Vida de Dos Edición Nº4

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reció entre pintores, músicos, bailarines de ballet y flamenco, por tanto, el arte fue el camino lógico para este viñamarino de nacimiento que hoy dedica su vida a fotografiar en Antofagasta, lugar que eligió para crecer y desarrollarse. “Desde niño amé las imágenes, especialmente aquellas en blanco y negro, disfrutaba el cine y las expresiones” señala. Para Ettienne De Mussy fotografiar no es solo captar imágenes, pues lo ve como una completa creación artística que proyecta cámara en mano. Con esta convicción es que llegó al mundo de las bodas, evento que considera “mágico” por el amor y compromiso que conlleva una unión. “Es difícil compararme con otros fotógrafos, pero sí puedo comparar mi propio trabajo, y mi principal objetivo es captar la esencia del amor, capturar un instante que perdurará eternamente”, explica. Asimismo, Ettienne destaca que “las reuniones previas con los novios son tan importantes como la boda, porque desde ese momento comenzamos a conocernos, creando un vínculo de amistad y de confianza, conozco sus gustos, requerimientos y vamos resolviendo inquietudes”. ¿El objetivo de Ettienne? Novios felices, lo que se logra a su juicio con trabajo, empatía, y sobre todo comprender que ese día es único e irrepetible. Por lo mismo enfrenta cada boda como si fuera la propia, entregando todo para lograr resultados óptimos. Tras la boda, el fotógrafo entrega un book fotográfico impreso a los novios que nace de la selección en conjunto de las mejores imágenes, pero además entrega en formato digital lo que él define como “un conjunto de emociones totalmente editadas y respaldadas”.

EL DÍA “D” “Cada matrimonio lo hago parte de mí, y comprendo absolutamente su importancia, por lo que nada puede fallar” asegura Ettienne, por tanto, en el día de la boda todo debe salir perfecto. “Algunas novias deciden que las acompañe desde la preparación y maquillaje, ahí es donde se crea un ambiente rico, porque no solo está ella, están sus amigas, su madre, incluso el papá. Entonces se genera tranquilidad para la novia, su fotógrafo ya está ahí, de cierto modo ayuda a perder los nervios propios de ese día”, comenta Ettienne. Ya en la ceremonia, la fotografía cambia de tono, el romanticismo se toma el ambiente y las fotos más que registro se convierten en momentos únicos. Tras la ceremonia, el fotógrafo dirige a los novios a una sesión de trayecto que marca un punto intermedio entre la ceremonia y la fiesta; esto además entrega tiempo a los invitados para llegar antes que los novios a la fiesta. “Mi intención en esa sesión intermedia es que se relajen, que sean ellos mismos, que se rían y que se amen. Este es su día, eso es lo importante”. Finalmente, el fotógrafo y los novios se dirigen al hotel o centro de eventos en donde se realiza la fiesta, “aquí la complicidad es absoluta” apunta Ettienne. Y desde ahí, el fotógrafo se convierte en un silente observador y capturador de cada momento vivido, desde el brindis y el vals inicial, hasta los ritos y toda la fiesta en sí. “Sigue la fiesta y yo sigo capturando risas, sonrisas, y baile”.

¿Qué debe tener una foto de matrimonio para que sea perfecta? Un bonito ángulo, un perfecto enfoque y manejo de luces, pero todo ello sería nada sin la naturalidad expresiva de los recién casados. Ettienne De Mussy, fotógrafo de bodas

+569 5756 1646 Ettienne De Mussy ettiennedemussy@gmail.com

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ANTOFAGASTA – CHILE

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