujos a gran escala con las mismas dimensiones que los paños.

Por último, el 20 de febrero de 1548 se firma un contrato donde Willem de Pannemaker, un destacado tejedor de Bruselas acepta las precisas indicaciones de Carlos V y María de Hungría para elaborar estos monumentales paños. Se tiene registro de 12 paños, pero en el siglo XVIII se pierde el paño octavo y el undécimo.

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Datos Curiosos Basándose en los registros de Tapices flamencos en España, es un hecho que actualmente solo están documentados 10 paños de los cuales se exhiben en el Palacio Real de Madrid y entre los tapices desaparecidos se reporta el tapiz XI nombrado por el Museo del Prado como “La Marcha de Roda”, pero otras entidades nombran a este tapiz como “El Enemigo acampado en Rada” (Tapices flamencos en España) y “El ejército acampa en Rada” (Museo en Viena).

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HISTORIA DE LA RESTAURACIÓN

El ejército acampa en Rada (Cartón XI) - Real Alcázar. Sala de los Tapices, Alberto Bravo HISTORIA DE LA RESTAURACIÓN

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El ejército acampa en Rada (Cartón XI) - Real Alcázar. Sala de los Tapices, Alberto Bravo

Los tapices que se encuentran en el Real Alcázar fueron elaborados entre 1733 y 1744 por la Real Fábrica de Tapices, a cargo de Jacobo y Francisco Vandergoten, y son una réplica de los elaborados en el siglo XVI por el taller de Wilhelm Pannemaker. 

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Salón de los Tapices. Vista de los paños, I (izquierda de la imagen), IX (centro) y XI (derecha)

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Ahora bien, una de las preguntas inquietantes luego de haber estudiado la procedencia de estos paños es, ¿cómo Rubens tuvo acceso a estos paños? Según el Museo del Prado, Rubens pudo admirar esta majestuosa serie de monumentales tapices en 1628 – 29, debido a que el talentoso pintor realizó visitas a la corte española, donde se encontraba exhibida dicha colección, a través de réplicas o bien de estampas, ya que estos paños exponían las gloriosas victorias de Carlos V. Finalizando el estudio del tapiz de Vermeyen, Rubens fue capaz de replicar la postura de Carlos V y su caballo, pero ejecutando una comparación entre estas obras, es posible identificar que el artista agregó más detalle en su pintura, ya que al tratarse de un óleo sobre lienzo se tiene mayor control del material sobre el soporte.

Algunos de los cambios que Rubens hizo en su pintura son los siguientes: La pluma del sombro, detalles en la capa, el rostro, armadura y ensillado del caballo.

Izquierda: Detalle de Carlos V, cartón de La conquista de Túnez en el Alcázar de Sevilla.

Derecha: Detalle de Felipe II, óleo sobre lienzo Felipe II a caballo, Rubens.

En esta ilustración podemos comparar la postura del caballo de Carlos V (izquierda) con el caballo de Felipe II (derecha), los movimientos de los caballos son idénticos. También podemos mencionar que ambos jinetes mantienen la misma postura sobre el caballo y están equipados con sombrero, capa y armadura.

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Para continuar con la investigación debemos hacer una pausa en la siguiente pintura, ya que fuentes confiables aseguran que el rostro y la armadura de Felipe II están copiados del retrato Felipe II con armadura de Vecellio Di Gregorio Tiziano,

El retrato de Felipe II con armadura de Tiziano fue realizado en 1551 y según registros del Museo del Prado, este retrato fue realizado en Augsburgo, porque el príncipe (Felipe II) ya había sido retratado anteriormente en Milán y de esta pintura se realizaron dos réplicas las cuales fueron entregadas a María de Hungría (tía) y Antoine Perrenot de Granvela.

Actualmente no hay evidencia de estas obras, por lo que se cree que están desaparecidas o no documentadas.

Felipe II con armadura, Tiziano, Vecellio Di Gregorio. Museo del Prado 7

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Examinando la armadura que Felipe II utilizaba al momento de ser retratado en Augsburgo, podemos afirmar que Rubens utilizó como referencia el rostro y torso pintado por Tiziano en 1551. Sin embargo, Rubens haría mínimos cambios al momento de plasmar su idea sobre el lienzo. Entre los detalles más notorios apreciamos el rostro, el quijote, la greba y el escarpe, debido a que en esa escena Felipe II se encontraba preparado para la batalla.

Izquierda: Detalle de Felipe II, óleo sobre lienzo Felipe II con armadura, Tiziano.

Derecha: Detalle de Felipe II, óleo sobre lienzo Felipe II a caballo, Rubens.

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Origen de la pintura Se han hecho afirmaciones que Rubens pintó el Felipe II a caballo en su segunda visita a Madrid entre 1628 y 1629. Sin embargo, es posible que la obra se haya pintado posteriormente en Flandes (Bélgica), ya que existen al menos tres réplicas antiguas de la obra realizadas en este territorio y el estrato de preparación que se ha hallado en el lienzo contiene carbonato cálcico, que es más común en Flandes que en España. Asimismo, la obra no se documentó en la colección real española hasta el inventario del Alcázar de Madrid en 1686, lo que confirma que no se recibió antes de 1636 o de 1666, fechas de inventarios anteriores.

En este estudio se ha demostrado que el retrato no se realizó en España, pero aún se tienen más pruebas que fortalecen esta hipótesis. 

Rubens pintó el cuadro lejos de Madrid, porque el quijote (parte de la armadura que cubre los muslos) no está en el retrato de Tiziano y de alguna forma él tuvo acceso a una armadura para completar la obra de arte.

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Los retratos ecuestres de los miembros de la familia real que Felipe IV encargó a Velázquez y a Rubens en las décadas de 1620 y 1630. Entonces Felipe IV habría solicitado un retrato de su abuelo Felipe II a Rubens, ya que en su reinado él tuvo un grupo de retratos repartidos por los palacios reales, pero sin contar con el retrato de su abuelo, es así que él aprovecharía la visita de Rubens en Madrid para encargar dicho cuadro, aunque el talentoso pintor flamenco tuviese que terminar la pintura en Amberes.

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El encargo del retrato pudo haber sido realizado por Isabel Clara Eugenia, quien era la gobernadora de los Países Bajos meridionales e hija de Felipe II, en nombre de su sobrino el rey Felipe IV, para quien Rubens trabajaba como consejero y como pintor.

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Proceso de Restauración Esta pintura fue restaurada en los talleres del Museo del Prado por María Jesús Iglesias en el año 2,009, restituyendo el color original a la capa pictórica y restableciendo el lienzo a su tamaño inicial, el cual había sido modificado en el siglo XVIII.

Estudio Técnico La intervención de esta pintura ha proporcionado la oportunidad al Gabinete de Documentación Técnica y al Laboratorio de Análisis del Museo de estudiar la obra y sacar conclusiones acerca del estado de conservación, materiales empleados por el artista y su técnica pictórica.

Los resultados obtenidos por el estudio técnico realizado a esta obra demuestran que el estado de conservación es bueno y sitúan la preparación del Felipe II a caballo más cercana a las que Rubens realizaba en Flandes, ya que en Madrid hizo preparaciones diferentes. Igualmente, estos estudios demuestran que las ampliaciones que se encuentran en la parte superior e inferior del cuadro son añadidos posteriores trabajados por otro pintor, por lo que ahora se conoce con exactitud el tamaño del cuadro que pintó Rubens.

Muestra estratigráfica La capa de preparación aplicada sobre el lienzo (soporte de tela) en el cuadro Felipe II a caballo es de color pardo claro y este contiene carbonato cálcico (creta natural) al que el artista añadió pequeñas proporciones de tierras para entonar el color y una mínima cantidad de albayalde. Los datos obtenidos de la muestra estratigráfica tienen gran similitud a las preparaciones en la pintura flamenca de la época.

Muestra estratigráfica donde se aprecia la preparación de carbonato cálcico, seguida de la imprimación gris.

Muestra estratigráfica, Felipe II a caballo, Rubens. Museo del Prado HISTORIA DE LA RESTAURACIÓN

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Radiografía de la obra La toma radiográfica expone el estado de conservación de la obra, el cual es relativamente bueno.

Así mismos, se aprecian mininas correcciones realizadas durante la aplicación de la capa pictórica: Rubens modifico elementos decorativos del caballo, la caída de la capa del Rey o el rostro del ángel que representa la Victoria (fig. 1).

Previamente se había hecho la aclaración que el cuadro había sido intervenido y se modificó el tamaño de la pintura. Las medidas documentadas de este cuadro eran de 314 x 228 cm, pero originalmente Rubens pintó sobre un lienzo de 247 x 223 cm. Se ejecutaron análisis en la zona de unión entre los injertos y la tela original, logrando así percibir diferentes densidades radiográficas y distintos craquelados, que establecen los límites de las capas de preparación y pintura del cuadro de Rubens, y como resultado determinar las dimensiones originales (fig. 2).

Se tomaron micromuestras de ambos añadidos y se puede observar que la capa de preparación es de color rojo y no pardo como en el lienzo original, y está compuesta básicamente por tierra roja y cantidades variables de albayalde. Se menciona que las cantidades de albayalde fueron variables, porque la proporción de este pigmento es mayor en la parte superior que en la inferior, debido a que el pintor/restaurador tuvo la intención de dar a la zona del cielo un tono de base más claro. Se deduce que los injertos fueron añadidos en el mismo momento, ya que los materiales utilizados en la preparación de los lienzos son similares (fig. 3).

Fig.1. Detalle de la radiografía. Óleo sobre lienzo, Felipe II a caballo, Rubens.

Museo del Prado.

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Fig.2. Detalle de la radiografía en la unión de la tela original con el añadido. Óleo sobre lienzo, Felipe II a caballo, Rubens. Museo del Prado.

Fig.3. Muestras estratigráficas de las zonas añadidas. Óleo sobre lienzo, Felipe II a caballo, Rubens. Museo del Prado.

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Restauración Habiendo comprobado técnicamente que los injertos que tenía Felipe II a caballo no eran parte de la obra original, se decidió ocultarlos, ya que afectaban de forma negativa en la lectura de la escena. Lo más conveniente fue doblar los añadidos sobre un nuevo bastidor que tuviera las dimensiones de la pintura que realizó Rubens. Creemos que esta decisión se tomó primordialmente para respetar la obra original, no dañar el soporte separando estos injertos y conservar estos añadidos que formaron parte de la obra por más de 3 siglos.

Para ejecutar el doblez de estos añadidos se limpió la zona que unía los dos lienzos (fig. 1), a fin de proteger con estos injertos el contorno del soporte pintado por Rubens. Luego de haber humectado la unión de los soportes por el reverso, se doblaron los injertos sobre el nuevo bastidor sin la capa pictórica original. Se dejó un 1 cm de capa pictórica no original en la parte frontal del bastidor, para evitar que el lienzo original tenga contacto directo con el filo del bastidor.

Fig.1. Proceso de limpieza en la parte superior e inferior. Óleo sobre lienzo, Felipe II a caballo, Rubens. Museo del Prado.

Aunque estos soportes añadidos (no originales) se encuentren ocultos, la capa pictórica tanto en zona superior e inferior se protegió con papel de seda, adherida con una delicada capa de cola animal para asegurar su integridad material como garantía de su conservación y reversibilidad (fig. 2).

Fig.2. Reverso del cuadro protegido con cartón pluma. Las bandas añadidas no originales, han sido dobladas por el reverso y protegidas con papel de seda. Óleo sobre lienzo, Felipe II a caballo, Rubens. Museo del Prado.

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Seguidamente se realizó la limpieza del barniz antiguo que protegía la obra, que al haber sido una resina almáciga se facilitó su eliminación por medio de disolventes.

Inmediatamente se pudieron apreciar las pérdidas de capa pictórica que previamente ya se habían evidenciado en la radiografía.

Se nivelaron las capas de preparación utilizando un tono tenue y en la reintegración se empleó la técnica de regattino; las finas rayas verticales y paralelas de esta técnica aportaron a las zonas con pérdidas de un movimiento que simula la vibración producida por las pinceladas de Rubens (fig. 3).

Fig.3. Detalle de la pintura durante y después de la restauración. Óleo sobre lienzo, Felipe II a caballo, Rubens. Museo del Prado.

Por último, se colocó una fina capa de barniz muy diluida para que su capacidad de penetración fuera suficiente en la capa pictórica y de esta forma nutrir los colores.

Al secar esta capa de protección, se aplicó otra capa fina de barniz con la ayuda de un compresor, difuminándola con una muñequilla de seda (fig. 4).

Fig.4. Detalle de la pintura durante y después de la restauración. Óleo sobre lienzo, Felipe II a caballo, Rubens. Museo del Prado.

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Gracias al proceso de restauración realizado por la restauradora María Jesús Iglesias, ahora se puede apreciar la pintura tal como Rubens la elaboró. Luego de haber ocultado los añadidos del siglo XVIII que de alguna forma sustraían la presencia del rey en escena y de ser removidos los barnices y los diversos retoques antiguos, el cuadro ha ganado coherencia tonal y ha recuperado la vibración de color y luz que caracteriza las obras de arte del gran pintor flamenco (fig. 5).

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Felipe II a caballo Pedro Pablo Rubens Óleo sobre lienzo, 247 x 223 cm Museo Nacional del Prado (Cat. P1686). c. 1630 Obra después de su restauración

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Fig. 5

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CONCLUSIÓN

La presente investigación es un gran aporte para las personas interesadas en la restauración, ya que antes de intervenir una obra, se debe realizar un estudio histórico de la pintura, escultura, etc. para no crear un falso histórico. También es de suma importancia realizar una serie de evaluaciones técnicas y pruebas de laboratorio, no invasivas para la pieza, de ese modo todos los trabajos ejecutados hacia el bien patrimonial serán positivos y ayudarán a la conservación de la misma.

Diremos que la pieza mostraba un buen estado de conservación, sin embargo, en su tiempo de vida sufrió una ampliación (realizada en el siglo XVIII), cometida por algún pintor o restaurador de la época, al hacer esto, se alteró la lectura de la pieza, ya que la imagen de Felipe II deja de ser el centro de la obra y también se creó un falso histórico, porque sobre los lienzos adicionales se pintó algo que Rubens no plasmo originalmente en la obra. Es muy interesante el criterio de los restauradores del museo del prado, porque respetaron la originalidad de la pieza y luego de haber realizado exámenes técnicos a la obra, devolvieron el cuadro que Rubens creó.

Esta pieza se podría decir que es un tipo de sincretismo artístico o una mezcla de diferentes obras ya que el pintor tomo la idea de otras obras para cumplir con el encargo que la realeza le había solicitado, cabe mencionar que es uno de los pocos retratos ecuestres que se poseen de Felipe II, no hay duda que esta pintura aparte de ser un tanto misteriosa es también una pieza fundamental de la historia.

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E-GRAFÍA 

Museo del Prado, Felipe II a caballo. Recuperado el 27 de octubre de 2018, de: https:// www.museodelprado.es/coleccion/obra-de-arte/felipe-ii-a-caballo/4feb537d-e140-4580-8b32f3e95e73a09d

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Bravo, Alberto (2013). Wikimedia Commons. Real Alcázar. Salón de los Tapices. Paño XI El ejército acampa en Rada.jpg. (2013) Recuperado el 28 de octubre de 2018, de: https:// commons.wikimedia.org/wiki/File:Real_Alc%C3%A1zar._Sal%C3%B3n_de_los_Tapices._Pa% C3%B1o_XI_El_ej%C3%A9rcito_acampa_en_Rada.jpg

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Bravo, Alberto (2013). Wikimedia Commons. Real Alcázar. Salón de los Tapices 02.jpg. Recuperado el 28 de octubre de 2018, de: https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Real_Alc%C3% A1zar._Sal%C3%B3n_de_los_Tapices_02.jpg

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