La arquitectura popular es un ejemplo claro de una forma de adaptación al clima. Tras analizar la arquitectura tradicional de Monfero, se pone de manifiesto la necesidad de adaptación de sus técnicas a la arquitectura pasiva contemporánea. Mediante una vivienda de referencia, elegida después de un análisis de la arquitectura popular de Monfero, se realiza un estudio sobre las variables climáticas que afectan a una edificación.
La metodología aplicada gira en torno a un enfoque que puede definirse como “de lo macro a lo micro”, es decir, partiendo del estudio general del clima, hasta el análisis del entorno inmediato de la vivienda. A lo largo de este proceso se estudian los factores de confort, las variables climáticas y estrategias pasivas.
Como conclusión, y para comprobar la importancia del estudio de la ubicación en la rehabilitación de una vivienda, se realiza una comparativa entre tres tipos diferentes de análisis, diferenciándose en la profundidad del estudio.