10 VERSIÓN FINAL ECONOMÍA Maracaibo, martes, 24 de febrero de 2009
América, Asia y Europa fueron escenarios de la debacle de corporaciones. La ambición por el dinero fue el signo de las operaciones fraudulentas. José Flores Castellano (Urbe 2004) jflores@versionfinal.com.ve
Conozca los casos de fraude y movimientos ilícitos más polémicos del planeta desde 1995
Figuras financieras en el ojo del huracán
ROBERT ALLEN STANFORD
BERNARD MADOFF
LIU QIBING
JOHN RUSNAK
KENNETH LAY
A mediados de febrero, la Comisión del Mercado de Valores, de Estados Unidos, acusó al multimillonario tejano Robert Allen Stanford de operar un entramado de inversión fraudulento que asciende a 8 mil millones de dólares, con la promesa de obtener una alta rentabilidad. Se acusó a Stanford de engañar a los inversores, a quienes vendió títulos a plazo fijo con tasas de interés “improbables y no justificadas”. Para hacerlas creíbles, el Banco Internacional Stanford, con sede en Antigua, maquinó una trama de mentiras, según la oficina gubernamental.
La “Estafa Madoff ”, de 2008, consistía en un esquema “Ponzi”, un sistema de inversión piramidal que prometía alta rentabilidad sin un negocio real que lo respaldase, y en el que los intereses que cobran los primeros en invertir se pagaban con las aportaciones de los nuevos inversores. Madoff, “bróker” de Wall Street, atraía enormes inversiones, incluso en momentos de crisis, pues durante años ofreció rentabilidades anuales de entre 8 y 10 por ciento. El propio Madoff confesó que la estafa podría ascender a 50 mil millones de dólares.
En 2005, Liu Qi Bing, operador en la Bolsa de Metales de Londres, vendió contratos futuros para suministrar cobre a los mercados internacionales en una fecha posterior, con la esperanza de que el precio del mineral caería y así él podría comprar el metal a un precio mucho menor al que acordó para venderlo. Qi Bing decía que trabajaba para el gobierno chino, pero luego del escándalo el buró de la Reserva Estatal de Shanghái donde dijo trabajar, negó conocerlo. Liu desapareció, causando consternación en el mercado global del cobre.
El operador de divisas norteamericanas, John Rusnak, empleado del banco Allied Irish, fue acusado en 2002 de falsificar documentos para ocultar malas inversiones. La institución informó que había perdido 750 millones de dólares. Tras una investigación que duró cuatro meses fue acusado ante un jurado federal, formalmente. La Fiscalía determinó que Rusnak no obtuvo beneficios personales producto de de las pérdidas, que fundamentalmente fueron transacciones entre el dólar estadounidense y el yen japonés. Fue condenado a 7 años de prisión.
La mayor empresa distribuidora de energía, Enron, ocultó por varios años pérdidas millonarias, hasta su quiebra en diciembre de 2001. Los pasivos estaban por encima de los 30 mil millones de dólares. La empresa auditora, Andersen, fue considerada sospechosa de destruir una serie de documentos comprometedores. Las pérdidas de este fraude ascendieron a un estimado 63 mil 400 millones de dólares. La justicia de los Estados Unidos halló culpable de la estafa a Kenneth Lay, fundador de Enron y a Jeffrey Skilling, ex gerente general.
BERNARD EBBERS
RAYMOND GILMARTIN
PETER YOUNG
YASUO HAMANAKA
NICK LEESON
La telefónica estadounidense Worldcom, la segunda más importante en su tipo en ese país, falsificó en 2001 cuentas de utilidades por tres mil 850 millones de dólares. Al conocerse la noticia, sus acciones bajaron frenéticamente en casi 95 por ciento. WorldCom quebró a consecuencia de la acción. Bernard Ebbers, ex presidente, fue encontrado culpable en 2005 por un jurado popular de un fraude contable de 11.000 millones de dólares en la compañía de telecomunicaciones.
El laboratorio Merck en 2002 infló su facturación a 14 mil millones de dólares, aun cuando dichos fondos correspondían a Medco, proveedora de medicamentos a precios de descuento a varias cadenas de farmacia. Merck contabilizó en su lista de gastos los 14 mil millones para equilibrar cuentas, pero el ingreso no le pertenecía. Se señaló a su presidente, Raymond Gilmartin. El caso no fue fraude, pero Merck vivió una semana tensa en Wall Street hasta que pudo aclararlo todo.
En 1998, un gestor del banco británico Morgan Grenfell, llamado Peter Young, fue acusado de causar pérdidas de más de 220 millones de libras esterlinas en inversiones no autorizadas. Young utilizó el dinero invertido en tres fondos europeos, para comprar acciones demasiado especulativas. Dos años más tarde, un jurado determinó que Young no estaba capacitado mentalmente para ir a juicio, después que se presentara en un tribunal de Londres vestido de mujer.
El principal inversionista en cobre de la corporación japonesa Sumitomo, Yasuo Hamanaka, realizó en 1996 operaciones no autorizadas en la Bolsa de Metales de Londres. La compañía reportó pérdidas por 2.600 millones de dólares. Hamanaka, conocido como “Señor cinco por ciento”, por controlar anualmente esa cantidad del suministro mundial de cobre, también fue acusado de falsificar las firmas de dos de sus jefes en cartas que envió a inversionistas. Fue condenado a 8 años de cárcel.
El corredor de bolsa, Nick Leeson, provocó en 1995 el desplome del banco británico Barings por perder al menos 1.300 millones de dólares al invertir en el índice Nikkei, de Japón. Se conoció que Leeson dirigía, desde la sede de la institución en Singapur, operaciones de futuros en los mercados y apostó a la caída del yen. Barings perdió todas sus reservas, lo que lo condujo a la quiebra. El banco tenía 230 años de antigüedad y manejaba el patrimonio de la Reina Isabel.