Visión UC n°287

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PIONERAS POR VIOLETA BUSTOS VACCIA

Libro revela cómo las mujeres abrieron su propio camino en la UC

Ana Luisa Prats Bello. Miembro fundadora y profesora de la Academia de Bellas Letras.

Sara Izquierdo de Philippi. Directiva del Instituto Femenino y Presidenta de la Semana Femenina celebrada el año 1929.

Desentrañar cabalmente la historia de la UC es una tarea que solo ha sido realizada una vez anteriormente. El libro que hoy prepara Verónica Undurraga y su equipo viene a complementar –y en algunos casos específicos– a modificar, hechos relatados por el historiador Ricardo Krebs, quien en 1986 tuvo la misión de investigar los hitos en torno a la universidad, desde su creación hasta 1988. En un esfuerzo inédito la publicación que se avecina, apoyada y patrocinada por la Dirección de Equidad de Género y por la Vicerrectoría Académica de la universidad, cuenta esta historia desde la óptica de las mujeres, hasta la década del 70.

LOS PRIMEROS PASOS

Olvido Riestra García. Primera Licenciada de la Facultad de Comercio, titulada el año 1930.

Católica de Chile» arroja información que sorprende y derriba mitos. Por ejemplo, dice Undurraga, académica del Instituto de Historia, «Krebs señala que la UC se abrió a las mujeres en 1921, pero hemos constatado que la primera graduada data de 1922: Celia Pérez, de Derecho». Asimismo, relata, la primera oyente fue registrada en 1889, solo un año después de que abriera la casa de estudios. Si bien en la época en que se creó la UC no existía una prohibición expresa para que ellas estudiaran, esto era un hecho aislado. La primera graduada –Eloísa Díaz, Medicina, U. de Chile–, solo había salido dos años antes y recién en 1891 se abrió el primer liceo de niñas en Valparaíso. «La mujer ingresó a la UC por agencia femenina», es la hipótesis que se sostiene en el libro, es decir, las féminas

Fotografía: César Cortés

«Las mujeres tienen la palabra. Historia de las mujeres en la Pontificia Universidad

EQUIPO. Francisca Undurraga y Tamara Miranda son las ayudantes de investigación de la profesora Verónica Undurraga (derecha), quien lidera este proyecto. La coautora del libro es Valentina Bravo.

Martina Barros Borgoño. Profesora de la Academia de Bellas Letras de la Universidad Católica.

UC, Bodas de Plata de la Universidad: 1888-1913. Santiago, Imprenta y Encuadernación Chile, 1913, p.44.

Memoria Chilena, Biblioteca Nacional de Chile: Accedido en 27/8/2019.

Libro de Recortes Periodísticos, Archivo Histórico UC, Caja 88.

UC, Revista Universitaria, Año XIV, N°10, noviembre de 1929, p. 27.

UC, Revista Universitaria, Año XIV, N°10, noviembre de 1929, p. 179.

«Las mujeres tienen la palabra (…)» revela el rol que tuvieron alumnas, profesoras, funcionarias y benefactoras desde 1888 a 1970. El primer tomo será dado a conocer el segundo semestre de 2020.

María Luisa Santander. Donó cerca de 340 mil pesos: parte del terreno donde se construyó Casa Central y su casa ubicada en la calle Bandera 72.

cimentaron su propia ruta en la universidad, sobre todo en relación a la donación dad desde un comienzo, en años en que de propiedades. Undurraga revela que la institución no estaba interesada en poesta fue una de las formas de «agencia» tenciar su presencia. Así, a diferencia de femenina que a la vez, logró asentarse la educación masculina, impulsada por gracias a los vínculos que existían con el el Estado, las mujeres abrieron su propio partido conservador y el Arzobispado. En camino con interés y voluntad. la época, se crearon organizaciones como «En los años 20, la UC abrió sus puerAcción Católica Femenina o el Hogar tas a la formación femenina con el objetivo Catequístico. de educar a mujeres según su rol tradicio«En la UC confluyen muchos tipos nal de género en la sociedad moderna», de mujeres. Durante la década de 1940 explica. En 1924, por ejemplo, la matrícula femenina se había se creó el Curso Femenino, hecho importante dentro de que luego se transformaría Celia Pérez fue la universidad, lo que coinen el Instituto Femenino, cidió con el alza de prestila primera mujer gio de esta institución en que buscaba ampliar la educación de las mujeres que se graduó en la correlación con la U. de católicas preparándolas Chile. Fue en ese contexpara ejercer, en un futu- Universidad Católica to que se establecen cuoro cercano, los derechos tas de género para favoreen 1922. civiles y políticos de los que cer al hombre y se pone un estaban marginadas. También límite a la matrícula femenina». se las formaba para que cumplieran Lo anterior, explica, se relaciona con adecuadamente su papel de esposas y mael hecho de que se privilegió educar a dres. Asimismo, en 1929 abrió la Escuela hombres católicos, que en el futuro dide Servicio Social. «La Iglesia validaba que rigirían el país y de los que se tenía malas mujeres ejercieran actividades de asisyor certeza que finalizarían sus estudios. tencia: al pobre, al enfermo, o a los niños, «Mujeres en un mundo de hombres» es como pedagogas». el título de uno de los pasajes que aborda también, la realidad de las profesoras. ¿Cómo se relacionaban las feministas MATRÍCULA FEMENINA cristianas y las liberales de vanguardia Además del interés por estudiar –no sólo con la UC? ¿Qué acciones femeninas carreras tradicionalmente asignadas a autónomas fueron incorporadas a la uniellas–, hubo otras (como María Luisa versidad? Son algunas de las revelaciones Santander o Dolores Gandarillas) que se que hará esta publicación. Un libro que inclinaron por la filantropía. Hasta 1949, contribuirá a la historia del plantel y a la la investigación ha constatado el importanhistoria económica, política y educaciote papel que desempeñó la beneficencia nal del país y la región. femenina en el desarrollo de la universi-


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