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VISTALSUR

Revista de Cine y FotografĂ­a 1


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Nuestra próxima

vistalsur ya tiene tema...

Hay lugares en la tierra, en tu cuerpo, en tu mente y en tu alma que son desconocidos del imaginario cotidiano. Regiones inexploradas o disfrazadas con adjetivos que no corresponden a su verdad. Oscuridades y zonas de luz que nos dejan boquiabiertos, llenas de seres, sentimientos y objetos que no creeríamos que habitan tan cerca y tan lejos de nosotros. Llévanos en esta edición que viene Monte Adentro, mándanos el tiquete y la ruta a: revista@vistalsur.com

Monte adentro vistalsur 03. Este

20 de octubre en su buzón

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VISTALSUR

editorial Foto de Ernesto Vidal Prada "El límite no es soñar". Barrio de La Candelaria. Bogotá 2009. http://www.flickr.com/photos/ vtooto/ “¿Nuestra frontera es marcar un territorio? ¿Las fronteras marcan el inicio de nuestros sueños? ¿El cielo es una frontera? ¿Acaso la luz y/o la oscuridad no son nuestras fronteras más cercanas? Para mi una frontera no es mirar para abajo.”

Contacto revista@vistalsur.com Colaboran:: Carlos Mario Pineda Carlos Reyes LePaliscot Daniel Alfonso León Ernesto Vidal Prada Iván Darío Hernandez Jeffrey Aaranson Iván Gallo Jack Casablanca León Darío Peláez Mario Niño Villamizar Miguel Castillo Fuentes Nelson Cárdenas Pedro Adrian Zulúaga Sheila Castellanos Víctor Gaviria Viviana Bohórquez Monsalve, Paola Esteban Alejandro Riaño Sebastián Friedman Distribución gratuita

4Sur América, 2010

El recuerdo que tenía en la cabeza del mapa de eso que llamo mi patria se desdibujó finalmente un día en que en que llegando a uno de sus puntos más llamativos, la punta de la Amazonía, lo único que vi desde el aire fue un tapete verde, verde, surcado por una culebra marrón perezosa llamada río Amazonas. No existía la tal patita que tanto dibujamos en la escuela. Ya en tierra la cosa se acentuó más. Sin darse cuenta, podía uno estar en Perú, Colombia o Brasil. Las lenguas, las razas, la música fluyendo, como el mismo río que sube y baja modificándose cada día. La frontera era imaginaria. Era alguien que nos había enseñado a decir y a actuar en función de ella. Un mero acuerdo forjado en guerras, acuerdos comerciales y cercas de alambre. Y dentro de esos construidos mentales que creemos tan normales y tan para siempre es que nos movemos. Hasta aquí puedes pasar. De esta raya hacia aquí es mío y de ahí para allá mira a ver. Lo mío, lo tuyo, como una proyección de nuestra primera frontera: nuestra propia piel. Y de ahí para allá, la ropa, los gestos, las paredes de nuestro cuarto, o la máquina que nos transporta. Hoy la hipercomunicación está re definiendo las fronteras. Ya los países comienzan a ser entidades caducas y las líneas que hay que saltar son más bien interruptores con forma de claves y nombres de usuario, o de una llamada que pasa a buzón siempre o un prohibidas las mascotas. Pero sin importar cúales formas adopten las fronteras que nos impongan o que aceptemos, la vida, ese paseo extraño en el que habitamos, las superará, aun por encima de nuestro querer.



CONTENIDO Buzón. 10 El hombre de al lado. Sobre seres humanos. 12 Por Iván Gallo

Coco (Chanel) e Igor (Stravinsky). El arte en París. 16

Por Carlos Mario Pineda Wall Street. La ética criminal de los de cuello blanco. 20 Por Oswaldo Osorio La vida de los peces. Aunque sea ficción duele 24 Por Carlos Mario Pineda Oración. Poema 27 Por Víctor Gaviria. MicMacs À tire larigot. Divertimento en francés. 28 Por Carlos Mario Pineda. Katalin Varga. Una alteración coherente. 32 Por Jack Casablanca.. SanPacho. Un santo blanco para un pueblo negro 34 Fotos de León Darío Restrepo. Texto Julio César Uribe Hermocillo. Violeta. 46 Por Viviana Bohórquez Monsalve, Paola Esteban y Alejandro Riaño En el semáforo comienza la carretera. Una entrevista con Rubén Mendoza 52 Por Miguel Castillo Fuentes. ¿En qué tono se lo digo? No pregunte carajadas. 60 Por Iván Darío Hernández Jaramillo. La delgada línea roja de Terrence Mallik. 62 Un texto de la película Los autoengaños del cine colombiano. 66 Por Pedro Adrián Zulúaga. Maldeojo. Del Bronx a Bogotá 70 Por Mario Niño Villamizar Exilio en esta maldita calle. Una estampita de los Rolling 72 Por Iván Gallo. Música de aquí y de allá. Una estampita de los Rolling 76 Por Sheila Castellanos. Elegía a Desquite. Una profecía 78 Por Gonzalo Arango. Borderland. Una mirada a la frontera. 90 Por Jeffrey Aaronson . Entrevista de Jolaine Frizzel al autor. Traducción de Iván Hernández Segurismos. La frontera hogareña. 94 Por Sebastián Friedman .


¿Qué será que nos encantan los realities pero no queremos saber de la realidad?

Una campaña de vistalsur

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¿Adivina que? Subscríbite gratis a vistalsur y participa en una rifa de un cupo este taller. ¿No la crees? Bueno, que se la gane otro. ¡Dale¡ Vete abajo en www.vistalsur.com y pon los datos. Y bueno, una velita no está de más

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José María Mellado

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Taller de Fotografía de Alta Calidad Universidad Eafit - Bogotá

Noviembre 8 y 9 de 2010 9 a 13 / 15 a 19 hrs Informes : (4) 266 1587 / 311249, Medellín noramu_53@hotmail.com


Buzón La pelotera

ataque a quienes insisten en develarla de una forma directa y Muchas ronchas sigue sin tapujos. Es un mecanismo de levantando el cine colombiano defensa apenas básico, atacar a en un sector que no quiere quienes quieren mostrar esa saber nada de la realidad del parte de la vida que no se quiere país y mucho menos de la gente ver. con la que no se siente Rubén Mendoza no es el primer identificado. Ya lo decía un director colombiano en retratar crítico de cine en una charla en las calles más allá del concreto, el Centro Colombo Americano, no es el primero en mostrar que cuando apoyado en la opinión de la vivienda de algunas personas sus estudiantes de la no es más que una caja de Universidad de los Andes, cartón, tampoco es el primero afirmaba que el público tenía en mostrar los vínculos sociales razón en no ir a ver películas que se crean en un cruce de dos colombianas porque no se sentía avenidas y mucho menos el identificado en ellas. primero en proponer que el país Pero independiente de lo que que algunos quieren opinen algunos sectores o comercializar como el paraíso algunos medios no terrenal, tiene grandes especializados en el tema, las extensiones a las que no ha nuevas propuestas del cine llegado la luz divina. Pero es nacional están acertando al indiscutible que en su película proponer historias que surgen hay puesta una investigación de lo local y que pueden ser tan cuidadosa, un interés honesto en universales como lo es el mismo el ser humano y una bonita arte. Propuestas que con un historia alrededor de los claro dominio del lenguaje y la habitantes de la calle. técnica cinematográficos, donde La Sociedad del Semáforo está los directores muestran con construida con un cuidadoso sensibilidad y poesía muchas manejo del lenguaje situaciones que no se pueden cinematográfico, de manera que plasmar con la misma carga, en los diez primeros minutos sólo desde la literatura o desde estamos al otro lado del vidrio la fotografía. Propuestas que del carro, metidos en la vida de dejan claro porqué el cine es quienes solemos ignorar arte. subiendo el volumen del radio o Varias de estas películas intentando dominar muestran un país en conflicto, telepáticamente el obstáculo en las que el argumento gira que no permite que el verde alrededor de personajes de los suceda al rojo. El uso de la que la sociedad reniega. Y si en música y la precisión de los general esta parte de la diálogos no permiten que nos humanidad es cada vez más alejemos del mundo que tejen invisible, no es gratuito que se las imágenes y los personajes. Y

sin darnos cuenta estamos atrapados en la intimidad de unos personajes, nos muestran una realidad que no da lugar a distracciones; una realidad donde el mundo al que estamos acostumbrados está metido en una caja de metal y vidrio en el que sus habitantes respiran tranquilos al ver cómo desaparece el reflejo rojo que los ha detenido. Esta nueva película colombiana tiene el mismo tinte que la literatura de Vallejo, te entretiene con su lenguaje, mostrando crudas realidades muchas veces cargadas de una gran humor negro, pero cuando te suelta en la última línea, te deja un vacío devastador que hace inevitable el asumir la responsabilidad que tenemos todos, en esa realidad que tanto queremos evadir. Es cierto que no es fácil enfrentarse a la obra de un director que nos incomoda directamente, donde evidencia ese ensordecedor silencio en el que nos hemos metido para no oír el mundo que está allá afuera, ese mundo que hemos ayudado a construir y del que tan avergonzados nos mantenemos. Carlos Zapata

De acuerdo, Carlos, de los pies a la cabeza.


revista@vistalsur.com

Menos palabras Supongo que por lo que voy a decir me caerán rayos y centellas, pero debo decirles que me parece que para ser una publicación web tienen muchas palabras ¿no? y más si se trata de un asunto de cine y fotografía. la sugerencia, es pues, y disculpen, usen más las imágenes que este medio es mas visual. Javier Mastrangelo

Pues Javier, lo tuviera cerquita lo miraría rayado como pa’partirlo en dos, la verdad, pero entiendo perfectamente su punto. Tanto texto, tantas palabras en la web es como un círculo cuadrado. Y es que sí, la web está hecha para cosas más mirar rápido, una especie de poca reflexión y mucha sensación, usualmente. Sin embargo, déjeme y le explico nuestro punto: estamos hechos justo para lo contrario, para ser leídos, para tratar de construir con palabras las imágenes que nos rodean cada día, como para procurarnos una estructura propia a partir de la discusión y de las ideas expresadas que se resista a la carcaza toda talla que nos quiere calzar este mundo moderno. Sí, una pantalla no es, y menos para los que venimos de los libros y el papel físico, el mejor medio para la lectura, pero es el que tenemos y el que mejor difusión no da. De modo que sí, muchas gracias, de veras por la sugerencia, pero no, seguiremos insistiendo en las palabras como medio, aunque sea para hablar de

Oigan, me llegó de rebote su revista y la verdad me gustó mucho, pero no les vi pauta por ninguna parte, o al menos no la suficiente como para hacer algo así. Sólo por curiosidad, a ver si me animo a hacer algo parecido ¿cómo la financian?

frases que deben saber muy bien para quien sepa de qué hablan, pero no es que ayuden mucho a los legos que apenas sí nos gusta ir a cine. ¿qué tal una seccioncita de historia del cine o artículos con algo más de corazón y tripas, como acercándonos al tema, como convidándonos al cine, Carlos Mario?A propósito, saludos a Iván Gallo, que escribe con emoción que vuela y prende al que lo lee.

Sara Esteban

Julieta Gómez.

Gracias Sara por gustar de nosotros. La razón de ello quizás sea la respuesta a su pregunta de los billetes. La revista se financia con el mero querer de los que participamos en ella. Nada más. Y aunque es un riesgo, pues los quereres van y vienen, y sería mucho más fácil conseguir artículos si hubiera plata, tiene como contraparte que las cosas con amor saben mejor. Ya nos las ingeniaremos para buscarnos recursos, pero por lo pronto, salimos así, de merito corazón.

Pues sabe que sí, tiene razón, Vamos a ver como le hacemos para mejorar ese punto, que finalmente es una de nuestras razones de ser, la comunicación con el lector. Carlos Mario y sus secuaces recibirán su comentario y aunque hagan caras, veremos cómo le mejoramos al lenguaje. Lo de una historia del cine o cosa por el estilo me suena. Espérenos un ratito a ver con que salimos ¿bueno? Y a Iván Gallo le puede escribir a su correo.

imágenes. ¿Será que vieron otra película?.

¿Y de qué vive la revista?

Piedad con los dummies Gracias por su revista pero quiero pedirles un favor ¡tengan piedad con nosotros los dummies¡ Se me hace que si bien la intención es buena, se quedan con frecuencia en unas

Escríbannos, que aquí lo que necesitamos es opiniones. Dennos palo, ideas brillantes o ridículas, que o que hay que hacer es hablar para pensar:

revista@vistalsur.com


EL HOMBRE DE AL LADO de Mariano Cohn y Gastón Duprat, 2009, Argentina

Sobre seres humanos Por Ivan Gallo / elateneista.blogspot.com

La Plata es una ciudad gris y aburrida. Aparte de una hermosa catedral gótica, es muy poco lo que se le puede visitar, lo cual me alegra porque yo estoy cansado de ver gente y acá no existen las aglomeraciones. Entre las otras cosas que son dignas de conocer está la Casa Curuchet, única vivienda construida por Le Corbusier en el continente americano. La casa en sí misma es una obra de arte, de precisión, luminosidad y comodidad. Incluso muchos muebles que allí están fueron hechos por el francés. A pesar de que es propiedad privada, allí funciona la Sociedad Argentina de Arquitectura, y si vas al mediodía a lo mejor te dejen pasar y puedas tomar

fotos para subir a tu aburrido facebook. La casa hace poco ha vuelto a cobrar notoriedad porque resulta que la mejor película argentina de los últimos años fue filmada allí. En El hombre de al lado hay tres protagonistas: Por un lado está Leonardo, el clásico ejemplo de cómo poseer un talento específico puede convertir a una persona en un ser abyecto. Por el otro Víctor, el intruso que quiere pescar unos rayitos de luz y para eso ha decidido violar las más básicas normas arquitectónicas para abrir una ventana que dé justo a la sala de su vecino. Y el otro gran protagonista como no, la casa misma quien es la que marca las inquietudes,


cine más los sentimientos y hasta el destino de todos aquellos que convergen en ella.

entienden nada, ojalá hubiese alguno como él, que tuviera una pizca del talento que tiene él.

Los argentinos, a diferencia del resto de latinoamericanos, son muy quisquillosos con su privacidad. La paranoia en la que viven sumergidos los lleva a pensar que el otro no es más que un molesto espía que te persigue y te vigila. Esta paranoia puede crecer como un tumor maligno dependiendo el grado de educación o notoriedad que pueda tener el argentino en cuestión. Leonardo sin duda es un diseñador de renombre. Sus sillones han tenido varios premios en Europa y en la última bienal de Milán sus creaciones tuvieron un deslumbrante éxito. Lamentablemente a su hija, una adolescente imbuida en las profundidades de su mp4, esos logros no la hacen sentir muy orgullosa de papá. No se necesita decir una sola palabra para comprender que las relaciones entre padre e hija están completamente rotas. Podemos imaginar cómo fue el pasado, Leonardo encerrado en su estudio tratando de que las partes de un sofá cama coincidan y poder seguir marcando la pauta. Con su esposa las cosas parecen que tampoco marchan bien. Ella requiere atención, él siente que ella le exige demasiado, “Hace un mes no cojo” le dice a uno de sus clientes. Además están las clases en la universidad, esos estúpidos alumnos que no

Y para acabar de rematar está el vecino, un grasa cordobés con un pésimo gusto musical, que no habla como él cuatro idiomas, ni escucha esos escarceos musicales vanguardistas, la música con que los accionistas vieneses se suicidaban en público. No, Víctor es un tipo básico, un poco rudo, un poco invasor, que cree que con su verbo arrollador puede convencer a quien sea, incluso de convencer que una invasión tan grave como la de poner una ventana en frente de tu sala pueda ser un hecho que se arregle fácil, con una picada y una cerveza y se acabó. “Solo necesito unos rayos de luz” murmura este personaje ese que es su mantra. Entonces sucede el inevitable choque sartreano, el problema son los otros y si no quieres problemas, si no quieres perder tu intimidad, tu paz, deberás buscar la manera de deshacerte de ellos. Asi que aparece la tensión que te tendrá al borde de la silla y lo que creías iba a hacer la clásica película argentina con pretensiones de autor con la lentitud típica que exige el “gran” cine se va convirtiendo en una obra donde la tensión no deja de crecer, donde estás esperando todo el tiempo que suceda algo y de pronto te llevas las manos al


cine más estómago y notas el hueco que se te ha hecho allí. Pero mucho más que una trama El hombre de al lado es una película de personajes. El pulso que sostienen durante las dos horas que dura el filme Víctor y Leonardo es absolutamente creíble gracias a las notables actuaciones de Daniel Araóz ( toda una sorpresa) y Rafael Spregelburd (reconocido dramaturgo y actor) Contada de una manera sencilla casi sin pretensiones el tándem Duprat-Cohn esbozan una mirada muy personal sobre el hecho de ser

un artista de mérito en un país del tercer mundo, sobre lo ridículo y esnobista que puede resultar alguien bien educado, poliglota y refinado en un país que se hunde, que se rompe en mil pedazos. En una cartelera llena de películas cuyo único recurso es el ya insoportable truco del 3D El hombre de al lado resulta de lejos, la mejor opción que pueda tener alguien que todavía pueda disfrutar de una película que hable sobre seres humanos.



COCO (CHANEL) & IGOR (STRAVINSKY)

El arte en París por Carlos Mario Pineda E./ carlospineda@elpoli.edu.co

Ante el rechazo constante a las temáticas en el cine colombiano, esta película les va confirmar una tendencia: la historia es necesario revisitarla y reeditarla cada tanto bien para no olvidarla, bien para buscar nuevas versiones del mundo, bien para reelaborar un aspecto que se considera poco adecuado o bien porque el enfoque es diferente al que se tenía. Producidas el mismo año, las imágenes de Coco Chanel que nos presentan dos películas, ambas francesas, dirigidas por franceses se complementan. Anne Fontaine y Jan Kounen optaron por elaborar perfiles diferentes. Coco antes de Chanel (Coco avant Chanel, 2009) dirigida por una mujer y Coco & Igor (Coco Chanel &

Igor Stravinsky, 2009) dirigida por un hombre, dan un panorama amplio de la personalidad de Coco y de la sociedad francesa –sería más preciso decir parisina- a comienzos del siglo XX. Anne Fontaine optó por una actriz de imagen delicada y muy femenina: Audrey Tatou; Kounen prefirió una actriz menos conocida, más ruda, con una voz grave, muy profunda sin dejar de lado aspectos esenciales: la belleza y la elegancia, amén del temple. El relato de la vida de Coco antes de ser la afamada creadora de la casa Chanel está llena de anécdotas que develan el temperamento y los resultados de las


cine más decisiones tomadas con plena conciencia. Para ese relato, Fontaine optó por una paleta de color que pocas veces sale de los azules claros, de los grises y de los colores en tonalidades pasteles. La película finaliza cuando Chanel aparece en el mundo de la moda y la imagen es magnífica: una escalera enchapada en espejos que reflejan a una mujer madura (aun muy joven) que empieza a disfrutar del esquivo éxito. Sus modelos la rodena y la aplauden. Como si Kounen y Fontaine se hubiesen puesto de acuerdo, la imagen de esa escalera reaparece en Coco & Igor pero no es ni de lejos, eje de la trama. El argumento se inicia con el estreno de La Consagración de la primavera (Le sacre de printemps) que se toma más de 15 minutos en pantalla para mostrar el fracaso inicial, situación que desencadena todo lo demás. Ese inicio es crucial porque le pone el tono a la película: en vez de quedarse más en la anécdota de cama como hizo Julie Taymor con Frida (2002), el énfasis recae en el rechazo por una música y una danza vanguardista. Rechazo de los burgueses mas no de todos, quienes no abuchean se extasían y entre ellos, sobresale Coco. La presencia en una misma escena de Chanel, Stravinsky, Diagilev y Nijinsky son más que motivos para entender la intención general del argumento.

Volviendo a Frida aun a pesar de la presencia de Salma Hayek, la película se rodó en inglés. Directores como Julian Schnabel (La escafandra y la mariposa, Le Scaphandre et le papillon, 2007) o Jan Kounen consideran que el idioma puede tener un papel determinante en el resultado final. Schnabel cambió por completo un guión que ya estaba escrito –y listo para ser rodado- en inglés. La razón: el espíritu de la obra, en sus propias palabras, no era el mismo en un idioma que en otro: “(…) creo que no se podría conseguir la atmósfera correcta. Y de la manera en que se cuenta [el argumento], aunque pueda ser una [relato] universal, es en francés. Yo necesitaba creer en lo que escuchaba.” Kounen, entonces, deja fragmentos en ruso debido a la presencia de Stravinsky, de su esposa y sus hijos, y de Nijinsky y Diagilev. Esa suerte de introducción está atravesada por la música de Stravinsky, y el espectador puede tener el temor de encontrarse con una película llena de música, del modo más empalagoso, pero en eso también, Kounen es preciso. La música va a convertirse en un soporte argumental por la vía de lo diegético, que remite a los momentos de la composición, o a parte de los sentimientos de los dos protagonistas al ser


COCO (CHANEL) & IGOR (STRAVINSKY)

blancos y negros, de fondo entero o estampados, pero en esos dos colores, dándole a la película un agregado visual aun mayor. Si en París aparecen aun los grandes salones llenos de brocados, recargados de objetos y mujeres con sombreros muy estorbosos decorados con plumas (sobre todo se hizo evidente esa incomodidad en las primeras salas de cine), en la casa de mademoiselle Chanel la sobriedad y el “buen gusto” destacan. A la sobriedad, elegancia y especialidad de esos decorados, que le dan un toque muy particular al diseño de arte de la película, la música se suma en el mismo sentido, poca, sobria, delicada.

usada de modo extradiegética. El fracaso inicial del estreno emplea todos los recursos del cine: la iluminación, el encuadre, el movimiento de cámara y sus puntos de vista para no descargar todo el peso sólo en la música. Tampoco las emociones de los personajes van a ser traducidas por medio de ese recurso, en algunos momentos entra a formar parte del relato pero, contrario a lo que haría un director más novato, el hecho de que un personaje sea músico, no es justificación ni necesaria ni suficiente para llenar la película de música, por bella que sea. En los decorados es donde más sorpresas aparecen y deben tener un soporte histórico. En la primera película el espectador se entera de que el amante inglés de Chanel muere en un accidente, en la segunda se hace una alusión a esa muerte y quizás sea un fundamento para la elección de la decoración de una casa de campo en tonos blancos y negros exclusivamente. Papeles de colgadura, muebles, ropa de cama…todo está en

Estos últimos dos aspectos dan una buena línea de diálogo: en una gran discusión Igor y Coco se plantean sus universos laborales y creativos. Él se siente superior, muy a pesar de que quien ha demostrado serlo es ella y la agrede. Ella asume que la moda es un arte, que como él con la música, ella al diseñar crea. Stravinsky en un acto de furia, prepotencia y menosprecio le contesta que él es un artista, ella una comerciante. La actitud de rechazo que tuvo la sociedad ante su obra musical la tiene él ante la modificación social que ella está llevando a cabo. Es que parece ser que Coco Chanel, la gran diseñadora, era muy conciente del impacto de su quehacer en la vida social del París de comienzos de siglo. Pero, el comentario desobligante y vulgar de Stravinsky intenta minimizar un papel que la historia reconocerá rápidamente. No en vano, los sombreros pequeños, más cómodos, simples y ajustados a los costados de la cabeza son parte del gran cambio de ese comienzo de siglo. No puede dejarse de lado el gran sentido sociológico que tiene la película. Chanel se convierte en una mecenas anónima –si se le cree a la propuesta de Kounen-, mientras rechaza la petición de sus obreras de aumentar en unos céntimos su precario salario. Un reconocimiento


cine más

tácito de la importancia del arte en comparación con el trabajo ramplón de todos los días. Ellas cosen, bordan, pulen, planchan, reparan y hacen muchas cosas valiosas pero insignificantes en términos creativos. El valor de su trabajo aparece cuando la prenda está confeccionada que es producto del diseño de su jefa. Tal cual como la criada que responde ante la pregunta de la esposa de Stravinsky: “llevo dos años con ella (…), la guerra cambió cosas, la señorita es muy independiente.” Las demás mujeres notan esa gran independencia que se da incluso en el terreno sexual y todos la llaman mademoiselle (señorita) a pesar de saber de sus affaires.

El montaje es aprovechado para poner en relación situaciones: la composición musical con la pasión amorosa, esa misma pasión con el sufrimiento de la esposa. Montaje que se enriquece con el cambio de los planos y su punto de vista, con la alternancia de esos puntos de vista y con los movimientos de cámara que se desplazan con placidez pero constantes. Coco & Igor como cine cumple bien con el cometido de narrar sobre la vida de artistas puesto que no es simplemente una película sobre una pareja sino una obra que explora la vida de dos seres excepcionales para la cultura, y lo hace con los recursos propios de un cine de calidad.


WALL STREET. EL DINERO NUNCA DUERME de Oliver Stone, 2010, E.U.

La ética criminal de los de cuello blanco. por Oswaldo Osorio / www.cinefagos.net

Si la caída de los regímenes socialistas en Europa del este y la apertura económica de la China comunista supuso el triunfo del capitalismo, esta película de Oliver Stone es la visión de un posible Apocalipsis. Incluso este término es mencionado un par de veces en esta cinta en la que, por segunda vez, el cineasta denuncia y advierte sobre los criminales manejos de la economía estadounidense y, consecuentemente, mundial. Se trata de una película que asume una posición con argumentos y por ello resulta significativa, pero deja un saldo rojo en casi todos los aspectos cinematográficos. Es difícil encontrar un director más

crítico y comprometido con los diversos problemas de los Estados Unidos desde hace un cuarto de siglo. Esto se evidencia desde su célebre trilogía sobre Vietnam (Pelotón, Entre el cielo y la tierra, Nacido el 4 de julio), pasando por sus arremetidas contra los medios (Talk Radio, Asesinos por naturaleza), la historia oficial (JFK) y el deporte (Un domingo cualquiera), hasta sus elaboradas reflexiones y cuestionamientos sobre la política y algunas de sus figuras (Nixon, Comandante, W). Es por eso que, en el mayor fortín del capitalismo, el santo dinero y su manejo tenían también que ser objetivo del ojo fiscalizador de este director. Ya lo había hecho en 1987 con Wall Street, respondiendo a la


cine más crisis económica del momento, y ahora la nueva crisis le permite hacer una segunda parte. Partiendo del protagonista de la primera parte, Gordon Gekko, Stone pone en evidencia, más que los males cíclicos de la economía, la costosa pérdida de la memoria de los estadounidenses sobre los males que han sufrido en el pasado y cómo las mismas personas cometen los mismos errores y abusos sin que nadie se los impida. La avaricia de los hombres y las corporaciones más ricas del mundo los llevó a especular cada vez más hasta que se reventó la “burbuja”. La solución: socializar las pérdidas. La expresión misma ya es indignante. Lo que más recalca la cinta es la total falta de ética que se ve en estas esferas y lo desprotegido que está el mundo ante esta ralea de cuello blanco (inversionistas, bancos y corporaciones), a quienes ni siquiera el gobierno puede controlar, o peor aún, el gobierno mismo los protege y rescata de sus multimillonarios fracasos, como acaba de suceder precisamente en la última crisis.

Hasta aquí todo muy bien, pues se reconoce al Oliver Stone crítico, incisivo y confrontador del sistema y sus injusticias, sin embargo, esta denuncia está soportada por un guión forzado y lleno de concesiones (un drama conyugal y otro de padre e hija que no se diferencian mucho de cualquier novelón televisivo), así como por una narrativa y concepción visual tan ordinaria, reiterativa y predecible como casi todo el cine de Hollywood. Lejos está ese director que, además de plantear unas historias con una fuerte carga ideológica y de denuncia social y política, resultaba también toda una experiencia cinematográfica, con guiones sólidamente construidos (su carrera empezó como exitoso guionista) y una concepción visual estimulante, sobre todo en lo que tenía que ver con el dinamismo de la cámara, la expresividad de sus encuadres y el electrizante ritmo de su montaje. De todo eso, en esta última película, solo quedan vestigios y auto remedos.


Alfonso, Juan Manuel,

¿Qué tal

No m 22


Una campaña de vistalsur

¿Y si la intentamos a la antigua?

atarás? 23


LA VIDA DE LOS PECES de Matías Bize, 2010, Chile.

Aunque sea ficción, duele por Carlos Mario Pineda / fotogramasalaire@hotmail.com

La frase del título, citada de mala manera, corresponde al prólogo de la película Reconstrucción (Reconstruction, Christoffer Boe, 2003). Porque lo que La vida de los peces (Matías Bize, 2010) propone es la reconstrucción de un amor en punta, dejado así por un hombre que huye y una mujer que se queda. Hasta ahí, es el cuento de casi todas las películas sobre parejas, pero al igual que en Reconstrucción en la cual Boe mismo puntualizó que la diferencia estuvo en contarla de otra manera, en narra con otras estrategias diferentes a las que hay en todas las películas corrientes. Porque ésa no es corriente y La vida de los peces tampoco. En la película del chileno se pueden

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encontrar ecos precisos de otras películas como las de Richard Linklater: Antes de que amanezca y Antes que anochezca (Before sunrise y Before Sunset, 1995 y 2004 respectivamente y Tape, 2001). O más clásicas Un hombre y una mujer (Un homme et une femme, Claude Lelouch, 1966). Los actores Santiago Cabrera y Blanca Lewin (Andrés y Beatriz, como personajes) son los encargados de develar un universo lleno de pequeños detalles, de conversaciones aparentemente insulsas, acompañadas o asociadas a un gran número de personas a su alrededor. Porque una de las grandes fortalezas de la película (y parece que del trabajo de Matías


cine más Bize) es la capacidad para mantener la atención en un espacio reducido. En En la cama 2005) toda la acción recae sobre los dos personajes y un sólo espacio: una habitación de un motel – recomendada sobre todo si alguien vio la versión colombiana, Entre sábanas, de Gustavo Nieto Roa que no es mala pero está muy por debajo de esta otra. Y cada quien que decida si Roa copió a Bize o viceversa-. La fortaleza de un monologo siempre va a estar en la actuación porque desde que se elige poner en escena el monologo, se presupone que éste tiene la calidad suficiente para ser representado. En la cama no es un monólogo sino un diálogo pero sostener una película durante 85 minutos sin salir de un espacio y con dos personajes lo logran buenos actores y un buen director, por eso la relación con las películas de Linklater que recaen en las actuaciones de Ethan Hawke y de Julie Delpy, o de Uma Thurman. Matías Bize decide repetir el esquema en La vida…, agregando personajes pero manteniendo el eje: casi nunca habrá más de una pareja en una escena o secuencia. Que sea un apartamento no le añade nada a lo visto en el motel, puesto que la acción se limita a una habitación por situación. Pero lo realmente importante no es tanto el recurso locativo sino la carga dramática que soportan cada uno de los actores. De paso, Blanca Lewin es la misma actriz de En la cama. Andrés va a irrumpir en la vida de Beatriz, por medio de un argumento que no presenta todos los factores en juego de una vez sino que dosifica la información. El espectador debe acompañar a Andrés en ese viaje de descubrimiento. Vamos sabiendo de él a través de aquellos que lo saludan, que lo recuerdan, que lo obligan a recordar, que lo ponen en situación de análisis con o sin catarsis. La tonalidad azul es un referente importante y recurrente. El título de la película justifica el uso de ese color. Como los peces, los personajes están confinados a un reducido espacio en el cual todas las decisiones que tomen no pueden salirse del marco limitado de acción, de una pecera. Hay varios momentos en los cuales se usa una pecera real para encuadrar a los personajes, con una narración tan controlada que el espectador no ve a dos personas a través de una

pecera sino que, alcanza a percibir emociones, sentimientos, pasiones en acción. Y los sentimientos que van apareciendo en los personajes se trasladan de manera inmediata a los espectadores. La gran capacidad de identificación que tiene el cine, en La vida… se hace presente tanto como en las dos películas de Linklater. La nostalgia, la alegría, la seducción, la seguridad o inseguridad, la remembranza, la indefinición, la incertidumbre y todos los sentimientos que afloran en los personajes, pueden llegar a afectar al espectador como si fuera él mismo quien estuviera puesto en la situación. Al finalizar el espectador se da cuenta de que ha asistido a la reconstrucción de una vida que tiene retazos en cada uno de los asistentes a una fiesta de cumpleaños. Sin embargo, no todo está logrado. Una de las primeras charlas es con dos adolescentes que parecen tener más mundo que un joven. Si bien es interesante, algunas de las preguntas de ese momento suenan excesivas, y más aun, el conocimiento y desparpajo con el que sacan conclusiones o afirman sus conceptos. La actuación permite que la película no se caiga en momentos como ése pero la enrarecen sin necesidad pues, en parte termina pareciéndose a la entrevista de Uma Thurman a Travolta (Mia Wallace a Vincent Vega) en Pulp Fiction (posible de revisarse en los extras en video). O a las conversaciones de los personajes de Linklater, pero tienen la edad para ello. Pero los diálogos tienen tan buena factura que el espectador se mantiene atento a esas conversaciones. Y como buena película, sólo la sumatoria de diálogos completa la situación total. Los recursos que emplea Bize son los propios del cine: un encuadre bien compuesto pero siempre con un movimiento en la cámara que le da un aire de inestabilidad para asemejarse a un video casero o documental. Ese encuadre elegido le permite poner al espectador en el nivel de intimidad de muchas de las conversaciones que el personaje sostiene. También elabora un trabajo en relación con los planos que Bize mantiene entre primeros planos, planos medios y planos generales. Los planos un poco más abiertos son pocos y se emplean por pura funcionalidad: cuando la situación amerita ubicar a algún personaje en un

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LA VIDA DE LOS PECES

entorno. Usar planos cerrados como esos medios y primeros planos exigen un mayor trabajo de puesta en escena ya que obligan a mayor ensayo, más planificación y sobre todo, mayores decisiones asociadas a la dirección de actores. La actuación en consecuencia se debe potenciada hacia arriba si el director tiene claro el resultado que necesita. El travelling como movimiento de cámara también va a ser parte esencial de la propuesta de La vida…Con el recorrido constante que realiza el personaje se abren opciones de ritmo narrativo y de acción dramática. Los recorridos permiten ver que la casa no es pequeña, que no es una reunión de amigos varones y que tampoco es una fiesta muy privada sino más bien un espacio en el cual aparecen muchos figurantes, que hay universos diversos separados por paredes y habitaciones. Esos movimientos y recorridos alcanzan a construir un relato que llega a generar la tensión de una película en la cual, es importante el suspenso. Finalmente, un aspecto que no desentona en toda la obra: la música está diseñada con una delicadeza que incrementa la sensación de desazón del personaje. Por momentos aparecen un piano y un cello que mantiene un papel discreto pero valioso. En otro momento la música viene dada desde el piano y una guitarra, siendo uno de los momentos más fuertes aquel en el cual, una misma nota de piano se repite, con una insistencia que llega hasta el límite previo a la exasperación del oyente. La suma de todos los elementos: diálogos inteligentes pero verosímiles en gran parte, los encuadres y planos elegidos, el uso del azul como color predominante, el travelling como herramienta que acompaña el ritmo y la actuación hacen de La vida de los peces una película que soporta bien la fama que precede al director.

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Una campaña de vistalsur

Pon una poesía en el ascensor

Oración Me siento ante mi ventana del suburbio, mirando un verde eucalipto recién plantado, oloroso a tallos partidos y a tierra olida no sé cuándo. Estoy rodeado de pequeñas colinas, algunas ya bajo las casas y los patios, que ahora no saludo ni conozco. No me muevo de mi sitio, pero las cosas pasan hacia atrás como ramas desdibujadas, y a veces veo un trozo de campo, caballos de nadie bajo la lluvia. Quiero santiguarme, recordar oraciones para que mi corazón no desaparezca. Pero mi cabeza no tiene leyendas ni señales, ha olvidado las palabras, la música y las voces que las cantaban. ‘El cielo de verano y los bellos rostros de las constelaciones no reparan en mí, ya no soy su preferido ni su doméstico’, digo de pronto. Llegaré a mitad de la vida, y mi juventud se alarga como una enfermedad que torna mi carne blanda en piedra. He tomado la costumbre de los solos de meter el dedo más pequeño al oído, y luego tengo la punta de la uña con una mota de cera. Los zancudos entran desde la calle, han venido desde el agua a través del viento caprichoso y llegan fatigados, borrachos. La sombra los borrará de las paredes claras. Algo que está detrás del día y de la noche, también me borrará a mí de la ventana. Pienso en los caminos del monte, los profundos, los aromados de hierbas medicinales, los que permanecen como una palabra misteriosa aunque cierre los ojos. Ellos rogarán por mí. Alquien me llama desde hace años una y otra vez, y yo cruzaré el patio oscuro hacia él, y no tendré brazos ni mi boca se humedecerá más. Pero de regreso mis ojos brillarán, y resucitaré, tal vez, tal vez.

Víctor Gaviria

(Medellín, 1955) 27


MICMACS jean Pierre Jeunet, Francia, 2009.

Cine de divertimento francés Por Carlos Mario Pineda / fotogramasalaire@hotmail.com

Si de entretenimiento se tratara el cine debería dejar de lado el adjetivo “arte”, que le pusieron cuando David Wark Griffith cambió la estructura ilustrativa que habían tenido los primeros camarógrafos. Aparte de George Méliès, quien empleó la magia y la experiencia en teatro para cambiar el naturalismo de esas primeras imágenes, sólo Griffith modificó de manera radical lo que el cine significaba para esos primeros públicos. Pero al propio Griffith se le debe, en parte, que cualquier espectador busque entretenimiento en el cine, aunque las películas realizadas por él alcanzaron cumbres dramáticas que no terminaban en

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finales felices ni en espectadores tranquilos (entretenidos). Casi 100 años después del primer gran filme de Griffith -1914/5muchos exigen del cine sólo entretenimiento, esparcimiento puro y nada de exigencias al momento de narrar sus argumentos. Esa exigencia viene de una irrealidad del cine comercial que propone héroes invencibles, salidas inverosímiles, personajes repetitivos y estereotipados. Pero cuando todos creen que las películas que contengan algunos o todos esos aspectos son exclusivas de Hollywood aparecen directores en otras latitudes que son capaces de tomar el papel carbón y hacer una copia fiel: Los hombres que


cine más

no amaban a las mujeres de Niels Arden Oplev o en el caso de Francia una serie de películas llamadas Taxi. Sin embargo, hay películas que pueden ser entretenidas y de valor como The Matrix de Andy y Lana Wachowski. Un caso particular es el del francés JeanPierre Jeunet quien se hizo conocido con Delicatessen (1991) y consolidó un prestigio bien ganado con La ciudad de los niños perdidos (La cité des enfants perdus, 1995). Las atmosferas que propone son fantásticas llenas de personajes insólitos casi salidos de Freaks (La parada de los monstruos de Tod Browning, 1932). El éxito rotundo de Amélie (Le fabuleux destin d'Amélie Poulain, 2001) ratificaba que Jeunet era un narrador con oficio. Aunque Amélie cambia un poco ese mundo bizarro, lo que se mantenía sin modificación era la imagen visual: una imagen llena de elementos extraños y un color amarillo con tintes de verde que pone la imagen en una atmosfera irreal, a pesar de los críticos que consideran que es una imagen de publicidad (lo publicitario muy pocas veces es un concepto positivo o favorable para una obra fílmica). Aunque para algunos la fantasía que aparecía en Amélie no fue evidente la mano de su director estaba en todo su esplendor. En Micmas à tire-larigot los personajes que aparecen salen de la imaginación de su

director pero pueblan la realidad de esa ficción, de manera tan verosímil que nada de lo que hacen queda extravagante, a pesar de serlo: la comunidad de los clochards (indigentes pero franceses, y eso cambia todo) vive en un entorno de realidades alternas que se mezclan con la realidad de esos traficantes de armas para convertir el argumento en una hora y 45 minutos de situaciones divertidas, hilarantes y absurdas. Como personajes de circo, cada uno de ellos tendrá un talento particular. Y los actores que los encarnan, cuando son conocidos, le agregan algo más. Yolande Moreau por ejemplo, dio vida a una pintora autodidacta en Seraphine -Louis- (2008) película que hace poco tuvo gran acogida, al menos en Bogotá. Del personaje introvertido y huraño de antes, pasa a uno más cálido y acogedor. A su lado, Danny Boon al que se pudo ver en una comedia floja –Mi mejor amigo (Mon meilleur ami, 2006)- elabora un personaje con matices que llevan al espectador a identificarse con él por diversas razones. André Dussollier, un actor con más trayectoria en películas “serias” aparece como uno de esos traficantes sin escrúpulos y, a Jeunet no le podía faltar Dominique Pinon, su actor fetiche (como suele llamarse a aquel que aparece en casi todas las películas de un mismo director).

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Ahora, con Micmas… (2009) JeanPierre Jeunet asume un aspecto social que no desentona con ese mundo bizarro lleno de fantasía. El argumento tiene que ver con el negocio de las armas y el mercado negro en el cual, todos se lucran a excepción de las víctimas. Y es ése el eje central de toda la trama: una víctima que se convertirá en vengador. Desde la apertura de la película en la cual vemos al padre del protagonista en el Sahara ya se instala el color que no desaparece sino en 2 o 3 ocasiones para dar paso a una imagen más “común”. La economía narrativa está en el las escenas y los planos que emplea, no así en el encuadre que estará saturado para mantener el estilo jeunetiano conocido por sus seguidores. Desde el comienzo, Micmas… tendrá movimientos de cámara que salen de la funcionalidad de mostrar un elemento para convertirse en parte integral de la narración: la organicidad de la obra se va desplegando con precisión. Los travellings se van sucediendo para llevar al descubrimiento de pequeños detalles que son esenciales para la progresión del relato. Del mismo modo, se emplean los diferentes puntos de vista. Si en las películas más obvias el punto de vista de la cámara rompe la línea de horizonte sólo

para mostrar algo que sucede en un lugar fuera de esa posición, en esta obra de Jeunet la ubicación de la cámara cumple múltiples funciones. Sin abandonar los picados y contrapicados que cumplen su papel como posibilidades de enriquecer el encuadre, mostrar elementos en relación o describir, en muchos otros momentos surgen como una grata sorpresa de la narración. La cámara podría estar ubicada en línea de horizonte en un ángulo poco frecuente, para Jeunet la solución aparece por la vía de ubicarla en altura, mostrando una imagen casi de dibujo técnico de arquitectura. En eso, recuerda la grata decisión de Christroffer Boe en Reconstrucción (Reconstruction, 2003) que ubica al espectador en las condiciones de los personajes como si siguiera un carro con equipo satelital. Describir o intentar poner al espectador en los ojos de alguien que ya ha visto la película es difícil, pero lo es más aun cuando se tiene la riqueza de color de estas obras. Lo más prudente es pedirle a ese espectador que preste atención a la cinefilia que despliega, incluyendo la especialísima caída de la pistola homenaje al Dobermann (1997) de Jan Kounen, la presencia de Humprey Bogart en una pantalla de


cine más

televisión antes de la presentación de créditos de Micmas… que serán presentados a la manera de la Warner (productora también de ésta). Después aparecerán referencias menos obvias y más elaboradas que una película transmitida en una hora retro. Como el demonio que es una clara referencia a Georges Méliès que –al mismo tiempo- se asocia también al vestido de la Monroe sobre el viaducto del metro. La diferencia de esta película de entretenimiento con un Duro de matar, Eran como niños o Legalmente rubia radica en una combinación entre esos elementos cinematográficos citados antes y la infaltable cultura francesa. “enseñamos una cultura, no un idioma” dicen los profesores de francés. Y parece que esa máxima se convierte en una obligación para la mayoría de los directores franceses con o sin pretensiones de ser artistas. Aquí, la cultura viene en forma de poetas: Rimbaud, Verlaine, Baudelaire, Narval o el español Lorca y de paso, hay una fuerte crítica a la cultura popular venida de Estados Unidos que genera la confusión entre Rimbaud y Rambo (la pronunciación es similar, aunque en español no lo sea). Y el componente de crítica se reafirma cuando uno de los fabricantestraficantes de armas aparece con el presidente Sarkozy

Si en un momento el director pone en evidencia el artífico del cine, al poner a una orquesta sinfónica en pantalla para develarle al espectador de dónde surge la música extradiegética, al final pone en evidencia el poder del cine tanto en imagen como en sonido, y este último como una herramienta para construir imágenes. El famoso ingenio del cine norteamericano para crear situaciones de acción sin límite, en las cuales lo inverosímil se instala con la complicidad del espectador, se ve rebasado por Jeunet. Arma una serie de eventos que van resolviendo de manera más lógica, un poco más creíbles los múltiples enredos y conflictos con los que se encuentran sus héroes. Para ilustrar: son maravillosos y gratos los autómatas que fabrica uno de los colegas del protagonista: desde la recolección de los objetos reciclados se insinúa la estructura final que se parece a algo conocido y a la vez, raro. Jeunet puede comprobar que si de entretenimiento con contenido se trata Micmas… cumple con creces con la oferta: pasar un rato entretenido y de paso, hacer una reflexión acerca de quiénes se lucran con el negocio de la guerra.


KATALIN VARGA de Peter Strickland, Inglaterra, 2009

Una alteración coherente por Jack Casablanca / www.cinestesia.org

Nunca he visto una mala película rumana. Y es entendible, no he visto muchas, tal vez unas siete desde que estoy con vida. Y ninguna, como también es entendible, ha tratado de la criatura creada por Bram Stoker, habitante incomprendido de los Carpatos transilvanos, muy al contrario, todas se han detenido en la vida cotidiana y absurda de los que se mueren y pocos recuerdan, mediante un abordaje pausado, frío e inquietante. Una suerte de vistazo por el ojo de la cerradura del cuarto de Raskolnikov en un lunes festivo. Con solo tres de las últimas películas que vi –La muerte del señor Lazarescu, 12:08 Al Este de Bucarest, 4 meses, 3 semanas, 2 días- días puede elaborarse

un tratado despiadado y entretenido de la soporífera decadencia del hombre occidental. ¿Qué otra cosa podría esperarse del pueblo que vio nacer a Vlad tapes, Emil Cioran , Nadia Comaneci y Tarzán (Johnny Weissmüller)? Katalin Varga, ópera prima del inglés Peter Strickland, ganadora del Oso de Plata a la contribución artística de la Berlinale de 2009, es otra muestra de altura moral y desprecio por el encandilamiento visual propio de la cinematografía del país centroeuropeo. Fue rodada con escasos 28.000 euros y, según algunas declaraciones, concebida tras el estímulo incesante de Pornography de


cine más The Cure, Suicide, La noche del Cazador de Laughton, el soundtrack del Nosferatu de Herzog, y Shadows of our Forgotten ancestors de Parajanov. Para eso, y para no dar explicaciones, sirve una fuente de inspiración. La historia de una mujer que busca vengarse de los dos hombres que la violaron puede ser asociada fácilmente con un discurso feminista de emancipación, por lo que es más apropiado, para no entorpecer con cansinas elucubraciones de tendencia política esquizoide y de mal gusto, remitir cualquier posible interpretación de corte sociológico a su matriz discursiva original, más criptica pero menos envalentonada: Katalin Varga es una película teológica. No es la espiral de venganza que reproduce un hacerse en el mundo en el acto de violencia contra un prójimo, sino el usufructo espiritual, el despojo concebido en la codificación fundamental: la predestinación. No importan los esfuerzos que nutren una rabia interna destinada a la purificación del flujo vital, ni la frialdad con la que se asume el último acto de perdón destinado a la redención, es la muerte, que de cara a lo incognoscible, nos obliga a asumir nuestro papel trágico. El único que, sea en un supermercado, una biblioteca, una amplia avenida, o un banco, siempre nos sale bien. Frente a esta caída libre sin sorpresas en el lúgubre desenlace final, el espectador, tiene una alternativa frente al desasosiego, ejercer una

especie de sabotaje moral que acreciente el convencimiento de que Dios es una idea prosaica que reduce la incertidumbre, por lo que puede optar por no decir Destino, sino Riesgo. Aunque estropeé el cándido pundonor de las mujercitas que se revuelcan en nuestra cama. El director, con preciosos planos, ajustados movimientos de cámara y un uso siniestramente transilvano de la música explotó el cariz melancólico y oscuro de los paisajes rurales rumanos. No hay espectros, ni exiliados del infierno en aquellos bosques, hay un secreto con el cual el cuerpo humano aprende a sortear la combustión espontánea como un bautismo. Eso es lo revolucionario en el cine. La habilidad para construir una atmósfera. Una alteración coherente. Se dice de cualquier película de marcianos rodada en un estudio verde al interior de la ciudadela de la Paramount o la Universal que es una película que cambiará la historia. Y no. No lo es. Ya todo está inventado en el cine, en la literatura, pero al interior del alma humana ocurren cosas que nunca han sido vistas, que nos desafían en terribles susurros a mitad de la noche, y cuando alguien lo hace, cuando alguien se atreve a escuchar, se acerca un poco más al misterio que por pocos segundos nos hace necesarios, o al menos un poco más afortunados. Y eso es lo revolucionario.


sanPacho

un santo blanco para un pueblo negro Fotografía de León Darío Peláez Texto de Julio César Uribe Hermocillo



Un santoblanco para un El mismo santo católico que en el siglo XIII se inventó el pesebre en una aldea italiana de aquella feudal época, el mismo que renunció a sus riquezas materiales para sentir lo que los pobres sienten, el mismo que fraternizó con la naturaleza y es hoy el patrono de la Ecología; ese mismo, blanco, europeo, hijo de señor feudal, es en un pueblo negro, allá en la perdida esquina noroccidental de este país que a su población negra le quita diariamente con una mano lo que de vez en cuando le da con la otra, un insigne apagador de incendios, un reputado hacedor de milagros y el motivo, patrono y testigo central y anual de una rumba multitudinaria, de una celebración religiosa y de un despliegue carnavalesco y artístico absolutamente populares y masivos: la fiesta patronal de un pueblo grande metido a ciudad, que es la capital más abandonada del departamento más abandonado, de la región más abandonada de este país pluricultural: el Chocó biogeográfico, que paradójicamente aloja en su territorio ese moderno oro multicromático llamado biodiversidad en cantidad y calidad tales que está reputado como el segundo lugar del planeta con

mayor diversidad biológica por unidad de área; es decir, donde en cada centímetro de territorio se encuentra mayor cantidad y variedad de formas de vida, entre microorganismos, fauna y flora. Allí, en Quibdó, capital del Departamento del Chocó, a menos de 50 metros sobre el nivel del mar y a la orilla majestuosa del Río Atrato, nació a principios del Siglo XX San Pacho, como se le dice en buen quibdoseño a las Fiestas Patronales de San Francisco de Asís, que cada año sin falta se inauguran el 20 de septiembre con un desfile de banderas en donde participan doce barrios tradicionales de la población, y finalizan el 4 de octubre, con una solemne procesión religiosa que se celebra a 30 grados a la sombra y a un promedio de 35 a pleno sol, que es donde realmente transcurre, bajo el lema, obviamente franciscano, de PAZ Y BIEN.

“Sus virtudes ensalcemos...”3 Una alboradita y trece alboradas, un desfile de banderas inaugural y dos procesiones religiosas


pueblonegro finales, con misa incluída: la de los Gozos, en la alborada o amanecer del día 4 de octubre, y la solemne procesión en homenaje a San Francisco de Asís, que llega a su clímax cuando reverbera el sol de las 3 de la tarde; 12 disfraces, 12 revulús, 12 verbenas, 12 entregas de bastones de mando de la fiesta, 12 desayunos franciscanos, 12 arcos o altares en homenaje al seráfico, 12 procesiones del barrio a la catedral y viceversa, 12 misas, 12 decoraciones de calles y 12 recorridos de los 12 disfraces, los 12 revulús y las dos procesiones, por los 12 barrios franciscanos de Quibdó, son los elementos que componen ese conjunto llamado coloquialmente “San Pacho”, a secas.

“Gloria, gloria, alabanza y honor...”4 Cuando la noche de la víspera se convierte en el día 20 de septiembre, cada año, se celebra la Alborada General de la Fiesta de San Pacho, con voladores de alegre pólvora, música de chirimía y el primer desfile de sanpacheros bailadores que se anuncian a ellos mismos que la fiesta ha comenzado. Un mes antes, es decir, el 20 de

agosto, con menos gente, aunque con igual alborozo, los sanpacheros, en la llamada Alboradita, ya se han anunciado entre ellos que falta un mes para que inicie la fiesta. La ilusión del goce y de la celebración total queda así instalada durante un mes de cuenta regresiva. Cuando el día 20 de septiembre ya lo es plenamente, al medio día, hacia las dos de la tarde, se realiza el vistoso Desfile de Banderas. Cada barrio tiene una, que es su símbolo patrio vecinal y que tiene un único uso, como tantas cosas durante San Pacho: ser batida en un despliegue de habilidad, cadencia (y fuerza, si se tiene en cuenta lo que puede pesar el asta móvil de madera de la cual pende la bandera), en el que compiten los abanderados de cada barrio, como, por decir uno que vive en la memoria, Tico, el de tantos años en el barrio La Yesquita, que es uno de los barrios franciscanos más famosos y apetecidos por la calidad y delicia de varios de los elementos con los que participa en la composición del antedicho conjunto de la fiesta. La Junta Central Franciscana, presidida por un presidente que preside con un


hermoso bastón de madera, que evoca la afrodescencia en su lustrosa talla, preside este desfile inaugural, mediante el cual se declara abierta la fiesta y se decreta la alegría en medio de la paz y el bien. Dicho bastón, iniciando este día, será rotado como símbolo de mando de la fiesta, día a día, de presidente en presidente, pues cada barrio tiene a su vez quien lo presida; así como San Pacho, una imagen espléndida, de un poco menos de dos metros de estatura, bellamente esculpida en madera y fantásticamente realista, de procedencia española, preside el ala derecha del altar mayor de la catedral de Quibdó y la fiesta toda y toda el alma de un pueblo santero en el que San Pacho, si no sonara a blasfemia, se podría decir que es más importante que Dios, con todo lo uno y trino que éste pueda ser.

“¡Viene el disfraz!”5

ingredientes, pero con la sazón y el sabor de cada uno, que a la postre será o no premiado y reconocido como el mejor. Cada barrio, en la mañana de su día correspondiente e invariable6, organiza y realiza el llamado “Desayuno Franciscano”, al que originalmente (hace unos 80 años) concurría sobre todo el notablato de cada barrio y al que hoy concurren por invitación una mezcla de pobres de solemnidad y personajes populares del barrio, más el cura franciscano que cada año es llevado para que presida las ceremonias religiosas y el párroco de la catedral.7 La mesa se sirve con comida típica. Este desayuno se realiza con posterioridad y como acto de cierre de la respectiva “Alborada”, nominación que recibe la procesión religiosa que, con la imagen de San Pacho propia de cada barrio, se ha realizado para anunciar que ha comenzado su día.

Inaugurada oficialmente la fiesta, lo que sigue en San Pacho es una agenda festiva que diariamente, Hasta hace unos 30 años, la mañana continuaba como un libreto común, es religiosamente con una serie de juegos tradicionales de la cultura ejecutada por cada barrio con los mismos local y regional, que convertían al barrio en un


escenario lúdico durante las horas precedentes a la entrega formal del bastón de mando por parte del barrio anterior, incluyendo guarapo como aperitivo de la alegría sobreviniente. Actualmente, en las horas que median entre el desayuno y las 12 del día, cuando se recibirá el bastón de mando de la fiesta, la gente se ocupa de ultimar los detalles de sus comparsas, especialmente los “cachés” o indumentarias para el desfile, que cada vez más se caracterizan por su vistosidad, colorido, imponencia y atractivo, y cada año son mejor organizadas y contienen mayores ingredientes carnavalescos de inspiración caribe o afrobrasileña. Cuando al medio día el sol de siempre calcina las deterioradas calles del barrio y las hace hervir de alegría creciente e imparable, cuando todo es agitación febril de quienes cada año tributan sudores de vida a San Pacho, se celebra la entrega del bastón de mando de la fiesta; por supuesto, de presidente a presidente, de junta barrial franciscana a junta barrial franciscana, con el único, envidiable y ejemplar deseo de Paz y Bien que le

augura el barrio que entrega al que recibe. Se prende, entonces, más la alegría que el sol. Hacia las dos de la tarde, cuando la alegría y el sol compiten por su preponderancia en el calor, arranca del correspondiente barrio -hacia los otros once, que recorrerá aunque esas calles que parecen bombardeadas intenten impedirlo- esa especie de caravana del paroxismo que es el desfile del “disfraz” de cada barrio, que, valga la oportunidad para decirlo, es lo más parecido a la felicidad que uno pueda encontrar en este mundo. “El Disfraz”, así con mayúsculas iniciales, no es un disfraz. Se trata de una escena montada sobre una carroza, una especie de teatrino gigantesco en donde gigantescos muñecos (para que sean visibles, aunque no tan descomunales como los de los carnavales pastusos) esculpidos en madera de balso por un artista plástico local (por decirlo de memoria, “El Brujo” Alfonso Córdoba o MiANMCO, Miguel Ángel Mosquera Conto, por ejemplo), muestran con sus movimientos de marionetas descomunales desde un acontecimiento mundial, como el primer viaje a la


luna, hasta un problema local (escoja el lector la corrupción despampanante, descarada e impune, a través del “serrucho” oficial, o si lo prefiere la falta de agua potable en el segundo lugar donde más llueve en el mundo o la pésima calidad y los altos costos de la luz o “la energía” –como la llaman ahora), pasando por homenajes a las pequeñas victorias regionales o nacionales del fútbol y el arte, sin dejar de lado los temas inocuos, aunque fantásticos, como aquel ratón Mickey gigantesco que una vez hace muchísimo años sacó incomprensiblemente el barrio La Yesquita... El mejor de todos será premiado el último día, por un jurado secreto que nombra la junta central y que originalmente fue ella misma en compañía del párroco de la catedral.

El Revulú. Detrás del disfraz, cuyo tema es total secreto hasta el día que sale, una suerte de infierno feliz acontece cada día de cada barrio, durante los doce días correspondientes a los doce barrios. Varios conjuntos musicales o chirimías8 se intercalan

entre la multitud. La porción de multitud usualmente más cercana al disfraz, que como el resto baila durante las cinco o seis horas que dura el desfile, llega a un estado de paroxismo y compenetración tal que, media hora después de haber iniciado tan festiva marcha, es capaz de producir un grito colectivo de felicidad, en el clímax de la música y del baile, cuya onomatopeya aproximada sólo un sanpachero entiende: “¡O-e...! ¡O-e...! ¡O-e...! ¡O-e...! ¡O-e...! ¡O-e...!, cuya duración depende de la maestría del músico central de la chirimía, y que cesa del mismo modo como empezó, de manera racionalmente inexplicable, que es un modo que alborotaría la envidia de un maestro de coro, por la sincronía. Ese es el REVULÚ, que en últimas se constituye en el centro del desfile del disfraz.

La Procesión. Por la noche, cuando los últimos sanpacheros del barrio apenas están llegando a su casa para cambiarse de ropa, previo baño abundante, y para perfumarse, o sea: para engalanarse; una


procesión, no religiosa, pero sí sagrada, de gente de los demás barrios, acontece: música, trago, comida, en las casas o en las calles, animan este baile colectivo y popular que bien puede prolongarse hasta el amanecer. Chirimías en la calle, discos con los temas musicales de moda en las casas, hacen las delicias de hombres y mujeres que aprendieron a bailar desde que estaban en la barriga de sus madres; un sancocho de siete carnes, que usualmente se sirve a la media noche como paliativo de los efectos del licor; y una inefable camaradería son los ingredientes de esta noche que, al amanecer del 4 de octubre, deriva en una romería hacia la catedral. Los sanpacheros han suspendido en ese momento el consumo de licor para ir a cumplir esa otra cita, también importante para ellos, que es la Procesión de Los Gozos, que tiene el mismo recorrido que el desfile de disfraces, o sea, por los 12 barrios franciscanos, en cada uno de los cuales se dispone un altar con su propio San Pacho, el cual es visitado por el San Pacho de la catedral en el momento literalmente solemne en el que se canta el himno franciscano, cuya música cadenciosa es interpretada por la

Banda de San Francisco y cuyo coro es magistralmente cantado con total fe religiosa por los centenares de sanpacheros que han dejado el aguardiente a un lado para venirse a homenajear a su santo patrono: ¡Gloria, gloria, a Francisco cantemos Nuestro padre y protector Sus virtudes ensalcemos Gloria, gloria, alabanza y honor! (bis) Al finalizar, nuevamente en la catedral, los sanpacheros quibdoseños caminan hacia sus casas, para dormir hasta el medio día, pues a las tres de la tarde tienen su cita central con San Pacho: la solemne procesión mayor, que repite el recorrido por los doce barrios y que usualmente preside el obispo diocesano, acompañado por el franciscano importado para la fiesta, el párroco de la catedral y otros curas del pueblo. La imponente imagen de San Francisco de Asís, que ha sido adornada para la ocasión con joyas de oro chocoano donadas por los devotos como agradecimiento por los milagros y favores del santo, que posteriormente regresarán


a una urna de seguridad en el Banco de la República bajo la custodia de la Junta Central de las Fiestas, es cargada en hombros por hombres sudorosos bajo el calcinante sol de la tarde En cada barrio, las calles han sido engaladas para recibir al santo y un altar llamado Arco ha sido preparado para él con toda pompa y mística, e incluyendo una sorpresa que se conoce como “El Misterio”, la cual se revela únicamente en el momento mismo en el que la imagen de San Pacho es depositada en el arco: se trata de una escena con movimiento, otro teatrino como el de los disfraces, pero esta vez con motivo religioso, usualmente haciendo memoria de un hecho de la vida del santo, por ejemplo, su conocida conversación con el Hermano Lobo en la campiña de Asís. Allí se reza, como durante todo el recorrido y se canta el himno franciscano, al compás de la Banda Franciscana, que fue creada por la iglesia en la década de los 30, como parte de una escuela parroquial de música que, durante casi treinta años, dirigió un cura y músico español llamado Isaac Rodríguez, que nunca se quitó su sotana blanca hasta su muerte en Quibdó, pues

vino de España y allá jamás regresó; por dicha escuela desfilaron como alumnos músicos hoy ampliamente reconocidos en el país como Jairo Varela, creador y director del Grupo Niche, y Alexis Lozano, su par de Guayacán Orquesta, quienes forman parte de una generación de músicos quibdoseños que tomó en sus manos la misión iniciada por el cura de formar músicos para que la rica y creativa tradición musical del pueblo no se pierda; con un éxito visible en la composición actual de las chirimías que amenizan la fiesta, constituídas cada vez más por jovencitos que a duras penas llegan a los veinte años de edad. La solemne procesión es el acto central de fe sanpachera. En actitud de veneración y devoción por el santo, los sanpacheros ponen en ella la misma energía, religiosa esta vez, que durante los trece días anteriores han puesto en el baile diurno y nocturno. Hombres, mujeres y niños portan velas y cirios y rezan con convicción durante el recorrido, pidiendo al santo favores que él sin falta concede. Muchos sanpacheros, para dar relieve a su devoción, visten durante todo el recorrido hábitos de color carmelita,


caminan en sandalias o descalzos y rodean su cintura con el cíngulo blanco con nudos, vestidos así con el hábito franciscano. Desde arriba, como lo canta el artista y sanpachero quibdoseño Hansel Camacho, los ojos del santo, extasiados, parecen mirarlos.

“Se acabó San Pacho”9. Al finalizar la procesión, una solemne misa es celebrada en el atrio de la catedral, que da al Parque Centenario, abarrotado de quibdoseños que culminan así la parte religiosa de la fiesta. Allí mismo y en el malecón del Río Atrato, hacia las siete de la noche, se da inicio al último acto de la fiesta, que es igualmente su despedida: una multicolor quema de pólvora, que con su belleza, su luz y su ruido anuncia con estruendo que la fiesta ha terminado y que habrá que esperar hasta el próximo año para volver a vivirla, es decir, para volver a celebrar la dicha de estar vivos para poder vivir a San Pacho, a ¡San Pacho Bendito!, un santo blanco para un pueblo negro, un santo pobre para un pueblo empobrecido al que lo único que no han podido expoliarle es la alegría.

Mark

Comunicador Social y escritor quibdoseño, mestizo, pero también sanpachero, que ha publicado dos libros sobre historia y cultura chocoana y tiene sin publicar una serie de cuentos y relatos, tiene una hija y un hijo y le está pidiendo a San Pacho la gracia de poder volver a Quibdó, pues actualmente vive en Bogotá, en donde trabaja en una ONG ambiental. Mark Del Himno Franciscano o “Gloria a San Francisco”, cadenciosa pieza religiosa compuesta por el cura español Nicolás Medrano, hacia 1926, y que se canta con fervor, en un coro compuesto hasta por los mudos, en la Procesión de Gozos y en la Procesión Mayor del día 4 de octubre de cada año, al compás de la magistral interpretación de la Banda Franciscana, un grupo selecto de músicos quibdoseños que leen sus partituras en el frío gozoso de la madrugada o en el delirante calor de la tarde. Mark Idem. Mark Exclamación con la que los transeúntes y espectadores del desfile diario de cada barrio, quienes por lo general se suman a éste cuando pasa, lo anuncian felices. Mark Sucesivamente, entre el 21 de Septiembre y el 2 de Octubre, los días corresponden a los barrios: Tomás Pérez, Kennedy, Las Margaritas, La Esmeralda, Cristo Rey, El Silencio, César Conto, Roma, Pandeyuca, La Yesquita, Yescagrande y Alameda Reyes. El 3 les corresponde a todos, aunque, por ajustado a la realidad es indispensable anotarlo, desde hace unos 30 años, el día se lo apropió el barrio Niño Jesús, que fue uno de los primeros que urbanísticamente planificó el Estado desde Bogotá, con urbanizaciones o conjuntos residenciales uniformes, por etapas numeradas; aunque, a diferencia del interior del país, sin cerramientos que aíslen a los moradores de la realidad y sin vigilantes armados que espanten a la realidad. Mark Otra paradoja Sanpachera: no hay en el Chocó religiosos franciscanos, por eso toca llevar uno de fuera. Mark El clarinete como instrumento central, a veces ausente en la actualidad por cuestiones económicas; un “cobre” o bombardino, una tambora y un tambor redoblante o “caja”, como antiguamente se llamó, componen una chirimía chocoana. Un saxofón y una tuba son, también hoy, partícipes del jolgorio musiquero. Mark Voz popular recurrente y nostálgica al cierre de la fiesta.


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Sue単a no aplican restricciones

Una campa単a de vistaalsur


vea a vileta aqui: http://www.youtube.com/watch?v=IdJ_WsQQni8

Violeta solía tener una carpeta que la acompañaba a todas partes. La carpeta contenía la prueba de su dolor y persistencia en la búsqueda de sus hijas, así como la prueba de los trámites largos y tediosos que suelen tener las mujeres en situación de desplazamiento en Colombia. Violeta guardaba fotocopias de recortes de noticias sobre la trágica historia de sus hijas, reportadas en periódicos locales y nacionales. Más una foto de Las Amarillas en la finca donde vivían.


Del proceso de investigación la opción real y cercana era construir una pieza artística que Por Viviana Bohórquez Monsalve lograra otra clase de justicia a través del activismo y la construcción de una memoria colectiva de I. Violeta, la historia real rechazo contra estos crímenes de violencia sexual contra las mujeres. Como lo han hecho cientos Desde que conocí a Violeta en el año 2007 creo de grupos de mujeres y la sociedad organizada que lo mejor que he podido hacer es ayudarla a no alrededor del mundo, con el imperativo “¡Nunca caer en el olvido y la indiferencia. También Más!”. hubiera podido ayudar a Violeta a encontrar la justicia en un tribunal nacional o internacional. Sin II. Violeta - Cortometraje animado embargo, para ello tendríamos que esperar tal vez 10 o 20 años y además, sin ninguna garantía de ¿Cómo se incorporan a la memoria colectiva los poder hacer efectiva la restitución de sus eventos violentos vividos en una sociedad en derechos. “Violeta” - nombre ficticio para conflicto armado? Nuestro equipo de trabajo proteger su identidad- es una mujer campesina, apostó a dar una respuesta desde las voces de las que desde el 24 de octubre de 1999 busca a sus mujeres, a través de la representación de una dos hijas, de 17 y 19 años de edad, conocidas en el madre que busca a sus hijas. Partimos de la idea de pueblo como Las Amarillas, víctimas de que las imágenes pueden tener la misma fuerza del desaparición forzada, violencia sexual y por ende derecho - entendido como medio para obtener tortura por parte de un grupo paramilitar en el justicia-, que en este caso se trata de justicia social departamento del Meta- Colombia. Violeta es un a través de la construcción de la memoria nombre ficticio adoptado para efectos de la colectiva. En tal sentido, la mejor ayuda fue la investigación y para proteger los derechos y evitar capacidad de Paola Esteban en la construcción de atentamos contra su vida y seguridad. Las las metáforas y la reconstrucción de la historia. Así Amarrillas, en cambio, es el sobrenombre real con como la ayuda de Alejandro Riaño, como artista, el que eran identificadas las dos jóvenes y que para lograr transmitir a través de sus dibujos, a decidimos mantener como un homenaje a su mano con lápices de color, los sentimientos de cada uno de los personajes. memoria.

Violeta, el arte de la memoria

Violeta solía tener una carpeta que la acompañaba a todas partes. La carpeta contenía la prueba de su dolor y persistencia en la búsqueda de sus hijas, así como la prueba de los trámites largos y tediosos que suelen tener las mujeres en situación de desplazamiento en Colombia. Violeta guardaba fotocopias de recortes de noticias sobre la trágica historia de sus hijas, reportadas en periódicos locales y nacionales. Más una foto de Las Amarillas en la finca donde vivían. Ninguna prueba de la violencia sexual ejercida contra sus hijas. Esa prueba la llevaba en su garganta: “Esa es la diversión de los paramilitares violar y matar y echar al rio (…) Todo el pueblo sabía que ellos bajan, se llevaban a las mujeres más jóvenes y al siguiente día las traían. Muchas de ellas quedaban embarazas” (Entrevista realizada a “Violeta”, en julio de 2008).


El guión y la reconstrucción de la historia, por Paola Esteban Cuando “Violeta” llegó a Bogotá, era una cifra más, pero me atrevería a decir que su persistencia cambió su historia. Podría haber seguido siéndolo, pero ella toco tantas puertas, que fue imposible ya ignorar su historia, que fue imposible irse a dormir sin pensar en ella. Violeta iba todos los días tocaba una nueva puerta, estaba dispuesta a contar su historia cada vez que fuera necesario. Todas las veces posibles y luego de oírla tantas veces, un grupo de investigadoras comprendió que la mayor reparación posible para Violeta no era el dinero, era la memoria. Era no olvidar. De ahí surgió una parte de Violeta: la violeta animada.

presentada de otra manera. Diapositivas, un audio, un video con imágenes y letras. “Violeta” tiene una fuerza interior que pensé, sólo tienen los mitos. Perseveran en la mente de quien los ha leído como perseveró la lucha de “Violeta” en quienes conocimos su historia. En quienes escuchamos su voz en las entrevistas –no la conozco personalmente-, en quienes leímos esos hechos objetivamente narrados en un primer momento. Entonces “ Violeta”, como mito, que es representación, tenía esa alma mágica y duradera que, con esperanza, se quedará en quienes vean el cortometraje.

Con eso en mente, apareció la manta de recuerdos. Como mito, nació de la inspiración que le envió otra luchadora de la Antigüedad, “Penélope”. También surgió como un homenaje a una organización pacifista, la Ruta Pacífica de Mujeres, que desde el año 2002 tejen sus recuerdos en una manta real que llevan siempre Lo primero que escuché fueron las entrevistas. consigo y que representa sus fundamentos: el Claro, había un bosquejo de la narración, donde se deseo de alcanzar la verdad, la justicia y la explicaba los acontecimientos de “Violeta” durante reparación. la pérdida y búsqueda de sus hijas. La narración Y así nació el guión de “Violeta-cortometraje estaba escrita de manera cronológica y esta fue la animado”. Fue un reto traducir el lenguaje formal y primera clave. El equipo de trabajo estuvo de legal en uno mágico, que abarcara el mito. Pero se acuerdo en que había que contar a “Violeta” desde consiguió con mucho, gracias a la animación de el principio: todos los vericuetos de su lucha. Lo Alejandro Riaño. Gracias a la perseverancia de segundo consistió en escoger los nombres. “Las todo el equipo de trabajo. Y como sorpresa, Amarillas” por ejemplo, daban la oportunidad de “Violeta” creció y trascendió incluso las fronteras nombrar a los demás personajes con colores. de nuestra esperanza. Y ahora vuela sola. Hubo uno muy especial, sin embargo, Los Sin Sombra. Los seres humanos, las personas, tienen sombra. Para algunos, la sombra representa la conciencia. En varios casos –tal vez muchos y quizá por la forma en sí de la declaración- los paramilitares enumeran sus delitos como quien enlista cualquier cosa. Pareciera que no tienen conciencia. No tienen sombra. Otro nombre especial fue el de Las Sabias, que es un homenaje a las activistas por los derechos de las mujeres que han orientado a lo largo de su trabajo a muchas mujeres en ese camino, para que encuentren justicia, reparación. Luego vino la esencia. Una narración cronológica puede decir muchas cosas pero “Violeta” tiene un alma. Imaginemos que “Violeta” hubiese sido


La dirección de arte de Violeta, por Alejandro Riaño Una vez se termina la historia en un papel, el trabajo de construcción de personajes comienza. Se empieza a transformar Violeta en imagen, color y forma. En tal sentido, la dirección de arte de Violeta trajo consigo retos en su devenir, que implicaban pensar en posibilidades expresivas donde la complejidad de la historia real se viera reflejada y el tono ayudara a configurar una audiovisual impactante, que tuviera un público amplio y que bajo el argumento se pudiera dar lugar a la reflexión y al diálogo. La metáfora visual en la construcción de los personajes fue determinante, esta estaba atravesada por el perfil psicológico y la técnica. En el caso de Violeta la técnica utilizada fue animación tradicional con bolígrafos, montajes de color con transparencias y fondos en acuarelas. Una vez definido esto se procedió con la bocetación. Los primeros diseños eran interpretaciones puntuales a partir de la forma de la Violeta real, pero con ellos se redundaba en el tono de la historia, y el flujo de trabajo se hacía muy complejo para el tiempo que se disponía para su ejecución. Recuerdo que la primera decisión importante tuvo que ver con la flor que tienen Violeta y las Amarillas en su cabeza, ésta simboliza su vitalidad e inocencia y no sabía si correspondía con el tono que el grupo de investigadoras esperaba de la animación. Luego de que la iniciativa tuvo luz verde, retomé la bocetación con absoluta tranquilidad y entusiasmo, pues además de estar comprometido con un proyecto que me apasionaba, sabía que podía explorar caminos visuales propios e impregnar la animación con mi visión de la historia, asunto muy poco usual en el ámbito comercial, en el que por lo general me movía en esa época. Las metáforas visuales se expandieron entonces no sólo en el diseño de personajes, sino también en el universo de Violeta, su mundo, pequeño y circular conformado por seres de formas redondas y suaves, y las ciudades a las que se ve forzada visitar, sintéticas y opacas, casi inalcanzables, subterráneas y celestiales.

Los colores, al igual que la forma, no sólo reflejan el proceso anímico por el que Violeta tuvo que transitar (al principio son vivos y definidos y luego se tornan oxidados) sino que fueron parte esencial del lenguaje utilizado en el corto, el violeta, nostálgico y tradicional, se complementa conceptual y cromáticamente con el amarillo, derivado del alias real de las hijas de Violeta, dicha premisa se ve reflejada en un universo tornasolado y cambiante, donde priman los tonos fríos y opacos. El coraje, determinación y sabiduría de Violeta, marcaron sus ojos grandes y formas redondeadas; derivadas también del carácter orgánico del personaje. Los Lilas representan a las víctimas directas del conflicto, por ello sus formas son genéricas y vulnerables. El hombre gris representa al estado, un ser pesado, lento, calculador y sistematizado; la corbata es una crítica personal a la monotonía de lo previsible, reflejo de la esclavitud en la que se mueven con orgullo quienes la usan, sin percatarse que es una cadena liviana y sedosa que reprime y asfixia las ideas. El proveedor de justicia, lejano, inalcanzable, sobrio, frío e indiferente, gordo e inactivo. Las Sabias, espíritus en sufrimiento, organismos que llevan una pesada carga de la información, de la verdad, gentiles y maternales, aunque a veces ausentes o muy lejanas. Violeta no fue un trabajo más. Activó en mí la conciencia de lo que nos ocultan por conveniencia, de lo que vemos diario sin ver. Me hizo crecer como profesional y me ayudó a conocerme y a conocer personas que realmente se comprometen con la visibilización de la violencia contra las mujeres en Colombia. Violeta es el arte de la memoria. Violeta no es un libro ni un informe ni un expediente judicial esperando ser tramitado. Violeta tiene su propia vida a través del sus metáforas y colores que se quedan en el corazón del espectador desapercibido que la encuentra por internet o en una sala audiovisual. Los personajes son una invitación a conocer algo más que cifras y noticias sobre el conflicto en Colombia, inicialmente parece una historia ficticia, pero su final nos deja el


MODAMENSUAL 14 de agosto de 2010

sin sabor de la injusticia. Con Violeta es más fácil recordar la esperanza y el dolor de una madre que busca a sus hijas. La animación ha construido memoria y ha cautivado por la magia de los personajes, colores y dibujos. Con Violeta, se confirmo que una gran ayuda para transformar el horror y el miedo, es el arte. En este sentido, las mejores herramientas fueron la capacidad de construir metáforas sobre una historia real, y dibujar los sentimientos que usualmente las palabras no alcanzan. Finalmente, parte de la conquista de Violeta de cientos de personas, es reconocer que es una estrategia colectiva de sensibilización y memoria, donde aceptamos múltiples miradas y perspectivas. Bajo dicha premisa, la difusión y apropiación por grupos y personas de diferente perspectiva social y política ha sido ejemplar. Por supuesto, eso no significa que hayamos perdido la esperanza que la justicia y el Estado actúen.

El guión de Violeta fue escrito por Paola Esteban (periodista). La investigación y la documentación del caso por parte de Laura Badillo Ramírez (historiadora) y Viviana Bohórquez Monsalve (abogada). La producción y puesta en escena por Alejandro Riaño (diseñador gráfico, director de En Pánico!). Violeta es el primer proyecto audiovisual que realiza CEDHUL, una organización de derechos humanos, con origen en BucaramangaSantander. Violeta ha sido presentada en varios países de Europa, Sur América y Estados Unidos, se encuentra traducida en inglés y en proceso de subtitulación al alemán y al francés. Parte de su conquista en varios lugares de Colombia y del mundo ha sido la posibilidad de ser vista desde múltiples miradas, en especial por la versatilidad de sus personajes. En Colombia la animación ha sido presentada en festivales de cine de derechos humanos, de derecho a la memoria, colegios, universidades, espacios comunitarios y también, ha sido utilizada como herramienta de sensibilización frente al conflicto armado en Colombia.


Apaga la tele...

ÂĄenciende tu alma

Una campaĂąa de vistaalsur


Enelsem ĂĄforoco mienza lacarre tera

(una entrevista con RubĂŠn Mendoza) Por Miguel Castillo Fuentes / http://moviolacinema.blogspot.com/


Cientos de ambulancias atascadas en una vía de Bogotá son en realidad las manos sucias de un viaje de bazuco, un enano es alargado por su propia sombra, y un extraño tipo vende en la calle discos para oír el silencio; son sólo imágenes sueltas del “delirio” de Raúl Tréllez, poeta del cable, dios del mugre, quien se obstina en detener el semáforo en rojo el tiempo suficiente para que él, y su gente, puedan reunir un poco más de tiempo, dinero y vida.


Enelsem áforoc omienza lacarre tera Rubén Mendoza, de 30 años y graduado de La Universidad Nacional, acaba de terminar su primer largometraje llamado La Sociedad Del Semáforo, pero la verdad este tipo que no se quita el sombrero ha estado “enfierrado” con una cámara desde niño. Dice que ha aprendido con Luis Ospina, tras charlas, risas, tragos y humo, claves que ahora siente comprender. La Sociedad Del Semáforo (LSD-S) es una película que ha ganado los premios a los que se ha presentado sin ser filmada aún, y la expectativa era alta, tanto que viajé desde Bucaramanga a Bogotá (más que kilómetros son horas y vueltas de camino) para poder ver la película antes que Cine Colombia y luego hablar con Rubén. Para concretar la entrevista hablé con él un viernes y me dijo De una, nos vemos el lunes y de paso ve la película en el estreno para prensa. Soy el de sombrero, y como si ya hubieran pasado los días supuse que debía encontrar a alguien con sombrero de detective tan pronto colgara el teléfono. Llegué justo a tiempo el lunes, y me senté en una esquina medio incomoda donde esperé y vi la película. Al principio no podía entender muy bien las cosas, pero poco a poco fui comprendiendo “el delirio” en pantalla grande y en un momento específico sentí la seguridad de estar viendo algo que me iba a joder el día (esa extraña sensación de estar viendo algo sorprendente y fuerte y bello), la certeza de una película que no se había visto antes en la zigzagueante historia del cine colombiano. Tan pronto se terminó me quedé esperando los aplausos, pero recordé que lo que había allí eran periodistas. Por fortuna no estaba solo; tres amigos me acompañaron y la igual que yo, nos quedamos sentados hasta que pasó el último crédito. Los personajes de LSD-S son un espejo sucio y al mismo tiempo, aunque sea difícil de entender para muchos, un reflejo de poesía que sólo puede dar la realidad; Raúl Tréllez, el poeta del cable, es el responsable de la vida en rojo, y entre viajes de bazuco y amor sobrevive y vuelve a empezar por un camino de carro, carramaneo y vida. Tuve que esperar el turno de Caracol TV, Semana (creo), otra revista con cámara de video que ni la sospecha del nombre, y una mujer de cabello largo y gabán de vampiro. Después salimos del centro comercial en un auto que con condujo Daniel García, su productor, y así, a la carrera (y entre las calles 85 y 65) salió esta entrevista que fue más una charla entre un escritor que juega a periodista y un director de cine que definitivamente no se quita el sombrero.


El día del estreno de La Sociedad Del Semáforo para en la mugre hay sinceridad, y la sinceridad es la prensa, usted les respondió que su labor es a de magia, por ejemplo. “tejer mugre con magia”, ¿Cómo diferencia la mugre Entonces, ¿los personajes de La Sociedad Del y magia para poder crear? Semáforo resultan siendo esa mezcla de belleza y La verdad, yo no sabría decirle dónde está una suciedad? cosa y dónde la otra, porque usted dirá mugre = el cambuche, yo pienso que ahí hay magia, o usted Claro, Raúl Tréllez, el protagonista, es el Poeta de ve la policía y de pronto ve orden, pero yo veo los Cables, o mire El corredor de la noche, es el mugre… o también magia en algunos, ¿por qué no? verdadero dios del mugre, una estrella al revés, Hay que confundirlo; si realmente uno se come el una persona que nadie busca y que nadie espera, y cuento no se entiende muy bien dónde termina que todo el mundo desprecia, y nosotros lo una cosa y empieza la otra, porque muchas veces estábamos buscando y lloramos de alegría cuando lo encontramos.


Enelsem áforoc omienza lacarre tera Sus personajes son en general gente de la periferia, del campo, los extremos de la ciudad y del país, y ahora en La Sociedad Del Semáforo estos personajes se encuentran en la ciudad y continúan sobreviviendo, y a pesar de lo hostil de ese mundo conservan la facultad de querer.

intelectual. Prefiero sentirme más como un rockero, o un poeta o un carpintero. A mí me parece un oficio más, y para la mí las jerarquías pues para lo mínimo, y si se pregunta entonces que cómo he sobrevivo a todo esto, pues con mi fierrito, la cámara.

Sí, no más mire al cucho Cienfuegos, describe el campo que uno no ve, lo que él cuenta está lleno de cultivos y colores, y la verdad es que uno ve un campo bello pero duro, infértil, como es. Vea, es que esta gente, que suele ser ignorada y maltratada, suele ver cosas bellas y también hacen el amor. Otro directores han usado sus cámaras para hacer cine de la calle, y precisamente en la película, antes de cualquier imagen, se oye a Carlos Mayolo en un audio de Agarrando pueblo, ¿cuál es el sentido de esto? Es una advertencia; a través de Mayolo le digo de una al espectador que esto no es una película de vampiros chupasangres, sino una película de verdad, hecha con ganas y amor que dieron como resultado una ficción de delirio.

¿La cámara es un arma? Sí, la cámara es un fierro, a mí me hace sentir seguro, hasta me ha hecho cómplice de la gente que uno menos piensa. Eso sí, yo llego con las manos arriba pero también con la camarita, porque en serio, eso es un fierro, y como lo vean y lo huelan a uno… porque si uno está de vampiro eso se lo pilla el que sea. Por eso también digo que la cámara, aparte de revolver, es una guitarra. ¿Cómo fue el trabajo en equipo de La Sociedad Del Semáforo?

Mire, mí película fue hecha en una corriente de amor pura y poderosa. Éramos un buen parche que siempre se movía en grupo… como le dije, fue una vaina hecha con mucho amor, pero que Eso que usted llama “El Delirio” es la ficción que terminó en un despelote personal. Ese paraíso surge del bazuco, pero para lograrlo debe partir de la artificial terminó en la oscuridad más grande, y es realidad de la calle. En todo esto, ¿Cuál es la verdad que eso también es vida. del ojo tras la cámara? Esos paraísos artificiales desaparecen cuando se deja La verdad es parte de todo. Aceptar que no somos de hacer cine, de grabar, pero algo debe quedar en la trabajadores sociales, ni multimillonarios, porque si vida de Rubén Mendoza después del paraíso. no pues nos la arreglaríamos para alargar el paraíso Sí, mucha de la gente que afecta mi vida la he artificial el tiempo que fuera. encontrado en esto: amigos, amores, todo el ¿Qué es “el paraíso artificial”? parche de La Sociedad del Semáforo; cuando los Grabar, ser uno mismo cine mientras se hace cine, oigo hablar de lo que ha sido para ellos esto, pues y eso incluye a la gente, el parche con el que se se me pone la piel de gallina por el cariño tan bonito que existe. Incluso he metido gente de la trabaja y se comparte la vida. que quiero realmente en la película, así no Y en ése paraíso artificial ¿cómo es Rubén Mendoza actuaran bien, sentía que debían estar allí porque en su rol de director de cine? son una parte de mí también. Está Velandia, que se ha convertido en un parcero y es quien ha escrito La verdad eso de “director de cine” casi no me la mayoría de la música de la película. También está gusta, eso suena muchas veces a vedette


Daniel, quien ha producido todos los cortos y ahora el largometraje; desde su rol que es muy protagónico en la vida real, hasta su bajo perfil mediático, hemos entendido para dónde vamos. También he encontrado gente maravillosa con la que me he amado y a la que también he jodido y me ha jodido. Ahí, en el cine, he tenido la vida. Ahora que habla de Edson Velandia, ustedes llevan un periodo ya largo de trabajo y amistad, y en un artículo que escribió él dice que Calavero (la canción principal de la película) es una canción en la que se oye es a Rubén y no a él. ¿Eso qué significa realmente? Realmente Calevero es una crónica de una cagada que yo hice, una cagada de amor, y el protagonista soy yo, por eso Velandia dice que al oír esa canción a quien se oye es a Rubén y no a él. De hecho, dice que no le gusta. Pero toda la música de la película es clave, y Velandia se encargó de eso, además, en el último crédito dice “Esto es una película Rasqa.”

trabajo hasta el final. Yo pego el guión en unos cuadernos gigantes, de tal manera que el guión pueda incluso quedar fuera del mismo cuaderno, así puedo trabajar dentro de lo que voy alterando, por ejemplo cómo voy a filmar o juntar historias, si tiene dibujos pegar los dibujos, las fotos de las locaciones, los mapas. Así es como el guión, para mí, termina siendo un serrucho, una herramienta. El texto tiene muchas licencias literarias, las cuales me permito en todas partes porque me encanta, y a la larga fue lo que me hizo entrar al mundo del arte, la seducción por las palabras. Pero ya en el proceso de edición, en el cual Luis Ospina hizo un trabajo duro, tuve que hacer limpieza, algo muy diferente al proceso del guión que era sumarle todo lo que pudiera. En las últimas ediciones de la película, porque se editó doce veces, me centré en desplumarla de palabrería mía, borrar mi literatura del texto para que no se oyera mi voz en la de los personajes; supongo que es de las cosas que se aprenden en el camino.

La música de LSD-S tiene una alta dosis de poesía, por ejemplo Calavero, pero el lenguaje en la voz de El guión es una de las herramientas literarias para la los personajes y en la fotografía hacen también su película, pero ¿Qué hay de los otros componentes de la literatura en su cine? parte. Claro, porque para mí la película es toda poética, hasta las casualidades. Usted ve a Alexis montado en un semáforo y que preciso haya rayos atrás, en una escena escrita en el guión con lluvia, eso es puro milagro atrapado por la cámara. Es que para encontrar la poesía sólo hay que abrir el ojo y aparece circulando por todas partes.

Pues vea, usted me habla de literatura y yo justo lo que quiero en la siguiente película es escribir un cuento. No voy a dialogarlo, no voy abrirlo como guión. Veo al guión como una herramienta de seducción, y es mucho más seductor cuando es un cuento que cuando es un guión.

Precisamente en su cortometraje La casa por la Pero antes de todo está el guión, y precisamente el de ventana me quedó esa sensación, seguramente por La Sociedad Del Semáforo obtuvo, en su desarrollo, ese detalle de dejar todo al espectador, de haber visto varios reconocimientos internacionales. ¿Cómo fue el un cuento. proceso de escritura LSD-S? De hecho ése corto tiene una cita de Borges al Huy, yo soy loco con los guiones, se me vuelven principio, y no es una pretensión, sino porque diarios de la cantidad de versiones. Para mí un contiene el espíritu de la historia. Mostrar ese guión, y por supuesto así fue con el de La Sociedad corto con esa frase es decir Claro, esto ya lo han Del Semáforo, se vuelve una herramienta de pensado muchos, y verdaderos maestros. Sí, la idea en ese corto era tomarle una foto a un nudo,


Enelsem áforoc omienza lacarre tera sin que importara dónde empezara la cuerda ni dónde terminara, porque en Colombia eso tiene mil introducciones y mis desenlaces: un guerrillero, un paraco, un tío loco, si hay un muerto ahí o no, si son familiares o no, ¿Por qué le habla del papá? ¿Será el papá? Toda la ambigüedad que reina allá, donde termina el mundo. ¿Por qué el fin del mundo? Porque el mundo termina en Colombia en muchas partes. Para hallar la locación de La casa por la ventana recorrí más de 2000 kilómetros, hasta que apareció un lugar que parecía el fin del mundo, pero bello.

Sí, de trancón y carretera. De carro, carramaneo y carretera. Sí, vida y caminos. Todo un road movie cómo no, y un road muy a pata también, porque los ñeros caminan todo el tiempo. Además es una película donde está mucha de la gente que más he querido en mi vida. ¿La carretera de su vida es visible a lo largo de La Sociedad del Semáforo?

Sí. La gente de Vereda del Valle, toda esa gente es de verdad amiga mía, y me importa un carajo que no sepan actuar. Hay árboles que salen en la Hablando del fin, hace poco hablé con María Inés, la película y que yo conozco desde que soy un niño. Toda esa zona de viaje y el sueño del retorno, y el esposa de Alexis y me dijo que Alexis, antes de volverse a perder, le contó el final de la película y le sueño de morirse, porque morirse puede ser también algo placentero. pareció bastante triste. Pues tal vez, pero a mí no me parece triste, no sé, El cine para Rubén es la vida, la casa de los sin casa, la plastilina de los grandes. Siendo éste el significado ¿Qué piensa usted? de cine que tiene ¿Qué espera del cine colombiano? Algo muy parecido a la tristeza, lo que llamo El golpe Nada, yo no espero nada del cine colombiano, en el hígado. estoy libre de cualquier tipo de expectativa al Claro, y el golpe lo da también la trompeta. Sí, es respecto. Siempre he dicho que esto es un un momento áspero de un hombre enfrentándose naufragio; cuando usted no espera nada trabaja a un país; es la imagen que yo tengo, de “vamos a libre. abrir camino hijueputa”, como si los pies fueran la yunta, y eso me parece bello, y escalofriante Si su clave es no esperar nada, ¿qué busca con LSD-S también. Pero por otro lado yo no siento que sea y su cine propio? desesperanzador, de hecho va hacia el verde. Ojalá poder recoger algo, si no, pues no pasa nada, igual estamos listos (porque esto es una decisión de equipo) para un par de batallas más antes de Sí, por eso escogí unas montañas un poco claudicar y colgar los guayos. siniestras. Quería el volumen de esas montañas, y que fuera esa luz dura, de ya se va la última luz y empieza la noche… pero no parece tan siniestra como en la ciudad. Un final que es también comienzo.

El seguir andando como una opción de Raúl Tréllez me dice, que después de todo, LSD-S no es una película de ciudad sino de carretera.



No pregunte carajadas ¿sí?

¿En qué tono se lo digo?

Por Iván Darío Hernández Jaramillo

No le pregunte a Imdb la puntuación de las películas, ahí suelen votar los gringos y los gringos tienen un criterio muy particular cuando escogen sus películas. No le pregunte a un extranjero que llega a Colombia ¿que opina de Juanes, Gabo y Shakira? No le pregunte a un extranjero en el Chorro de Quevedo ¿cómo le parecen las mujeres colombianas?. No le pregunte a otro extranjero que llegó a Medellín si ya comió bandeja paisa. No le pregunte a un argentino si se sintió triste de no ganarse la Copa en el último mundial o si recuerda el 5 a 0. No se pregunte a usted mismo en el espejo ¿are you talking to me? No se pregunte si Dios existe, siempre acuérdese que nosotros somos parvularios que necesitan el cuidado de un mayor, entonces no crea en un solo Dios, crea en muchos dioses, todos los que pueda. No le pregunte al señor ciego que vende minutos de celular al frente de Avenida Chile, ¿cuánto le debo?, mejor no le compre minutos. No me pregunte ¿por qué la mala cara?. No pregunte en la calle si le pueden prestar una moneda para el bus. No le crea al punketo que le pide un viernes en la noche plata para volver a su casa. No le pregunte a una prostituta si se lo puede dejar más barato. No le pregunte al dueño de una cafetería si le presta el baño sólo para orinar, el bien sabe que usted a que va usted. No le pregunte a su novia si usted es el mejor polvo que ella ha tenido toda su vida. No pregunte en una taquilla de Cine Colombia si le dan descuento por ser de la tercera edad. No le pregunte al busetero si tiene vueltas de un billete de 50, ni le niegue tampoco el derecho a insultarlo. No pregunte en un “agáchese” si los condones que venden ahí sí son seguros. No deje que el que vaya con usted a comer a un restaurante de comida china pregunte si tienen mondongo. No le pregunte a un director de cine ¿qué otros proyectos tiene?. No le pregunte a ningún actor ¿cómo se sintió recibir el premio India Catalina?. No le pregunte a un ganador de alguna categoría del Festival de Cine de Bogotá, ¿por qué le da pena subir al escenario a recibir su premio?. No le pregunte a los proyeccionistas porque durante años las

películas del mismo festival se quedan sin imagen y sonido. No pregunte si en Vista al Sur pagan por artículo. No le pregunte a un fotógrafo por qué cuando va a tomarle una foto en bola a una muchacha dice que se trata de un desnudo artístico. Señora de la revista de cine, no vuelva a preguntarle a ningún director de cine si fuma marihuana, a Tom Shreiber director de Doctor Alemán ya se lo preguntaron. A los recién liberados por un secuestro no les pregunten si se sienten felices de estar libres, tampoco les pregunten qué era lo que más añoraban estando en cautiverio. No pregunte por qué en algunas películas colombianas se la pasan diciendo hijueputa. No le pregunte a su hijo marihuanero por qué llegó con los ojos rojos a la casa. No le pregunte al borracho de su marido si estaba tomando. No le pregunte al coordinador de su trabajo por qué su jefe jamás le dice que usted hizo un buen trabajo, que a usted le toca hacer bien porque por eso le pagan. Cuando vea en la calle a Henry Laguado pregúntele porque no paga sus deudas. No me pregunte en la calle que película le recomiendo. No le pregunte a ninguna mujer porque se pone brava cada 28 días. No crea que no puede preguntarle a una mujer qué edad tiene. No deje de preguntarle al señor del costal si se puede llevar a su hijo. Si se encuentra en la calle a Martín de Francisco no le pregunte si puede contarle algo chistoso. No le pregunte a su mamá si le gusta como escribe usted, que a las mamas les parece divino todo lo que haga su hijo, así sea un adefesio. No le pregunte a doña Eulalia en qué se gastó el sueldo de la película. No le pregunte a una gomela si se cuadra con usted, dígale mas bien a esa boba, por más bonita que sea, que es fea, que es un moco en la pared. No le pregunte a Gali Galiano si puede cantarle en el cumpleaños a su esposa, no lo deje saludar a su esposa ni siquiera y por sobre todas las cosas, no me pregunte a mi si estoy bravo, ni me pregunte todos los días ¿como va el matri? o ¿quien ha descobijado a quien?. Gracias y sin otro en particular.


VISTAALSUR

OTRO PUNTO DE VISTA


La delgada línea roja fragmento del texto de la película de Terrence Mallick, 1998, E.U.

¿Qué significa esta guerra en el corazón de la naturaleza? ¿Por qué la naturaleza compite consigo misma, como la tierra hace con el mar? ¿Existe un poder vengador en la naturaleza? ¿O no solo uno, sino dos?


La delgada línea roja Recuerdo a mi madre cuando estaba a punto de morir. Había encogido y su pelo se volvió gris. Le pregunté sí estaba asustada. Dijo no con la cabeza. Yo tenía miedo de tocar la muerte que veía en ella. No encontré nada hermoso ni esperanzador cuando se fue a reunirse con Díos. La gente suele hablar de la inmortalidad, pero aún no la he visto. Me preguntaba cómo sería mi muerte. Cómo sería saber que tu siguiente suspiro es el último. Sólo espero enfrentarme a ella como mí madre lo hizo. Con la misma… serenidad. Porque en esa serenidad es donde se encuentra y se aprecia la inmortalidad.

salir. Interpretan un papel que no han elegido.

He trabajado como un burro. Les he lamido el culo a los generales. Me he degradado por ellos, por mí familia, por mí hogar. Todo lo que sacrificaron por mí, se perdió como el agua sobre la tierra. Lo que yo podía haber dado por amor… pero ya era tarde. Mi corazón había muerto lentamente, como un árbol. Cuánto más cerca se está del Cesar, mayor es el miedo.

Esta terrible crueldad, ¿de dónde sale? ¿Cómo se infiltró en el mundo? ¿De qué semilla, de qué raíz ha brotado? ¿De quién es obra? ¿Quién nos mata? Nos ha robado la vida y la luz. Se burla de nosotros con visiones de lo que podríamos haber conocido. ¿Acaso nuestra destrucción beneficia a la tierra? ¿Ayuda a que crezca la hierba o a que brille el sol? ¿Se encuentra esta negrura en ti también? ¿Has vivido, atravesado, una noche semejante?

¿Por qué iba a tener miedo a la muerte? Te pertenezco a ti. Si caigo yo primero, te esperaré allí. Al otro lado de las aguas oscuras. Te necesito ahora.

Nosotros estamos unidos, somos un solo ser. Fluimos juntos como el agua, hasta que no te distingo de mí. Bebo de ti. Ahora. Ahora. Eres mi luz, mi guía. ¿Has visto muchos cadáveres? Suficientes. No son distintos de los perros muertos, una vez te acostumbras. También son carne. ¿Eres honrado, amable? ¿En eso se basa tu confianza? ¿Todo el mundo te quiere? Yo también me quería. ¿Acaso crees que tu dolor será menos intenso porque amabas la bondad? ¿La Verdad?

Horas que parecen meses, días que parecen años. Llegaba una época dorada. Íbamos a pisar las orillas del Nuevo Mundo.

¿Quién eres tú que adoptas tan diferentes formas? De tu muerte nadie escapa, pero también eres la fuente de todo lo que va a nacer. Eres gloria. Clemencia. Paz. Verdad. Das calma al espíritu, comprensión, valor. Un corazón satisfecho.

Sois mis hijos, mis queridos hijos. Ahora vivís dentro de mí. Os llevaré donde quiera que vaya. No hay nada que te haga olvidarlo, aunque vuelvas a empezar de cero. La guerra no ennoblece a los hombres, los convierte en bestias. Envenena su espíritu.

Quizá todos los hombres tengan una sola alma, de la cual todos formamos parte. Aspectos del mismo hombre. Un gran saber. Todos buscan la salvación por sí mismos. Cada uno como un pedazo de carbón extraído del fuego.

Mi querida esposa, pierdes parte de tu ser al ver toda esta sangre y suciedad, el ruido y la tormenta. Intento que esto no me afecte. Quiero ser el mismo de antes cuando vuelva a estar a tu lado. ¿Cómo podemos llegar a otras orillas? A las colinas azules. A el amor. ¿De dónde procede? ¿Quién aviva su llama? Ninguna guerra podrá apagarla, vencerla. Yo estaba prisionero y tú me liberaste.

He matado a un hombre. Es lo peor que puedes hacer, peor que una violación. Pero nadie puede condenarme. Encerrados en una tumba de la que no pueden


La delgada línea roja

Querido Jack, he conocido a un capitán de las Fuerzas Aérea. Estoy enamorada de él. Quiero el divorcio para casarme con él. Sé que quizá te niegues, pero aún así tengo que pedírtelo, por el recuerdo de lo que hubo entre nosotros. Perdóname. Me sentía muy sola, Jack. Algún día nos volveremos a ver. Las personas que han estado tan cerca como nosotros siempre se vuelven a encontrar. No tengo derecho a hablarte así, pero no puedo evitarlo. La costumbre es tan fuerte. Oh, amigo mío de aquellos fantásticos años, ¡ayúdame a abandonarte! Fuimos una familia. Tuvimos que separarnos, se desintegró, y ahora estamos en bandos enfrentados. Nos hacemos sombra unos a otros. ¿Cómo perdimos la bondad que se nos dio? ¿La dejamos escapar? ¿Nos desparramamos sin miramiento? ¿Qué nos impide tender la mano y alcanzar la gloria? Un hombre mira a un pájaro muriéndose y piensa que solo existe el dolor, que la muerte tiene la última palabra. Se ríe de él. Otro

hombre mira el mismo pájaro y siente la gloria. Algo sonríe dentro de él. Todo es mentira. Todo lo que oímos, lo que vemos. Cuántas mentiras escuchamos. Cambian constantemente, uno tras otro. Estás en una caja, un ataúd que se mueve. Quieren muertos o dentro de su mentira. Lo único que puede hacer aquí un hombre es encontrar algo que sea suyo, crear una isla para sí mismo. Si no llego a conocerte en esta vida, déjame sentir la falta. Una mirada de tus ojos y mi vida será tuya. ¿Dónde estuvimos juntos? ¿Quién eres tú que estuviste a mi lado y caminó conmigo? Mi hermano, amigo. La oscuridad en la luz. El conflicto en el amor. ¿Son producto de una sola mente? ¿Las facciones de un mismo rostro? Oh, mi alma, déjame entrar en ti. Mira a través de mis ojos. Contempla las cosas que has creado. Mira cómo brillan. Tomado de http://shangrilatextosaparte.blogspot.com/



Por Pedro Adrián Zuluaga / http:// pajareradelmedio.blogspot.com

Este martes empezó “la semana más grande del año”: los veinte días que van entre el 19 de octubre y el 7 de noviembre, fechas oficiales de partida y cierre, respectivamente, de la Semana del Cine Colombiano. Pasando por alto la anterior contradicción matemática, obvia pero intrascendente, quisiera detenerme en los autoengaños “mayores” en torno a los cuales diversas entidades públicas y privadas, lideradas por el Ministerio de Cultura y Proimágenes en Movimiento, han promovido esta Semana Mayor. Y lo hago como un transeúnte cualquiera que fue sorprendido en la calle por la publicidad del evento, pero también como un espectador informado y atento del cine nacional. El afiche oficial incluye algunas cifras que buscan informarnos y convencernos del extraordinario momento por el que atraviesan nuestras películas. Para empezar, me gustaría saber a qué lapso de tiempo se refieren estas cifras. ¿A los 95 años de ininterrumpida producción de cine colombiano, desde el que pudo haber sido su primer y malogrado largometraje: El drama del 15 de octubre? ¿Al periodo 2002-2010 que representa para las mayorías democráticas la refundación simbólica de la patria? ¿Al pequeño intervalo en el que ha operado la Ley de Cine (2004-2010)? Porque estoy familiarizado con las cifras en cuestión sé que corresponden a lo último; lo que quiere decir que nuestras autoridades cinematográficas –finalmente las responsables del evento– participan de la misma desmemoria de la que acusan al espectador medio, a la “gente” y al “pueblo”. Para tales autoridades, parece que el cine colombiano empezó hace poco más de un lustro. Lo demás –varios cientos de largometrajes en cine y video– pertenece según ellas a una prehistoria prescindible sino es que digna del más sincero desprecio, cuya mala conciencia

se disculpa ofreciendo migajas para la preservación, difusión e investigación. Aclarado este punto, veamos las cifras. Se habla de 10 películas y 1.900.000 espectadores por año, lo que de acuerdo con otra simple operación matemática da un promedio de 190.000 espectadores por película. Poco, si se considera que una película nacional estándar tiene un costo que puede bordear el millón de dólares. Con menos de 200.000 espectadores, semejante inversión, incluidos los aportes mixtos públicos y privados, es imposible de recuperar en el mercado doméstico, el único que tiene verdadero peso frente a un mercado internacional exiguo para nuestras películas. Y más poco aún, si se considera que un gran estreno norteamericano –los llamados blockbusters–, individualmente, en esta era de proyecciones en 3D, se aproxima a 1.500.000 espectadores, cuando no los supera.

El traje nuevo del emperador. Imagen tomada de http://www.salvadordiaz.com/galeria.htm

Los autoengaños de la Semana del Cine Colombiano


En la anterior cifra se omite además –sí, ya sé que es publicidad pero sería deseable que ponderaran mejor a los ciudadanos– que ese 1.900.000 espectadores corresponde a un promedio de los últimos años que en 2008 y 2009 muestra una preocupante y ostentosa tendencia a la baja. “De un promedio de 200.000 espectadores en el año 2005, pasamos a menos de 40.000 en el año 2009; de un 14% del público total de espectadores en todas las salas del país, se pasó al 4%”, dice Víctor Gaviria en el catálogo del último Festival de Cine Colombiano (Medellín, 2010). Nada que celebrar entonces en el trasfondo de esta primera cifra, aunque sí una advertencia para el que tenga oídos: “Hay que hacer películas baratas”, evidencia imposible de atender en la pretenciosa, insegura y arribista Colombia de nuestros días. La segunda cifra es otra manipulación informativa: “57 producciones han recibido 106 premios en 40 festivales”. Pregunto a las autoridades cinematográficas colombianas si ellas consideran con el mismo rasero a todos los premios de todos los festivales. Entiendo que no, ya que tienen un ranking interno que jerarquiza los eventos de acuerdo con una lógica internacionalmente reconocida. La desconsoladora verdad detrás de esta cifra es que desde 1998, con La vendedora de rosas, ninguna película colombiana ha sido escogida para la Selección Oficial en competencia por la Palma de Oro del Festival de Cannes, el más importante del mundo; y que la participación de películas nacionales en los festivales clase A, o sea los más exigentes en su selección –entre ellos Berlín o San Sebastián–, es bastante esporádica aunque sin duda meritoria. Ni que decir de nuestra pírrica participación en el palmarés de estos eventos. Nada que celebrar tampoco en este punto, salvo la constatación de que el cine colombiano es esencialmente invisible por fuera de las pantallas nacionales –aunque en ellas también– y que alguna mala imagen del país que sobrevive en el exterior es más responsabilidad de las narcoFARC, los narcoparamilitares y los poco delicados gobiernos que han provocado nuestra hecatombe social. De la tercera cifra apenas me permito opinar, porque no soy economista, pero extiendo la

pregunta a los que sí lo son: se habla de $38.000 millones en estímulos y programas apoyados (con dineros parafiscales, valga aclarar) más inversiones y donaciones privadas de $48.630 millones en 70 proyectos, que en total han generado 7.000 empleos. Economistas: ¿esta relación entre inversiones y generación de empleo es digna de celebrar? Pero antes de contestar, investiguemos cuál es la calidad de esos empleos o qué nivel de formalización o estabilidad tienen. ¿Se trata de empleos temporales y sin seguridad social, que aprovechan una inmensa y barata mano de obra que casi nada significa en el presupuesto total de las películas? El cine colombiano ha sido, es y seguramente será siempre un fracaso industrial. Pero es un hecho culturalmente relevante que ha merecido el empeño de infinidad de hombres y mujeres con aspiraciones legítimas de integrarse al cuerpo social, ya sea como artistas, técnicos, empresarios de la cultura, periodistas, gestores o investigadores. Y hay un público para ese cine: lo acabo de ver en San Andrés en el Seaflower Fest, donde 120 espectadores “sin formación” estuvieron asombrosamente conectados con El vuelco del cangrejo en la sala El Faro del Hotel Tiuna, lo veo en mis clases de cine colombiano, en los cineclubes a los que ocasionalmente asisto (mirados con sospecha y desdén por las autoridades cinematográficas colombianas, aunque paradojicamente en ellos se está creando el único público posible para nuestro cine), en la mente colectiva donde muchas películas nacionales despiertan asombros, incomodidades y revelaciones. No veo ese público en las salas comerciales donde estas mismas películas no merecen más que comentarios la mayoría de las veces llenos de la autocomplacencia y el desprecio de quienes pagan por una mercancía y quieren un placer fácil e inmediato. En un hipotético futuro, quien quiera saber cómo se vivía en la Colombia de hace un siglo o de aquí y ahora, qué nos obsesionaba o qué queríamos ocultar (si es que una cosa no es igual a la otra)


Los autoengaños de la Semana del Cine Colombiano tendrá que ver Alma provinciana, de Félix J. Rodríguez; Bajo la tierra, de Santiago García; Oiga Vea de Luis Ospina y Carlos Mayolo; Nuestra voz de tierra, memoria y futuro, de Marta Rodríguez y Jorge Silva;Carne de tu carne, del mismo Mayolo; Pepos, de Jorge Aldana; Rodrigo D., de Víctor Gaviria; La mujer del piso alto, de Ricardo Coral-Dorado; El proyecto del Diablo, de Óscar Campo; La cerca, de Rubén Mendoza; Pequeñas voces, de Jairo Carrillo; La sombra del caminante, de Ciro Guerra; Apocalípsur, de Javier Mejía, o El vuelco del cangrejo, de Óscar Ruiz Navia. Todas estas películas fueron fracasos comerciales pero son también el testimonio de una vida compartida en la locura, la violencia, el amor o el enfado. Pero esa memoria común no dice nada a quienes nos gobiernan. En vez de eso la cifra sesgada y mentirosa, que anula cualquier argumento y neutraliza toda discusión. El Estado debería apoyar el cine colombiano a pesar de su

ostensible fracaso industrial o precisamente por eso. De no hacerlo, el cine caerá sólo en las manos de quienes trafican con nuestras pasiones más bajas, medran en nuestros instintos y se sostienen en nuestra necesidad de eliminar – simbólicamente o de hecho– al otro. Y no habrá contrapeso, sino la más ramplona y peligrosa uniformidad. Pero si el Estado y sus representantes –gente de carne y hueso– hablan el mismo lenguaje del mercado y comparten su lógica e intereses, ¿qué será de nosotros? Si no es así deberían seguir el ejemplo de las buenas señoras: no sólo ser honestas sino parecerlo.

Pedro Adrián Zuluaga / Periodista y profesor. Bogotá, octubre 14 de 2010. Publicado en el bloghttp://pajareradelmedio.blogspot.com


Libros para Iberoamérica

En el año del Bicentenario, Travesías quiere exaltar los valores de nuestros ancestros, por eso ha lanzado su colección Culturas Prehispánicas. Los dos primeros tomos tienen un impresionante registro de fotografías hasta ahora desconocidas de arte rupestre y cerámico de las culturas andinas septentrionales precolombinas. travesiaseditorial.blogspot.com travesiaseditorial@gmail.com


Del Bronx a Bogotá La música es un eco del mundo invisible” (Giuseppe Mazzini).

El Hip Hop es una expresión artística y musical que se inicia en los años 60 en las calles de Filadelfia y luego en New York, como una necesidad de expresión de las comunidades afro americanas y latinas de los barrios populares. Pero para hablar de esta manifestación cultural habría que aclarar que cuando se utiliza la expresión Hip Hop no se debe confundir con el término Rap, pues son dos cosas que aunque están ligadas la una a la otra, tienen una gran diferencia. El Hip Hop es una cultura, un movimiento artístico y cultural, una postura socio-política que encierra varios elementos que lo unifican: MC, DJ, rap, baile y graffiti. Es decir, el rap es la música que identifica al Hip Hop y es creado por los MC’s (el que rapea) y Dj’s (el que hace la música), el breakdance es el estilo del baile que está dentro de esta cultura y los que ejecutan esta expresión corporal se denominan b-boy o b-girl; por último tenemos el graffiti, que es la forma de manifestarse artística y creativamente sobre superficies y muros de las calles mediante pinturas de aerosol. En estos términos y aclarado el asunto, el Hip Hop es un evidente ejemplo de transculturación y de ruptura de fronteras, pues ha permeado a todas las nuevas generaciones del mundo y cada cultura lo ha

Maldeojo Por: Mario Niño Villamizar/ rodandolo@yahoo.com

adecuado a su contexto, a su necesidades y su realidad. En nuestro caso, Colombia, el Hip Hop emerge en los años 80 y se afianza en la ciudad de Bogotá. En esa época para mi era singular ver a los grupos de jóvenes que se reunían, aun lo hacen, en el teatro Embajador y que al ritmo de la música que salía de las grandes y llamativas grabadoras de casete de cinta magnetofónica -casetes y discos de acetatos que traían otros jóvenes que tenían la posibilidad de ir a la USA- practicaban los pasos del baile breakdance; pasos que al inicio fueron aprendidos de películas como Electricbogaloo, Breakin y otras que se me escapan de la memoria en este instante y que también nos llegaban de la USA. También recuerdo que aquí, en Bucaramanga, - finales de los años 80 era común ver los sábados en la tarde, en el Centro Comercial Cañaveral, los concursos de baile organizados por jóvenes gomosos de ésta novedosa forma de expresión a partir de contorsiones robotizadas, giros y quiebres del cuerpo. En cuanto al desarrollo de esta manifestación artística, ciudades como Calí y Medellín han tenido gran relevancia, pero ha sido Bogotá la que ha tenido un proceso real y sólido de producción y difusión de este genero musical y cultural y es allí donde día a día nacen grupos, MC,s, DJ’s y donde existe toda una subcultura que mantiene viva la escena nacional del Hip Hop y el Rap. Para hablar de los grupos que han aportado al desarrollo de éste proceso en nuestro país habría que nombrar a grupos como Gotas de Rap, La Etnia, Tres Coronas, Raza Gangster, Cto Crew y muchos más igual de importantes, pues han llevado sus líricas musicales a países como Francia, USA y a toda Latinoamérica. En medio de ésta nutrida y talentosa movida underground nos llega desde la ciudad de Bogotá, mas exactamente del barrio de la Perseverancia, un video clip que conserva la esencia del rap y de la movida del Hip Hop


colombiano y que busca con su lírica fuerte y comprometida la reflexión sobre una realidad que va mas allá de las simples apariencias. Entonces sin mas palabras, los dejo con el video clip YO NO SOY NI FUIMOS y con el flow de LUISITO y el grupo LA DIÁSPORA, video producido por Alejandro Díaz y dirigido por Javier Dussan.

YO NO SOY NI FUIMOS http://vimeo.com/14874168 Ficha técnica Producción: Alejandro Díaz Dirección: Javier Mauricio Dussan M Asistencia de Dirección: Andrea Murillo Dirección de Fotografía: Javier Mauricio Dussan M. Cámara 1: Andrea Murillo Cámara 2: Daniel Pineda Foquista: Andrés Guzmán Gaffer: Alexander Arguello Luminotécnico: Oscar González Eléctrico 2: Alberto Páez Eléctrico 3 y Maquinista: Rodrigo Torrijos Dirección de Arte: Andrea Murillo / Javier Dussan Maquillaje: Andrés Guzmán Vestuario: Daniela Acosta / Natti Dreads Edición: Angélica Giraldo / Javier M. Dussan Conductor: Avelino González Links del director http://www.facebook.com/#!/?ref=home link donde puedes ver las fotos del rodaje http://www.facebook.com/home.php?#!/ photo.php? pid=5209394&id=536760910&ref=fbx_album Link del cantante www.myspace.com/ladiaspora2009

¡¡Rodándolo pues¡¡ Queremos invitar a las personas, animales o cosas, en cualquier lugar del mundo, que deseen mostrar aquí sus trabajos (si no desean, sus mamás también pueden envíarlos) realizados en cualquier formato de captura, a que los manden; sea argumental, documental, experimental, video clip, ruptura etc., trabajos que deben tener en lo posible mínimo 1 minuto y máximo 8, y que deben estar necesariamente publicados en cualquier sitio de la red. Los enlaces pueden enviarlos a rodandolo@yahoo.com. Deben adjuntar sinopsis, ficha técnica y algunas fotos de promoción. Se valorará el riesgo, la originalidad y la pertinencia del lenguaje audiovisual, y como no es un concurso, pues paila, no hay premio diferente a ser rotados en las páginas de esta prestgiosa publicación. Rótelo, pues, no se lo quede


EXILIO EN ESTA MALDITA CALLE

Destapo la última cerveza y le hago el quite al hambre con una colilla de cigarrillo. Busco un libro para leer, pero estoy mareado así que en el desorden de los discos; miro cual puedo poner, un disco para que me saque de acá, un disco para gambetear la miseria, entonces lo encuentro y empiezo a evocar una vida que no es mía. Cierro los ojos y veo a los Stones.

Por Iván Gallo / elateneista.blogspot.com


EXILIO EN ESTA MALDITA CALLE

Salían de un concierto y afuera estaba la policía con sus perros feroces. Tenían que aumentar la velocidad para perderlos, pero siempre los alcanzaban. Los bajaban del auto y los esculcaban en busca de algo para incriminarlos. Todos querían una tajada. Y claro iban a la fija, en 1971 Keith Richards era un botiquín humano, desde Qualuudes hasta heroína, pasando por la infaltable maracachafa. Además estaba el rollo con Allan Klein, su productor que les había robado hasta la última libra esterlina que habían ganado haciendo las mejores canciones que se habían podido escuchar en los sesenta.

región ya de por si llena de glamour “Una hermosa y blanca villa al estilo romano que había sido construida en el siglo XIX por un excéntrico almirante británico que terminó lanzándose desde el tejado. La planta principal de Nellcote consitía en una serie de espaciosas y elegantes salas de recepción con altos techos y enormes chimeneas. Las preciosas ventanas al estilo francés daban a unas amplias terrazas bajos las cuales se extendían suntuosos jardines en pendiente.” La descripción la hace Victor Bockris en su recientemente traducida Biografía no autorizada de Keith Richards. El guitarrista decidió acondicionar el sótano como estudio de grabación. A pesar de la inclemencia del De Richards fue la idea de que se auto clima (dicen que habían días en que la exiliaran a Francia; Anita Pallenberg, su temperatura llegaba a los cuarenta grados) mujer, le había dicho que en Niza, al frente de los excesos, de las cuarenta personas que de la Costa Azul, había una hermosa mansión diario iban a fisgonear y a llevar drogas (“las que podía servir de cuartel general al grupo. puertas de Nellcote nunca se cerraron” Volver a grabar como en las viejas épocas afirma Pallenberg) los Rolling Stones cuando tenían que convivir a diario. Volver al pudieron grabar su último gran disco. origen, hacer, ¿por qué no?, un poco de blues, el viejo blues que los había unido. Cuesta trabajo compadecerse del exilio voluntario de estos multimillonarios músicos Los Stones dejan Londres para exiliarse en pero siempre es desagradable estar fuera de Nellcote a grabar sin proponérselo en un casa, asi se esté en un palacio. Recuerda húmedo e infecto sótano el disco mas Jagger de las inclemencias del estudio rockanrollero de la historia. La grabación “Grabábamos en el desagradable sótano de como es bien sabido estuvo rodeada de mil Keith que parecía una cárcel. A mí me gusta inconvenientes y ya forma parte de la grabar en salas muy grandes. Había una mitología del Rock. Decían que Nellcote humedad increíble. No podía soportarlo. En estaba embrujada porque allí había cuanto habría la boca para cantar, me funcionado el cuartel general de la Gestapo quedaba sin voz. Era tan húmedo que todas en Francia. El rumor lo había comprobado el las guitarras se desafinaban antes de llegar al propio Richards ya que en el sótano había final de la canción” Y ese caos se percibe encontrado radiadores con la esvástica todo el tiempo en este disco difícil, áspero, grabada en ellos. Muchos afirmaron sentir de sonido sucio que contrario a lo que que un perro rabioso les rasguñaba la puerta sucedió con otros grandes discos de la época de la habitación cuando dormían. Y es que en su momento no pudo ser apreciado como Necoltte, como Boleskine House, tenía el debería. Si te fijas bien podrás escuchar el prototipo de la casa embrujada. Nelcote era ruido de otras canciones que flotan dentro uno de los palacios más fabulosos de una de otras melodías como si fueran los


espectros que habitaban el viejo palacio. Exile on Main Street fue la confirmación de la genialidad de Richards, si los sesenta fue la década de Jagger y de Brian Jones los setenta sería la década del guitarrista. En una noche mientras el resto del grupo y su séquito estaban de juerga en la playa, Keith compuso y grabó solito, sin ayuda de nadie Happy, una de las canciones bisagras del rock. Se hizo en su casa y a su manera, a la manera desenfrenada y suicida, desesperada y fiestera que tiene él de afrontar la vida, porque, tal y como lo dijo el propio guitarrista, “Mick tiene que darle órdenes a la vida, para mi la vida es un animal salvaje” y Exile… es un manual de cómo debes tratar a una bestia, a veces te pondrá Feliz porque crees que está de tu lado pero después la bestia te aplastará con un pesado martillo y te fulminará con un trueno. Es una tarde de viernes en un país desconocido, lejos de toda la gente que quise, los pocos billetes que tenía los gasté en cigarrillos y cerveza. No sé que pasará mañana, no sé incluso si tendré todavía fuerzas para levantarme, lo que me mantiene en pie es escuchar este disco, ver como gira una y otra vez, como toda la magia de Nellcote impregna estas paredes miserables.

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Música de aquí y de allá Foto de Daniel Alfonzo Leon. Retoque : Daniel Mora

Para esta edición de Vista al Sur en que el tema son las fronteras, quise llevar la contraria, y hablarles de música sin fronteras, más como una fanática y melómana que como una experta, y con el apasionamiento de que vienen cargados estos ritmos tan disímiles que a fuerza de no poder comercializarse con el nombre de su propio género fueron metidos en una sola olla: la del World music.

Por: Sheila Castellanos Que se alegran mis penas, que se disipo mi llanto, bullerengue pa´ bailar, yo no hablo de la vida ajena, yo me alegro con mi canto, bullerengue pa´bailar, canta la voz de Petrona Martínez en ritmo de bullerengue, mientras tanto, Femi Kuti al otro lado del mar le dice a su pueblo Black man Know your self, y Emir Kusturica acompañado de la No Smoking Orchestra, toca rock gitano en Cuba. ¿Qué tienen en común todos estos músicos? quienes piensen que nada, seguro que no hubieran podido ser los empresarios de Putumayo Records, (empresa discográfica que se dedica a la distribución de estas joyas musicales, que a otros sellos comerciales no les parecieron rentables) y mucho menos harían parte de los organizadores de festivales, premiaciones o cazatalentos de este “género” degenerado (y lo digo porque encierra tantos ritmos como preferencias se puedan tener y sin ninguna mala intención de demeritarlo) que gracias a su


Música de aquí y de allá variedad está conquistando los públicos curiosos de todo el mundo. Sin embargo surge la pregunta ¿Qué hace que un ritmo sea World music? si toda la música es música del mundo. Pues las músicas del mundo son aquellas folclóricas, étnicas y populares de algunas regiones del mundo, del tercer mundo; y aunque no haya querido ser discriminatorio de alguna manera lo es, porque a los públicos élite de musicólogos y gente culta europea les encanta el espectáculo de las cantaoras y tamboreros, y de todo aquello que les parezca “diferente”, es decir, de aquello que por exótico, gusta. Lo extraño, y por lo cuál, (además de que el tema de esta edición alcahuetea divagar un poco), es importante hablar de World music, es porque esta tendencia está avanzando y llegando a grupos jóvenes, y que si bien pensábamos que solo los folclorólogos y músicos de antaño tenían derecho a producir esta música, hay una gran corriente de gente joven que ha dejado el rock rebelde de lado y se ha arriesgado a incursionar en los ritmos típicos como una manera de darse a conocer en medio de la voraz industria discográfica, aquí entran bandas y cantantes como Chobquibtown, Bomba Stereo, Erika Badu, Femi Kuti, Curupira y muchos otros que por la globalización escogieron esta como la mejor alternativa. Bueno, y ¿a dónde llega todo esto? A ningún lado, esa es la idea que no tenga fronteras, que se riegue, que no llegue, que ande, que alguien diga, uhm alguna vez leí sobre World music, quiero oír más. La idea de esto no es hacer una capitulación, o dar una guía, de hecho no tiene más pretensiones que las de hacer pasar un rato ameno a quien lo lea, y que sienta que lo pica el bichito de la música, que busque, investigue y disfrute.


Elegía a “Desquite”

http://vientrecompartido.blogspot.com/

de Gomzalo Arango, Obra negra, (1966)

Sí, nada más que una rosa, pero de sangre. Y bien roja como a él le gustaba: roja, liberal y asesina. Porque él era un malhechor, un poeta de la muerte. Hacía del crimen una de las más bellas artes. Mataba, se desquitaba, lo mataron. Se llamaba “Desquite”. De tanto huir había olvidado su verdadero nombre. O de tanto matar había terminado por odiarlo. Lo mataron porque era un bandido y tenía que morir. Merecía morir sin duda, pero no más que los bandidos del poder. Al ver en los diarios su cadáver acribillado, uno descubría en su rostro cierta decencia, una autenticidad, la del perfecto bandido: flaco, nervioso, alucinado, un místico del terror. O sea, la dignidad de un bandolero que no quería ser sino eso: bandolero. Pero lo era con toda el alma, con toda la ferocidad de su alma enigmática, de su satanismo devastador. Con un ideal, esa fuerza tenebrosa invertida en el crimen, se habría podido encarnar en un líder al estilo Bolívar, Zapata, o Fidel Castro. Sin ningún ideal, no pudo ser sino un asesino que mataba por matar. Pero este bandido tenía cara de no serlo. Quiero decir, había un hálito de pulcritud en su cadáver, de limpieza. No dudo que tal vez bajo otro cielo que no fuera el siniestro ciclo de su patria, este bandolero habría podido ser un misionero, o un auténtico revolucionario.

Siempre me pareció trágico el destino de ciertos hombres que equivocaron su camino, que perdieron la posibilidad de dirigir la Historia, o su propio Destino. “Desquite” era uno de esos: era uno de los colombianos que más valía: 160 mil pesos. Otros no se venden tan caro, se entregan por un voto. “Desquite” no se vendió. Lo que valía lo pagaron después de muerto, al delator. Esa fiera no cabía en ninguna jaula. Su odio era irracional, ateo, fiero, y como una fiera tenía que morir: acorralado. Aún después de muerto, los soldados temieron acercársele por miedo a su fantasma. Su leyenda roja lo había hecho temible, invencible. No me interesa la versión que de este hombre dieron los comandos militares. Lo que me interesa de él es la imagen que hay detrás del espejo, la que yacía oculta en el fondo oscuro y enigmático de su biología. ¿Quién era en verdad? Su filosofía, por llamarla así, eran la violencia y la muerte. Me habría gustado preguntarle en qué escuela se la enseñaron. El habría dicho: Yo no tuve escuela, la aprendí en la violencia, a los 17 años. Allá hice mis primeras letras, mejor dicho, mis primeras armas. Con razón... Se había hecho guerrillero siendo casi un niño. No para matar sino para que no lo


mataran, para defender su derecho a vivir, que, en su tiempo, era la única causa que quedaba por defender en Colombia: la vida. En adelante, este hombre, o mejor, este niño, no tendrá más ley que el asesinato. Su patria, su gobierno, lo despojan, lo vuelven asesino, le dan una sicología de asesino. Seguirá matando hasta el fin porque es lo único que sabe: matar para vivir (no vivir para matar). Sólo le enseñaron esta lección amarga y mortal, y la hará una filosofía aplicable a todos los actos de su existencia. El terror ha devenido su naturaleza, y todos sabemos que no es fácil luchar contra el Destino. El crimen fue su conocimiento, en adelante sólo podrá pensar en términos de sangre. Yo, un poeta, en las mismas circunstancias de opresión, miseria, miedo y persecución, también habría sido bandolero. Creo que hoy me llamaría “General Exterminio”. Por eso le hago esta elegía a “Desquite”, porque con las mismas posibilidades que yo tuve, él se habría podido llamar Gonzalo Arango, y ser un poeta con la dignidad que confiere Rimbaud a la poesía: la mano que maneja la pluma vale tanto como la que conduce el arado. Pero la vida es a veces asesina.

Por eso, en uno de los ocho agujeros que abalearon el cuerpo del bandido, deposito mi rosa de sangre. Uno de esos disparos mató a un inocente que no tuvo la posibilidad de serlo. Los otros siete mataron al asesino que fue. ¿Qué le dirá a Dios este bandido? Nada que Dios no sepa: que los hombres no matan porque nacieron asesinos, sino que son asesinos porque la sociedad en que nacieron les negó el derecho a ser hombres. Menos mal que Desquite no irá al Infierno, pues él ya pagó sus culpas en el infierno sin esperanzas de su patria. Pero tampoco irá al Cielo porque su ideal de salvación fue inhumano, y descargó sus odios eligiendo las víctimas entre inocentes. Entonces, ¿adónde irá Desquite? Pues a la tierra que manchó con su sangre y la de sus víctimas. La tierra, que no es vengativa, lo cubrirá de cieno, silencio y olvido. Los campesinos y los pájaros podrán ahora dormir sin zozobra. El hombre que erraba por las montañas como un condenado, ya no existe.

Sí.

Los soldados que lo mataron en cumplimiento del deber le capturaron su arma en cuya culata se leía una inscripción grabada con filo de puñal. Sólo decía: “Esta es mi vida”.

Y también estoy muy triste.

Nunca la vida fue tan mortal para un hombre.

Porque vivió la vida que no merecía, porque vivió muriendo, errante y aterrado, despreciándolo todo y despreciándose a sí mismo, pues no hay crimen más grande que el desprecio a uno mismo.

Yo pregunto sobre su tumba cavada en la montaña: ¿no habrá manera de que Colombia, en vez de matar a sus hijos, los haga dignos de vivir?

¿Estoy contento de que lo hayan matado?

Dentro de su extraña y delictiva filosofía, este hombre no reconocía más culpa, ni más remordimiento que el de dejarse matar por su enemigo: toda la sociedad.

Si Colombia no puede responder a esta pregunta, entonces profetizo una desgracia: Desquite resucitará, y la tierra se volverá a regar de sangre, dolor y lágrimas.

¿Tendrá alguna relación con él aquello de que la libertad es el terror? Un poco sí. Pero, ¿era culpable realmente? Sí, porque era libre de elegir el asesinato y lo eligió. Pero también era inocente en la medida en que el asesinato lo eligió a él.

Tomado de www.gonzaloarango.com


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Borderland de

JEFFREY AARONSON

http://jeffreyaaronson.com/ 81


El anillo de Miguel Malverde, Mecca, California | 2007

Borderland J A de

EFFREY

ARONSON

Fronteras. Unen y dividen, deciden quien es ciudadano y quien es forastero, separan al rico del pobre. Las líneas son dibujadas y los tratados escritos para clasificar quien queda dentro y quien fuera. Nos volvemos parte de algo, escribimos himnos, nos sentimos seguros y creemos en las palabras de Robert Frost “que las buenas cercas hacen buenos vecinos.” La frontera entre Estados Unidos y México es un construcción social que comienza en el Pacífico y serpentea a través del desierto del sur oeste, para ir a terminar en las cálidas aguas del Golfo de México. La zona fronteriza es un área de desordenada vitalidad por gracia del choque de culturas, forzadas a vivir juntas. Vivir en la frontera es vivir en un lugar donde un país acaba y otro comienza. La sola palabra de “frontera” suele crear una tensión psicológica y un peligro físico y curiosamente es ahí, en

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Robert “L’il Dog” and Freckles, Campo, California | 2007

lugares a los que no pertenezco, en donde consigo hacer mi trabajo más interesante. Este trabajo lo hice en el lado norte de la frontera, en donde la marea humana a corrido creando lazos que van por debajo de la superficie. Comenzando en 2007, viajé 40.000 kilómetros de ida y vuelta a lo largo de esta frontera, buscando la raíz cultural y me encontré con que la frontera no es más que una idea, una negociación entre personas que toman partido. Iba de pueblo en pueblo con un visitante anónimo y era recibido con puertas abiertas, haciéndome incluso a historias que solo se cuentan con los amigos más cercanos. Conocí gente que quería escapar, para desaparecer y en esta tierra de forasteros ellos encuentran un lugar en donde encajar cómodamente, en la aspereza del desierto Abajo al sur, la línea es difusa, con familias de lado y lado, viejos rancheros trabajan la tierra y los recién llegados plantan cactus afuera de sus remolques. Yo iba con la

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Don Juan Motel, Calexico, California | 2007

Patrulla Fronteriza, muchos de ellos de descendencia mexicana, quienes a menudo viven en conflicto porque tienen que arrestar a multitudes día a día. Ellos tienen un trabajo imposible en un país basado en las leyes, no en los hombres. Una cerca está siendo construida para detener el flujo. Algunos lo apoyan y muchos se oponen a ella. Las cercas están llenas de puertas cuando los sueños mueven a las personas. La separación es más compleja que una línea en un mapa, cuando un lado tiene más que el otro. En este trabajo yo persigo la lengua vernácula, creando cuentos visuales con la intención de informar. Mi traslado a California, vecino del norte de México, inspiró esta serie, cuyas fotografías cambian como cambian las circunstancias. La frontera es un tema divisivo, pensaba sobre todo en términos de los inmigrantes ilegales, la delincuencia, las protestas, las leyes onerosas y el racismo;

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Housing Development, Calexico, California |

todos esos asuntos que pretenden distraer y separar a las personas. Elegí para evitar simplificar mucho las ideas y reflexionar sobre los pequeños detalles de la vida en la frontera, un libro que reunía los detalles y las anécdotas que he creado y el resultado sería revelar un panorama más amplio de la vida en el sur, lo que permite al espectador imaginar grandes verdades. Los libros son objetos preciados que se convierten en compañeros y algo que compartir con los demás. Me imagino este libro iniciando conversaciones sobre temas e ideas que no son fáciles de debatir.

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Elotes La Rosita #2, San Elizario, Texas | 2008 |

entre JF:Las fronteras entre las naciones conjugan una amplia variedad de sentimientos y connotaciones. ¿Puede explicar el fundamento de su idea de frontera?

JA: Mi territorio fronterizo es el territorio que existe en el norte de la frontera México y Estados Unidos. Una región de pueblos con altibajos y desiertos. Dotados de cactus saguaro y remolques de aluminio. Me propuse a desconstruir el concepto de zona fronteriza como una simple barrera entre los países.

La conciencia después del 11 de Septiembre ha sido sustentada por el miedo, un miedo que nos lleva a respuestas simples. En este trabajo yo identifico detalles pequeños, imágenes que desafían al espectador a imaginar grandes verdades. Esta seria refleja una expresión muy personal que tengo sobre lo que llamo la zona fronteriza. El borde es un indicador de separación, de diferencias, de los lados, del fin de un país, el límite de un lugar y el conocimiento de los que están pasando esa línea. Esas fotos representan el mundo de la zona fronteriza. Hay todo tipo de ideas sobre esto; cultura, esperanza, identidad,

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Punto de control en la carretera 11, Columbus, New Mexico | 2008

vista Por Jolaine Frizzel.

Traducción del inglés Iván Hernández.

miedo, y yo junto todas esas cosas para crear mi zona fronteriza, que es una forma muy deliberada de yuxtaponer ideas.

JF: Cuando yo pienso en la idea de una zona fronteriza, pienso en ambas partes del borde, pero ud eligió enfocarse en el lado norteamericano. ¿Por qué decidió enfocar su atención de esta forma?

JA: Mientras por definición los bordes dividen, creando el sur y el norte, ellos y nosotros, mi zona fronteriza examina el norte entre México y Estados Unidos debido a que el flujo ha sido siempre en el norte. Busque la complejidad en muchas capas, en un mundo multi cultural donde las culturas chocan. Mi zona fronteriza, a pesar que puede implicar ambas fronteras, es asimétrica. Dentro de mi frontera, hay híbridos que resultan de la proximidad entre México y la inevitable influencia de movimiento de las personas del sur. JF: Muchas de sus fotos incluyen personajes muy interesantes. ¿Cómo hizo para conocer esas personas a las que usted fotografió?

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Celda de detención, El Paso, Texas | 2008

La forma como conocí a estas personas fue tan determinada como impredecible. En lugar de recorrer la frontera durante un año siguiendo un mapa, seleccioné momentos culturales, sociales y políticos. Estuve en Semana Santa, Navidad, Día de los muertos, la fiesta de Guadalupe, ´´la milicia Minute men octuber Muster’’. Así que tuve mucho que contar sin limitarme a la frontera. Cuando las personas se ven involucradas en un evento, están más inmersos en el mismo momento que en los forasteros. Un ejemplo de esas citas por casualidad fue cuando conocí a la Hermana Maria. Yo tenía una cita para visitar un rancho con una invasión de emigrantes buscando comida y refugio. Pensé que podría hacer una especie de naturaleza muerta en la la casa del ranchero para mostrar esta realidad en la vida doméstica de la frontera y algunas de sus consecuencias. Mientras me dirigía al rancho, que estaba situado por fuera de la carretera Bethlehem, vi un autobús fantástico con las palabras ´´Religión o Realidad’’ Me estacione e hice una foto de él. Pensaba que estaba abandonado, pero por el rabillo de mi ojo vi movimiento en la cortina del autobús y supe que alguién vivía ahí. La Hermana María salió de la puerta y nos pusimos a hablar. Mientras la razón de estar en el camino de Belén era el ganadero, la fotografía tomada se convirtió en la de la Hermana María y su ´´Bus de la Alegría´´

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Cuarto de control, Nogales, Arizona | 2007

JF: Este proyecto tiene una sensación de documental. Si bien esto es un proyecto de arte, ¿se pueden discutir las diferencias entre su trabajo y el foto periodismo? JA: Tuve una idea que he perseguido por más de un año y la he tomado como algo personal, con un punto de vista subjetivo. No hay lugar en mi zona fronteriza fuera de lo que he definido en esta narración. No estoy en busca de respuestas, pero tengo que encontrar artefactos que creen una alegoría sobre este tiempo y el lugar. JF: El color y la luz claramente juegan un rol importante en su técnica y composición. ¿Puede comentar la forma en que lo usa en cada una de sus fotos? JA: Yo trabajo con color, pienso que si trabajas con color, que el color en si no debe ser un artefacto, mas bien debe darle un dialogo a la fotografía. Concretamente en este proyecto, dentro de la misma frontera hay otros limites, limites secundarios. Las divisiones de la comunidad en la fotografía, en concreto con este proyecto, se revelan en los colores saturados de la cultura hispana, que contrastan con los tonos apagados del mundo anglo. (Con Elotes, La Rosita Número 2 – San Elizario, Texas) se puede ver el potencial que el color añade a la imagen.

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El trailer de Mr. Wagner, Naco, California, 2007

La primera vez que pase a este pequeño puesto, me detuve e hice un boceto de día. La luz es muy importante para el tipo de fotos que estoy haciendo. Muchas de estas fotografías se realizan al atardecer, cuando esta por caer la noche. Eso fue importante, al igual que la frontera, es el borde de las cosas. El crepúsculo esta en el borde. Estar en un lugar desconocido para mi en la noche, es algo intrigante para mi. JF: ¿Quiénes son sus influencias más inmediatas en la forma y el contenido de su trabajo? JA: Entre mis influencias, definitivamente se incluyen Robert Frank por su ironía, William Eggleston por su uso de colores exuberantes, y Jeff Wall por sus realidades construidas. Para el elemento cinematográfico, encuentro en los temas y las ideas en las películas de Wim Wenders, como París, Texas, una fuente de inspiración JF: En el curso de sus viajes a la zona de frontera, ¿qué es lo que más lo ha sorprendido? JA: Creo que una de las contradicciones más interesantes es la comodidad de la gente que se encuentra en sitios remotos y desolados en el desierto. Muchas de estas personas son

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Sister Maria, Palomas, Arizona | 2007

marginales, personas que no encajan dentro de la urbe. El desierto es un lugar que puede calmar su alma, calmar su necesidad de estar lejos de los demás. JF: Usted captura muchos objetos y personas llamativas, y cuenta un número de historias en sus fotografías. ¿Cúales pondría entre sus favoritas? JA: Los amo todos. Si tuviera que elegir a unos pocos, probablemente comenzaría con la Hermana María, Palomas, Arizona, y Robert “L’il Dog” and Freckles, Campo, California ya que son personas muy diferentes que forman parte de este lugar. Son una tribu de clases, que viven en la frontera, pero con perspectivas muy diferentes. Mi frontera está lleno de armas y biblias. Religión o convicciones, y el miedo intenso son contrapuntos entre uno y otro. Elotes La Rosita # 2, San Elizario, Texas, es maravilloso por su sensibilidad cultural y la idea de que cualquier cosa es posible en Estados Unidos. Puedes empezar poco a poco con un puesto de comida y convertirla en algo grande. La fuerza de Estados Unidos es que siempre ha existido esta esperanza, y el propietario de este café sigue creyendo en demostrar su idea. Se puede encontrar en el orgullo escrito en Elotes La Rosita # 2, su segunda cafetería, su éxito,

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También me encanta el trailer del señor Wagner, Naco, Arizona. Me encanta pictóricamente. Me encanta el color y el hecho de que se trata de la manifestación del miedo, de incomprensión y aislamiento - de ser "ellos" y "nosotros" y "nosotros" y "ellos" Por sí solo, es gráficamente exuberante y tiene el caos y estructura al mismo tiempo. La historia detrás de la fotografía es que el remolque fue destruido intencionalmente para que los migrantes no tengan un refugio. El odio, la incomprensión, el miedo son el resultado de la alienación de tanta belleza. Se trata de una pieza sobre las consecuencias en las intenciones que se revelan en mi frontera.

Finalmente cabe mencionar a Holding Cell en Nogales – Arizona. Yo estuve muy deliberado a esta composición. Se trata de un recinto de la Patrulla Fronteriza de los EE.UU. donde se lleva a la gente que ha sido capturada. Cuando entré en la celda no vi una fotografía a nivel del suelo debido a que el alambre de púas llena el marco muy por encima de la bandera. No funcionó. Me subí encima de un banco para poner el alambre de púas por debajo del borde de la bandera, que crea una línea horizontal, un espacio de oportunidades. Sentí la necesidad de decir que hay esperanza, que si bien podría ser una contradicción que con esta democracia y con la libertad de alambre de púas, todavía hay una oportunidad para demostrar la idea de lo que la bandera representa.

Septiembre 1, 2008

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Segurismos de Sebastian Friedman http://www.sebastianfriedman.com/



Segurismos No es novedoso hablar del miedo, de las sociedades con miedo, del manejo a través del terror, del poder que el miedo delega y de las distintas formas de defensa que el ciudadano puede, cree que debe y/ o toma para defenderse. Pero el miedo me interesa, me interesan sus formas y en un momento me sentí interesado o más bien sorprendido por las barreras reales que el miedo hizo proliferar en mi país. A medida que el miedo se vuelve justificante de ciertas conductas, las distancias entre los habitantes se van incrementando. El otro es en principio sospechoso, por lo cual hay que protegerse y para protegerse que mejor que cercar el círculo íntimo. Hoy buscamos la seguridad renunciando a lo público. La serie Segurismos nos muestra retratos de personas detrás de las rejas de sus casas y otra vez el gesto fotográfico implica señalar para volver a hacer visible algo que a fuerza de cotideaneidad tendemos a normalizar, por lo tanto a invisibilizar.



Segurismos Segurismo: doctrina política que postula que el problema central de una sociedad está en su criminalidad. El segurismo se desarrolla con más facilidad en sociedades en donde ha habido cierto deterioro de la situación económica y social de las clases bajas y medias. Responde al miedo de sectores de clase media y media alta que se sienten de pronto desprotegidas al producirse un aumento de las diferencias económicas que, en ciertos casos, se traduce en un aumento de la criminalidad. Es lo que el segurismo llama “inseguridad”, palabra mágica que se constituye en centro de todo enunciado y justificación de cualquier pronunciamiento. El segurismo pretende que la respuesta no debe enfrentar al deterioro sino a sus consecuencias y produce una demonización de esos sectores empobrecidos, tendiendo a intensificar las divisiones en la sociedad. El segurismo no analiza las razones y las causas del problema e intenta sustituir con soluciones mágicas (irrupción policial, legalización de tenencia de armas, líderes salvadores, etc), los debates políticos y sociales que esta situación parece precisar.” Extraído del libro “EL Interior” de Martín Caparros.





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