Vivo Fútbol julio 2017

Año I N° 3. Rosario, julio de 2017. $9,99.

JULIO 2017

camiseta canalla.

Don Ángel por Guille Ferretti

Sampaoli por Pablo Paván

Nunca bajó los brazos Néstor Moiraghi repasa su carrera con varios altibajos y en donde pudo cosechar 2 títulos.

Cruzaron el charco: Leo Incorvaia

Scoponi Newell’s 1990/91

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ÍNDICE 4- Paulo Ferrari - Capitán Loncho 8- Pablo Paván - Un ciudadano fuera de lo común 11- Néstor Moiraghi - Nunca bajó los brazos 15- Leo Incorvaia - Rosarino en Malta 19- Guillermo Ferretti - Ángel Canalla 22- Norberto Scoponi - Newell’s 1990/91 Staff Director: Martín Esrequis Notas, entrevistas y diseño: Martín Esrequis Colaboran: Pablo Muñoz, Diego Coronel, Macarena Villareal y Carlos Durhand Sitio web: www.vivofutbolproducciones.wordpress.com

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Crónica

UNO NO Y EL OTRO A MEDIAS

El torneo (interminable) del fútbol argentino llegó a su fin. Boca fue un campeón justo coronándose a falta de tres fechas, aunque lo pudo ser mucho antes. Los equipos de la ciudad tuvieron infinidades de vaivenes. El Canalla comenzó continuando un proyecto que le había dado resultados sin coronarse, mientras que la Lepra lo hizo con cambio de dirigencia y con un cuerpo técnico bastante cuestionado.

Al comienzo de la temporada todas las predicciones fallarían. Los del Parque Independencia escalarían rápidamente a los primeros puestos y se mantendrían durante todo el campeonato (o casi).

Aun siendo discutidos desde su juego, encontraron un funcionamiento efectivo tanto en ataque como en defensa. Todo lo contrario para los de Arroyito, que les costaba levantar vuelo. En la última etapa del Chacho se jugaron todo por la Copa Argentina y descuidaron el torneo local, dándoles la posibilidad a varios juveniles y a habituales suplentes de tener competencia. El 2016 terminó con Newell’s en zona de Libertadores, peleando palmo a palmo con Boca; y Rosario Central en el puesto número 22 lejos de todo.

Una vez que el rojinegro cumplió su principal objetivo de engrosar el promedio y ubicarse por encima del 1,416 (promesa de campaña), se enfocaron en un segundo, clasificar a una Copa. Honestamente e internamente, nunca se creyeron capaces de salir campeones por innumerables factores, tanto futbolísticos como institucionales. Mientras tanto, Rosario Central comenzó el 2017 con un nuevo cuerpo técnico que generaba gran incertidumbre, sumado a las bajas de Lo Celso y Montoya y que en la reanudación del torneo perdió de local frente a Godoy Cruz en una flojísima actuación.

Sin embargo, rápidamente, el DT uruguayo acalló las críticas y recibió elogios, demostrando un gran trabajo para enderezar al grupo y encontrar resultados dentro del campo de juego, a través de una identidad.

Los clásicos marcaron un antes y un después para ambos lados. Aquel de octubre en el Gigante, levantó a los de Osella y debilitó aún más a los de Coudet. Se dio a la inversa en el último jugado en el Marcelo Bielsa, donde hizo estallar la crisis leprosa y abrió una luz de esperanza para los Canallas.

Finalmente Newell’s cumpliría una de sus metas, teniéndose que conformar con ingresar a la próxima Sudamericana, cuando tenía un pie y medio dentro de la Libertadores.

La gente de Central, post clásico, recibió de manera espectacular a su equipo, parecía que el envión anímico y futbolístico lo pondría nuevamente en el plano internacional. Ese partido frente a Racing por la fecha 25 fue su última victoria del torneo. Luego entraría en un agujero donde se combinó la falta de gol, las lesiones y sanciones disciplinarias a sus jugadores, que desembocaron en la posición final número 12. Ahora estarán expectante hasta fin de año para que algún campeón de Copa Argentina o de algún torneo internacional vigente, lo favorezca para jugar, al igual que Newell´s, la Sudamericana 2018.

El mercado de pases no pasó ni pasará desapercibido en este mes de transición. Las bajas de Pinola, Musto, Salazar y Teo, son de las más resonantes en el horizonte auriazul, mientras que en el rojinegro no estarán más Scocco, Formica, Quignon, Domínguez y Moiraghi, habituales titulares.

Trabajo de los dirigentes y cuerpos técnicos para reamarse, dándoles oportunidades a los juveniles y mezclarlos con algunos refuerzos, sin comprometer la economía de los clubes, de jerarquía, para que Rosario siga siendo protagonista del fútbol argentino.

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Nota de tapa

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Capitán Loncho

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A lo largo de su carrera, Paulo Ferrari defendió únicamente dos camisetas, la de Rosario Central y la de River. En ambos clubes estuvo en momentos históricos, tantos de los que lo enorgullece cómo también de los otros, que quizás no le hubiese gustado pertenecer, pero como el mismo aclara, son parte de fútbol. Con perfil bajo hacia el afuera, en las mayorías de sus presentaciones dentro del campo llevó la cinta en su brazo izquierdo y es de los que más veces vistió la auriazul. Su último objetivo es alzar una copa con el Canalla.

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-¿Cómo fueron tus inicios en Central?

-Acá arranqué a los 12 años, me trajo Jorge García que era técnico de acá. Él me había tenido en Defensores Unidos que fue donde yo hice el Baby y me conocía. Empecé en 9na de AFA. -¿Técnicos que te hayan marcado en inferiores?

-Arranqué con Jorge y también Di Leo, fueron técnicos muy buenos que tuve, después obviamente, estaba Bauza de coordinador, más adelante vino Palma, lo tuve a Hugo Galloni, tuve varios entrenadores que me han enseñado mucho.

-¿Te acordás de tu debut? ¿En qué momento se te dio, cómo estaba la institución?

-Yo debuté en el 2001 con Independiente de local (3/11/2001). Subí a Primera un martes y el sábado estaba debutando. En ese entonces habían sacado la Tercera, así que fue bastante rápido.

-¿Quién era el técnico?

-JJ (Juan José) López.

-¿Central cómo estaba en ese entonces?

-El semestre anterior había jugado la Copa Libertadores, llegando a semifinales, había tenido un muy buen año y estaba en un proceso de recambio.

-De los clásicos, te tocó jugar una enorme cantidad, estuviste presente en “El Pirulazo” y en los últimos que sacaron una buena diferencia… ¿Cuál fue el que más te marcó?

Nota de tapa -Sí, el más importante obviamente que fue la vez que eliminamos a Newell’s de la Sudamericana, sin lugar a dudas fue el clásico más difícil y el más importante que me tocó jugar. Después jugué también cuando cortamos la racha de visitante, de muchos años sin poder ganar. Me tocó jugar un montón, pero el de la Sudamericana fue el más importante.

-Tuviste tu paso a River, ¿cómo se dio esa transferencia y cómo lo tomaste de ir a un grande de la Argentina?

-Bien, contento, porque me vinieron a buscar, me compraron y yo en Central ya hacía 4 años que estaba, había jugado muchísimos partidos también, así que fue ir a un lugar nuevo, aprender, ver otras cosas y la verdad que tuve un buen paso.

-Fuiste capitán, jugaste varios superclásicos, te tocó salir campeón…

-Sí, sí, me han tocado situaciones muy lindas, situaciones difíciles para lo que es el jugador, pero todo aprendizaje. Llegué y me adapte rápido, jugué muchos partidos, me ha tocado ser capitán, jugar muchísimos clásicos, he salido campeón.

Bueno a lo último me tocó descender, pero creo que todas son buenas experiencias.

-Una reflexión de ese descenso, ¿por qué pensás que se dio?

-Nada, porque las cosas cuando no se hacen como se tienen que hacer, salen mal y salieron mal.

-Te tocó retornar a Central cuando también estaba en Se-

Ficha técnica Paulo Andrés Ferrari Nacimiento: 4-1-82 Rosario Altura: 1.70 cm Peso: 69 kg Pierna hábil: Derecha PJ: 547 Goles: 31 Títulos: 2 gunda División, pero asumiste el compromiso y viniste a dar una mano.

-Sí, Central había descendido un año antes, había jugado un año ya en la B y le había ido mal. Obviamente que decidí volver porque yo nací en este club.

-¿Te llamaron o vos te ofreciste?

-Digamos que ya hacía varios años que había cierto interés, el año anterior también me habían llamado pero yo tenía contrato. Me era imposible salir del club y le había dicho que apenas pueda y apenas este libre iba a volver y que iba a tomar el compromiso con Central. En cuanto me pude liberar volví al club por decisión propia.

-¿Y el ascenso de Central dónde lo pones en tu carrera, entre el título de River y este logro?

-Importantísimo. Son cosas muy diferentes, pero tiene un valor muy sentimental para mí porque fui capitán, toda mi familia es de Central, todos 5

Nota de tapa

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“De chico soñaba con jugar un solo par-Ya lo veías que tenía futuro tido en Central, imagínate jugar más de europeo.

300”.

-Sí, todos lo veíamos, porque mis amigos. Venían con unos años duros, entonces para mí fue devolverles un poco toda la alegría a ellos. Entonces el ascenso, Central había estado 3 años en la B, era complicado, ya se estaba haciendo muy difícil y fue un objetivo muy importante.

-Una reflexión de las Copas Argentinas, de las finales: ¿qué análisis hacés vos?, ¿es una herida que ya la pudiste cerrar o eso siempre va a quedar?

-Son situaciones que nos tocan vivir a los futbolistas, creo que nosotros venimos siempre mejorando año a año. Cuando vine el club estaba en la B y hoy el club está peleando los campeonatos, jugando finales.

Obviamente que las queremos ganar, somos los primeros que las queremos ganar, porque sería coronar algo muy lindo en este club que lo queremos todos. Pero la realidad es que estamos tranquilos que siempre dejamos todo, que hacemos lo imposible para que el club este bien. Hoy está en el lugar que se merece, peleando siempre por algo importante y vamos a seguir luchando para tratar de ganarlo en algún momento.

-¿Qué te representa ser uno de los jugadores de Central que más ha vestido la camiseta?, están los objetivos grupales e individuales, ¿es algo que te lo propones?

-No, la realidad no era un ob6

jetivo, hoy me toca estar cerca de creo que del 5to jugador que más vistió esta camiseta [sic] y para mí es un orgullo.

No hay nada que me dé más alegría que eso. Yo de chico soñaba con jugar un solo partido, imagínate jugar más de 300.

Para mí es especial y la verdad que estoy muy contento. NdR: En la última fecha frente a San Martin (SJ) Paulo se convirtió en el 5to jugador con más partidos en Central, 335.

-Describí algunos técnicos: -Zof: -Don Ángel fue un gran técnico, un gran maestro que tuve, la verdad que soy un privilegiado de tener un técnico como él. Toda la historia que tiene en este club, con lo que significa para este club y lo que es para todos nosotros. Un privilegio.

-El Patón Bauza: -Fue coordinador mío, el ayudante de campo fue el primer técnico que tuve en las inferiores con Jorge García que fue el que me trajo. Una gran persona, un gran formador y lo recuerdo de mi primera etapa en el club porque él era la cabeza de todo.

-El Cholo Simeone: -El Cholo un gran técnico, obviamente lo está demostrando, pero nosotros ya lo vimos cuando lo tuvimos en River, un técnico de primer nivel y una gran persona.

tiene una forma muy buena de trabajar, una persona que vive fútbol permanentemente, respira fútbol y sabíamos que iba a triunfar como lo está haciendo.

-JJ: -JJ me hizo debutar acá en Central así que siempre uno le tiene cariño, porque se la jugó para ponerme en Primera, después lo volví a tener en River, una gran persona, siempre tuvimos una buena relación.

Ahora no hablamos hace mucho pero es una gran persona.

-El Chacho: -Al Chacho lo tuve como compañero y después como técnico, si bien estuve lesionado en la primera etapa de él, la viví un poquito de afuera pero la verdad que también es una gran persona y gran técnico.

-En la actualidad, con Montero, ¿qué vas descubriendo de este entrenador de una gran trayectoria en Europa?

-La verdad que un privilegiado de la carrera que ha hecho, y como técnico nos hemos adaptado rápido y muy bien, tanto él como su cuerpo técnico han demostrado mucha simpleza y estamos muy contentos.

-¿Qué referentes tuviste a lo largo de tu carrera?

-Siempre yo miraba en el lateral a Zanetti, a Ibarra. Eran jugadores que a mí me encantaban en la posición y que siempre miraba y admire.

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Nota de tapa Jugadores con más partidos en Rosario Central: 1°González, José Jorge 521 2°Fogel, Alfredo Augusto 423 3°Palma, Omar Arnaldo 390 4°Pascuttini, Aurelio José 366 5°Ferrari, Paulo Andrés 335 6°Aimar, Carlos Daniel 334 Fuente: Carlos Durhand

-¿La Selección Argentina?

-Con Basile estuve convocado, fui a un par de citaciones, fui a un amistoso con Chile pero no pude entrar, estuve en el banco y después nunca más. De chico si fui al Sub 20 y estuve de sparring mucho tiempo, pero eso cuando era más chico.

-¿Puede ser esa una deuda en tu carrera?

-No, obviamente que me hubiese encantado estar mucho más y jugar partidos pero hay cosas que se pueden y otras no.

-¿Y una deuda que tengas en el fútbol?

-No, lo único que aspiro es a salir campeón acá, nada más.

-¿En un futuro cómo te ves?

-En un futuro me gustaría seguir con todo lo que es el fútbol, ligado al club, sin lugar a dudas. Me gusta todo lo que tiene que ver con esto, dirigir o estar en algún proyecto del club. Pero bueno, veremos más adelante.

-¿Tu mayor orgullo?

-Mi hija.

-¿El mejor partido que jugaste o él que más recuerdes?

-No sé, el clásico contra Newell’s (“el Pirulazo”), es el partido que más lindo me tocó jugar.

-¿El gol más lindo que hiciste?

-Uno que hice con River al Corinthians por Copa Libertadores en el Monumental. Entre por el medio, no me acuerdo si pase a dos y me salió el arquero y la toqué por un costado.

Fue el gol más lindo, aparte fue un partido trascendente, Copa Libertadores.

-¿Era el Corinthians de Tévez y Mascherano?

-Sí, exactamente.

-¿Y el más importante?

-Hice uno en un clásico, en un River-Boca, que sirvió para empatar y después le ganamos por penales. Y también, hacer un gol en un clásico también es importante.

-¿Amigos que te haya dejado la profesión?

-Muchos están ahora acá, el Colo Cetto, el Chelo Delgado, Marco, después Emiliano Papa que no está acá, pero tengo muchísimos, en River también he dejado varios, y la verdad que eso es algo muy lindo.

“Creo que el hincha me va a recordar como un jugador que pasó por el club y siempre ha dado todo por la camiseta”.

-¿Gustos fuera del fútbol?

-Comer con mis amigos, juntarme con ellos, lo hago bastante seguido y es lo que más me gusta.

-¿Cómo está conformada tu familia?

-Mi señora, que la conocí acá en mi barrio, a dos cuadras de mí casa, nos conocemos de chicos y siempre con ella y con mi hija.

-¿Cómo vivís el fútbol?

-Soy un apasionado, estoy siempre mirando fútbol, lo que más me gusta. No soy por ahí de mirar otras cosas, miro lo que son los partidos, programas algunos, porque hoy se habla poco de fútbol y mucho de otras cosas entonces me gusta mucho mirar partidos de fútbol.

-¿Cómo quisieras que te recuerde el hincha de Central, más allá que querés seguir ligado a la institución… pero al Loncho jugador de fútbol?

-No, no me pongo a pensar eso, yo siempre trato de dejar lo mejor y de dar todo y creo que el hincha me va a recordar de esa manera, como un jugador que pasó por el club y que siempre ha dado todo por la camiseta.

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De Selección

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Un ciudadano fuera de lo común

Pablo Paván, autor de “No escucho y sigo”, la biografía de Jorge Sampaoli, nos cuenta el proceso de producción del libro y su relación con el hoy entrenador del seleccionado Argentino.

-¿Cómo fue tu relación con Sampaoli, tu primer contacto y el vínculo que generaste?

-Y de chiquito, como vivía muy cerca, aparte es fanático del fútbol y era técnico de Alumni, del equipo nuestro, y la relación era muy directa. Para mí, obviamente no era un vecino más, sino que ya era alguien importante en esa época. Ahí yo tenía 5, 6 años. Después a medida que iba creciendo y jugando en las 8

inferiores, yo lo seguía viendo como alguien trascendente.

Era muy diferente al resto. Era un ciudadano fuera de lo común a lo que era Casilda. En función de eso a mí ya me generaba algo distinto. Además estaba emparentado al fútbol.

-¿Cuándo surge la idea de hacer la biografía de él?

-Imagínate que yo la historia la tuve siempre en la cabeza, por todo esto y porque lo fui siguiendo a la distancia. Para

mí era alguien que había salido del barrio y había hecho su camino en el extranjero. Cuando volvió del Mundial de Brasil, vino Tatán Garavelli que había escrito la biografía de Martino, y me propuso hacer un libro de lo que yo quisiese. Me planteó sobre el fútbol rosarino y después por decantación se fue dando lo de Jorge porque ya era una figura importante.

Lo que hizo Tatán fue acercarme a Libro Fútbol, que fue la

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Editorial con la que después terminé trabajando.

Sí tenés que definirlo a Jorge en tres facetas, cómo jugador, cómo técnico y cómo persona.

-Jorge era un esforzado, era volante por izquierda, pero muy preocupado por el rival, por la táctica, por tratar de sacar alguna ventaja en el momento, por detalles. Me parece que ya tenía un perfil de lo que iba hacer después como entrenador. Pero siempre con la ambición de querer ganar, entonces eso también lo hacía un poco particular.

-¿No era un destacado entonces o sí?

-Era un destacado por el esfuerzo y por las ganas que tenía. Dicen que técnicamente de chiquito jugaba muy bien y con el tiempo se fue haciendo más aguerrido. Es algo bastante frecuente, sobre todo en una liga que es amateur.

-Desde tu punto de vista es un técnico: -Ganador, fundamentalmente, ambicioso y que le llega muy rápido a los jugadores, porque lo más importante que tiene es que su mensaje llega, penetra y a partir de eso genera una identidad, que me parece que es lo más valioso que puede tener un entrenador. Que el mensaje llegue y convenza al grupo.

-Y después en tu trato como persona, ¿cuál es la mayor virtud que quizás tiene?

-Es un tipo muy inteligente, creo que el camino que hizo él, se fue acortando, mejor dicho:

De Selección él llegó haciendo un camino muy largo, porque no tenía otra alternativa, pero sin la inteligencia que tiene no hubiese llegado. Además de la capacidad y de la voluntad para trabajar. Creo que la inteligencia es el rasgo más distintivo. Después, para conmigo, un hombre que fue extremadamente generoso. ¿Cómo lo ves ahora para la Selección? ¿Se preparó desde siempre para este proceso o es algo que se le fue dando, o cuándo dijo o hizo el click para decir, ‘puedo llegar a la Selección Argentina y voy a dejar todo para serlo’?

-Y era la ambición más grande desde un primer momento, pero viendo desde donde salió era un imposible. Creo que para las personas que tienen la particularidad de Jorge, las ambiciones y la fortaleza mental de él. no hay imposible.

Entonces lo que era imposible, se terminó dando justamente por su convicción. El de prepararse o no, te lo va a dando el tiempo por donde vas pasando. No sé si alguna vez se lo fijo cómo una meta a cumplir, pero evidentemente por el recorrido que fue haciendo se dio por decantación.

-Él te invita a Chile para que estés con él allá, conozcas un poco más de adentro su historia y también porque el público chileno lo aceptaba más que el argentino, para acá era prácticamente un desconocido.

-Sí, por supuesto, la base de él estaba en Chile, era el técnico

de su Selección en ese momento. Pasé algunos días en su casa, fuimos mucho a Pinto Durán, al centro de entrenamiento, conocí el predio de la U, donde me parece que fue el punto más alto de su carrera.

Me permitió conocer de primera mano un medio que se me hacía un poco lejano y que fue el trampolín determinante de su carrera.

-¿Y alguna vivencia que puedas contar de tu estadía en Chile, participar de algún entrenamiento o charla?

-Sí, varias. La más marcada fue cuando llegué a la concentración unos días después que se había dado el episodio del choque de Vidal durante la Copa América 2015, luego del siguiente partido que fue con Bolivia, pude ir a la concentración y cuando le pregunté cómo había sido la situación, me dijo que la había resuelto en 10 minutos, que lo tenía muy claro y que Arturo había sido una persona que le había dado tanto al grupo, que él no tenía manera de excluirlo y que la mejor manera de apoyarlo era haciéndolo partícipe y devolverle un poco toda la confianza que el jugador había puesto en el cuerpo técnico. Me pareció algo revelador, porque era una situación muy compleja, muy mediática y además, evidentemente, una resolución muy rápida. En minutos, pensar todo eso, se une con lo que decía antes, que es un hombre inteligente.

-Para hacer el libro te entrevis9

De Selección taste con él y seguramente con varias personas… ¿A quiénes destacas, a las recocidas o no pero si muy importantes para Jorge?

-Sí, muchos muy importantes para su vida, entre los dos compañeros de siempre que fueron Jorge Desio, que hoy sigue siendo su preparador físico y Pablo Fernández, que también fue preparador físico durante mucho tiempo de él, hoy continúan esa amistad, ahora sigue en Sevilla con Berizzo, y así fueron alrededor de 50 personas que estuvieron en algún momento en el camino de Jorge. La verdad que me dejaron muchísimas experiencias, gente que no conocía, un recuperador de futbolistas cubanos que trabajaba en la Selección de Chile, que la verdad me voló la cabeza, por todos los conocimientos que tenía; jugadores, una charla muy enriquecedora con Marcelo Díaz en Pinto Durán. En fin, un montón de gente que me hizo conocer más profundamente a un tipo que yo conocía de toda la vida, pero que era tan amplio el recorrido que tenía que investigarlo mucho más.

-El asunto de los títulos de Callejeros para los capítulos, ¿fue una elección tuya o de él?

-No, fue algo mío. Cuando se lo propuse gustó la idea, porque me parece que lo iba a identificar mucho, era la biografía de él y tenía que ser algo fuerte que tenga ligazón con su persona. Creo que ahí lo de Callejeros va bien, después pu10

VIVO dimos entrevistar a Fontanet, pudimos compartir un momento en un concierto una vez que ya había hecho el libro. Ese fue otro de los momentos importantes para el libro porque consideraba que tenían que estar por la amistad que tienen entre ellos y porque una letra suya, le da el título al libro.

-¿Qué temas que toca el libro, es toda la vida personal y la deportiva?

-Sí, se centra mucho más en lo deportivo porque me parce el rasgo más interesante de él. De lo personal traté de ser muy respetuoso en la intimidad porque me dio un acceso muy libre y eso implica una confianza que yo también le tengo que devolver.

-¿Hasta dónde llega la ampliación del libro?

-Hasta la conferencia de la presentación de su ciclo, porque después ya tenía los amistosos por delante, pero la idea era incluir cómo desembocó del Sevilla a la Selección Argentina, es lo que trate de hacer y le entregué hace unos días a la editorial.

-¿Estuviste en Ezeiza cuando lo presentaron?

-Sí, era el rasgo más importante de su carrera y como biógrafo no me lo podía perder.

-Sí tenés que contar algún defecto, ¿cuál sería?

-Si, por supuesto, tiene como todo el mundo. Creo que en algún caso veo que se pierde de disfrutar muchas cosas que debería a lo mejor encontrar momentos de salir de la vo-

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rágine como para tomarse un tiempo de disfrutar de las cosas, porque son irrepetibles y no le van a volver a pasar. Así hay un montón de cuestiones, como todo el mundo, es un ser humano y tiene cosas negativas.

-Tu camino en el periodismo, seguramente el libro es lo más importante.

-El libro básicamente fue el momento de mayor disfrute, porque ahí sos libre, creas, definís tus tiempos cómo vos querés. Sos dueño de algo.

Hasta que se publica, sos dueño. Después creo que queda a libre interpretación del que lo lea. Pero en ese momento de producción, fue el que más disfrute de mi carrera y después bueno, hice radio desde chico, trabaje en mi ciudad, rápidamente tuve la oportunidad de venir a Rosario y me fui desempeñando en todos los ámbitos, porque hice radio, un poco de televisión, un poco de web, un poco de diario en papel. Me gusta todo lo que hago porque me gusta el periodismo básicamente.

-¿Cuánto tiempo te llevó hacer el primer libro?

-Y fue desde julio, agosto (2014), que lo empecé a planear, hasta marzo (2015) que se definió, ese fue todo el proceso de producción, pero de escritura fueron tres meses que me consumieron mucho tiempo de cada día, porque si no, no se llegaba.

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Nota de tapa

Nunca bajó los brazos

La historia de Néstor Moiraghi en el fútbol profesional tuvo varios altibajos, como venirse de muy chico desde la Patagonia hacia el centro del país, no encontrar lugar en la Primera de Lanús, luego campeona en 2007, le hizo comenzar hacer un recorrido por diferentes lugares, Venezuela y Albania, en el exterior y en el ascenso argentino. Fue en Uruguay donde se hizo un nombre conquistando un torneo junto a Defensor Sporting y en su regreso al país natal consiguió un ascenso con Olimpo de Bahía Blanca, convirtiéndose en referente y tras buenas campañas y en una gran apuesta ya con 31 años vino a Rosario para defender los colores de Newell’s.

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Nota de tapa -Sos de Rio Negro, ¿hincha de Cipoletti?

Si de Río Negro, pero no, prácticamente era de Boca de chico pero después ya no.

-¿Cómo fue tu infancia, dónde jugabas?

-Jugaba primero en Empleados de Comercio, una escuelita, y después ya en el club Cipoletti.

-¿Y cuándo hacés el paso a Lanús?

-A los 14 años me voy de Cipoletti. Justo jugaban las selecciones provinciales y yo estaba en la de Río Negro, de ahí me voy al sub 15 de la Selección Nacional y pidieron que trate de mantenerme en un club de Buenos Aires para que pueda ser un poco mejor visto. Ahí me quedo en Lanús y arranco todas las inferiores.

-Entonces ya de chico la proyección de llegar a Primera -Sí, seguro. La idea era siempre jugar en Primera División, pero uno nunca pensaba que desde el Sur iba a hacer lo que fue mi carrera en Primera División. Uno lo toma con tranquilidad.

-Tus primeros años en la pensión, compañeros que has tenido, cómo fue la adaptación cómo vos decías del Sur venir hacia Buenos Aires.

-La verdad que bastante bien, he tenido grandes compañeros en la pensión, hemos hecho una segunda familia ahí todos juntos para tratar de llevar las cosas mucho mejor y pasar el tiempo de la mejor manera, 12

VIVO fue una experiencia muy buena.

-Fue una camada que luego Lanús la coronaría con títulos.

-Sí, estaba Maniceros, Juan Carlos Mariño, el peruano, Leandro Gioda, había muchos.

Aguirre, Matías Pérez García.

Muchísimos jugadores que hoy siguen jugando y están en distintos lados no solamente en Lanús. Uno se pone contento también por ellos que han seguido progresando a pesar de lo que vivimos en Lanús.

-Debutaste en el 2004. ¿Qué edad tenías, quién era el técnico?

-Estaba por cumplir 19 años, el técnico era Carlos Ramacciotti. Fue un partido contra Independiente, bastante bien.

De ahí arrancaron los primeros pasos.

-Jugaste poco en esa primera etapa en Lanús -Sí jugué muy poco, entre tres y cuatro partidos.

-Tuviste una experiencia afuera en Venezuela-Sí, en Maracaibo, estuve muy bien ahí. La verdad que seis meses bien. Era para seguir teniendo rodaje y competición para poder volver a jugar otra vez en Lanús.

-Volvés a Lanús y salís campeón.

-Sí fue un logro importantísimo, sin jugar un solo partido, estando ahí dentro del plantel, no me toco, pero siempre estaba apoyando entrenando y tratando de esforzar a los compañeros.

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Ficha técnica Néstor Emanuel Moiraghi Nacimiento: 19-4-85 Cipolletti, Río Negro Altura: 1.83 cm Peso: 80 kg Pierna hábil: Zurda PJ: 326 Goles: 9 Títulos: 2 -Cuando te vas a los clubes del ascenso, fue otra prueba importante para vos en tu carrera para poder volver a demostrar para ver para qué estabas.

-Sí, seguro. Hubo un inconveniente, un mal entendido para poder quedarme en Lanús. Un tema de contrato, que no vale la pena venir al caso. Se cierra el libro de pases y me voy a Douglas Haig al Argentino B. Necesitaba jugar y veía con buenos ojos el poder seguir teniendo rodaje y seguir demostrando lo que ya venía haciendo hacía tiempo.

-Te vas a Douglas, a un Argentino B. ¿Pensabas qué ibas a regresar a Primera o estabas más cerca de por ahí jugar en Cipoletti?

-No, y tampoco. Una vez que me fui de allá no pensaba en volver así de la nada. El día que volviera era porque ya habría terminado mi carrera, no porque haya fracasado o esas cosas. Yo ya lo tenía pensado y lo tenía bien claro que iba a tratar

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Nota de tapa

“Los dos clásicos con Central fueron de los partidos más importantes que jugué en mi carrera”. de hacer algo importante y no volver con la cabeza gacha.

-Temperley también luego.

-Sí, Primera B Metropolitana.

Una gran campaña, jugamos un octogonal después de 10 años que no jugaba Temperley.

La verdad que bastante bien y lamentablemente no se consiguió el ascenso, pero hicimos una gran campaña.

-Después en el Fútbol Uruguayo volviste a los primeros planos, conseguiste un título fuiste nombrado mejor defensa del campeonato.

-Sí me toco salir dos veces el mejor defensor del campeonato. Tuve otra vez la chance de volver a estar en una Primera División y traté de afianzarme de la mejor manera, tratar de agarrarlo y no soltarlo y se me dieron muchísimas cosas importantes: entrar a jugar la Libertadores, salir campeón, cosas que la verdad hacía mucho no vivía.

-Tu regreso al país fue en Olimpo cuando estaba en la B. -Sí, teniendo para elegir Peñarol o Nacional después de tres años que estuve en Uruguay decidí volverme. Me fui a Olimpo y bastante bien. Encontré un club ordenado que tenía las chances para volver a ascender.

-Ascendieron y fuiste unos de los referentes, llegaste a ser

unos de los capitanes del equipo.

-Sí, habíamos conformado un gran grupo en la B Nacional, habíamos llegado 22 jugadores prácticamente nuevos, a conocer el club, a las expectativas que tenían, quedaron tres nada más de la campaña anterior.

Estábamos todos en sintonía y eso se hizo mucho más fácil para poder el tan ansiado ascenso.

-Te toca venir a Newell’s con Osella que no había salido bien de Olimpo. De igual manera te tuvo confianza a vos, a Sills y a Amoroso para traerlos acá. ¿Cómo fue tu relación con Diego?

-La verdad que bien, siempre fue bien. Cuando él se viene a Newell’s, sabíamos que es un enamorado de Newell’s, es un hincha fanático, sabíamos que era la oportunidad de agarrar el club de sus amores y lo entendimos de la mejor manera.

Por ahí fueron trascendidos que nosotros no teníamos nada que ver, sabíamos de la situación pero también entendimos que él iba a estar cerca de su familia y dirigir el club de sus amores, son cosas que no se encuentra todos los días.

Y después el haber venido, él me llamó, confió…

-Y venir con más de 30 años a un club importante del país...

-Sí, seguro, él me dijo que venga a pelearla con la edad que yo ya tenía y le dije que sí, que no tenía ningún problema, que en lo que necesite si lo podía cumplir, lo iba hacer de la mejor manera.

-¿Cómo fue tu adaptación acá con el grupo, compartir plantel con grandes jugadores, me parece con los mejores en tu carrera, caso de Maxi, Scocco, Formica, Domínguez?

-Sí, ni bien llegué el grupo me hizo adaptarme rapidísimo a lo que era la institución, trataron de guiarme de la mejor manera, para yo después desenvolverme acá mismo. Muy contento, un gran grupo se armó, creo que está reflejado en todas las cosas que hemos pasado y unión que tiene este grupo es muy buena y muy fuerte. Día a día, problemas tras problema, se ha fortalecido mucho más.

-De esta gran campaña que hizo Newell’s fuiste uno de los que más jugó, de los más regulares, de los que por ahí la gente se sentía identificada, ¿te llegaba ese tipo de respuestas del público?

-Sí, uno siempre escucha algo, no soy de seguir las redes sociales y esas cosas muy poco, nada más para informarme de las noticias de lo que es el día a día, pero sí, la verdad 13

Nota de tapa

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“Mi nene de 3 años se hizo hincha de Newell’s”. que cuando ando por la calle o voy algún negocio se hacen sentir, o cuando salgo del estadio también. Uno siempre es agradecido a la gente porque no estamos esperando que nos aprueben en todos lados y tener la suerte a la edad que tengo, hacer siempre lo mejor posible y agradecer el apoyo a ellos.

-¿Qué nos podés decir de la experiencia en los clásicos? ¿Fueron de los partidos más importantes de tu carrera?

-Se podría decir que sí, a comparación de lo que es clásicos, sí, son de los más importantes.

Vivirlos de la manera que los viví a los dos, obviamente de manera diferentes pero son partidos importantes que no podes estar con los brazos abajo.

-En el gol de Maxi, vos tiraste el tiro libre largo que después desemboca en el córner, apareces en la foto o en el vídeo.

-No, la verdad que no (risas), es todo de él, es la película de él. Hecho para él ese clásico, fue hecho para él. Uno se puso contento, después de tantos años que no se le podía ganar a Central, y aportar algo tratando de mantener el arco en cero ese partido, para nosotros fue importante.

-Grandes compañeros que tuviste a lo largo de tu carrera, ya hablamos de los de Newell’s.

-En Uruguay estuve con Nicolás Olivera, Richard Núñez, jugadores de selección y de 14

trayectos importantes en Europa y en México también.

He tenido varios compañeros, pero acá me han hecho sentir muy bien, tengo compañeros y referentes, que son referentes de verdad, guías importantes para los chicos también. Acá lo he sentido mucho más porque estoy en mi país y trato de disfrutarlos de los verdaderos referentes que tiene este club.

-¿Siempre fuiste defensor?

-No, de chico jugué de delantero un tiempo, después me tiraron más para atrás, me gustaba defender entonces de ahí no me moví más.

-¿Cuándo venís a Buenos Aires ya eras defensor?

-Sí, ahí ya estaba atrás.

-¿Qué referentes tenías en el puesto?

-Samuel, cuando estaba en Boca, lo vi muy pocos partidos cuando estaba acá mismo, pero es un gran jugador que me gustaba mucho.

-¿Tenés algún tipo de opinión del Fútbol Argentino, comparado con el Uruguayo?

-Sos muy diferentes los dos, cambian muchísimas cosas, las infraestructuras, la gente, la forma de como se lo vive acá. El fútbol en Argentina es único, eso es la realidad y te lo puede decir cualquiera.

-¿Técnicos que te hayan dirigido y formado?

-Ramacciotti, Brindisi, Ramón Cabrero con Zubeldía, Perazzo que lo tuve mucho tiempo en Olimpo, Osella también.

De todos siempre aprendés algo, no es que vas a sacar solamente de cómo juega uno sólo, sino que siempre algún concepto te dejan.

-En el futuro tenés pensado que hacer, ¿te gustaría seguir ligado al fútbol o alejarte?

-Sí, seguir, tengo que estudiar todavía para ser técnico pero seguramente voy a seguir con eso.

-¿Tenés muchos años más de carrera?

-No sé todavía eso después el cuerpo me lo va a decir. Quiero jugar hasta lo que pueda rendir, si veo que no puedo rendir ahí daré un paso al costado.

-¿Cómo vivís el fútbol, te considerás un apasionado, estás pendiente las 24 horas?

-No, miro muy poco fútbol, estoy más que nada tratando de estar con mi familia y disfrutar de ellos. Obviamente que algunas cosas miro, no siempre pero siempre pendiente de lo que realmente hago en el día a día para poder llevarlo después al día del partido.

-¿Tú familia cómo está conformada?

-Mi mujer, mis dos hijos. A ella la conocí en Lanús, de muy chicos. Uno de mis hijos tiene 10 años y no le gusta el fútbol, pero el más chico tiene 3 años y la verdad que se me hizo hincha de Newell’s. No lo queremos cambiar, pero tampoco queremos que se vuelva loco.

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Cruzaron el charco

“¿Malta? No, a África no voy” Leonardo Incorvaia tiene 25 años y un recorrido muy particular dentro del fútbol. Surgido en las inferiores de Newell’s, jugó 7 años en Ferro donde debutó en el nacional b y ahora está en Sliema Wanderers de la primera del fútbol maltés. En el último torneo llegaron a la final y quedaron a un paso de clasificar a la Europa League.

Leo arrancó jugando en Newell’s, en Malvinas, cuando el club era dirigido por Eduardo López. Estuvo hasta la octava división, justo antes del cambio dirigencial. Con la asunción de Lorente, se restructura todo el fútbol juvenil y queda libre con 15 años. Se confiesa que en ese momento su sueño de jugar profesionalmente estaba caído, pero no desechó la idea de seguir jugando en el barrio, por eso se sumó a las filas de Juan XXIII, para seguir divirtiéndose y despuntar el vicio.

Sin embargo y tras un año en el conjunto papal, gente de Alianza Sport lo vio y le dijeron que con dos o tres meses de entrenamiento tendría una posibilidad en Buenos Aires.

Así fue que a mediados de 2009 fue junto a Ángel Correa a San Lorenzo de Almagro. Por problemas del libro de pases, sumado a que se encontró en el club de Boedo también con otro cambio dirigencial, optó

por retornar al Villero y jugar en la Local, con Carlos Narvaez de DT, que al poco tiempo fue a trabajar a las inferiores de Ferro, le consiguió una prueba y quedó en la 4ta. Allí estuvo 7 años, debutó en la B Nacional y en 2015 estuvo a un paso de ascender a Primera. Luego de seis meses en Barracas Central llegó al fútbol exótico de Malta, que es Europa, no África.

-¿Quiénes fueron tus compañeros en Newell’s?

-Uno fue Juan Vieyra, que llegó a Primera, ahora está en Nacional de Paraguay, es muy amigo mío; después otro, Cristian Battocchio, que de chico se fue al Udinese y ahora está jugando en la segunda de Francia; Cristian Acosta, que está jugando en un Federal A; otro que lo conocí justo cuando me estaba yendo y que él llegaba, fue Guille Ortiz, después alcanzamos a jugar juntos en Alianza y me sigo hablando.

-Tu último paso en Argenti-

na fue Ferro, fuiste de grande y firmaste tu primer contrato profesional.

-Sí, estaba comprometido con el tema de la edad, era difícil para firmar un contrato, se me hizo muy difícil todo, tuve operación de rodilla (menisco y cartílago) que me llevó 4 meses y hasta el día de hoy me sigue pasando factura. Pude pasar muchas cosas y después me salvó el Tata Brown fue el que agarró a Ferro en Primera y fue el que me subió y me hicieron contrato porque él tuvo mucho que ver.

-Tu experiencia en el Nacional B: -Debuté el 27 de marzo del 2014 por Copa Argentina.

Me hizo debutar la dupla Luis Medero-Claudio Marini. Tuve una seguidilla de partidos importantes y me pude mantener.

-Referentes que te tocaron como compañeros.

-Muchos, Tuzzio, Satanás Páez, Desvaux, Berza.

15

Cruzaron el charco

-Y de chico, ¿cómo quién querías ser a o quién mirabas?

-En Newell’s recuerdo que lo miraba mucho a Spolli, me gustaba mucho como jugaba.

-En Ferro pudiste jugar varios partidos, ¿de ahí empezaste hacer la recorrida por el mundo, hubo algo antes o cuándo se da ese salto a Europa?

-No, el salto se dio, yo de Ferro tuve un paso por Barracas Central que nadie lo recuerda porque no jugué ni un partido.

Pareció un pase fantasma de seis meses. En junio del año pasado el Presidente en ese entonces, el Chiqui Tapia, que ahora es de AFA, me pidió, llegaron a un acuerdo para que vaya libre a Barracas y firmo contrato por un año. El técnico de turno era Fabián Nardoza y yo sinceramente con el cuerpo técnico nunca tuve ningún inconveniente, con él se ve que sí, algo pasó. No estuve en ningún partido ni siquiera en el banco de suplentes. Perdí seis meses importantes porque llegó diciembre y no me quería nadie en Argentina o los clubes que 16

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me querían eran de inferior categoría o para mantenerme en la B Metropolitana y el sueldo era mucho más bajo de lo que estaba ganando. Estaba comprometido, el técnico seguía en su puesto de trabajo, me quedaban seis meses de contrato, Chiqui Tapia me quería, pero decidía el técnico obviamente. No encontraba nada y me apareció una oportunidad de Malta.

-¿Lo primero que se te cruzó cuando te dijeron lo de irte a Malta?

-Apenas me dijeron de Malta yo dije ‘a África no voy’. Y el representante que me llamó me dice, ‘no, no es África, es Europa, es el Sur de Italia’. Y medio que ahí me convenció un poco y tomé una decisión. Primero con dudas porque yo soy chico, tengo 24 años y es cómo que pensé muchas cosas… Mi idea de irme afuera siempre la tuve pero siempre fue más adelante. Además de todo eso no era seductor por el hecho de que era un contrato sólo por cuatro meses, era una prueba.

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Yo quizás no tenía la suerte de jugar, ya viniendo de seis meses sin hacerlo, ahí sí que después iba a ser casi imposible conseguir club de nuevo y más todavía viniendo de Malta. El club donde iba era para pelear el puesto, es un club de Primera División, claramente no es como la Primera División argentina pero es más competitivo que una B Nacional pienso yo. Hay equipos muy buenos, te ven muchos allá y era lindo.

Como veía que en Barracas Central seguía igual con el técnico, hablé con el Chiqui Tapia y dijimos que lo mejor era irme y jugármela. Me la jugué como casi siempre me la jugué, me fui para allá y la verdad que me sorprendí mucho.

-¿Cómo te manejaste con el tema de los representantes, cómo se contactaron con vos de allá?, ¿por videos?

-Sí por videos. Yo en el último tiempo me estuve manejando solo y siempre que me llamaban los representantes les dije lo mismo, ‘que a mí el que me consiga un club, yo iba a firmarle una autorización, pero representación no’. Estaba esperando que llegue algo así.

Me llegó la propuesta esta y fue a través del video que yo tenía de Ferro.

-Allá ibas como una alternativa, ¿cómo te ganas el puesto?

-Sí, una alternativa. Viajo un viernes, llego un domingo me acuerdo, en Malta era un 26 de enero y la fecha se jugaba el próximo sábado. No se entrenaba porque habían jugado ese

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domingo, habían perdido. El martes entrenamos y ya el técnico que jugó mucho tiempo en Italia, jugó en mi posición, me puso de titular ahí mismo.

Se la jugó conmigo, me enseñó muchas cosas de cómo se juega el fútbol en Europa, me sirvió y ahí arranque el primer partido jugando, empatamos 1-1 contra Pembroke, jugué todos los partidos. Se dio que tuvimos una racha de 12 partidos sin perder en el campeonato y llegamos a la final que fue muy importante, que si la hubiésemos ganado, entrabamos a la historia del club porque hacía mucho que no llegaba y jugar más que nada una preliminar de una Europa League, que no la jugaban hace rato. Lamentablemente se perdió.

-¿Cómo es la vida en Malta?, ¿el idioma?, ¿la relación con la gente?, ¿te fuiste sólo?, ¿cómo fue tu vida social en estos meses?

-Me fui solo y se me hizo muy difícil, porque yo de p… sé hablar español, allá se habla maltés, que es muy difícil, es una mezcla de árabe con inglés y francés, y el segundo idioma es el inglés. Yo pensé que por la cercanía a Italia iban hablar italiano y no. Era inglés y no sé inglés, se me hizo muy difícil, así que me manejaba con un traductor que tenía el plantel en los entrenamientos. Después fui aprendiendo italiano, mi familia materna vive en Italia, la fui a visitar y aprendí y con eso me manejaba más o menos con el técnico. Des-

Cruzaron el charco pués Malta es una isla que en invierno hay 700.000 habitantes, muy poca gente, pero en verano llega 2.500.000 porque es muy turística. Tienen el Mar Mediterráneo y en cualquier orilla tienen playas que son fabulosas.

-¿Compartías momentos con otros argentinos?

-En Malta no había muchos argentinos, aproximadamente somos 10 jugadores argentinos (Maxi Velazco –jugó en Newell’s-, Sebastián Nayar y Enzo Ruíz –ambos jugaron en Boca-, Nicolás Chiessa, Miguel Alba -jugó en Chacarita y Douglas Haig-). Con ellos nos juntábamos por lo menos una vez por semana o cada quince días a comer un asado a vivir un poco lo que era Argentina porque si no nos moríamos.

Más que nada porque estábamos todos solos. Ellos tenían mujer pero por cuestión de pasaportes y que tenían los hijos chicos no habían viajado y yo estaba sólo también.

-¿Vos tenés el pasaporte comunitario u ocupabas el cupo de extranjero?

-Yo tengo pasaporte comunitario pero en Malta no es válido, solamente tenés que ser maltés, puede haber muchos extranjeros, no importa, pero en cancha sólo pueden haber 7 extranjeros. El tema de mi pasaporte es bueno tenerlo porque estoy en Europa y por ahí miran de otros países.

-Ahora tenés que volver.

-Sí, el club decidió que me quieren renovar por un año más.

La verdad que apenas había ido, yo firmaba un año y medio que era lo que más quería.

Ahora me llegó esta propuesta que es linda, interesante. Pero a su vez estoy esperando si sale algo mejor. Acá en Argentina no quiero jugar nuevamente, si es un club de Primera obviamente que sí, pero B Nacional u otra categoría y otra vez pasar todo eso no tengo ganas, prefiero quedarme allá. En su momento apareció algo de Polonia, de Italia, no fue nada concreto pero hay que esperar porque las negociaciones se empiezan abrir ahora a partir de mediados de junio.

-¿Cuándo vos te vas de Newell’s por todo el cambio institucional, que tenías que volver hacer una prueba y te vas, decías que no querías ser jugador profesional, ¿qué pensabas hacer?

-Yo tenía 15 años, el problema que a mí me dejan libre, en una edad que uno es chico y tiene un sueño que es jugar profesionalmente al fútbol. De grande te pones a pensar y es imposible que lleguemos los 40 que éramos ’92, pero los 40 estábamos ilusionados y no era la manera de cómo me trataron en ese momento la gente de Newell’s, no fue un buen trato. Teniendo 15 años psicológicamente me dañaron mucho, más que nada porque no fue ‘no te voy a tener en cuenta’, sino que fue ‘anda a buscarte otro club, que no acá no vas a jugar’, y a un chico no se le habla así. Yo ya lo supere, pero en su momento 17

Cruzaron el charco la pasé muy mal. Y mi idea no era jugar al fútbol, mi idea era jugar para divertirme y no profesionalmente.

-Pensabas quizás otra profesión, otro oficio, la típica pregunta, ¿qué serías si no fueras futbolista?

-Iba a tener que estudiar algo, la verdad que no me gustaba nada pero estaba por arrancar Ingeniería, no sé si la hubiese terminado. Igual me gusta mucho estar en contacto con los chicos, hice el curso de técnico infantil de fútbol. Ojala que cuando termine con esto me gustaría hacer algo relacionado a eso.

-Eran 40 en Newell’s y no todos llegaron, pero no todos llegaron porque quizás no conocen este tipo de posibilidades, de abrirse a unos nuevos mercados que hay hoy en día en el fútbol, la mayoría por ahí se cierra que si no es en Argentina, ya sea en Primera o categorías del ascenso, no puede ser.

Para vivir del fútbol tenés que tener las condiciones, obviamente, y la perseverancia para seguir entrenando y perfeccionándose, ¿cómo lo tomas vos a eso?

-Sí, todo lo que estás diciendo y no solamente jugar al fútbol son las condiciones técnicas, hay muchas cosas, a mí me pasó sinceramente que cuando llegué a Ferro mi llegada no era de lo mejor, técnicamente no estaba bien, ni físicamente, era pura ganas y sacrificio y estar siempre predispuesto a querer mejorar. En esa edad es difícil 18

VIVO encontrar un chico de 15/16 años a querer estar predispuesto a todo, al sacrificio, a que le den golpes y que siga. Y yo me sentía más fuerte en ese momento que ahora. Me sorprendo de las cosas que hice, hasta mis amigos que tuve en ese momento en Newell’s, a algunos le dijeron que no los iban a tener en cuenta y dejaron todo, y al día de hoy dicen ‘que boludo fui’. La constancia, el sacrificio, dejar muchas cosas, a la larga siempre traen un beneficio o una recompensa. No bajar los brazos es muy bueno.

-Y tener esa cuota de suerte, o estar en el momento indicado que te vea una persona, que alguien mire tu video…

-Sí, eso siempre, a mí me pasó en Ferro, que estaba a tres meses de no firmar el contrato y de volverme a Rosario y los dirigentes no me querían. Ya estaba, era venir a Rosario y ni saber si iba a seguir jugando al fútbol porque no era venir siendo jugador profesional, sino amateur, y tuve la suerte que justo aparece el Tata Brown que me dice ‘vení, vení a entrenar conmigo’ y ahí me terminan haciendo el contrato.

Si no fuese por él, quizás estuviese acá ahora.

-Y para hablar del Chiqui Tapia, que lo conociste en la intimidad, ¿cómo lo definís, se hablan tantas cosas de él, que quizás es un sindicalista que no sabe de fútbol, cuál fue tu trato con el hoy Presidente del Fútbol Argentino?

-Yo hasta fui a la casa, tengo

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muy buena relación, con los hijos soy amigos. La verdad sacando la amistad, lo único que tengo para decir es una persona conmigo, o por lo menos con las personas que yo conocí, fabulosa. Siempre cumplió con todo lo que dijo. Quizás lo tienen por la apariencia cómo una persona extraña. Arrancó de abajo y conoce lo que es lucharla. Ayuda mucho. Para mí lo tiene bien merecido al puesto de Presidente de AFA. Va a levantar el fútbol argentino, no tengo dudas porque es un persona que es muy viva, muy inteligente y sentarte con él enfrente te transmite algo que no me lo transmitió ninguna persona, es un poder que te intimida sinceramente, y te achica. Por algo es el Presidente de AFA y por algo todos lo eligieron y tiene la capacidad para llevarlo.

-¿Vos sos hincha de?

-En su momento cuando era chico era hincha de Newell’s, después perdí el fanatismo obviamente. Ahora soy hincha del fútbol puede decirse, y soy hincha del club que me da de comer. Jugué 7 años en Ferro y es como que me enamoró mucho el club, es muy social, yo vivía ahí, me crie en el club.

Tengo mucha gente que quiero y puede decirse que también soy hincha de Ferro. Lo sigo a Ferro, y es más, tengo un sueño que es volver, no tengo dudas más adelante y la gente me lo hace saber también, es muy bueno y quizás algún día retirarme ahí.

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Efemérides

ÁNGEL CANALLA

Foto: diario El Ciudadano

El periodista Guillermo Ferretti, autor de la autobiografía de Zof, recuerda al entrenador más ganador de la historia de rosario central cuando este 8 de julio se cumplen 89 años de su natalicio.

-¿Cómo conociste a Don Ángel?

-Lo conocí trabajando de Periodista, empecé a cubrir Central en LT8 en el ’95. Ese año Central gana la Copa Conmebol. Comencé a trabajar en enero, cuando el técnico era Marchetta y a mitad de año se da la vuelta de Zof. Yo lo conocía pero lo empiezo a conocer en el trato, en el día a día en el ’95. Desde ese año hasta que dejo de dirigir, un montón de veces estuvo en Central. Yo iba permanentemente a las prácticas que eran abiertas, se podía

ir todos los días. Yo iba todos los días y con los técnicos que eran así de dados como Zof, tenía trato. Con el tuve mucho trato y en el 2003, que ya no dirigía, charlando, se me ocurrió la idea de hacer un libro, y dije ‘le voy a preguntar a Zof, a ver si le interesa que le hagan un libro de su vida’, pensando que no iba a dirigir más ya. Él estaba yendo a Baigorria con los chiquititos, entonces lo invité a tomar un café y le presenté un proyecto que yo había armado para hacer el libro, ni lo abrí.

Lo vio y me dijo ‘sí lo hacemos,

me gusta’. Lo que pasó es que en 2006 vuelve a dirigir, entonces tuvimos que parar todo.

-¿Vos querías hacer algo para cuando el termine su carrera?

-Sí, aparte le dije que esto no puede faltar, porque puede ser una etapa gloriosa o algo. Iba a ser un manager o algo así, pero después terminó dirigiendo. Él sabía que iba a terminar dirigiendo, por eso no quería hacer el libro todavía. Y después me encontró en otra etapa de mi vida que tampoco yo tenía mucho tiempo, porque hay que dedicarle mucho, 19

Efemérides no se puede hacer en tiempo libre. Las charlas tienen que ser frecuentes con el protagonista, digamos ininterrumpidas. Hubo un lapso de tiempo que no avanzamos nada. Y un día me llamó la mujer, doña Norma, que es un fenómeno, y me dijo, ‘che, acá anda Don Ángel, está medio caído, y con vos que charlaban tanto de fútbol’, yo iba mañanas enteras a la casa, dos veces por semana y nos hablábamos de las 9 de la mañana hasta las 12 y media, que comía, de fútbol y eso es el libro, su historia, y estuvo muy bueno porque él es una máquina de enseñar, permanentemente con una anécdota, con una experiencia.

-Terminaste siendo amigo, se puede decir.

-Sí, una amistad con este vínculo, siempre de periodista y protagonista, pero sí, se puede decir que sí. Aparte con mucho orgullo para mí, no habrá sido el caso de él, sentirse orgulloso de tener un periodista en la casa, pero hicimos una linda relación.

-Pero que alguien le haga un libro, y aparte viniendo de la familia que te incentiva para que retomes y lo ayudes a levantarlo en sus últimos años de vida...

-Sí, y el libro fue a gusto de él, o sea, Don Ángel quería que el libro fuera como fue. La historia de su vida, un recorrido por el fútbol, aunque su vida y el fútbol fueron de la mano siempre. Yo le expliqué que 20

VIVO me parecía que era para hacerlo en primera persona por como habla él. Y me dijo que le parecía bien, que le mostrara algunos capítulos y cuando hice algunos se lo dimos a su señora, que lo leyó y me dijo ‘lo leí y lo estaba escuchando a Don Ángel’. Ahí dijimos que sí, es así, vamos bien. Lo hicimos así, las intervenciones mías, digamos literarias en el libro, están en algunos toques, cierres y aperturas de capítulos, pero en sí, el libro es la historia de él, contada por él. Don Ángel hace unos años que no está, pero el que lee el libro lo está escuchando a él.

-Para definir un poco a Don Ángel cómo jugador...

-Al no haberlo visto jugar, busqué referencias en compañeros de la época y les pedí que me cuenten anécdotas. Y por lo que me cuentan era alguien muy leal, muy noble, demasiado para ser defensor me dijo una vez Vairo: ‘era muy buena persona para ser defensor’, para él había que tener más maldad y eso jugando no lo tenía. Como jugador no se destacó por su rol en el equipo. Era defensor a un costado como jugaban antes con línea de tres. Siempre contaba que le fue bien en México, que le había ido bien porque no lo había visto nadie. Su etapa como jugador no hubiera hecho presagiar que fuera un gran técnico después. Pero jugó toda la vida, jugó de chico, fue un apasionado al fútbol.

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-Como técnico es el más ganador de la historia de Rosario Central, ¿se lo considera un gran entrenador o tuvo suerte?

-Yo creo que era un gran técnico, con muchas virtudes, para mí una de ellas era saber ubicar y detectar de cada jugador dónde le podía rendir mejor, saber acomodar y ordenar los equipos, saber sacarle provecho con ese trato paternal que tenía a los jugadores. Salir campeón una vez puede ser casualidad, salir campeón tres veces y ser el técnico que más veces salió campeón en Central, no es casualidad. Yo creo que para la época que dirigió hacia falta un conocimiento, si estuviera en esta época, no tengo dudas que estaría aggiornado a lo que hace falta para dirigir. Alguno puede decir que es un técnico de otra época... y sí, de la que le tocó dirigir, si estuviera en esta imagino que se acomodaría.

-¿Y cómo padre y persona?

-Evidentemente un buen padre, por la relación que uno veía que tenía con sus hijas, todos muy pendientes de él, toda la familia de lo que hacía Don Ángel. Eso lo noté en las entrevistas yendo a la casa. Aparte trabajo mucho tiempo fuera y siempre estuvo bien acompañado.

-Tuvo una etapa en Newell’s y a pesar de ello o por eso mismo es muy respetado en la ciudad.

-Sí, su primera etapa fue en Newell’s, y eso también lo marca como persona, como

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hombre del fútbol. Algo que sería muy difícil de entender hoy, que arrancó su carrera dirigiendo en Newell’s y después al tiempo dirigió en Central y no hubo ninguna discusión, no generó ninguna polémica, y tampoco en Newell’s habiendo antes jugado en Central.

El mismo Zof contaba, tenía amigos de Newell’s y de Central, iban todos los fines de semana a la cancha, iban a ver a Newell’s e iban a ver a Central, porque ellos iban a ver fútbol.

-Siempre hubo mucho respeto de él para la gente de Newell’s -Sí, de parte de él hacia la gente de Newell’s y viceversa, porque el respeto se ejerce así, mutuo.

-Tuvo varios reconocimientos a nivel personal y por fuera del fútbol.

-Sí, Mayor Notable en el Congreso Nacional, Ciudadano Ilustre de la ciudad de Rosario, entre otros.

-Se habla mucho también de todos los trabajos que tuvo -Sí, eso es tremendo también.

Y cómo cumplió sus objetivos: cuando estaba en su última etapa de jugador quería vivir en los Estados Unidos, porque en los ’50 uno de los sueños era vivir ahí, era como el centro del mundo. Se fue a México a terminar su carrera como jugador y estar cerquita de EEUU para ver si podía enganchar algo ahí, y enganchó en la General Motors para laburar y siguió despuntando el vicio en un equipo como si fuera hoy una liga comer-

Efemérides cial de acá pero fuerte, y él practicaba por su cuenta. Lo pasaban a buscar para jugar los fines de semana. Terminó jugando ahí, pero principalmente cumpliendo su sueño que era vivir en los EEUU. Y si se volvió fue porque cuando nació su primera hija, le había costado ser padre y lo habían conseguido gracias a un doctor en México que los había ayudado, pero con mucho susto, porque cuando vuelve de trabajar la mujer no estaba ya que había tenido las primeras contracciones y un vecino la llevo al hospital. Después de todo eso que paso dijo ‘no, nosotros tenemos que estar con nuestra familia’. Estaban muy solos y me contó que eso fue lo que los empujó a volver.

Acá trabajaba de taxista, allá de tornero en la General Motors, que fue su primer trabajo de chico cuando estaba en el ferrocarril, y llevando jugadores a Bigand, fue que empezó a dirigir en Independiente de esa ciudad y se hizo conocido porque ganaron la Copa de Oro, algo parecido a lo que es hoy la Copa Santa Fe, frente a Unión.

-¿Qué repercusión tuvo el libro?

-Cosas lindas me han llegado de la gente que lo leyó, la mayoría de las críticas fueron favorables. Obviamente que al libro de faltan un montón de cosas porque la editorial te dice ‘tiene que tener tantas páginas’. Si hubiéramos queri-

do, podríamos haber hecho el doble de grande porque hay muchísimas anécdotas.

-¿Cuánto tiempo te llevó hacer el libro aproximadamente?

-Y teniendo en cuenta que él volvió a dirigir y eso, como 10 años. No debería llevar tanto.

En el 2003 fue la primer idea pero esa es la salvedad, no fue trabajado durante 10 años, si fue trabajado mucho tiempo,.

-¿Qué sensaciones tuviste con su partida, justo cuando Rosario Central jugaba la final de la Copa Argentina frente a Huracán?

-Y triste, un día triste, lo que pasa que yo tuve una relación tan fuerte en el último tiempo que es imposible relacionarlo con nada, era que se había ido un tipazo, de la relación que habíamos forjado. Yo incluso después de hacer el libro cuando podía me hacía una escapada, lo visitaba o cuando él tenía una entrevista importante, lo fueron a entrevistar de ESPN, me pedía si le daba una mano porque no estaba al cien por ciento. La verdad que sus últimos tiempos fueron momentos de tristeza, pero yo siempre trato de recordarlo con otros momentos, de hablar de fútbol con él, que saque la pizarrita con los imanes y te diga, ‘viste la Selección el otro día, mi Selección jugaría así’, ponía tal jugador. Siempre fue técnico, dirigiendo o no dirigiendo. El técnico estaba en todas las charlas.

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Campeón en la Boca

La Lepra venia de ganar el torneo apertura 1990, pero no le daba la carátula de campeón. Para ello debía repetir en el clausura 1991 o en su defecto ratificarlo en la final entre los dos primeros de cada uno. Por eso mismo el 9 de julio 1991, luego de una intensa lluvia, enfrentó a Boca en la Bombonera, donde Newell’s cayó por la mínima. Como en la ida, tres días antes en el Gigante de Arroyito, los dirigidos por Bielsa se impusieron 1-0 con gol de Berizzo, el título se definiría desde los doce pasos. Norberto Scoponi, que fue la figura atajando dos penales, rememora aquel logro.

-Tuvieron un gran segundo semestre de 1990, ganando aquel torneo que los posibilitó jugar la final en 1991, pero no tuvieron buen torneo en el primer semestre del año antes de la final con Boca. ¿A qué le atribuís ese bajón futbolístico?

-El bajón futbolístico que tuvimos en ese tiempo fue por el gran desgaste que tuvimos, jugamos muchos partidos y casi siempre el mismo plantel.

Acordate que antes el plantel era de 16 jugadores y los que quedan afuera también siempre ayudaban a trabajar y se competía sano, pero el plantel siempre fue más corto que ahora para afrontar los torneos. Puede ser por las lesiones que se estaban arrastrando y nadie quería dejar el puesto 22

que le tocaba en ese momento y segundo no tuvimos a lo mejor el descanso adecuado para encarar el nuevo torneo.

-Recuerdo de Bielsa: ¿En qué les hacía más hincapié “el loco”?, ¿cuáles eran sus convicciones cuándo empezaba cómo entrenador?

-Los recuerdos de Marcelo siempre son de agradecimiento por la gran persona que fue en mi carrera deportiva. Fue siempre un técnico decidido a crecer día a día, siempre se trabajaba al cien en todos los entrenamientos, te pedía máxima concentración en todos los trabajos que realizaba tanto en lo movimientos tácticos como en las pelotas paradas.

-Sin aquellas campañas y el título, quizás Bielsa no sería lo

que es hoy en día, y por qué no, hubiera vuelto a trabajar en inferiores.... Ustedes fueron grandes responsables de su inicio como entrenador. ¿Te pusiste a pensar alguna vez eso?

-Uno como jugador siempre quiere lo mejor para uno y para el técnico de turno. Marcelo conformó ese gran plantel mezclado de jugadores juveniles, algunos con ya seis años en Primera y otro grupo que tenía dos o tres años jugando en el club. Seguro que si no tuviera los resultados que se tuvo a lo mejor podía ser diferente, un técnico siempre depende de los resultados obtenidos. De todas formas, por la forma de ser y de trabajar dentro y fuera de la cancha, tenía muchas más posibilidades de triunfar

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que de fracasar.

-Yendo a la final en la Bombonera, se hablaba que la fiesta estaba preparada para Boca, que venía de varios años sin títulos. ¿Cómo se sobrepusieron a eso?

-Con la mentalidad ganadora que nos habíamos propuesto de ser un equipo ganador y que juegue en todos los estadios igual. Sí, se hablaba o se sentía que los periodistas de Bs As. nos daban como perdedores.

-¿Se tomaron revancha de la final de la Liguilla del ‘86?

-No para nada. Esa Liguilla nos quedó con un sabor muy amargo para todos nosotros que participamos ese día y se murió.

-¿Fue el partido más vibrante que te tocó disputar, por la situación de la final, el campo embarrado, las patadas, el gol mal anulado a Cozzoni y tus penales atajados?

-Fue un partido muy difícil por el entorno y el campo de juego. Después de la forma que terminó seguro que fue el campeonato que más se disfrutó.

-Se habían quedado sin técnicos por la expulsión de Marcelo y sus asistentes, ¿cómo fue la designación de los pateadores y que dijiste antes de la serie de 5?

-No sé cómo fue la designación de los penales, teníamos buenos cobradores de los 11 pasos. Los que mejores se encontraban física y mentalmente se habrá decidido. Siempre fui en arquero muy tranquilo y de hacer algún chiste o bromas

Efemérides en cualquier momento difícil como para relajar un poco la situación, ni sé que habré dicho en ese momento, no lo recuerdo. NdR: Domizi confesó en un documental de ESPN que el Gringo les dijo que metieran todos y que él atajaría alguno.

-¿Se estudiaban cómo ahora a los ejecutantes, o era más bien intuición y decisión tuya en el momento?

-Si siempre se estudia y te decían como pateaba uno o el otro, después son deducciones o decisiones que uno toma a la hora de atajar.

-¿Cuál fue tu primera sensación cuando el remate de Pico pega en el travesaño?

Tal cual como se ve en las filmaciones, salir corriendo a abrazar a mis compañeros. Eso se consiguió con gran trabajo y humildad entre todo el plantel, cuerpo técnico y directivos.

Estábamos todos en la misma sintonía. Otra cosa a favor de Bielsa fue convencer a los directivos de hacer varios esfuerzos para estar todos en armonía y tranquilos.

-Esas campañas y ese título te abrieron las puertas a la Selección Argentina.

-Seguro que los campeonatos conseguidos y las buenas cam-

pañas de NOB de los últimos años me da esa posibilidad de integrar la Selección.

-¿Qué significa ser de los jugadores más campeones y qué más veces vistió la camiseta de Newell’s? ¿Pensás que estás bien reconocido? ¿Seguís esperando tu oportunidad para trabajar en Newell’s?

-Significa un orgullo enorme ser reconocido por la gente de Newell’s Old Boys. Agradecido con la institución por la oportunidad de jugar en ese club. A veces pienso que no me dieron la misma oportunidad o no fueron equitativos hacía mi persona como hacía otros compañeros, seguro que todavía espero esa oportunidad de volver a mi casa.

-¿Mantienen contacto con los jugadores de aquel equipo campeón en 1991?

-Sí, sigo teniendo relación con todos mis compañeros de fútbol, con unos más y con otros menos.

-¿Cuál es tu presente?

-Estoy viviendo en México, en Guadalajara y me sigo capacitando dentro del ámbito del futbol para estar actualizado, y hoy en día analizo diferentes proyectos para poder dirigir que es mi meta.

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Particular y obras sociales.

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