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El colorido y pasional barrio de La Boca

En este capítulo, exploraremos el famoso barrio de La Boca, conocido por su arquitectura colorida y su estrecha relación con el tango. Te sumergirás en la atmósfera vibrante de “El Caminito”, una calle emblemática de “Baires”. El Caminito, situado en el pintoresco barrio de La Boca, es uno de los paseos más icónicos y cautivadores de la Ciudad de Buenos Aires, considerado como un destino imperdible para los visitantes. Su singularidad reside en los conventillos típicos, construidos con chapas de diferentes colores, que crean un efecto visual impactante y convierten al lugar en un auténtico museo al aire libre.

Durante mucho tiempo formó parte del recorrido del ferrocarril a Ensenada (a una hora de Buenos Aires) hasta que, en 1928, el ramal fue clausurado y la vía se convirtió en un callejón abandonado. Fue recién en los años 50 que, gracias a la iniciativa de varios vecinos, se recuperó el terreno para convertirlo en un paseo peatonal y en una calle museo, en la que se fueron sumando obras de distintos artistas. Uno de los grandes impulsores de la puesta en valor de la zona fue el pintor Benito Quinquela Martín, quien ha sido un gran benefactor del barrio de La Boca.

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Quinquela Martín, quien además de ser un talentoso pintor, se convirtió en un generoso benefactor del barrio de La Boca, desempeñó un papel fundamental en la valorización y preservación del Caminito.

Fue precisamente él quien, en 1959, impulsó la idea de que este emblemático paseo adoptara el nombre del famoso tango “Caminito”, cuya música fue compuesta por Juan de Dios Filiberto y la letra escrita por Gabino Coria Peñaloza. La elección de este nombre no solo rinde homenaje a la historia y la cultura del lugar, sino que también añade un toque poético y melancólico a la atmósfera del Caminito, evocando los sentimientos y las pasiones que el tango encarna.

El Caminito, situado en el pintoresco barrio de La Boca, es uno de los paseos más icónicos y cautivadores de la Ciudad de Buenos Aires, considerado como un destino imperdible para los visitantes. Su singularidad reside en los conventillos típicos, construidos con chapas de diferentes colores, que crean un efecto visual impactante y convierten al lugar en un auténtico museo al aire libre.

A medida que recorremos la extensión de la cuadra ocupada por el Paseo Caminito, nos sorprendemos gratamente al encontrarnos con un sinfín de exposiciones artísticas que deleitan nuestros sentidos.

En cada rincón, nos esperan nuevas maravillas creativas que nos invitan a sumergirnos en el vibrante mundo del arte. Desde el momento en que ponemos un pie en esta calle de pocos metros, nos damos cuenta de que estamos inmersos en un verdadero festín visual y auditivo. Cantantes talentosos llenan el aire con melodías cautivadoras, mientras que parejas apasionadas se deslizan elegantemente sobre el pavimento, bailando el emblemático tango argentino. La danza y la música se fusionan en una simbiosis perfecta que crea una atmósfera única y electrizante. No solo nos encontramos con expresiones artísticas en movimiento, sino que también so- mos testigos del talento de escultores y pintores que exhiben sus obras maestras al aire libre. Estas creaciones magistrales adornan el paisaje urbano, capturando nuestra atención y dejándonos maravillados con su ingenio y habilidad. Cada escultura y cada pintura cuentan una historia, transmitiendo emociones y capturando la esencia de La Boca en sus formas y colores. A medida que continuamos explorando el Paseo Caminito, también encontramos puestos de venta de recuerdos, donde podemos adquirir pequeñas piezas de arte que nos permiten llevar un pedacito de esta experiencia única a nuestros hogares. Desde artesanías hasta obras en miniatura, estas opciones nos permiten apreciar y apoyar el talento local.

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