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Soñando con Zambrano

Dejar de ser en las ciudades, que nos cree la razón poética, cuál portal a otra dimensión, donde el agua..., entre escaleras y mis piernas, marcan la aleta de una sirena. Filosofía de la emoción. huelga afectiva, invocando al falso alzheimer, del remordimiento de mis labios. Su sueño era ser una caja de música. Yo desnudé los huesos, que sonaban a rayos.

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¿Dónde estará la G de los gatos?

Piensen un rato.

Vivía al día y sin maletas. Yo entre check-in’ s y calendarios.

¡Vaya rareza!

Sin palabros pero con manos frías.

Aquí me anclo.

Parar, para buscar el tiempo.

Y el tiempo le saludó. Arte en transmitir. Porque hay cosas, que son tan verdad..., que no pueden ser dichas, ni en esta ventana revista.

«Luz a lo invisible».

Explicación a lo sentir, Con reflexión, –no como lo hago yo–. Intuición desde la raíz, incluso cuando pienso, que no va a ir, para poder ver la belleza de las flores.

¿Dónde vas Margarita, creyendo ser Rosa de San Valentín?

¡Los sueños nos visitan! Hagámosle caso, escribiendo o siendo el cover de una canción. Jardín mágico, entre un pozo y un limonero. Entre el jardín de una ciudad y Cártama sin romeo.

Libertad en el delirio del destino, surrealista como mis pies en el «zz», archivador de doble intención. Los felinos, acuden cada noche, a su tumba en Vélez, Málaga. Feliz libertad sin huida, María. Va por ti. ¡Alegría!

Sonsoles Jiménez

Málaga (España)

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