REPORTE VENDIMIA 2023

El año 2023 representó para VIK seguir transitando y consolidando un ciclo en el que estamos cumpliendo con nuestra misión holística, de ir sumando los distintos aspectos que nos convocan: arte, sustentabilidad, innovación en un logro superior donde nos hemos conectado con el terroir de manera profunda, renovadora y a la expectativa de que lo que estamos haciendo sea el camino hacia nuevas propuestas que cautivan a los consumidores, nuestra comunidad global y que sepan expresar el trabajo delicado y constante que hemos desarrollado a lo largo de estos 19 años, desde Millahue para el mundo.
También este año hemos tenido grandes novedades en torno a lo que representamos en el sentido turístico, con el reconocimiento de VIK como la mejor viña chilena en el listado de los World’s Best Vineyards, y a nivel global logrando el tercer puesto, un premio que significa el apoyo de la industria y cómo nuestra propuesta es reconocida por nuestros visitantes, huéspedes, periodistas especializados y críticos alrededor del mundo.
A continuación, podrás revisar la bitácora de nuestra vendimia, nuestro paso a paso. Posteriormente, las innovaciones que seguimos desarrollando anualmente y finalmente los nuevos lanzamientos de este año.
La vendimia 2023 fue un desafío para seguir buscando perfeccionar nuestro trabajo y como la naturaleza se manifestó en este período. Con una primavera que fue fría en sus inicios, por lo que el objetivo fue adelantar la madurez de los taninos para preservar la acidez natural y la tensión del vino, manteniendo el equilibrio tanto de la planta como la uva, a través del manejo del viñedo.
Un factor favorable durante esta temporada fue que no se presentaron lluvias durante la floración, así como también ausencia de precipitaciones durante el periodo de cosecha, lo que trajo menores problemas fitosanitarios asociados a enfermedades fúngicas.
En relación a las temperaturas, como promedio oscilaron entre los 20º y 25°C en los meses de febrero y marzo, decayendo desde finales de este último mes a abril por bajo los 20°C.
Cabe destacar que la temperatura mínima de esta temporada en el periodo de maduración fenólica fue mayor que la temperatura mínima del año pasado llegando en promedio en 10°C, lo que implicó el metabolismo de la madurez fenólica fue lenta, obteniendo así taninos más suaves y concentrados, evitando de esta manera el bloqueo de su madurez.
El factor que benefició que las altas temperaturas no afectasen nuestro campo, tienen directa relación con la influencia de la brisa marina, ubicada a 50 km. al oeste de Millahue. En términos geográficos, esta llegada de viento frío se asimila a un túnel, en velocidad, que refresca el viñedo en esta estación, generando una sensación térmica menor.
Los resultados por valle, entregaron fruta de alta calidad, aunque con un un 5% menos de rendimiento, respecto de la temporada anterior, siendo auspicioso especialmente para el Cabernet Franc dadas las t° promedio y el túnel de viento, además de los manejos de canopia de la viña, presentan tensos y con movimiento. Estos procesos nos permitieron conservar una acidez alta y aromas elegantes y mineralidad.
En el caso del Carmenere, lo anterior nos permitió mantener taninos voluminosos, elegantes y con una buena acidez natural y aromas de frutos negros, finas especias, propias de la personalidad de la cepa, insigne de Cachapoal y de Chile.
Como consecuencia logramos tener una cosecha libre de pirazina.
Tal como anunciamos en el reporte anterior sobre nuestra incorporación en los vinos blancos, este año ya comenzamos a plantar nuevas vides Roussanne, Vermentino y Marsanne en el sector de cerro El Puma, el punto más oeste de VIK donde se recibe el túnel de viento en su magnitud.
Una de las conclusiones de este año es que debemos aumentar el terreno plantado con Cabernet Franc para lograr nuevos objetivos de producción y creación de vinos. Porque se adapta perfectamente a las condiciones actuales de nuestro terroir.
Desde el 11 de enero ya se manifestó en las plantaciones la pinta del Syrah, Merlot, Cabernet Franc y terminando con el Carmenere. Lo que nos dio indicios de una maduración tranquila. Con bajos rendimientos por planta, 1 kilo promedio y un delicado manejo foliar de la planta logramos la elegancia necesaria para la cosecha temprana.
Destacamos que los procesos de pinta fueron completados en pocos días desde su inicio hasta el 100% de final del proceso entre 7 a 10 días, lo cual conlleva a tener una mejor y óptima madurez enológica obteniendo así vinos de una fineza tánica insuperable.
Dentro de la filosofía de viticultura de VIK destaca el manejo de la canopia, es decir, interpretando la temporada. A través de técnicas culturales desarrolladas por el equipo:
• Túnel de ventilación: permite tener mayor luminosidad en el racimo, generando una madurez adecuada de taninos, evitando golpes de sol.
• Verticalidad del brote: permite a cada racimo tener una posición que facilite un buen desarrollo y una mejor recepción de los
productos orgánicos que se aplican cada temporada.
• Extracción de feminelas: permite evitar la llegada de taninos inmaduros o verdes a los racimos y la mayor luminosidad
• Cosecha en verde:
Etapa 1 - Racimo con brote.
Etapa 2 - Racimos con hombros y cola y su posterior eliminación (caso Cabernet Franc, Syrah y Merlot).
Etapa 3 - Racimos tardíos en pinta.
La condición hídrica contingente, y la escasez de lluvia como la temporada pasada, podría limitar el mantenimiento del viñedo en condiciones de veranos exigentes con temperaturas elevadas, con deshidratación en las bayas de variedades tintas, menos agua en época de madurez se traduce también en racimos más pequeños y por ende en pérdida de rendimiento.
Nuestros suelos poseen un gran porcentaje de materia orgánica, lo que promueve la retención de humedad en el mismo y a su vez nos protege de las altas temperaturas, por ello se riega solo lo que así se demanda y para aquello utilizamos la tecnología y verificación en terreno.
Se optó por el uso de tecnología como el monitoreo del estado hídrico del suelo a través de 7 sondas de humedad, medición de temperaturas foliares, temperatura en la micro zona del racimo y además de mediciones de agua en la planta, para sectorizar las diferentes realidades además de hacer el cruce con nuestros tipos de suelos diferentes,para así esperar de mejor manera la madurez enológica, de este modo traspasar la información para que el
equipo enológico pudiera llevar a cabo la cosecha en el momento adecuado.
En general por la acumulación de días grados en esta vendimia fue mayor, un 15,6% más que el año pasado y se nos adelantaron en general todas las variedades, destacándose Cabernet Franc, Cabernet Sauvignon y Carmenere; logrando tener alcoholes más bajos y fruta muy expresiva, con tensión en boca.
Se siguió optimizando el proceso de polígonos de cosecha en conjunto con la foto de canopia satelital NDVI y nuestro estudio de suelos, complementado con aumentar nuestra cosecha nocturna, para que así la uva llegue con menor temperatura a la bodega para empezar a realizar la fermentación pre fermentativa de mejor manera, y disminuyendo cualquier riesgo de fermentación acética, tratando más aún sectorizar por los diferentes sabores que nos da la variedad de suelos.
Además, cada año usando menos azufre como herramienta de control de enfermedades como el oídio, lo cual nos entrega vinos más auténticos y fermentaciones más limpias, reemplazando esto con herramientas biológicas para mantener este estándar.
El 2023 parece asomarse como el gran año del Cabernet Franc, pero más que la añada las técnicas en el manejo del viñedo y luego en vinificación se manifiestan en el resultado y los vinos están mostrando una elegancia y fineza deslumbrante.
A pesar que este período 2023 fue muy exigente por los tiempos acotados de cosecha, logramos obtener características del vino que nos tienen optimistas: crocancia, dinamismo, movimiento, se presenta más vibrante y con tensión elegante.
Otra característica de este vino, es su color es profundo y brillante, con una acidez muy viva que permitirá una larga guarda. Un resultado realmente excepcional para un año especial.
Como cada año nos enfocamos en seleccionar a los mejores cosecheros que nos ayudaron en esta tarea tan gratificante y que permite la colaboración entre todos los equipos.
Partimos el 22 de febrero en el sector Santa Laura con la variedad Syrah (cuartel 5 y 4) y luego en marzo comenzamos con las cepas Merlot y Cabernet Sauvignon, continuando con Cabernet Franc.
La fecha de término fue el 14 de abril en el sector de Falaris, con la variedad Carmenere en el cuartel 4.
En esta vendimia también recibimos la participación de profesionales de distintas zonas viñateras como España, Portugal, Argentina, USA y Chile. A todos ellos también le agradecemos su experiencia y entusiasmo en esta labor.
Desde nuestra perspectiva, las implementaciones que desde este 2023 en adelante serán obligatorias para adaptar nuestro trabajo a los efectos del cambio climático serán las siguientes:
• La utilización de productos como bioestimulantes, aminoácidos, algas y moduladores de estrés en general, serán claves para el fortalecimiento de la planta en búsqueda de la tolerancia al estrés abiótico que se espera se intensifique producto del cambio climático.
• Estrategias o manejos de mejora de suelo serán claves en busca del uso eficiente del agua, en donde las mejoras en el suelo ayudarán a aumentar la capacidad de retención del recurso hídrico y su disponibilidad para las vides. Por ejemplo: el uso de coberteras vegetales en la entre hilera, aplicaciones de ácidos húmicos, enmiendas orgánicas, entre otros.
• Manejos que vayan en pro de la vida en el suelo, orientación hacia una viticultura regenerativa, en definitiva es la clave para el futuro.
• Seguir optimizando los procesos de uso eficiente del agua en nuestro viñedo, sobre todo probando imágenes satelitales midiendo temperatura de canopia que nos sectoricen aún más el viñedo.
• Usar tecnología más verde para optimizar ataques de plagas y enfermedades que atacan a nuestro viñedo, que fomente el sistema inmune de la vid, haciéndola más fuerte en base a herramientas biológicas y físicas que la tecnología nos pueda entregar que las probaremos esta próxima vendimia.
Nuestro enfoque holístico es la guía que nos permite continuar trabajando en búsqueda de herramientas con un sello innovador bajo tres perspectivas: desde, para y por la naturaleza, a través del trabajo en las siguientes áreas:
• El cultivo de la vid
• Respeto por la naturaleza
• Búsqueda de la perfección
Para tomar decisiones en el manejo del viñedo y conseguir resultados excepcionales, estamos desarrollando las siguientes iniciativas las cuales son canalizadas a través de las áreas de Enología y Vitícola, en donde, de la mano de la ciencia, el redescubrimiento de nuestro campo y las ventajas que permite tener este entorno natural único, permiten desarrollar proyectos que prospectan nuestro trabajo a futuro.
Siempre conectados con nuestro terroir, y buscando una respuesta a las necesidades de mejorar la guarda de nuestro vino, fue que explorando los cerros de nuestra propiedad, a más de 980 mts. de altura, encontramos una idea inspiradora: usar robles caídos en el tostado de nuestras barricas de roble francés. Esto serviría para cumplir el objetivo de dar el sello de Millahue a las barricas francesas y promover además la microoxigenación.
Al abordar todo nuestro trabajo de forma holística, utilizamos únicamente árboles caídos. El roble de nuestro bosque de 57 hectáreas tiene más de 100 años y es de origen chileno.
La suma de Barricas + Terroir da origen al término “ Barroir”, el cual resume el uso de estos robles para tostar las barricas y para añejar nuestros vinos. En una nueva dimensión, aprendimos el oficio de la tonelería junto al equipo de Sylvain (proveedor de Francia) para construir barricas propias con duelas francesas, en la tonelería de nuestra bodega.
Esta iniciativa nace del objetivo inicial de obtener una mejor microoxigenación y del aprendizaje en el arte de la tonelería para lograr un tostado con personalidad única para nuestros vinos. Ahora exploramos la idea de la economía circular a través de la veta sustentable, dándole nueva vida a las barricas de tercera generación, limpiando y aplicando el re-tostado, para así respetar los aromas primarios y secundarios de la uva, lo que otorga una complejidad en boca y nariz única propia de nuestro Terroir.
Rescatando la milenaria costumbre de la guarda del vino en las ánforas, agregamos la denominación de origen, a través de la arcilla de nuestro campo. Para hacer las ánforas buscamos a uno de los más talentosos alfareros de la región de O’Higgins exploraron el viñedo durante meses, haciendo calicatas de 2 metros en busca de la arcilla perfecta.
Extrajimos arcilla en estado puro, a más de 6 mts de profundidad. En total se realizaron 20 ánforas, cada una soporta 675 litros y mide 1.9 mts.
El material es una combinación de arcilla y caolinita de Millahue, tierras y suelos que provienen de nuestro propio viñedo. La arcilla permite la micro oxigenación de los vinos agregando notas minerales, sabores y aromas únicos de Millahue. La cosecha 2019 de Cabernet Franc del sector de Los Lazos es nuestra primera cepa en envejecer en estas ánforas.
Como en los proyectos anteriores, vamos buscando a través de la ciencia y su primario ejercicio de la observación del entorno, las formas de aplicación de herramientas de la agricultura regenerativa.
Y es así como el equipo vitícola parte un nuevo este camino con el proyecto llamado Ipervasi, analizando de forma holística los factores geológicos, la importancia de las raíces y el comportamiento de la flora y fauna del valle de Millahue además de su historia.
La primera etapa fue a través del estudio de las raíces, para lograr dar mantenimiento y generar un entendimiento radicular para así perpetuar la calidad del vino, mediante el manejo diferenciado de los suelos de cada cuartel lo que se verá reflejado esta próxima vendimia 2024.
Al igual que con nuestras innovaciones anteriores, Amphoir y Barroir, en las que reunimos elementos nativos del Valle de Millahue que combinan naturalmente con nuestros vinos (la arcilla del Terroir y los robles centenarios, respectivamente), en este nuevo proyecto VIK ha estado buscando un concepto para describir la incorporación de flores nativas en la vinificación, recolectando algunas semillas y flores del predio.
Nuestro impulso de ir un paso más allá y explorar la conexión con las flores nativas surgió del deseo de incorporar más sabores y capas de la naturaleza al vino.
Y es así como regresamos al terroir, para investigar elementos que nos llevaran a las levaduras nativas que están presentes y fue como encontramos en las flores el colorido camino a la fermentación; extrayendo sabores y personalidad dentro de ese 90% de superficie nativa, independiente del viñedo.
Estas flores se dejan secar y luego cuando comienza la vendimia agregamos las flores recolectadas y las levaduras presentes en ellas comienzan las fermentaciones.
Nuevamente tenemos el sello del Terroir pero en una reinterpretación del trabajo enológico.
En busca de la sabiduría de la tierra, se analizaron muchas calicatas, la formación de los suelos y cómo se relacionan de los cerros y la Cordillera de la Costa; gracias a esto descubrimos en el Cerro La Cruz la presencia de lutita, una roca sedimentaria, formada por granos pequeños de tamaño de limo y arcillas, que dependiendo de la composición mineral toman diferentes colores.
En el caso de las que se encuentran en nuestro viñedo, estas son laminadas e intercaladas con areniscas finas de coloración marrón, las que se habrían formado por la acumulación de sedimentos finos y limos en ambientes costeros y litorales.
El descubrimiento de la lutita en nuestro viñedo VIK, nos da la oportunidad de tener un nuevo terroir, distinto al resto, y que le otorga características únicas a nuestros vinos.
Nuestras expectativas al respecto son consolidar un nuevo estilo de vinos, así como un nicho de mercado no explorado del vino sobre lutita, lo que nos otorga la posibilidad de ser pioneros en el mundo.
La vendimia 2023 se ha sectorizado mediante el uso de polígonos de cosecha por primera vez en este tipo de suelo, plantado con tres variedades de uva, en donde gran parte fue Carmenere.
Nuestro Cabernet Franc ha sido testigo de la historia de VIK, en cada ensamblaje que hemos realizado durante estos 16 años. Ya a partir de 2018, la expresión de nuestros vinos es la más elegante y exacta de lo que este hermoso lugar nos puede entregar.
Esa vigencia y experiencia basada en aprendizaje de la mano de la tecnología y el conocimiento nos ha permitido que podamos vinificar estas uvas, seleccionando sólo las mejores. De color profundo propio de la variedad, el Cabernet Franc añade acentos de grafito y taninos finos y acidez encendida, el Cabernet Franc presenta texturas delicadas con sabores persistentes y equilibrados de frutos oscuros y rojos. Además eleva la nariz con una mineralidad pedernal, aromas especiados, finos, toques florales de lavanda y violeta.
La gran cualidad de un tiempo de guarda extendido, que nos permite expresar de una forma única el terroir de Millahue es otra de las características del Cabernet Franc.
Hemos mejorado las técnicas en la poda, como el manejo en verde con túneles de ventilación que permiten madurar el tanino con la luminosidad sin exponerlo al sol para no perder aromas o color, junto a una vendimia en verde donde se realiza un trabajo delicado de dejar un racimo por brote y sacar tanto hombros como cola del racimo.
También hemos aprendido la mejor forma de regar nuestros viñedos, entendiendo cada uno de sus suelos, interiorizando las características de cada uno con sus rocas y matices, para extraer desde ahí esa personalidad única de cada parcela. Un trabajo intenso de años de trabajo y desarrollo de técnicas, que ya encuentra su equilibrio.
En el caso del Cabernet Franc, somos la única viña en Latinoamérica que ensambla sus propias barricas con los robles franceses del
norte de Francia como Bertrange, Vosges y Bourgogne y hemos encontrado el tostado perfecto para nuestro vino, donde respetando los aromas a fruta propia de la variedad conseguimos estructura y tensión. Este proyecto se encuentra bajo el alero de Barroir y se denomina La Maison, dando como resultado un vino dinámico muy elegante.