Bosque zonas de poca lluvia para su cultivo de tamarindo Aunque no es resistente al exceso de lluvia, es necesario mantener la humedad básica a través del riego. Las zonas secas de Guayas, El Oro y Manabí son las más propicias para el desarrollo del cultivo de tamarindo. Este producto tiene la facilidad de crecer hasta a 1.500 metros sobre el nivel del mar, pero su mejor rendimiento se logra a 600 metros. Los árboles de tamarindo no requieren de altas precipitaciones, siendo las más adecuadas entre 400 y 600 milímetros. Es preferible evitar las zonas con demasiada lluvia, pues el cultivo podría reducir su producción drásticamente, al punto de volverse nula, sobre todo en la época de maduración, donde puede provocar daños completos en la pulpa. Así, las temporadas secas de alrededor de ocho meses son las más favorables. Otro factor importante es la temperatura que debe oscilar en alrededor de 24°C y una buena exposición al sol. Aunque el exceso de lluvia es perjudicial, también es importante no descuidar el riego en la época más seca, para mantener un buen nivel de humedad, mientras los árboles se establecen bien, principalmente durante los dos a tres primeros meses del cultivo. Siembra Los suelos livianos y aireados son los más recomendables para sembrar el tamarindo. Sin embargo, se adapta bien a terrenos tanto arenosos como arcillosos, siempre que cuenten con buen drenaje y con un pH de entre 6,5 y 7,5. La propagación por medio de semilla es más tradicional en el país, recolectándolas directamente de los frutos maduros en estado natural. Para realizar la siembra es importante tratar las semillas previamente, poniéndolas al remojo durante 48 horas en agua a temperatura ambiente a fin de facilitar el proceso. Para la fertilización de este cultivo se puede utilizar urea o sulfato de amonio, de preferencia en verano durante el periodo de floración. También es importante la aplicación de nitrógeno en cantidades de 50 gramos por árbol al año y de fósforo, en dosis de 30 a 40 gramos por planta. Antes de la siembra es recomendable hacer un análisis del suelo a fin de conocer exactamente las necesidades de componentes para la fertilización posterior. FUENTE: Diario “La Hora”/ visagro.com