6 VIDA UNIVERSITARIA
VISIÓN UNIVERSITARIA
SESENTA ACTORES TRABAJAN PARA LA FACULTAD DE MEDICINA UC
Pacientes entrenados ayudan a evaluar a futuros médicos La UC fue pionera en su incorporación hace diez años. Según los profesores, las ventajas de estos pacientes son su disponibilidad, la capacidad de repetir los síntomas muchas veces sin equivocarse y su paciencia frente a la falta de experiencia de los alumnos. MARCELA DÖLL
Carmen González tiene 48 años, está casada y tiene tres hijos. En los últimos chequeos médicos se descubrió que tenía la presión más alta de lo normal, pero, como es profesora en dos colegios, le cuesta cambiar sus hábitos alimenticios y de vida. El doctor revisa sus exámenes, le toma la presión y le pregunta si ha pensado dejar los diez cigarros que fuma a diario. «No doctor, le juro que eso es lo único que me relaja. ¿Un puchito con café? No hay nada mejor», responde Carmen con una sonrisa. Pero ni Carmen es una paciente real, ni se encuentran en una consulta. Es María Inés Leighton, la Coordinadora Teatral de la Unidad de Pacientes Entrenados (UPE) y está en plena evaluación clínica objetiva estandarizada (ECOE), frente a un estudiante de VII año de Medicina. Hace diez años que la Facultad de Medicina comenzó a incorporar actores para evaluar las destrezas de sus alumnos frente a los pacientes. La doctora Philippa Moore, directora del programa, asegura que uno de los objetivos es «proteger a los pacientes reales de los alumnos en los primeros años de Medicina, cuando tienen poca experiencia y darles a los estudiantes la oportunidad de practicar situaciones que son difíciles, como darles malas noticias o consolarlos. El paciente simulado está disponible donde y cuando se necesita, puede ser entrevistado o examinado múltiples veces y ser observado por un gran número de estudiantes. La principal desventaja es que algunos signos físicos son difíciles de simular, por ejemplo, el soplo cardiaco». Los profesores en conjunto con los actores elaboran un guión, que los «pacientes entrenados» repiten sin variaciones hasta cincuenta veces en una consulta frente a los
EN VIVO: En las salas de espejos unidireccionales, los alumnos trabajan con los actores, mientras sus profesores evalúan el trato, las preguntas, el diagnóstico y tratamiento.
Los enfermos imaginarios En la unidad de pacientes entrenados trabajan más de sesenta actores. Participan de la docencia y en los exámenes de I, III, IV, VI y VII de Medicina, además del diplomado en Educación Médica. Las principales patologías que representan son: hipertensión arterial, cefaleas, apneas del sueño, hemorragias nasales y gástricas, y dificultades respiratorias con insuficiencias cardiacas. Este programa se realiza desde hace diez años en la Facultad de Medicina.
estudiantes. El médico que evalúa observa detrás de un espejo que le permite ver lo que sucede en la sala. Los alumnos tienen que pasar por cada una de las estaciones: la del joven con colon irritable, la de la mujer con cáncer de páncreas, la de la hipertensa, etc. La actriz Varinia Aguilera asegura que este trabajo le ha servido para mejorar su propia relación con los médicos: «Yo era de esas típicas personas que le tienen miedo a los médicos, pero me di cuenta de que a veces es uno el que no se expresa bien o no es un buen paciente». La coordinadora académica de la UPE, Gricelda Gómez, asegura que «el paciente es un instrumento de aprendizaje para el alumno y así es como se sienten los actores, cooperando en la formación del alumno para convertirse en un médico».
CORAZÓN CRUZADO
Patricio Zapata Larraín, abogado y cientista político «LA UNIVERSIDAD ES UNA FAMILIA, ADOPTA A SUS ALUMNOS»
Nunca se le pasó por la cabeza la idea de estudiar en otra universidad que no fuera la UC. La idea lo llamaba desde sus antepasados: monseñor Carlos Casanueva, fundador de la universidad, el primer rector, Joaquín Larraín Gandarillas, sus padres (docentes en el Instituto de Neurofisiología) y sus hermanos. «Tuve la suerte de tener grandes maestros. He tratado de seguir sus ejemplos. Recuerdo a don Alejandro Silva Bascuñán, quien ahora tiene 98 años y es como el pater familias de las disciplinas que enseño. Es un orgullo decir que fue mi profesor». También fue alumno de José Luis Cea, «un modelo por su fuerte vocación»; Enrique Cury, Ricardo Gálvez y Ramón Luco. Patricio Zapata comenzó a estudiar Ciencia Política cuando estaba en cuarto año de Derecho, de manera que recibió los dos títulos casi en forma simultánea. En 1991 entró a trabajar en el Ministerio Secretaría General de la Presidencia y llegó a ser jefe de la División de Relaciones Políticas. Fue decano de la Facultad de Derecho de la Universidad Andrés Bello y ha publicado dos libros y más de treinta
artículos en revistas de Derecho y Ciencias Políticas. Actualmente realiza docencia en la UC. Ex presidente de la Feuc, participó activamente en el movimiento estudiantil. «Me enorgullezco de haber sido parte del esfuerzo por recuperar la democracia. Pensaba que, mientras hubiera una dictadura, los universitarios no podíamos dedicarnos sólo a estudiar. Participamos en muchas manifestaciones y pasamos por cuanta comisaría hubiera en Santiago y en otras ciudades». Destaca la preocupación de las
máximas autoridades de la universidad por su situación de detenidos y las continuas visitas que les hacían en los recintos policiales. Con todo este quehacer gremial afirma que no le gusta que los «dirigentes profesionales que no van a clases». Él ingresó con un puntaje superior a los 800 puntos y obtuvo un 6,9 en primer año y un 6,5 en el segundo. «A la Católica se entra a una familia. La universidad adopta a sus alumnos, es la pura y santa verdad». No se cansa de decirle a sus alumnos que esta universidad se debe a la dedicación y pasión de miles de profesores y estudiantes y que «cuando piensen en sus defectos, que los tiene; cuando pidan cambios, que son necesarios, no lo expresen diciendo ‘esta universidad’; digan, más bien, ‘mi universidad’. Nunca, ni siquiera en los momentos de máxima tensión sentí que era una visita. Siempre tuve claro que ésta es mi casa y que tengo el derecho y el deber de contribuir para que sea mejor». Ésta es una sección preparada por la Asociación de Ex Alumnos y Amigos UC.
Ya son 60 los actores que trabajan en la UPE de Medicina. Hombres y mujeres que se han perfeccionado a tal nivel que, como cuenta María Inés Leghton. «Un colega estaba representando a un indigente, alcohólico, que padecía de una hemorragia digestiva y los alumnos se lo tomaron tan en serio, que apenas se hizo una pausa en la entrevista, se acercaron varios de ellos a ofrecerle un pan y una sopita para que no estuviera con el estómago tan vacío». Anécdota que confirma el alumno de VII año Felipe Flores: «una vez nos tocó uno que no nos habían dicho que era simulado. Tenía apnea del sueño y se veía cansado, con ojeras, relataba los síntomas tal como son… le creímos cien por ciento y al final nos dijo que era entrenado y nos sorprendió a todos».
Ligia Gargallo recibe el grado de ‘Doctor Scientiae et Honoris Causa’ Se trata del grado honorífico más alto que entrega la universidad. La profesora de la Facultad de Química, Ligia Gargallo fue distinguida con el grado académico honorífico de Doctor Scientiae et Honoris Causa, en reconocimiento a su trayectoria académica y de investigación de casi cinco décadas. El decano de la Facultad de Química, Luis Hernán Tagle, dijo que el reconocimiento es un homenaje a la extensa labor científica y formadora de nuevos científicos que ha desarrollado y que ha puesto el nombre de la UC y del país en un importante sitial a nivel mundial. Ligia Gargallo es una de las tres mujeres miembro de número de la Academia de Ciencias de Chile y también es miembro de la Academia Latinoamericana de Ciencias (ACAL). Este año fue distinguida con el premio L`Oréal-Unesco, que se entrega anualmente a cinco mujeres de los distintos continentes que hayan destacado por la excelencia de su trabajo y su trayectoria profesional. A.M.B.