ARTURO BRAVO
La ciudad celebra hoy su historia colorida, llena de virtudes y colmada de pasiones. Son 485 años desde aquella fundación avasallante, de mano dura, sobre el aborígen, colonia, pero también civilización. Desde entonces nuestra Maracaibo tomó una forma primaria de pinceladas castellanas que perduran alrededor de la Plaza Bolívar. Pero también inició la constitución de un imaginario local marcado de originalidad cultural. Corrientes de pensamiento de altísima valía se conjugan con un voseo colonial, arquitectura, costumbres, música y también olvido. Hoy hacemos honores con datos y visiones. Maracaibo, 8 de septiembre de 2014