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Alarma en la agricultura onubense [I parte] Los datos del INE referidos a la Encuesta de Población Activa del primer trimestre de 2011 situaban la tasa de paro en la provincia de Huelva en el 32,9 %, alcanzando a 82.800 personas, record absoluto hasta esa fecha. En España y en Andalucía, en el mismo periodo, estas cifras eran del 21,29 % y del 29,60 % respectivamente, lo que concedía a nuestra provincia el lamentable privilegio de liderar no sólo el paro nacional sino, habida cuenta de que España encabezaba el europeo (9,6 % de media), también el paro de toda la UE, seguida a 3 puntos de distancia por Letonia y Lituania. En este desolador escenario, los datos del INEM, al finalizar abril, adjudicaban a Huelva el mayor descenso del paro de Andalucía, con una tasa de incorporación laboral doble de la media andaluza. Los medios (Huelva Información, 5 de mayo) recogían el hecho con titulares como: “La Semana Santa y la fresa logran en Huelva la mayor caída del paro en Andalucía”. Disminución del paro que no cambiaba sustancialmente la situación laboral – de “dramática“ la calificaba CC.OO. entonces -, pero de un enorme significado funcional.
Queda así nítidamente establecido el escenario socioeconómico en el que toda la sociedad onubense ha de moverse y en cuya resolución las partes implicadas, Administración y administrados, han de aplicar inexcusablemente todos sus esfuerzos al tratarse ya de una situación que cuestiona la propia supervivencia de nuestra sociedad.
El turismo y la agricultura de primor son los principales motores que impulsan la maltrecha economía provincial, pero estos motores tienen que ser alimentados con un combustible, que en el caso de los cítricos y la fresa, es el agua
Se configura, por una parte, una situación de desempleo nunca alcanzada hasta ahora, con toda su terrible secuela de familias completas sin ningún tipo de ingresos, caída del consumo, cuestionamiento del futuro de las prestaciones sociales y un largo y lúgubre etcétera y, por otra, una indiscutible revalorización de aquellos recursos productivos – caso de existir - que en estas horas en que los resultados de la inmensa mayoría de las actividades económicas van precedidos del signo menos, son claramente todavía capaces de mantener viva su actividad, con una sólida trayectoria de creación de riqueza y empleo.
Y siempre ha sido así. Permítasenos, en este contexto, recordar que el empleo en nuestra provincia, desde hace años, es función lineal de la contratación en la freEn este desolador sa y, con acento aun más escenario, los datos expresivo, las explícitas dedel INEM, al finalizar mandas de auxilio, bajo la forma de priorizar contraabril, adjudicaban taciones de desempleados a Huelva el mayor nacionales, que la Admidescenso del paro de nistración laboral trasladó al empresariado agríAndalucía, con una cola de primor onubense tasa de incorporación en cuanto los zarpazos de laboral doble de la la crisis económica empemedia andaluza zaron a hacer estragos en nuestros trabajadores.
En Huelva, aunque no demasiado numerosos y por suerte para los onubenses, existen algunos de estos preciosos recursos, que deben ser sin duda considerados como patrimonio provincial inestimable, y su cuidado y potenciación tareas prioritarias de toda la sociedad onubense,
si quiere seguir existiendo con estándares de dignidad y bienestar sociales parecidos a los actuales.
No vamos a descubrir nada nuevo. Que el turismo - sector servicios y la agricultura de primor, liderada indiscutiblemente por la fresa, son en estos momentos los principales motores que impulsan la maltrecha economía provincial, es sobradamente conocido. Pero estos motores tienen que ser alimentados con un combustible, que en el caso de los cítricos y la fresa, - las berries -, es el agua. Agua que en virtud de la pluviometría provincial y de nuestra infraestructura hidráulica, confiere a Huelva la conceptuación de ciertamente privilegiada en el espacio andaluz. Por todo ello, no es posible entender, ni menos aceptar, el que diferentes órganos de la Administración competente en la materia, sorpresivamente y de forma totalmente unilateral, planteen pautas de actuación en materia de administración de los recursos hídricos provinciales que se constituyen, de facto e inmediatamente, en potenciales limitadores de la agricultura de primor de Huelva y, por tanto, de una de las pocas actividades que son capaces de dar riqueza y empleo en nuestra provincia, aun en el seno de la terrible crisis en la que estamos inmersos. Manuel Verdier Martín Asesor de la Fundación Caja Rural del Sur