BUCARAMANGA 400 AÑOS
Desde el Colectivo Creativo BGA agradecemos a las personas que hicieron parte de nuestro proyecto, cuyos invaluables aportes fueron de vital ayuda, tanto para su realización como para mostrar la mejor cara de la Ciudad Bonita, la Ciudad de los Parques, la ciudad que amamos: Bucaramanga.
Nos sentimos orgullosos de contribuir a las estrategias propuestas por la Alcaldía de Bucaramanga y el Instituto Municipal de Cultura y Turismo desde la Subdi rección de Turismo, para posicionar a nuestra ciudad como un destino de encuentro, al tiempo que se facilita la atención a los visitantes y se contribuye a la apropia ción patrimonial de los bumangueses en el marco de la celebración por los 400 años de la ciudad.
DESTINO NATURAL PARQUES
Equipo de Trabajo
Carlos Prada Hernández – Investigación Cultural. Julián Villamizar Rincón – Diseño & Fotografía. Marcela Pérez – Fotografía. Nathalie Hernández Moreno – Asistente de Fotografía.
Detalle de los candelabros arpía, elaborados en París, de estilo art nouveau que se encuentran en el parque Santander.
En la segunda mitad del siglo XIX en el centro de Bucaramanga se vivió un proceso de transformación de algunos espacios a parques, de los cuales su principal antecedente fue lo que comúnmente se conocía como plazuela.
Un ejemplo de lo anterior es al que hoy conocemos como parque Romero, antes referenciado como “la plazuela del hospital” justo al frente del hospital de la Caridad San Juan de Dios, pero este no fue la excepción, por el contrario, hacía parte del primer proceso de aparición de un parque para Bucaramanga.
Hacia el año 1883, las señoras Trinidad Parra de Orozco y Zoila Blanco de González regalaron una verja de hierro para instalar entre el hospital y la plazuela, y que una vez se iniciaron los trabajos de remodelación del hospital, se ubicaría frente al cementerio.
Ya se venía pensando en las altas esferas, en hacer un parque que consagraría la memoria
8
del ilustre bumangués Custodio García Rovira (1780-1816).
La señora Trinidad y el señor Anselmo Peral ta donaron al municipio unos predios contiguos a la plazuela del hospital para colaborar con la ampliación y adecuación, de esta manera la plazuela del hospital creció en una extensión de dos porciones más de lo que era, se sembraron árboles, se trazaron los senderos y los bumangueses lentamente comenzaron a incorporar este espacio dentro de su haber cotidiano. De alguna manera fue el primer parque con el que contó la ciudad.
Al retornar el gobierno conservador al poder, regresaron algunas prebendas que durante el periodo de gobierno liberal se le habían cancelado a la iglesia católica. Así, en Bucaramanga, el cementerio volvió a ser administrado por la diócesis, que de inmedia to inició la construcción de una capilla que quedó situada en las inmediaciones del cementerio y el hospital; este último, reinaugurado el 14 de julio de 1895.
Cuando la antigua plazuela del hospital quedó sin nombre, al ser este usado para enunciar la plaza principal, se pensó en otro personaje de similar estatus para que remplazara al anterior; fue así como se eligió el nombre del párroco Francisco Romero, cuyo recuerdo aún permanecía reciente en la memoria de la mayor parte de los ciudadanos.Obelisco del parque Romero
De esta manera fue como se incorporó, en el año de 1897, el nombre de parque Romero a la memoria urbana de Bucaramanga, consagrado a honrar al sacerdote que trajo el progreso con el café y dejó un legado material con la tercera reforma del templo de San Laureano.
Arriba. Obelisco Los sembradores del bien en Santander (1984) / Abajo. Capilla del Hospital San Juan De Dios - Altar privilegiado (1984).
10
Detalle de la inscripción del obelisco ubicado en el parque Romero.
12
Se iniciaron los trabajos de embellecimiento, el 20 de Julio de 1910 al cumplirse un siglo de la Independencia de Colombia, fue inaugurado el parque junto con el obelisco, rindiendo tributos a la memoria de los mártires santandereanos de la independencia de Colombia, así como a la del ilustre cura y botánico Eloy Valenzuela, quien había sido párroco de Bucaramanga entre los años 1786 y 1834.
El parque ha poseído una importancia religiosa y escatológica al estar ubicada en el sector donde se levantaron los cementerios del municipio; esto contribuyó a una frecuen te adecuación y mejoramiento de su entorno. Además, se constituyó como un referente histórico de la ciudad. Su valor estético, simbólico e histórico preserva la memoria colectiva, urbana y cultural de los santandereanos.
Inicios del Parque Romero.
En 1880, posiblemente el sector que hoy conocemos como el parque Romero, tenía “la plazuela del hospital” ubicada al frente del hospital de la Caridad San Juan de Dios.
Los ciudadanos destacados de esa época venían con la idea de hacer un parque a la memoria del general Custodio García Rovira (1780-1816). Trinidad Parra y Anselmo Peralta donaron al municipio unos predios contiguos hacia la parte de arriba, en la plazuela del hospital, con lo que nacería la primera versión del Parque García Rovira.
Era un espacio tres veces más grande que al inicio; se sembraron árboles, trazaron sende ros y todos lentamente se fueron acostumbrando al espacio. Puede concluirse que fue el primer parque de la ciudad. Paulatinamente se fueron desterrando las actividades que tenían lugar en la plaza ubicada frente al palacio de gobierno; el mercado semanal, por ejemplo, desde 1895 se trasladó a un espacio cubierto al que se llamó Casa de Mercado.
Escultura de Custodio
García Rovira
14
Pronto, se modificó el significado del espacio social de uso tradicional y se dio un importante cambio en la forma de vida urbana de la comunidad. Así nació, la idea de trasladar el Parque García Rovira inicial, ubicado frente al hospital, al espacio que ocupaba la plaza principal para que, desde entonces, comenza ra a conocerse con dicho nombre.
En 1900 el Concejo de la ciudad destinó una partida para la construcción del parque y del monumento que se colocaría en el centro, sin embargo, debido a problemas con la adecuación del terreno, el proyecto inició solo hasta 1902 gracias a la gestión del gobernador de la época, Dr. Alejandro Peña Solano.
Se contactó a Xavier Arnold, escultor suizo que trabajaba en Alemania, recomendado por uno de los notables quien lo había conocido en Hamburgo. Según lo que se tenía planeado, la obra iba a ser traída desde su taller.
El 2 de enero del año 1907, se inauguró el Parque García Rovira, pero sin la escultura.
En un principio se construyó el parque según el aforismo francés, rodeado por una verja de rejas y cornetas que fue hecha en la Escuela de Artes y Oficios, y un pedestal en piedra y mármol.
La llegada del “custodio”, como fue llamada la escultura a José Custodio García Rovira, se dio en 1910, tres años después de la inaugu ración de su parque.
Detalle de la inscripción del pedestal de la escultura al abogado y general Custodio García Rovira, presidente del Triunvirato de las Provincias Unidas.
Placa en la casa natal del general Custodio García Rovira, ubicada dos cuadras abajo del Parque García Rovira,1959.
Al no tener los recursos necesarios para traer el monumento desde Europa, la escultura quedó resguardada en un muelle de Alemania durante ocho años.
Los lugareños así, llamaron al monumento del custodio “El navegante”, ya que siempre se encontraba señalando hacia el océano.
En 1910 se dio la inauguración del custodio en la ciudad; debajo del monumento del prócer bumangués fue enterrado un cofre con las firmas de las figuras más representati vas de la época.
Para el año 1928 se realizó la primera remo delación del parque, en ella se suprimió el jardín y la verja que rodeaba el pedestal y fueron colocados en sus costados cuatro leones de piedra. En 1960 Se retiraron los leones y a partir de esta fecha se ha remode lado en tres ocasiones más.
Vista del parque García Rovira hacia 1907.
18
Detalle de la placa en el pedestal de la estatua de Custodio García Rovira en homenaje a la batalla de Cachirí.
20
Vista de la Gobernación de Santander hacia 1980.
Vista del Parque García Rovira en el año 2021.
Antes de ser construida la Plaza Cívica Luis Carlos Galán Sarmiento, en la manzana de las calles 35 y 36, entre carreras 11 y 12, se encontraban casas viejas, con techos de tejas de barro y paso obligado de transeúntes.
Siendo senador de la república Alejandro Galvis Galvis en 1930 impulsó un proyecto de ley para la compra del predio y posterior construcción del edificio para el Palacio de Justicia, lo cual se concretó en 1944, con aportes del Ministerio de Obras Públicas, en cabeza del ministro santandereano Álvaro Díaz. Cinco años después se inició la cons trucción a cargo del arquitecto español Germán Tejero de la Torre y tardó seis años en concluirse. El 4 de junio de 1950 fue inaugurado.
En 1989, el alcalde Alberto Montoya Puyana propuso la construcción de una plazoleta y logró la aprobación del proyecto. Se compraron los predios ubicados frente al edificio del Palacio de Justicia y los sitios recordados por todos empezaron a demolerse.
Busto de Luis Carlos Galán Sarmiento
22
La ejecución propiamente dicha de la plaza le correspondió al alcalde Alfonso Gómez Gómez (1990-1992), diseñada por Alfonso Duarte Sanmiguel y construida por Parra Gómez, bajo la contratación que hizo Félix Jaimes Lasprilla, director del Área Metropolitana de Bucaramanga de aquel entonces.
La fecha de inauguración de la Plaza Cívica Luis Carlos Galán Sarmiento se sitúa hacia el año 1992. El alcalde Jaime Rodríguez Ballesteros (1992-1994) colocó la escultura del artis ta payanés Edgar Negret (1920-2012), titulada “Magnicidio”, hecha en lámina de hierro pintada, copia de la que está en el Palacio de Nariño en Bogotá, como homenaje póstumo a la memoria de Luis Carlos Galán Sarmiento, con un texto que hace parte de la escultura y empieza: “¿Qué arco iris es este negro arco iris que se alza?”.
En 1994 la familia Galvis propietaria del periódico Vanguardia Liberal, donaron las esculturas que engalanan el frente del Palacio de Justicia al Tribunal Superior de Bucaramanga. Había sido solicitado en 1983, por la Academia de Historia de Santander a Alejan dro Galvis Ramírez (1891-1981) quien donaría las cariátides, obra del escultor chiquinquireño Félix María Otálora (1896-1961).
El arquitecto Mario Pilonieta Pinilla diseñó un pórtico de estilo clásico sostenido por las cariátides que hoy vemos allí.
Durante el vigésimo aniversario del asesinato del político y líder bumangués Luis Carlos Galán Sarmiento (1943-1989), el 18 de agosto de 2009 se adecuó el busto del inmo lado líder, realizada por el escultor bogotano Alejandro Hernández Pinto.
Eventualmente se colocan esculturas u obras efímeras para aprovechar el espacio y la concurrencia de esta plaza.
En agosto y septiembre de 2019 el artista plástico piedecuestano Edinson Arenas realizó la obra llamada “In Memoriam”, para ser exhibida durante un corto tiempo en espacio abierto, cubriendo el frente del pórtico de entrada con una tela roja de 9x7x7 m., apro ximadamente.
La plaza cívica es un lugar simbólico y una de las pocas áreas públicas que tiene Bucaramanga para la realización de actos populares.
Vista desde la torre de San Laureano hacia 1959.
24
Detalle de la cariátide, rescatada de los disturbios ocurridos durante “El Bogotazo”, traída a Bucaramanga.
Escultura del artista Edgar Negret (1920-2012) “Magnicidio”, copia de la que se encuentra en el Palacio de Nariño en Bogotá.
Las Cariátides de la Justicia, de Félix María Otálora; El Magnicidio, de Édgar Negret, y el Homenaje a Luis Carlos Galán, de Alejandro Hernández Pinto, integran la Plaza Cívica Luis Carlos Galán, un sitio que se ha convertido en símbolo de encuentro y reconciliación dentro de la ciudad de Bucaramanga, donde confluyen la libre expresión y la cultura, lugar de diálogos, desde el cual se genera la cons trucción de arraigos y, por lo tanto, de identidad, donde se fundamentan muchas de las percepciones subjetivas que el bumangués tiene del espacio público en la ciudad.
Plaza Cívica Luis Carlos Galán hacia 1960.
La casa que albergó por cerca de 70 días en 1828 al “Libertador” Simón Bolívar, se fue conformando poco a poco en un espacio turístico para ser visitado por propios y extraños. Ubicada en las calles 36 y 37 con carreras 12 y 13 del centro de Bucaramanga, es una gran casona de estilo colonial de tapia pisada y un amplio patio solar.
En 1946 por ordenanza No. 8, la Asamblea Departamental entregó a la Academia de Historia de Santander la Casa de Bolívar, convirtiéndose en el primer museo de Bucaramanga. La institución abrió sus puertas al público en 1950 y desde 1977, respondiendo a nuevos modelos museológicos, se trans formó en un museo de historia regional. El patio solar inicialmente era un paseo peatonal y legalmente de propiedad municipal.
El Libertador y sus seis edecanes lo convir tieron en un lugar de espera y descanso en su estadía por estas tierras.
28
En el año 2016, durante la alcaldía del ingeniero Rodolfo Hernández, el arquitecto Iván Acevedo, al frente del Taller Profesional de Arquitectura Pública de Bucaramanga (TABUÚ) fue el encargado de renovar, para el servicio de la comunidad, y así lo convirtió en el Parque de los Edecanes.
Los bustos realizados por el artista santan dereano Román Prada, de los personajes que siempre acompañaban al “Libertador” Simón Bolívar, como Andrés Ibarra, Belford Hinton Wilson, Daniel Florencio O’leary, Guillermo Fergunson, Carlos Soublette y Luis Perú de Lacroix están presentes en este sitio que reivindica la historia. Además, la pileta construida inicialmente para el Parque de La Con cordia el 12 de octubre de 1927 por el marmolista Miguel Vicente Rueda, y luego de un largo periplo por diferentes lugares de la ciudad, en 1974 habría sido trasladada a este lugar que ahora está a la vista de todos.
Allí se encuentra un café para deleitarse en este entorno. Así mismo, está ubicado un Punto de Lectura del Instituto Municipal de Cultura y Turismo (IMCT), para que además, se pueda disfrutar acompañado de un buen libro.
Este proyecto ganó el concurso internacional de “Ciudad para las Personas”, organizado por el Gobierno de Buenos Aires y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en la categoría “Revivir la Ciudad”.
Busto de Luis Perú de Lacroix
Posible fotografía del artista Miguel Vicente Rueda quien posa frente a la Pileta de piedra en la cárcel de La Concordia hacia 1927.
Patio de los Edecanes en la Casa de Bolívar hacia 1974.
30
32
Patio de los Edecanes en construcción en el año 2016. Fotografía suministrada por el Arq. Iván Acevedo.
Detalle de la pileta realizada por Miguel Vicente Rueda, donde se muestra su fecha de creación.
La plaza de Belén, propiedad de la Diócesis de Nueva Pamplona, existía desde 1896 como un anexo del templo parroquial de la Sagrada Familia que se proyectaba construir. La Iglesia compró la casa de propiedad del médico Eusebio Cadena para construir en el sitio un oratorio que más tarde se convertiría en la parroquia de la Sagrada Familia, los obreros encontraron el 14 de diciembre de 1895 una imagen de la Virgen de Belén, lo cual llevó a que ese espacio comenzara a recono cerse en el común de la gente como Belén.
La plaza de Belén se convirtió en un lugar muy concurrido por la población, a pesar de los esfuerzos de la parroquia por demostrar que este era un espacio privado, sobre todo cuando decidió hacerle un cerramiento con una verja; razón que motivó al Concejo Muni cipal a comprarla para desarrollar en ella las festividades del 10 de julio de 1912, en las que se venderían en subasta pública los juegos de suerte y azar. En 1915 el Concejo de Bucaramanga acordó el cambio de nombre por el de Parque Santander.
34
De esta manera se subsanaba lo sucedido años atrás, en 1910, cuando se quiso honrar la memoria del “Hombre de las Leyes” en otro lugar cercano, pero que la ciudadanía no consideró adecuado y exigió el retiro de un busto allí colocado.
Era Gobernador del departamento el doctor Felipe Cordero, cuando la nueva plaza de Santander, unos pocos meses después, se inauguró en el marco de la conmemoración del 95º aniversario de la Batalla de Boyacá.
Por no considerar el busto de Santander –existente desde cuando se colocó en la plaza Waterloo y luego resguardado– como adecuado para honrar la memoria del ilustre general, a comienzos de 1920 se decidió contratar al escultor francés Raúl Verlet (1857-1923) para su nueva ejecución, quien la fundió en Francia en los talleres de Alexis Rudier y la trajo a Colombia en 1924. El nuevo parque fue inaugurado el 6 de enero de 1926 con la presencia del Presidente de la República Pedro Nel Ospina.
Su diseño representó una novedad estética fundamental, con el trazado de ocho avenidas interiores que confluyen en el centro donde se levantó el pedestal con la estatua del prócer. El ingeniero civil Pedro Colón Monticoni fue encargado del diseño y sentó las bases del modelo tradicional del parque republicano en la ciudad; así mismo. El pedestal fue realizado por Miguel Vicente Rueda.Escultura de Francisco de Paula Santander
En efecto, su diseño fue el mismo que tomó la renovación del parque García Rovira dos años más tarde, que eliminó el jardín y la verja que encerraba al monumento, hacién dolo accesible al visitante y eliminando por completo cualquier vestigio que hiciera referencia a los elementos básicos de la plaza colonial.
En el parque se conservaron los faroles y los cuatro candelabros arpía, elaborados en los talleres Fonderie D'art du val d'Osne, en la calle 58 Ba Voltaire, en París, de estilo Art nouveau.
Parque Santander. Monumento al general Francisco de Paula Santander, hacia 1928.
36
Detalle de los candelabros arpía, elaborados en París, de estilo art nouveau que reposan en el parque.
Recien inaugurada la estatua del General Santander hacia 1926.
Vista del parque Santander sin el edificio de “La Triada” en 1975.
La “aparición” hacia 1870, de la Virgen de Santa Rosa a Remigia Ortiz, una humilde mujer a quien la santa se le hizo presente por medio de un trozo de madera, dio origen a la plazuela Santa Rosa. Este terreno luego de ser trasladada la devoción al templo de San Laureano, fue comprado por la sociedad Reyes González & Hermanos, compuesta por los hermanos Reyes y Eleuterio González en 1889, que acumuló muchos terrenos en la zona de expansión urbana arriba de la Plaza San Mateo. Construyó un gran jardín que por varios años fue el atractivo de la ciudad y llevó el nombre de Parque Jardín Reyes González. En 1910 fue adquirido por el municipio y tomó el nombre de Parque del Cente nario siendo transformado para consagrar la memoria de los próceres de la independencia. En 1923 surgió la iniciativa de erigir allí un monumento en honor de Don Aquileo Parra, ilustre santandereano nacido en Barichara, que ejerció la presidencia de la república entre 1876 y 1878.
Escultura de Aquileo Parra
40
En virtud de la Ley 49 de 1923 que expidió el Congreso Nacional, se designó el Parque Centenario como el lugar que acogería el monumento, con motivo del primer centena rio de su nacimiento, que se celebraría el 12 de mayo de 1925.
Se encomendó al maestro antioqueño Francisco Antonio Cano (1865-1935) la reali zación de la estatua, la cual no estuvo libre de tropiezos y suspicacias; hasta que el 1 de mayo de 1930 fue inaugurada. El plano del pedestal fue diseñado por el arquitecto Jorge Carpentier y realizado por el marmolista Miguel Vicente Rueda, bajo la dirección de Lorenzo Smith.
En 1936 por disposiciones de la Asamblea de Santander, se ordenó erigir un busto en homenaje al médico piedecuestano Fidel Regueros Buitrago (1877-1929). Se encomendó al escultor santandereano Carlos Gómez Castro su hechura, que concretó en 1940. En 1941 se colocó el busto en la esquina suroriental del Parque del Centenario. El 28 de mayo de 1968 en el acuerdo 097, el Concejo Municipal de Bucaramanga ordenó el traslado del busto a la plazuela-zona verde a la entrada del barrio Terrazas, y en años recientes, regresó a la esquina nororiental del parque donde actualmente reposa.
Este parque fue testigo del nacimiento del primer Centro Comercial San Andresito que fue trasladado años más adelante hacia 1987.
Estatua de Don Aquileo Parra (1825-1900), militar y político nacido en Barichara, Santander. 13º Presidente de los Estados Unidos de Colombia entre 1876 y 1878. 42
Arriba. plazuela de Santa Rosa luego parque Centenario, 1903 / Abajo. Inauguración Parque Centenario y monumento a Aquileo Parra, 1910.
Busto en homenaje al Dr. Fidel Regueros, filántropo de Piedecuesta. Obra de Carlos Gómez Castro, inaugurada el 13 de abril de 1941.
Parque Centenario en los inicios de San Andresito, hacia 1978.
Vista aérea del Parque Centenario hacia el año 2016.
Hacía 1895 existía una irregular plazuela que se conocía como Waterloo, ubicada al oriente de la ciudad, 200 metros arriba del Parque Jardín Reyes González, luego nombrado Parque Centenario. En 1910 fue adquirida por el municipio para honrar la memoria de Francisco de Paula Santander, con un busto del prócer en el centro de la plaza, y por ello cambió el nombre a Plaza Santander. Un año más tarde fue colocado el busto y fue rechazado por considerarlo mal hecho, causando indignación general y un agravio al prócer, por lo que se solicitó al Concejo que fuera retirado.
El 6 de agosto de 1911, el busto fue mutila do (hecho aún sin esclarecer). Todo ello llevó a reconsiderar la decisión de colocar allí una efigie del General Santander.
En el seno del Concejo, se planteó la posibi lidad de honrar la memoria de la heroína Antonia Santos Plata (1783-1819) con un busto. A partir de entonces tomó su nombre
46
y la antigua plazuela de Waterloo dejó de ser la plaza de Santander, para luego convertirse en la nueva Plaza Antonia Santos, actualmente carreras 21 y 22 con calles 33 y 32.
Pero la idea no prosperó. Sin embargo, en 1928 fue inaugurado el Parque Antonia Santos bellamente ornamentado, con una pileta central.
El 14 de febrero de 1932 se escogió el Parque Antonia Santos para cristalizar la iniciativa de un busto al expresidente José Vicente Concha (1867-1929), se escogió al artista español Ramón Barba Guichard (1894-1964) para que la hiciera. La realizó tallada en mármol blanco y fue instalada en dicho lugar, el 14 de febrero de 1932. Allí permaneció hasta 1971 cuando se trasladó al Palacio de Justicia; en 1974, al Patio de los Edecanes en la Casa de Bolívar y en 2016, al interior de la casa, donde se encuentra actualmente.
La escultura de la heroína tardó medio siglo más, hasta que por fin en 1971 se materializó. Fue hecha en bronce por el escultor santan dereano Carlos Gómez Castro.
Busto de María Antonia Santos Plata
Busto en homenaje al Dr. Fidel Regueros, médico filántropo de Piedecuesta. Obra de Carlos Gómez Castro, inaugurada el 13 de abril de 1941.
Detalle de la placa ubicada en el pedestal de la escultura homenaje a la heroína de la independencia, María Antonia Santos Plata (1783-1819).
Busto del político y abogado José Vicente Concha (1867-1929), 13º Presidente de la República de Colombia, hacia 1932.
Casa en el parque Antonia Santos en1950.
La sociedad bumanguesa hizo justicia al honrar la memoria de sus más preclaros próceres locales, pero la necesidad popular encabezada por prohombres de la época, de hacer un reconocimiento a la figura del “Libertador” Simón Bolívar tuvo su momen to álgido a mediados de la década de 1920.
Entre 1912 y 1914 se debatió en el Concejo Municipal la idea de cambiarle el nombre de Parque Centenario o Plaza de Belén por el de Plaza del Libertador.
La propuesta no prosperó y en 1925, la Sociedad Bolivariana conformada en Bucaramanga hizo gestiones ante el Congreso de la República, quien expidió una ley destinando recursos para la creación de un museo y la erección de una estatua ecuestre que debía ser elaborada por el escultor italiano Giovanni Anderlini, la cual nunca se llevó a efecto. Un año más tarde, una familia de inmigrantes alemanes (propietarios de un gran solar anexo a su casa de habitación, en lo que
50
hoy es carrera 22 y 23 con calles 37 y 38), en cabeza de U. L. Larsen, de forma altruista, cedió parte de su propiedad para el surgimiento del parque y su posterior posiciona miento como referente importante de la urbanización de la ciudad al oriente.
Hubo demoras en su construcción, pero la proximidad del centenario de la muerte del Libertador impuso la necesidad de emprender los trabajos de ornamentación y trazado del parque. Fue inaugurado el 17 de diciem bre de 1830.
El 24 de julio de 1950, la Semana Bolivariana realizó un homenaje, organizado por la Academia de Historia de Santander, a la figura del libertador. Recibió delegaciones de países bolivarianos en los distintos actos de distinción a la efigie del padre de la patria. El escultor local Carlos Gómez Castro (1908-1996) fue el encargado de elaborar la imponente estatua de El Libertador, que recibió el nombre de Bolívar civil, aunque el autor la llamó Bolívar y la Patria, fundida en bronce en el taller de Bruno Campagnola en Lima (Perú), en 1948.
Escultura de “El Libertador” Simón Bolívar
Detalle de la inscripción en el pedestal de la escultura a "El Libertador” Simón Bolívar (1783-1830), primer presidente de la Gran Colombia.
Con Mario Acevedo, Belarmino Morantes y Álvaro Cala en la inauguración de la obra del Bolívar Civil, 1950.
En el taller de fundición de Bruno Campagniola en Lima hacia 1948.
A raíz de la temprana e inesperada muerte del doctor Gabriel Turbay Abunader (1901-1947), político santandereano muy respetado y querido por el pueblo y candidato presidencial, el Congreso de la República, en 1947, antes de terminar sus sesiones, aprobó una “Ley de Honores” a Gabriel Turbay, presentada por el doctor Cesar Ordóñez Quintero. Con esta se ordenó erigir una escultura monumento para rendir honores al destacado personaje, como reza en su placa conmemorativa.
Estando el espacio adecuado, ubicado sobre la carrera 27 con calles 50 y 51 al oriente, se escogió para colocar allí la escultura que fue encomendada al maestro santandereano Carlos Gómez Castro y fundida en Bogotá.
Su inauguración presidida por el Gobernador de Santander, Dr. Guillermo Garavito Durán y el Alcalde de Bucaramanga, Gabriel González Cadena, se llevó a cabo el día 17 de diciembre de 1950, con la que se nombraría a este espacio como Parque Turbay.
Escultura de Gabriel Turbay Abunader
54
56
El espacio exhibe en el centro la figura del ilustre bumangués.
En 1973, mediante el Acuerdo No. 060 del Concejo Municipal, fue creada la Biblioteca Pública Municipal Gabriel Turbay.
El maestro Carlos Gómez Castro trabajando en la escultura de Gabriel Turbay, realizada en bronce, 1950.
El 19 de agosto de 1939 se instaló la escultura en bronce del militar y político caleño Benjamín Herrera Cortés (1850-1924) en la plazoleta Benjamín Herrera, frente al edificio Nacional de Correos y Telégrafos ubicado en la calle 36 con carrera 15 (que en ese enton ces era su delimitación oficial).
El busto fue realizado y fundido en bronce por el artista escultor bogotano José María Angulo. Para su realización se tuvieron en cuenta diversos retratos de la época para acentuar los rasgos faciales del ilustre caba llero.
La inauguración contó con la presencia del Presidente de Colombia Eduardo Santos, su esposa Lorencita Villegas de Santos y la viuda del General homenajeado, María José Villanueva de Herrera.
En la década de 1950 se demolió el edificio Nacional de Correos y Telégrafos para dar paso a la prolongación de la avenida 36 hasta
58
el parque García Rovira, motivo por el cual el busto se guardó en las bodegas de la Gobernación de Santander en el palacio amarillo.
Debido a los diferentes cambios que sufrió la carrera 27 y los respectivos ensanches a cuatro carriles y separador, las casas adya centes perdieron grandes espacios. De algunas solo quedaron fragmentos, por lo que uno de ellos se aprovechó como zona verde, por estar ubicado frente al Parque Turbay, en la carrera 27 con calles 50 y 51 al occidente.
Fue así como el 11 de noviembre de 1965 se trasladó allí el busto de Benjamín Herrera para ser colocado sobre un pedestal hecho para ello, y se nombró al parque con su nombre: Parque Benjamín Herrera. Al acto solemne asistieron los doctores Alejandro Galvis Galvis y Gustavo Serrano Gómez.
Busto de Benjamín Herrera Cortés
Busto del general Benjamín Herrera, realizado en bronce por el artista José María Angulo, en1970.
Vista del parque Benjamín Herrera hacia 1965.
Aunque fue construido hacia el año 1927, los inicios del barrio La Concordia están registrados a principios del siglo XX, cuando se levantó sobre los terrenos de una vieja cárcel que llevaba tal nombre y que, con el tiempo, se convirtió en un conjunto de caso nas viejas escondidas en un costado. Los vecinos más antiguos recuerdan que los viajeros se tropezaban con la primera posada de Bucaramanga, llamada El Volga. Más allá, justo en donde hoy se levanta una importante avenida, todos visualizaban el puente de La Rosita, que tenía el nombre de la quebrada que surcaba sus bases.
Dicen que sobre estas áreas los primeros provincianos que llegaron al sector anclaron construcciones de tapia y tejas de barro. Así nacieron las industrias de cigarros de los Gamboa y las fábricas de chocatos de los Higuera, que fueron los pilares de la plaza de mercado, frente al parque.
62
Dicho espacio renovó espíritus y hasta podría decirse que desplazó al parque más antiguo, el Regueros Peralta, ubicado frente a la cárcel. Fue inaugurado en 1954 con el nombre Gustavo Rojas Pinilla, luego pasó a llamarse La Libertad. Hizo historia cuando, bajo la presidencia de Gustavo Rojas Pinilla (1953-1957), se acondicionó el busto del General y se construyó una obra arquitectó nica de carácter escultórico, caseta abierta que se decía era copia del quepis del General. Aún subsiste tal construcción.
Al caer la presidencia de Gustavo Rojas Pinilla en 1957, adoptó el actual nombre. En el centro del parque se encuentra, en mosaico, una paloma, símbolo de la paz.
El Concejo de Bucaramanga por iniciativa del gremio de periodistas decretó colocar un busto de Arturo Regueros Peralta (1913-1941), político, orador y periodista bumangués. Contrató con el escultor Carlos Gómez Castro en 1980 y se colocó en un pedestal allí. Posteriormente fue trasladado al parque que lleva su nombre en el costado oriental de la avenida La Rosita con carrera 15.
Obra arquitectónica homenaje a Gustavo Rojas Pinilla
En el centro del Parque La Concordia encontraremos, en mosaico, una paloma, símbolo de la paz.
Busto de Arturo Regueros Peralta en el Parque La Concordia, obra de Carlos Gómez Castro, en 1980.
El Parque La Concordia en el año 2018.
A medida que la ciudad fue creciendo, aumentó también el número de pobladores y vehículos, lo que creó problemas de movilidad que exigieron soluciones inteligentes.
Cuando nació el barrio La Concordia, a principios del siglo XX, se desplazó la cárcel y fueron quedando casonas viejas que poco a poco dejaron su estilo tradicional y albergaron negocios de toda índole.
Así mismo, se construyó una importante avenida que lleva el nombre de La Rosita, y la diagonal 15 tuvo que ampliar sus carriles para dar paso al progreso. Para esto se apropiaron de los espacios necesarios que cercena ron casas y dieron origen, además, a espacios de formato más pequeño.
Planeación municipal poco a poco fue tomando conciencia de la necesidad de zonas verdes que compitieran con la selva de cemento y permitieran cumplir las normas del gobierno nacional respecto al tema.
Busto de Arturo Regueros Peralta
66
Algunas ardillas y otras especies de aves y reptiles son de cotidiano avistamiento en los parques de Bucaramanga.
Dos cuadras más abajo del gran Parque de La Concordia, en la diagonal 15 o carrera 17B con calles 49 y 50, está ubicado uno de estos espacios. Los periodistas reclamaron este lugar para dedicárselo a su profesión, y allí fue trasladado el busto de Arturo Regueros Peralta (1913-1941) que habían ubicado en el de La Concordia. Por tal motivo bautizaron el sitio como Parque Regueros Peralta, y el busto-retrato del periodista que durante su trayectoria se preocupó por denunciar la invasión del espacio público quedó allí como vigilante de tal labor. Irónicamente esta pequeña zona verde hoy está invadida por talleres de arreglo de motocicletas.
Cabe recordar que el busto fue realizado y fundido en bronce por el escultor Carlos Gómez Castro en 1980. Una placa del mismo material daba cuenta del suceso.
Parque Regueros Peralta visto hacia la diagonal 15, en el año 2020.
El 8 de febrero de 2010 se inauguró el Parque de los Periodistas, ubicado en la diagonal 15 con calle 47 de la avenida La Rosita, en nombre de Próspero Rueda, conocido como “Patroncito”, escritor, decano y maestro del periodismo santande reano que laboró durante treinta y cuatro años y se convirtió en todo un ícono del servicio a la comunidad. De él se erigió un busto en bronce que fue realizado por el bogotano Carlos Ortiz Báez –ex ayudante de Héctor Lombana–, quien recibió tal encargo del alcalde Fernando Vargas. El Parque de los Periodistas, está situado hoy, en la diagonal 15 con calle 45, frente al Almacén Éxito.
Luego de rescatar la máquina litográfica Schandler, que durante algún tiempo estuvo en el separador de la carrera 15 con avenida La Rosita, representando al gremio de editores, litógrafos y periodistas de la ciudad en el antiguo Parque de los Periodistas, destruido por la construcción de Metrolínea, se recuperó y colocó en el parque justo detrás del busto de Próspero Rueda.
Busto de Próspero Rueda y máquina litográfica Schandler
70
72
Allí también hay una placa en mármol con los nombres de reconocidos periodistas y comunicadores de diferentes agremiaciones reconociendo de este modo públicamente su labor.
Busto de Próspero Rueda “Patroncito”, escritor, decano y maestro del periodismo santandereano, realizado por el bogotano Carlos Ortiz Báez.
En la administración del alcalde Luís Fernando Cote Peña (1 de enero de 1998 al 31 de diciembre de 2000) y a raíz de las obras de renovación realizadas en diferentes sitios de la ciudad, se tomó la decisión de crear un parque en el sitio denominado La Puerta del Sol en el cual funciona un emblemático restaurante típico. Se le llamó Parque de las Hormigas y para ello además, se colocó la escultura “Camino de las hormigas”, obra del artista santandereano Guillermo Spinosa, en bronce fundido, ubicada en la falda oriental que da a la autopista del Parque Mirador. Dicha obra artística fue retirada cuando comenzó la ampliación de la Autopista en el año 2016 durante la alcaldía del ingeniero Rodolfo Hernández Suárez. En su momento la Gobernación de Santander reveló que la escultura iba a reubicarse en el mismo sector de la Puerta del Sol, pero en un muro nuevo que colindaba con el llamado Parque de las Hormigas, aunque gran parte de dicho parque desapareció para darle paso a los nuevos carriles de la malla vial.
Escultura “Camino de las hormigas”
74
76
Cabe destacar que las hormigas se reubicaron el 18 noviembre de 2016, en el orden y la posición exacta en el que fueron dispuestas originalmente por el artista. Y para garantizar ello se contó con la supervisión directa de la esposa del maestro, la señora Carmen Cecilia Rincón de Espinosa. Según el contratista, ella estuvo pendiente de la retirada de cada una de las piezas, proceso que se hizo de forma minuciosa, marcando y enumerando cada una de las hormigas.
Este parque es uno de los más emblemáticos y reconocidos de la ciudad al igual que la escultura que incluye mil hormigas que están organizadas y marchando, representando la laboriosidad del santandereano.
Parque de las hormigas. Puerta del Sol hacia el año 2020.
Hacia 1940 Robledo Hermanos inició la construcción de la urbanización Sotomayor, diseñado por el arquitecto Jorge Gaitán Cortés, quien vino a Bucaramanga e hizo el trazado inglés del citado barrio que, a pesar de tener sus calles estilo compás, mantuvo el cuadrante que llamaban “El Parque”. gracias a quienes vivían cerca. Algunas palmas empezaban a crecer y tenía varias bancas de cemento que permitían pasar entre ellas un balón No. 5, utilizado para un juego llamado “Ban quitas”. Para mantener los prados siempre verdes, el municipio tenía un jardinero que vivía con su familia en un lote al frente, en la parte suroriental del parque.
El Club Campestre, hoy Club Unión, era una finca, con una carretera de acceso por la carrera 29 desde la calle 42 a la 49 era una gran “agenda de palmas” que se denominaba Avenida Las Palmas. Para la década del 60, cuando se adelantaban las obras del sector, las casas de dos y tres niveles con sus respectivos parqueaderos eran la línea urbanística que rodeaba el parque.
Busto de José de San Martín
78
El Parque fue bautizado en 1970 con el nombre del General argentino José de San Martín (1778-1850). Ocho años más tarde (1978) se concluyeron las obras, gracias a los aportes que hiciera en ese entonces la Embajada de Argentina en Colombia.
En honor a este destacado militar fue encargado un busto al maestro Carlos Gómez Castro, realizado en bronce en 1978 y que aún reposa allí. José Francisco de San Martín y Matorras fue un militar y político rioplaten se y uno de los libertadores tanto del país gaucho como de Chile y Perú. A la inaugura ción del parque asistieron autoridades civiles del momento, miembros de la Academia de Historia de Santander y una nómina de jugadores argentinos y uruguayos como Raúl Roque Di Marco, Norberto Pelufo, Roberto Pablo Janiot y Américo Montanini, futbolistas quienes promovieron la construcción del parque.
Este terreno alberga en sus raíces una variada especie de palmas a las que se les debe el honor del nombre coloquial del parque. En 1989 el ingeniero Rodolfo Hernández propu so la adquisición de una obra del artista barranquillero John Castles (1946) a través del Fondo Rotatorio de Embellecimiento del Espacio Urbano, Departamento Administrativo de Planeación Metropolitana bajo su dirección. “Menguante” se llama esta escultura realizada en lámina de hierro oxidado que se instaló en 1990.
Lo que sería el “Parque de las Palmas”, en la parte inferior. Vista aérea. 1960.
Parque José de San Martín hacia 1970.
El 20 de julio de 1964, pese a que el munici pio no era el propietario del terreno, fue inaugurado oficialmente el parque en memoria de uno de los mejores alcaldes que ha tenido la capital santandereana: el médico Guillermo Sorzano González (1919-1960).
Pasados cinco años, en 1969, la urbanizadora de David Puyana, administrada por los descendientes de Don David Puyana Figueroa (1829-1909), mediante escritura pública, le donó al municipio los terrenos del parque. Justo en la parte baja de donde estaba construida su casa de habitación, en lo alto de la colina y que formaban parte de su hacienda en la cabecera del llano, muy extensa, pues había acumulado tierras a lo largo de los años.
Ubicado de la carrera 33 a la 36, entre calles 45 y 46. Con el paso de los años y por el hecho de su proximidad con la Iglesia de Pío X, comenzó a ser reconocido entre los bumangueses como el Parque San Pío.
Escultura “Mujer de pie desnuda” de Fernando Botero
82
En 2011 fue remodelado y se instaló la escultura en bronce del artista antioqueño Fernando Botero (1932), titulada “Mujer de Pie Desnuda”, más conocida por el nombre común de “la gorda de Botero”.
La iglesia San Pío, inicialmente fue un rancho con tejas de zinc en donde hoy funciona el CAI. La construcción que hoy vemos data de los años 70 y fue obra del arquitecto Hugo Mantilla.
El Parque San Pío tiene dos partes: La parte alta para la zona deportiva, y la parte baja con una arborización de "Gallineros" que en sus inicios tuvo una fuente de agua.
Hacienda de Don David Puyana en la cabecera del llano de la ciudad, ahora Parque “San Pío”. 1950.
86
Fuente de agua en el Parque “San Pío” hacia 1969.
Pileta ubicada en las escaleras al costado de la iglesia San Pío que comunican la cra. 36 con la cra. 38. Conduce al Parque de los Sarrapios.
Don David Puyana Figueroa (1829-1909), ancestro ampliamente reconocido en la región, tenía su hacienda –muy extensa, por cierto– y una gran casona que habitaba y con el tiempo llegó a tomar el nombre de Casa del Diablo por la leyenda que se tejió a su alrededor, dadas sus habilidades para vigilar y controlar a sus empleados mediante un catalejo traído de Europa, así como la gran fortuna amasada.
Como fue costumbre por esa época, quiso tener un parque al frente, con jardines y gran vegetación. Por ello la empresa forjada por él donó los terrenos que se ubican al frente de la residencia en la calle 46 con carrera 39 de la nomenclatura actual. Delimitado por la carrera 37 entre calles 45 y 46, su nombre es tomado del árbol Sarrapio que abunda en estos terrenos. Se inauguró en 1951 y allí se encuentran los bustos de Don David Puyana Figueroa y del Padre Francisco Romero (1830 – 1874) realizados por el Maestro Carlos Gómez Castro y fundidos en bronce.
Busto de David Puyana Figueroa
90
Busto en homenaje al Padre Francisco Romero junto al del ilustre Don David Puyana Figueroa.
Bustos del Padre Francisco Romero y Don David Puyana, obra del maestro Carlos Gómez Castro. 1951.
En 1908, el Concejo de Bucaramanga estableció el desarrollo del Parque de los Niños, pues la ciudad no contaba con un parque de grandes dimensiones que cumpliera al mismo tiempo funciones de ornato, salubridad, recreación e higiene, surgiendo, no para exaltar la memoria de un héroe, sino pensando en dotar a la ciudad de un verdade ro bosque natural que sirviera de sitio de paseo y lugar salubre y provechoso para la salud de niños y ancianos.
El General Eliseo Camacho poseía un terre no conocido como Llano Camacho, de cinco manzanas de las que ofreció donar una en 1908 para hacer el parque en un ambiente natural de grandes proporciones. El alcalde, Sinforoso García, concretó un área de 278 m. por oriente, 208 m. por occidente y 163 m. por Norte y Sur. Ambrosio López realizó planos, construyó camellones interiores y seleccionó especies para plantar; Enrique López Rovira fue el tesorero. Se estableció que reclusos y detenidos conmutaran penas
94
por trabajar en su construcción. El 6 de septiembre de 1909 se dio inicio, por medio del Acuerdo No. 13 del año anterior. Se inauguró en 1922. En noviembre de 1937 Arturo Regueros Peralta y Gilberto Vieira presentaron proyecto de Ley para honrar y reivindicar la memoria de José Antonio Galán y erigir una estatua del Comunero (proyecto que fue aprobado).
El monumento debía estar listo en 1940. Sólo hasta 1944 se decidió que sería ubicado en el Parque de los Niños. y dos años más tarde se encomendó la obra al escultor santandereano Carlos Julio Gómez Castro, quien se radicó en Lima por dos años y trabajó en el taller del italiano Bruno Campagnola, para fundir la escultura en bronce. Fue inaugurada el 12 de octubre de 1949.
La Sociedad de Mejoras Públicas trabajó para convertirlo en un escenario deportivo. En 1939 tenía construidas dos canchas de tenis y dos de baloncesto, contaba con dos pabellones de baños públicos. Las obras fueron proyectadas por el doctor Luis Carlos González e inspeccionadas por Ángel Puente Berruecos.
En 1987, en el costado oriental del parque, sobre la carrera 27, se levantó un imponente clavijero; escultura obra del maestro buman gués Guillermo Spinoza (1939-2010), en homenaje al compositor socorrano José Alejandro Morales (1913-1978).
Escultura “Clavijero
de Tiple” homenaje
a José
A. Morales
Galán comunero. Antiguo emplazamiento, Parque de los Niños. 1950.
96
Placa en el pedestal de la estatua homenaje al prócer neogranadino, José Antonio Galán (1741-1782), nacido en Charalá Santander.
Vista general de la escultura “Comerciantes vs. Colombia” del Parque de los Niños, realizada por el artista Juan Arreaza.
100
En la plazoleta del Instituto Municipal de Cultura, de la Biblioteca Pública Gabriel Turbay, se instaló en 1988, la escultura en hierro “Observatorio” del bumangués Luis Eduardo Estupiñán García (1959).
En 2011 tras un histórico fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que condenó en 2006 a Colombia por la masacre, en 1987, de Puerto Boyacá donde murieron a manos de paramilitares 19 comerciantes. El ejército nacional dejó la escultura en bronce “19 Comerciantes vs. Colombia” hecha por el artista bogotano Juan Manuel Arreaza Gutiérrez, en la esquina noroccidental del parque. En 2013 se colocó sobre un pedestal en mármol y se inauguró.
Inauguración de la escultura “Comerciantes vs. Colombia”.
El 14 de marzo de 1937 llegó a la ciudad de Bucaramanga la primera comunidad de frailes franciscanos y el 16 de mayo de ese mismo año se adecuó el convento. Escogieron un terreno que en su tiempo se conoció como el “Llano de la Mutualidad” en el que siempre se acondicionaban los circos que pisaban la tierra bumanguesa y en donde se quiso hacer un gran proyecto habitacional.
El sector se pobló y se fue consolidando hasta inscribir el registro del monasterio en letras de molde en la partida de bautismo del templo e incluso en el barrio que adoptó su nombre: San Francisco, cuyo aniversario es el 4 de octubre, fecha del nacimiento del santo.
El 17 de mayo de 1975 el entonces arzobispo de Bucaramanga, Monseñor Héctor Rueda Hernández consagró la parroquia. El 8 de octubre de 1944 se puso la primera piedra del templo. El 16 de diciembre de 1952 se inició el culto en el templo.
Busto de José Camacho Carreño
102
de la escultura homenaje al Ejército Nacional de Colombia.
Vista
104
Poco a poco el espacio ubicado frente al templo fue recibiendo manejo adecuado en jardines y cuidado de los mismos hasta el punto de ser considerado un parque y no tardó en convertirse en otro de los sitios de atracción de la sociedad bumanguesa. Poco después de la muerte trágica del político, escritor y orador santandereano José Camacho Carreño (1903-1940), se le encar gó al artista santandereano Óscar Rodríguez Naranjo (1907-2006) un busto en homenaje de Camacho Carreño, para ser colocado en este espacio concurrido de la ciudad y el 4 de abril de 1953 fue inaugurado. Desde enton ces recibió el nombre de Parque Camacho Carreño, pero por su cercanía al templo, se le conoce popularmente como Parque San Francisco.
José Camacho Carreño, obra de Óscar Rodríguez Naranjo.
El sacerdote jesuita José Rafael Angulo Ortiz en 1940 tuvo la idea de hacer un monumento al Sagrado Corazón de Jesús, solicitó ayuda y la señora Elvira Mantilla de Mantilla donó el cerro de Morrorrico donde se construyó.
El médico Roberto Cadena Menéndez financió la obra por completo, la cual fue dirigida por el hermano jesuita Graciliano Hernández y diseñada por el escultor antioqueño Ramón Elías Betancourt Bustamante (1893-1947). Se elaboró en cemento blanco, mide 6 m. de altura y reposa sobre un pedestal de 13 m. en el cual se usaron 27 mil ladrillos para su construcción.
Se inauguró el 1º de enero de 1941, habiendo enterrado una urna con recuerdos, entre ellos una bolsita con granos de arena que una anciana devota entregó al padre Angulo, diciéndole que era su granito de arena para colaborar.
Monumento al Sagrado Corazón de Jesús
106
Ubicado al oriente de la ciudad, en la década de 1940, el sitio desde el cual se observaba el crecimiento de Bucaramanga y a donde llegaban diferentes personas para hacer deporte o por distracción. Cuentan las leyendas que el cerro lleva ese nombre porque allí algunos jefes indios guardaban sus tesoros que después recogían sin dejar rastro.
El parque cuenta con 185 especies de árboles y un jardín seco tropical con 45 especies traídas desde Pescadero, tales como cactus, pencas, motuas y tunas. Posteriormente fue entregado a la CDMB en 1980, entidad que le hizo una cuantiosa inversión en 1982. En 2019 se acometieron trabajos de modernización en la iluminación del cerro parque.
Vista del cerro de Morrorrico hacia 1984.
108
110
Media Torta en el cerro de Morrorrico. 1984.
A medida que el progreso avanza, se van incluyendo vías y sus respectivas ampliaciones. La glorieta de la carrera 27 con calle décima es producto de ello. Este sitio es muy concurrido por jóvenes y se ocupa en gran medida por estudiantes universitarios, princi palmente por su cercanía con la Universidad Industrial de Santander (UIS) y el Instituto Técnico Superior Dámaso Zapata. La glorieta se encuentra rodeada de bares, restaurantes, papelerías y locales comerciales. En su centro hay una escultura fundida en bronce, fechada 1961, que representa al “Libertador” Simón Bolívar, montado a caballo; obra del escultor de origen español residente en Venezuela, Emilio Saiz Campos (1917-1983), donada por el gobierno venezolano a la ciudad de Bucaramanga el 14 de abril de 1964, día en que se inauguró para conmemorar los 173 años del aniversario de su muerte. Fue inaugurado el Día de las Américas. En el pedestal hay una placa en bronce la cual habla de su inauguración y de las personas que estuvieron allí presentes.
Escultura “Bolívar
Ecuestre”
112
Asistieron: el cónsul en la ciudad, César Ramírez Morales; Felipe Hernández, embajador de Venezuela en Colombia, quien se expresó así durante el acto de inauguración, "Perdurará como un testimonio fehaciente de que ambos pueblos estuvieron algún día unidos para la común empresa de la libertad". Además, estuvieron presentes el gobernador de Santander doctor Mario Latorre Rueda y el alcalde de Bucaramanga doctor Gilberto Arias Delgado.
En 2001 fue remodelada la plazoleta y restaurada la pátina del monumento. En 2003 se sometió de nuevo todo el conjunto a restauración con el patrocinio del Consulado General de la República Bolivariana de Venezuela.
Simboliza la hermandad entre los dos pueblos del sur de América, Colombia y Venezuela. Dentro del imaginario ciudadano está muy arraigado, y más, cuando su puesta en escena se realizó frente la Universidad Industrial de Santander, cuna de movimientos estudiantiles revolucionarios de los años sesenta y setenta, y adalid de las banderas universitarias e ideas progresistas de la universidad pública colombiana. Ha sido objeto de puestas en escena por parte de algunos artistas plásticos; en 2018 el artista santandereano Edison Arenas Solano elaboró la obra “Miradas recuperadas”, junto a migrantes venezolanos.
La ciudadanía reconoce al “Bolívar Ecuestre” como un símbolo y una parte de su entorno paisajístico y urbano.
“Bolívar Ecuestre”, obra de Emilio Saiz Campos. 1961.
Una
mirada hacia los parques emblemáticos de la Ciudad Bonita de Colombia.
Bucaramanga Colombia 2022