CUENTOS 5ºA by VICENTE ALEIXANDRE DIGITAL

ÍNDICE LA CASA ENCANTADA.- Rebeca Asenjo ………………………………………… 3 LAS MEJORES AVENTURAS BAJO EL MAR.- Fátima Belkaid …………………. 5 LAS VACACIONES DE MIEDO.- Otman Bennani ………………………………… 7 LA HISTORIA DE VÍCTOR.- Miguel Cea ………………………………………….. 9 EL PARQUE ENCANTADO.- Salma El Morabet ……………………………….….. 11 NO HAY IMPOSIBLE PARA MÍ.- Carolina Fernández ……………………………. 12 EL GRAN SUBMARINO.- Adrián Flores …………………………………………... 14 EL REFUGIO SECRETO.- Victoria García …………………………………………. 16 EL PADRE QUE APENAS CONOCÍ.- Alejandro Martín …………………………... 19 OJO DE ORO.- David Mena …………………………………………………………. 21 LA NIÑA QUE QUERÍA CANTAR.- Lucía Montañez ……………………………... 22 EL DÍA DE ANTES.- Laura Pascual ………………………………………………… 24 LOCOS POR EL FÚTBOL.- Izan Pascual …………………………………………... 27 LA PEQUEÑA HORMIGA.- María Ramos …………….…………………………… 29 LA NIÑA Y LA MUÑECA.- Leire Romo ……………………………….….……….. 31 EL SIGNO SAGRADO.- Sergio Rosado …………………………………….………. 33 LOS DIOSES SE REBELAN.- Miguel San Teodoro ……………………………...… 35 LA GORRA DE JAIME.- Álvaro Sanz ……………………………………………… 37 EL NIÑO REBELDE.- Isabel Sanz ………………………………………………….. 39 MARTA Y EL CIERVO PERDIDO.- Cristina Segovia …………….……………….. 41 LA NIÑA DEL POZO DE LOS DESEOS.- Claudia Segovia ……………………….. 43

LA CASA ENCANTADA Erase una vez un niño llamado Pablo que siempre iba jugando con su pelota. Un día, Pablo iba por el bosque y en un descuido la pelota se coló en “La casa encantada”. Nadie había entrado allí jamás, pero él, preocupado por su pelota decidió entrar. Al hacerlo vio que todo estaba oscuro y después de estar allí un rato, se encendieron las luces. A continuación el niño oyó que se acercaban pasos pero iban muy lentos. - ¿¡Hola!?- dijo asustado y esperó unos segundos. Como nadie contestaba, volvió a preguntar, ya asustadísimo - ¿Hay alguien? Le temblaban las piernas y los brazos. De pronto se oyó la voz de un señor. - ¿Qué haces aquí pequeñajo? - Se me ha colado aquí la pelota- contestó Pablo - Espera aquí un momento- le ordenó el señor Él decidió no hacerle caso. Se puso a fisgar por toda la casa y encontró un montón de cosas viejas: una bufanda con un poco de sangre y muchas cosas más… Pero casi todo tenía sangre. De repente entró un hombre, llevaba un saco con algo. No pudo ver lo que era, porque iba tapado. Pero por el aspecto del señor no tenía nada de gracia, corrió, cerró la puerta y se marchó dejando el saco tirado en el salón. Pablo no sabía qué hacer, ¡el saco tenía un aspecto feísimo! Parecía algo muerto o algo así, Pablo se imaginaba cosas horribles. Tenía mucho miedo, le temblaban las piernas y los brazos. El hombre bajó corriendo - ¡No abras eso, está prohibido! Si la abres te convertirás en un difunto para siempregritó.

El señor iba cambiando de aspecto, Pablo no sabía lo que era eso tan oscuro que tenía. ¡Era una mancha blanca y roja! Al final salió de dudas al ver que era un gato muerto. - Bueno pues toma tu pelota y márchate antes de que veas algo terrible- dijo el señor vestido de negro Al día siguiente Pablo se lo contó a sus amigos y fue una historia fantástica aunque sus amigos siempre han dudado si pasó o no de verdad.

LAS MEJORES AVENTURAS BAJO EL MAR

Erase una vez una clase de 5º A que se iba a ir a una excursión llamada “LAS MEJORES AVENTURAS BAJO EL MAR”. Ese nombre se lo habían inventado los chicos y chicas de 5ºA porque la excursión consistía en bucear en el fondo del mar. Después de cinco largos días de espera, se fueron. Al llegar, el lugar estaba limpio y ordenado. Otman y Miguel no tenían miedo, porque el agua estaba muy clara. Ellos no creyeron que había peligro. Se pusieron sus bombonas de aire y se fueron al centro. De repente no se veían. María se fue en busca de ellos muy preocupada. Les vio ¡estaban atrapados en una especie de plantas marinas! Les intentó salvar pero también la sujetaron. Los demás estaban en la costa y al ver que no llegaban, Adrián se fue en busca de ellos. En un rato, Adrián regresó con María pero sin Miguel y Otman. Las bombonas de aire se empezaron a acabar y ellos estaban allí, inmovilizados, tenían mucho miedo porque peces, tiburones, orcas, ballenas… ¡Estaban allí, con la intención de comérselos! Pero ellos como eran tan listos empezaron a dar puñetazos y tortazos a las plantas. Aunque no lograban soltarse, de esta manera dio tiempo a que llegase toda la clase a ayudarles, porque aquellas plantas tenían una gran fuerza. Todos tenían herramientas de bucear por si las necesitaban en caso de emergencia y con gran esfuerzo lograron soltar a sus compañeros y pudieron regresar a la costa felices. Al volver al colegio todos les hacían muchas preguntas: ¿Qué tal os ha ido?; ¿os habéis divertido? ¿Habéis aprendido algo?... Y Otman y Miguel, siempre contestaban, con una media sonrisa: Sí, y bastante.

LAS VACIONES DE MIEDO

Había una vez una familia que se iba de vacaciones a la playa. Estaba compuesta por los padres y dos hijos, una niña y un niño. Cuando llegaron, el niño estuvo observando y no había nadie en la playa. Era de noche y se fueron a dormir. A la mañana siguiente hacía mucho calor, el niño salió a pasear con su hermana. Vieron que había una casa enorme y fueron a visitarla. La puerta se abrió sola y al entrar había sangre esparcida por todas partes. Los hermanos decidieron no seguir y se fueron a dormir. Por la noche el niño, asustado, había oído una voz y pasos por la cocina. Decidió no ir, porque tenía miedo y cuando se levantó, entró en la cocina y estaba todo tirado y con sangre por el suelo. Fue a buscar a sus padres a su habitación, pero no había nadie. Sólo estaba su hermana asustada y con sangre en la cara. Entonces decidieron ir a aquella casa otra vez. Tenían la sensación de que allí tendrían pistas sobre lo que había ocurrido. Se abrió la puerta, subieron por las escaleras y vieron a sus padres atados. En ese momento, aparecieron dos hombres enmascarados y les cogieron. Aquellos hombres decidieron quemar la casa entera. ¡Poco a poco se quemaba! El niño se desató, la familia salió de casa y vieron a los enmascarados correr, pero la policía les persiguió. Los enmascarados se subieron a un coche y atropellaron al niño. Al final al niño no le pasó nada grave y la policía atrapó a los enmascarados.

LA HISTORIA DE VÍCTOR

Os voy a contar la historia de un niño llamado Víctor. Era el 1 de julio de 1978. Durante la clase que estaba dando su profe Virginia pidió ir al baño y su profesora se lo concedió. Víctor fue, pero nunca regresó. Se supo lo que pasó en 2001 en clase de Guille, que al mirar en su mesa encontró una nota que decía: “Te espero en el baño a la hora de comer”. A la hora de comer fueron al baño Bolingue, Luca y Guille. Allí se encontraron con su hermana Mariam y su amiga Tete. Entraron y no había nada ni nadie, sólo se oía un ruido extraño que provenía del retrete. Con mucha cautela abrieron la puerta y en la taza del retrete ponía: ¡Vais a morir! Ellos salieron corriendo hasta su casa donde estaba su abuela que les contó que el 1 de Julio, todos los años Víctor volvía a cobrar venganza. Se asustaron. Por la noche Guille se levantó al baño y al darse la vuelta vio escrito en el espejo: ¡Os vigila Víctor! Salió corriendo rapidísimo y gritando despertó a sus hermanos, que le dijeron que se fuera a dormir. A la mañana siguiente la abuela, al ver que estaban tan asustados dijo que había sido una broma que había inventado ella. Se enfadaron mucho y volvieron a hacer vida normal.

EL PARQUE ENCANTADO

Había una vez una familia que se mudó a un pueblo pequeño. La familia fue a dar una vuelta por el pueblo. La niña más pequeña se fue al parque que había al lado de su casa. Cuando llegó, la gente desapareció. Al llegar a casa les contó a sus padres lo que pasó y ellos dijeron que no pasaba nada, que a la próxima vez irían con ella. Al día siguiente los padres fueron con ella. La niña se montó en los columpios. Cuando se cansó y quiso bajar no pudo, porque las ramas la tenían agarrada. Los padres de la niña fueron a ayudarla pero no podían. La tenían agarrada muy fuerte. Tuvieron que ir a pedir ayuda. Llegó la policía, los jardineros y todo aquel que oyó el llanto desolador de su madre. Cuando la policía llegó, la niña estaba dormida. Aquella familia se fue del pueblo y a día de hoy el misterio del parque sigue sin resolverse.

NO HAY IMPOSIBLE PARA MÍ

Yo era un niño llamado Jorge, de 11 años. Decía que para mí no había nada imposible. Me encantaba el skate y el campo, aunque nunca había montado en patines. Un día de verano fui con mis amigos: Carlos, Patricia y Luís a unas clases de skate nuevas. Montamos en muchas rampas, pero vi una rampa enorme y me lancé. Justo cuando estaba bajando sentí una piedrecita con la que me caí encima de mi hombro y brazo derecho. Me dolía mucho, así que se lo conté a mi madre y me dijo que si al día siguiente me seguía doliendo me llevaba al doctor. Me acosté, todavía un poco dolorido. Me levanté ayudándome del otro brazo, pero me seguía doliendo. Me llevó al doctor. El doctor me revisó el brazo y me dijo que me lo tenían que escayolar. Me lo escayoló lo más rápido posible porque ya casi era la hora de ir a la escuela. A partir de ese día, dejé de pensar que no había imposible para mí. Me quitaron la escayola, seguía pensando que había muchos imposibles para mí, salí de clase y llegué a casa, entré, vi que no había nadie dentro, ni en la cocina, ni en el baño…. Decidí salir al jardín, y había una gran pancarta que ponía: QUEREMOS QUE VUELVA EL JORGE REBELDE Estaba toda mi clase y amigos: Patricia, Luís, Carlos… No faltaba nadie y me dijeron que querían que yo fuera como antes, sin imposibles. Desde ese mismo instante volví a ser el mismo de antes.

EL GRAN SUBMARINO

Erase una vez un niño que se llamaba Adrián. Tenía un gran sueño: construir un gran submarino. Los amigos de Adrián pensaban que estaba loco, pero él no desistía en su ilusión. Cuando Adrián cumplió los diez años sus padres le regalaron una figura de un submarino que ponía: “Adrián”. Y cuando se graduó, se fue a una fábrica donde construían de todo. El chico tenía ganas de trabajar y preguntó que si había un puesto libre. -¡Sí hay un puesto libre, bienvenido caballero!- respondió el jefe Adrián dijo que quería hacer un submarino. -¿Un submarino?- preguntó el jefe asombrado -Podrías tardar años en construir uno. -¡Me da igual que tarde años, quiero ver qué hay debajo del mar!- respondió Adrián. El jefe, que tenía un cariño especial al chico, avisó a todos los demás para que le ayudaran. Después de dos meses, Adrián y los chicos habían conseguido el hierro y los torpedos. A los ocho meses ya los habían colocado y se veía la forma del submarino. Llegó el año nuevo y habían terminado de colocar los botones y los motores. Sólo les quedaba el color del submarino. Doce de Enero de 2030, los chicos se fueron a Cádiz a probar el submarino. -¿Qué hacéis con ese submarino?- preguntaron los socorristas Adrián se lo explicó y cinco minutos después los socorristas les dejaron un barco con grúa. Soltaron el submarino con Adrián dentro. Cuándo llegó al fondo del mar, vio un tentáculo en el cristal, era una un pulpo. Vio muchos animales peligrosos, por ejemplo:

un pez espada, un tiburón, un pez araña, una medusa muy grande, un cangrejo araña, etc. Cuando Adrián salió del fondo del mar se sentía muy satisfecho. Llamó a sus amigos diciendo que lo había conseguido.

EL REFUGIO SECRETO

Hace más de una década, unos niños llamados: Marcos, Olivia, Carlos y Emma iban paseando por el bosque un sábado. Era un día esplendido, no había ni sola nube, todo estaba despejado. Cuando eran casi las 14:00 h., los chicos se detuvieron para comer. Todos buscaron un sitio para sentarse. Cuando estaban comiéndose el postre, Olivia se cayó del banco y fue a parar en un montón de hojas que se la tragó. Olivia intentaba gritar pero era inútil. Los niños por más que la buscaban no la encontraban, hasta que Marcos dijo: -¡A ver si se la ha tragado el montón de hojas! Y entonces, Emma que era tan valiente, se tiró directa al montón y segundos después se encontró con Olivia. Así fueron entrando. Todos los niños quedaron asombrados al ver lo que había allí ¡Era una maravilla! Había un parque con un montón de cosas alucinantes y una habitación a su lado. Los niños no se atrevían a entrar, así que cogieron la linterna que llevaba Marcos en su mochila para urgencias y abrieron la puerta… ¡Aquello era una sala de videojuegos! Los niños decidieron no decirlo, al menos por un tiempo sería su secreto. Ellos iban a jugar todas las tardes después de hacer sus tareas. El refugio secreto salió a la luz muy pronto porque Carlos que era un poco impaciente le dijo a la profesora: -Profe, profe ¿Te puedo contar una cosa? -Por supuesto – le contestó la maestra - Pues verás… - dijo dudoso- en el bosque hay un refugio oculto bajo un montón de hojas.

Mientras, Jessica, Valeria y Roberto, los niños traviesos y malos de la clase que siempre se burlaban de la gente, se reían de él. -¿Te importaría que fuéramos a verlo?- dijo la profesora un poco asombrada. - No- dijo, contento. -Pues no se hable más, iremos a verlo la próxima semana- contestó. A la semana siguiente los niños de la clase fueron a verlo. Todos estaban muy asombrados. Aunque Jessica, Valeria y Roberto no pudieron disfrutarlo ese día, porque cuando intentaban entrar, el refugio les escupía hacía fuera. Los tres pensaron mucho y a Valeria se le ocurrió que igual les expulsaba fuera, porque sentían envidia y eran malos. Entonces empezaron a sentirse mal y tristes al verlos que salían tan contentos. Y los amigos, arrepentidos de sus actos, pidieron perdón a todos con los que habían sido malos. Volvieron a probar y por fin consiguieron entrar gracias a que habían cambiado. El refugio solo permitía los buenos actos. Cuando estaban todos dentro decidieron ponerle un nombre. Tras pensar y pensar a Roberto se le ocurrió el nombre de: El refugio de 5ºD, y con ese nombre todos disfrutaron su secreto.

PADRE QUE APENAS CONOCÍ

Erase una vez, un niño llamado Rubén. Su padre apenas le veía, porque tenía que irse de viaje por trabajo. Rubén quería ver a su padre y jugar con él. El pequeño se aburría mucho, no quería jugar con sus amigos. Se pasaba los días enteros en casa, esperando a que fuese su padre. Cuando su madre le regaló un móvil, llamó a su padre, pero… No contestaba nunca. Al cabo de tres años su padre regresó. El niño bajó corriendo a ver a su padre, cenaron juntos, y después de cenar les contó que tenía que irse otra vez en un año. El niño ya tenía 13 años y quería irse con él. El día en el que se tenía que ir, le informó su jefe que se quedase allí con su familia. Rubén lo escuchó todo. - ¿Te vas a quedar aquí?- le preguntó. - Sí, hijo me quedo aquí, con vosotros- contestó su padre. Al estar tanto tiempo con su padre, se sentía completamente feliz. No dejó de lado a sus amigos, pero con él tenía que recuperar el tiempo perdido. Siempre estuvieron juntos, y fueron felices para siempre.

OJO DE ORO Una vez en la isla perdida, un viejo tripulante muy astuto llamado Ojo de Oro, caracterizado por tener una vista inigualable a la de los demás ,decidió embarcarse en su barco Dorado, rumbo hacia el terror de los siete mares ,en donde estaba el Cráquen. Cráquen era un súper calamar muy agresivo que no le gustaba que cruzasen por sus aguas. Este era tan, tan, grande que parecía una ballena. Cuando Ojo de Oro se acercaba a sus aguas, divisó de lejos sin catalejo al Cráquen. Entonces se preparó y luchó durante horas agotadoras. Al final Ojo de Oro se salió con la suya, ganó y comió calamar a la brasa.

LA NIÑA QUE QUERÍA CANTAR

Erase una vez una niña que se llamaba Noelia. A Noelia le gustaba mucho cantar y siempre decía a su madre que quería ser cantante. Un día al venir de la escuela, Noelia tuvo esta conversación con su madre: -Mamá me dicen los niños del cole que no sé cantar, y yo si que sé – dijo a su madre. -Noelia, tú no los hagas caso- le dijo la madre- y si a ti te gusta cantar, inténtalo y no te desanimes por los comentarios de los demás. - Vale – dijo Noelia mientras camina hacía su cuarto donde empezó a cantar. Su madre llegó y le dijo que cantaba muy bien y ella se puso tan contenta. A la mañana siguiente en clase de música, la profesora le dijo que cantara la canción “Diez mil maneras”. Cuando terminó de cantar la maestra le dijo que cantaba muy bien y que si quisiera, podría ser cantante. Cuando llegó a casa, se lo contó a su madre: -Mamá me ha dicho la profesora de música que canto muy bien y que si quiero puedo ser cantante – dijo la niña, llena de alegría. - Pero hija, ¡qué bien! ¿Por eso ayer cantaste en tu habitación? - dijo su madre, contagiada por la alegría de su hija- ves como hay que ser perseverante y perseguir los sueños. Así la niña todos los días estaba cantando. Cuando creció, se hizo cantante y viajó por todos los países para cantar. La niña triunfó por todo el mundo.

EL DÍA DE ANTES

Justo el día de antes de Halloween una pandilla de niños y niñas quedaron para disfrazarse básicamente. -¿Dónde quedamos? -dijo Cristina- somos muchos, en una casa no cabemos. -¡Ya sé!- dijo Miguel - en esta casa que no vive nadie, que es enorme y que siempre está abierta. -Dicen que está encantada-respondió Adrián, muerto de miedo. -¡Eso es mentira!- dijo María. -¡A ver…! Que levante la mano quien quiera quedar allí - dijo Laura. Todos menos Adrián y Carolina, que creían que estaba encantada, levantaron la mano. Como no les quedaba otra, cogieron los disfraces y se pusieron en marcha. Cuando llegaron oyeron un ruido, Lucía y Rebeca se unieron a Adrián y Carolina. Los demás tan contentos. -Los chicos a esa habitación y las chicas a esta- dijo Claudia. Cuando todos estaban en su cuarto se oyó una mala risa, un chirrido y un fuerte golpe. En ese momento Miguelín y Álvaro se murieron de miedo. Los demás, igual de felices. -Mirad este libro - dijo Fátima -dice que en Halloween hay una maldición: Quien entre disfrazado y diga “truco o trato”, su pesadilla se habrá realizado. -Y ahora voy yo y me lo creo -dijo Otman, muy seguro. -Venga, dejad ya esa tontería, eso es…- a Sergio no le dejaron terminar la frase. Se oyó un grito, ¡era la voz de Miguel! Bajaron al piso de abajo todos disfrazados y vieron a Miguel cubierto de sangre y con una nota que ponía:

¿Quién será el próximo?

Muertos de miedo fueron hacía la puerta que estaba cerrada. -Ves, ¡Era verdad! ¡Miguel iba de muerto! - dijo Fátima. De repente, empezó a oler a quemado. Era Carolina que iba disfrazada de chica electrocutada. Poco a poco todos se convirtieron en su disfraz: Fátima en fantasma, Victoria en vampiro, Laura y María murieron porque iban de zombis… Así a los vampiros les dio la luz, los fantasmas desaparecieron y las brujas murieron. Todo esto, el día antes de Halloween. ¡Pero quedaba Adrián! El que de verdad creía que la casa estaba encantada y dijo: -¡Oh! casita dime qué debo hacer para devolver la vida a mis amigos. Y en la pared pusieron con sangre: ¡PICASTE! Adrián no entendía nada. Todos se levantaron y dijeron: -¡Qué miedica eres! ¡Todo era broma! La sangre era de mentira, el olor a quemado era un mechero y los ruidos eran de un radiocasete. Adrián todo avergonzado dijo: -¡Ya lo sabía! Todos se rieron y el verdadero día de Halloween, consiguieron chuches para montar una tienda.

LOCOS POR EL FÚTBOL

Erase una vez un niño llamado Sergio, tenía 10 años y le encantaba el fútbol. Un día, Sergio, su hermano Rubén y su primo Izan estaban echando un partido. Sergio, el más pequeño, metió un gol a un chico llamado Juan de 17 años y lo celebró con Rubén e Izan que eran de su equipo. Más tarde llegaron Daniel, Marcos, Felipe y más niños, que no conocían. Daniel, Marcos y Felipe fueron con ellos, y los demás chicos con los mayores. Al final del partido ganaron 13-5. Al día siguiente, Izan se quedó a dormir con Rubén y con Sergio. Durmieron en la habitación de Rubén, porque era más grande, pasaron una noche súper divertida, hicieron fiesta de pijamas, tomaron muchas cosas y se acostaron muy tarde. A la mañana siguiente, no se podían creer lo que estaba pasando. Al salir de su casa se encontraron un Ferrari en la puerta, con tres Iphone 6 plus. Entonces se fueron al Vicente Calderón a ver: Atlético de Madrid - Celta de Vigo. A este partido tenían que ir con un adulto, fueron con el padre de Rubén y Sergio, que era el tío de Izan. Se lo pasaron muy bien, y encima, el Atlético de Madrid ganó 4-0. Al llegar a su ciudad, cada uno se fue a su casa, porque estaban agotados.

LA PEQUEÑA HORMIGA

Hace miles, millones de años en el más profundo caos, donde sólo existían enormes vientos huracanados, donde las nubes junto al mar bailaban con las olas, donde todo estaba extrañamente unido y una inmensa hoguera lo iluminaba todo; vivía una pequeña hormiga. La pobre, entre tanto viento y marea se pasaba el día de un lado a otro, hasta que llegó un día en el que cansada de tanto vaivén decidió ponerse manos a la obra. Poco a poco, granito a granito, la hormiga levantó unos muros para frenar el agua. Estos muros eran grandes montes de arena y la llevó años construirlos, así que decidió llamarles montaños. Pero quería un nombre femenino, entonces finalmente las llamo montañas. El agua bañaba aquellas montañas. Pasados unos meses comenzaron a salir en las laderas unas especies verdes que cada vez se hacían de mayor tamaño. La hormiga estaba extrañada y algo asustada, pero se alegró, ya que esas nuevas especies daban un toque decorativo a sus montañas y proporcionaban un aire cargado de aromas. La hormiga estaba contenta con su trabajo, subía a sus montañas y desde allí lo contemplaba todo. Pero había algo que aún, no le convencía… “¿Qué es eso de que el agua y las nubes estén siempre juntos?” se preguntaba la hormiga. Ella quería apreciar las cristalinas aguas y las grandes olas pero también quería contemplar las esponjosas nubes. Pero así estando mezclados no podía apreciar ni lo uno, ni lo otro. La hormiga pensaba y pensaba una solución. Hasta que, de pronto pasaron junto a ella unos vientos huracanados, “ya lo tengo” dijo la asunta hormiga. - Perdone señor viento, quisiera pedirle un favor El viento al escucharla se detuvo -Usted dirá señora. - ¿Podría soplar fuerte?, ¿tan fuerte como para separar el cielo del mar y así poder distinguirle con claridad?

Dicho y hecho - Agárrate fuerte- dijo el viento. Y de un solo soplido, el cielo se marchó separándose del mar, quedando ambos al descubierto, uno muy lejos del otro. Pero entonces surgió un problema, las pobres nubes que tantos buenos momentos habían pasado con su querido mar, ahora se sentían solas y comenzaron a llorar creando la lluvia. La pequeña hormiga que aparte de ser astuta era bondadosa, se dio cuenta de que no había sido muy acertada su idea. De modo que pidió ayuda al viento, diciéndole que por favor le acercara las nubes al mar, pero sin juntarlas, para que las nubes disfruten de su mar y la hormiga disfrute de su precioso horizonte.

LA NIÑA Y LA MUÑECA

Había una vez una niña que se llamaba Ana y tenía una muñeca a la que apreciaba mucho y que llevaba a todas partes. Un día vino una amiga a jugar con ella. De repente, se dio cuenta de que había perdido la muñeca. La busco y busco por todas partes y no la encontraba. Estaba muy angustiada. - Mamá no encuentro mi muñeca- dijo a su madre- hasta mi amiga me ha ayudado a buscarla y nada. Ni en la ciudad, ni en el bolso de mamá… Nadie había visto, ni sabía nada de la muñeca. -Me la he llevado yo.-dijo su amiga, pesarosa- Aquí te la devuelvo, estoy muy arrepentida. -¿Por qué te la llevaste? Eso está muy mal. - Porque me gusta un montón. Tú tienes muchas muñecas y yo soy pobre y no tengo juguetes. - Entonces mi mamá te va a comprar ropa y juguetes sólo para ti, y muchas cosas más. Porque mi madre te quiere como una hija más. También te va a inscribir en el colegio para que estudies y seas algo en la vida. Y siguieron siendo las dos mejores amigas. Fueron felices y comieron perdices.

EL SIGNO SAGRADO

Erase una vez en la edad medieval, donde los reyes hacían torneos y había distintos clanes… En concreto había tres clanes en cada reino: los Stroks que eran conocidos por sus habilidades con el arco, los Frins que eran enanos muy habilidosos con las hachas y por último los Lobos Rojos que manejaban bien las armas de cuerpo a cuerpo. Un día luchaban los Frins contra los Lobos Rojos. En los Lobos Rojos había un capitán llamado Spurk que fue herido al comienzo de la batalla. Mientras los demás luchaban, él se escapó pero cayó en picado por una estrecha grieta. Tuvo suerte y no le paso nada, pero Spurk que era muy curioso se fijó que había una cueva dentro. Sin pensárselo dos veces entró. Alucinó cuando vio lo que había: oro, diamantes y esmeraldas pero lo que más le llamó la atención fue una pequeña piedra que brillaba mucho. Era un colgante con forma de calavera. Sin dudarlo se la metió en el bolsillo y salió corriendo de la cueva pidiendo ayuda. Le respondió su Amigo Crudi Spurk. –Anda tírame una cuerda- dijo el capitán Al subir vio que su equipo había ganado, Spurk se colgó su amuleto y les dio la enhorabuena. Les invitó a cenar y luego se fueron cada uno a su casa. Al día siguiente Spurk se levantó y su amuleto brillaba mucho más de lo normal, se asomó a la ventana y vio a hombres, con armaduras negras, saqueando la aldea. Spurk se preparó y fue a defender al rey, pero cuanto más se acercaba, más brillaba su amuleto. Empezó a luchar, se dio cuenta que buscaban su amuleto pero él se negó a dárselo y lucho con valor. De pronto su amuleto se desabrochó de su cuello y se transformó en una espada con la que pudo derrotarlos y de este modo salvar la aldea.

LOS DIOSES SE REBELAN

Hace mucho en Grecia reinaban los dioses. Sobre todo tres, que eran: Zeus y sus dos hermanos Poseidón y Hades: los tres TITANES. Cuando pasaron millones y millones de años, el ser humano había cambiado y había inventado muchas máquinas y empezaron a odiar a los dioses. Los tres TITANES se enfadaron y bajaron a la Tierra, donde empezó una guerra tan salvaje que los dioses inundaron todo, removieron los cielos y abrían grietas infernales. Los hermanos, destruyeron su creación, pero a través del universo aún circulaba vida humana. Los dioses se arrepintieron y decidieron volver a crear a los humanos, pero en ese momento Medusa hizo piedra a los TITANES y conquistó la Tierra a su antojo durante cien largos años. Medusa para procurar que se unieran a ella, los mandó a la Tierra y los destrasformó. Los TITANES formaron su poblado para rebelarse contra Medusa. Zeus quería cortarle la cabeza, Hades quería quemarla y Poseidón encerrarla. Zeus y Poseidón decidieron que era mejor cortarla la cabeza, pero Hades se unió a Medusa y los dioses pelearon épicamente. Así se creó la balanza entre el bien y el mal.

LA GORRA DE JAIME Erase una vez un niño llamado Jaime. A él le encantaban las gorras, teína medio cajón lleno de ellas, todas diferentes. Una mañana Jaime paseaba por la calle y dio de repente un giro a la izquierda porque, en un escaparate, vio una gorra que nunca había visto. Jaime se fue corriendo a por dinero para comprársela. En el momento que volvió, se la compró y desde entonces nunca se la quitaba ni siquiera para dormir. Aquella era su gorra preferida. Un día Jaime fue al colegio con la gorra, pasaron unos gamberros, se la quitaron y la colgaron en un árbol. Jaime se echo a llorar, un adulto pasó por allí y Jaime le pidió, por favor, que si se la podía coger. El adulto respondió que sí y se la cogió. Jaime se puso muy feliz, le dio un abrazo y se fue contentísimo a su casa. A día siguiente Jaime paseaba por la calle y vio una niña con cáncer que iba al hospital y decidió seguir a la ambulancia y decirle a la niña: “Toma mi gorra tú la necesitas más que yo, ella te hará compañía”. Desde ese momento Jaime se fue muy contento a su casa, durmió muy bien, soñando con la niña y con la gorra que la dio. Jaime se hizo amigo de la niña y cuando se curó siempre jugaban juntos y él se compró otro gorra igual y lo utilizaban como símbolo de amistad.

EL NIÑO REBELDE

Miguel era un niño de 12 años. María y Jorge sus padres, lo regañaban por no hacer los deberes y por no estudiar, y porque se iba a jugar con su hermano Luisito y se le pasaban las horas volando. Un día Miguel se escapó, se fue a casa de su amigo Marcos. Mientras, sus padres preocupados, lo buscaban por todas partes y no lo encontraban, Miguel se quedó allí a dormir. Eso ocurrió el 16-01-16 y se estuvo hasta el 19-01-16. Sus padres llamaron a la policía, le buscaron por todas partes, el 20-01-16 volvió él solo a casa y por supuesto le castigaron. Miguel, ahora estudiaba para que no le volvieran a castigar. Sus padres estaban encantados y se pusieron muy orgullosos. Miguel se hizo adulto, se casó y tuvo dos hijas llamadas Laura y Noelia. Siempre las decía que aprobaran, hicieran los deberes y estudiaran. Miguel trabajaba de cocinero en el famoso restaurante llamado Miguel’s chefo. Laura y Noelia se iban con su madre Natalia al colegio Vicente Aleixandre, donde se aplicaban mucho para ser alguien el día de mañana.

MARTA Y EL CIERVO PERDIDO

Erase una vez una niña llamada Marta que tenía 14 años. Vivía en una casa en mitad del campo. Todas las noches a Marta tenía mucho miedo, porque miraba por la ventana y se veía todo oscuro, se oían ruidos muy extraños y se veían muchas luces alrededor de su casa. Una mañana la niña salió a por flores al campo y se encontró a un animal, era un ciervo. La niña empezó a coger flores: rojas, azules, blancas… El ciervo no paraba de seguirla, la niña se giró y le dijo: -¡Si no paras de seguirme te tiraré piedras hasta que te vayas! Marta se quedó pensando que el ciervo no la entendía, porque no sabía hablar. Al anochecer, Marta se fue a su casa y dejó al ciervo allí. Cuando la niña se metió en la cama estuvo pensando que el pobre ciervo, estaba solo. Pero Marta, como estaba tan cansada se durmió. Al día siguiente, cuando Marta oía el canto de los pájaros se despertó de la cama, se vistió, desayunó, y se fue a ver si seguía allí el ciervo. Al salir de casa, Marta se asustó, porque estaba ahí el ciervo. Los dos juntos se fueron a dar una vuelta por el campo. La niña empezó a jugar con el ciervo y como eran tan amigos Marta llamó al ciervo: Cuernos. Como Cuernos estaba solo, la niña le dijo que a partir de ahora él iba a ser su mascota. Marta metió a Cuernos en su casa y empezaron a hacerse fotos y a bailar juntos. Hasta que Cuernos y Marta se hicieron muy muy amigos y se iban al campo a jugar todos los días.

Cuanto pasaron muchos años, todavía seguían juntos. El ciervo se murió,

Marta

empezó a llorar y se puso triste. Colgó los cuernos del ciervo, en su habitación, para recordarlo todos los días.

LA NIÑA DEL POZO DE LOS DESEOS

Erase una vez una niña llamada Lucía. Un día iba caminando por el bosque y se encontró un pozo, ella no sabía lo que era, estaba muy ilusionada por averiguarlo y se acercó a verlo con mucha curiosidad. Regresó a su casa, sus padres no estaban y se puso a ver la tele. Al cabo de unas horas sus padres llegaron, Lucía se puso muy contenta porque le iba a preguntar a su padre qué era aquello que había visto. Ella fue corriendo hacía su padre y le dio un beso, después muy impaciente le hizo la pregunta que tanto había esperado resolver. Su padre no supo contestarla sin ver a que se refería. Ella muy intrigada fue a enseñárselo. Su padre la dijo que era un pozo de los deseos pero solo se cumplían si el deseo se pedía de corazón. La explicó que nadie del pueblo había conseguido pedir ningún deseo, porque la gente sólo pedía cosas egoístas, como por ejemplo: que les tocara dinero, coches, casas… Nada de lo que pedían era de corazón sino de egoísmo. Un día Lucía pasaba por un barrio en el que vio a los niños y niñas medio desnudos, pasando frío y no tenían nada para comer. La dio tanta pena que dijo: -Voy a ir a ese pozo y espero que me escuche. Se acercó al pozo y empezó a hablar: “Querido pozo sé que nunca has concedido ningún deseo a nadie de este pueblo, yo lo único que te pido es que me escuches y que por favor me concedas el deseo que te pido, que creo que es muy importante”. -Dime cual es tu deseo y veré que puedo hacer –dijo el pozo. -Mi deseo es que los niños y las niñas que no tienen ni ropa, ni comida, ni casa para vivir se lo concedas, porque lo están pasando muy mal y eso no se lo merece nadie. Eso es lo único que puedo pedir, por favor te lo pido. -Me pensaré lo que me has pedido y ya te responderé –contesto el pozo 43

Lucía se fue a su casa y nada más hacía que pensar en esa pobre gente. A la mañana siguiente se acercó al pozo y le dijo: -Hola querido pozo vengo tan pronto, para ver si el deseo que te he pedido, me lo has concedido. Ella se echó a llorar y sólo decía que esa gente no se merecía eso - Todos tenemos derecho a tener comida, casa y ropa y no pasarlo mal-siguió diciendo. El pozo al escucharla la dijo: -Lucía eres la primera persona que pides un deseo con el corazón y con tanto sentimiento y por eso te lo concedo. Lucía salió corriendo a su casa y se lo dijo a su padre. Cuando se lo contó, su padre se puso muy orgulloso de ella, por tener tan buen corazón. Todos los niños y niñas siempre estarán agradecidos por el deseo que pidió aquel día.