Existen todavía numerosas leyes discriminatorias (injustas) hacia las mujeres.
Su existencia se debe a una forma de violencia institucional de género.
Para prevenir dicha violencia institucional, se hace imprescindible participar en grupos de mujeres, de derechos humanos, en instituciones internacionales, dentro y/o fuera de partidos políticos, para hacer avanzar la sociedad hacia leyes más justas para las mujeres. Ésta es una forma de luchar por el fin de la violencia contra las mujeres, una forma de prevenirla para las generaciones futuras.