El bordado y el tejido han acompañado a la lucha del movimiento feminista a través del tiempo, no en vano fueron las mujeres sufragistas en los años 1850, las primeras en utilizar pancartas y banderas con letras bordadas reclamando el derecho al voto. Pero no fue hasta la conocida como Segunda Ola Feminista, a principios de los años 60 del s. XX, cuando el tejido y el bordado reivindican su entrada en el ámbito del Arte, y lo hacen de la mano de artistas como Judy Chicago y Myriam Shapiro. Fueron estas valientes mujeres las pioneras de un movimiento que se conocería más adelante como Craftivismo – activismo realizado con técnicas artesanales –Una de las características de este tipo de acciones, como hacía referencia la artista austriaca Renate Bertlmann en el vídeo ‘Mujer, la vanguardia feminista de los años 70’, es la creación de grupos. Las artistas se unen, comparten preocupaciones y estrategias y sienten el impulso creativo y el poder del colectivo. Desarrollan un arte de colaboración, se juntan en la cre