Cultura LIJ digital #27

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Del Faro - Porta López - Rojas - Salviolo

cultura lij

Reflexiones sobre la literatura infantil y su cultura

Año 2 / Número 27 - Junio 2016. ISBN: en trámite.

#27

Edición digital



sumario / 1

Al rescate Al agua, pato. ¡Al agua, lectores!

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1 a 1 Adivinanzas en la mira

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Editorial Un mundo diminuto

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Reportaje Cerca de Catarina Sobral

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De fondo Libros a la sombra de un verde limón

Agenda

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10

Políticas Nueva dirección para las bibliotecas populares argentinas

LatinLab Cómo incluir un enfoque de género en la televisión infantil

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FMG La formación del responsable de proyectos de lectura

26

Agenda

28

Daniela Azulay

Carmen del Faro

Diego Javier Rojas

Valeria Sorín

15

Mónica Rodríguez

Laura Demidovich y Valeria Sorín

Novedades

Cielo Salviolo

Natalia Porta López

16

En foco Diario personal Carmen del Faro

cultura lij Reflexiones sobre la literatura infantil y su cultura Año 2 – Número 27 – Junio 2016 Registro DNDA: 503255. Conesa 4381, CABA. Tel: (011) 3534-1975 culturalij@editoriallabohemia.com www.culturalij.worpress.com www.editoriallabohemia.com Directoras propietarias: Laura Demidovich y Valeria Sorín Edición: Valeria Sorín Arte: Laura Demidovich Diseño gráfico: Valeria Goldsztein Corrección: Roxana Carbone

Ilustración de Tapa: Catarina Sobral! Fotografía: Laura Demidovich ISSN: 1852-298X Distribución a kioscos CABA: Sin Fin Rincón 1407 (CABA) 4308-1813

Agradecimientos: Por la gentileza de tapa a Catarina Sobral.

La editorial no se hace responsable de las opiniones vertidas por sus colaboradores y/o entrevistados.

Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta publicación sin consentimiento previo de la editorial.

Proyecto ganador del Programa Buenos Aires Emprende 08 y distinguido con Premio Pregonero al Periodismo Gráfico y Hormiguita Viajera, ambos en 2010.


Editorial

Un mundo diminuto Para mi nieto Dany, quien desea acompañar a su zeide en el viaje a la melancólica luna, al belicoso marte, a la bella Venus, y de regreso a nuestro mundito. Regalo estos libros para que tome sus primeros conocimientos. Abraham.

Así está escrito en la portada del libro El cortejo solar, edición de bolsillo, tapa dura eso sí, de 1945. Este ejemplar junto a otro de El planeta en que vivimos fueron regalados en agosto de 1963, por lo que la edición ya tenía unos años. Investigando logramos saber que el abuelo Abraham había nacido en Rusia, en los territorios de lo que hoy es Ucrania; pero la amenaza de los pogrom lo trajo a América con hermanos, padres y primos, tras semanas de navegación. Uno de los tantos millones de personas que entre 1870 y 1940 midieron cada palmo de ese mundito, cargando poco, dejando algún bastante, esperando algo que podía convertirse en infinito, y que seguro costaría una enormidad. Revisamos el breve texto y ahí esta ese diminutivo disparatado. Mundito, a sabiendas de que es enorme. Mundito, para quien ha nacido en Oriente y ha criado familia en Occidente, ha salido de la aldea, para afincarse en la gran ciudad; para quien fue criado en una lengua, ha reverenciado otra y aprendido a soñar en una tercera. El diminutivo 1. Que tiene cualidad de disminuir o reducir a menos algo. 2. Dicho de un sufijo: Que expresa disminución, atenuación o intensidad de lo denotado por el vocablo al que se une, o que valora afectivamente su significación. Frasquito, problemilla, ahorita. Gramaticalmente, los diminutivos son un tipo de derivación apreciativa que modifican el significado de una palabra (sustantivo - tacita, piecito-, adjetivo

Directoras de Cultura LIJ

- delgadito, bajito-, o adverbio- enseguidita, cerquita, arribita-), para dar un matiz de tamaño pequeño o de poca importancia, o bien como expresión de cariño o afecto. En determinados contextos, su uso puede entenderse con un sentido despectivo. El diminutivo es una forma que se ha extendido en las variaciones dialectales de América. Así en Perú el habla corriente está plagado de diminutivos: “Tomamos un cafecito”, “Preséntame a tu amiguito”, “Esperas un ratito”. En algunas regiones de Sudamérica y Caribe, los sufijos -ito e -ita intercambian por -ico e -ica. E incluso en la ciudad de Bogotá el habla se llena de colores cuando los sufijos se usan reduplicados, donde se alternan -ito e -ico. Así, por ejemplo, chico adopta las siguientes formas reduplicadas: chiquitico, chiquitíquitico, y hasta chiquitiquitíquitico.

Apreciación Los autores consultados coinciden en que el valor de la palabra se ve afectado por estos sufijos. Entendemos valor como las asociaciones extra nocionales, que sin alterar el concepto, lo coloran. Podemos diferenciar valores expresivos y valores sociales o socio contextuales. Los primeros ponen de manifiesto las emociones, las voliciones y los juicios del hablante, mientras que los valores socio contextuales evocan el medio, clase social, edad, etc., de quienes usan las palabras. Estas dos clases de valores no se excluyen, sino que, por el contrario, se complementan unos a otros. Pero si la determinación de la carga peyorativa la aporta el contexto, parece interesante escuchar atentamente cada vez que encontremos en nuestra habla corriente -y aun más en nuestra escritura- un diminutivo. ¿Qué significa alumnito en el contexto


EDITORIAL / 3 H ist o r i a s c o n b ri ll o p r o pi o

escolar? ¿Qué queremos dar a entender cuando invitamos a leer un librito o un cuentito? ¿Acaso esperamos que además del tamaño pequeño o de la corta edad del destinatario haya una carga extra? Porque si hablamos de un cuento corto, o de un alumno de los primeros años de la primaria, este dato puede expresarse con otros recursos lingüísticos. La elección de usar un diminutivo tiene una intención marcada de reducción. Y esto se vuelve un valor negativo.

Amores que matan Dentro del campo de la Educación y en referencias a la literatura infantil, los diminutivos suelen hacer nido. ¿Pero qué disminuimos? ¿El valor de qué o de quién afectamos? Al alumnito y al librito los negamos con solo nombrarlos así. Si en el paradigma occidental, nombrar es dar existencia; el diminutivo nombra para quitar entidad a esa existencia, enflaquecerla hasta la agonía. Si prestamos atención, los libritos que tienen cuentitos suelen incluir también dibujitos. Los alumnitos que los leen suelen estar privados de la polisemia, de la ambigüedad, de la incomodidad e incluso del desafío lector. Son cortitos y todos esos cuentitos tienen finales felices, imágenes saturadas y muy planificadas, con referencias claras a lo que se espera sea una infancia ideal, esa que por definición no existe.

Espejo Siempre que elegimos una palabra, los hablantes de una lengua lo hacemos en conocimiento de una variedad de posibilidades. Es por eso que cada acto de habla desnuda también al hablante, revelando aspectos de que no siempre hubiera elegido mostrar: prejuicios, comunidades culturales a las que pertenece, educación alcanzada, clase social a la que pertenece. El mundito de Abraham muestra el esfuerzo empeñado en la asimilación en su nueva tierra. Ancho, expulsivo, pero a la vez posible de ser perfeccionado para cuando le toque hacerlo suyo a su nieto. Así como el insulto cuenta de nuestra incapacidad para tolerar y trabajar con el dolor, la frustración o la indignación que algo o alguien nos provoca; el diminutivo también cuenta de nosotros: es, bien entendido, una huella del miedo que nos provoca otro pensante y poderoso, tal vez más que nosotros. Laura Demidovich y Valeria Sorín

Jazz en las nubes Pez – O´Kif Un libro para los amantes del jazz, de la música y de las buenas historias. Un libro sin edad, con preciosas ilustraciones, donde el jazz es capaz de revolucionar el cielo y el infierno. 36 páginas. Ilustrado. Tapa dura.

Emails desde la isla del Caimán Tuerto

Jorge Accame – Pablo Accame El abuelo Jonás le manda emails desde una isla misteriosa a su nieto Carlitos. Pero Carlitos es un poco desconfiado. ¿Qué nieto se creería que en una isla habitan animales tan raros como las ranavispas, los Pájaros Despeinados o el mismísimo Caimán Tuerto? 32 páginas. Ilustrado. Rústica con solapas.


4 / reportaje

Cerca de Catarina Sobral por Carmen del Faro

Fue elegida la mejor ilustradora menor de 35 años en la Feria de Bologna en 2014, pero por Latinoamérica aún circulan muy pocas de sus obras.

En 2014 el jurado integrado por Roger Mello (Brasil), Sophie van der Linden (Francia) y Pablo Núñez (España) alabó el libro Mi abuelo por mostrar una gran madurez y una identidad fuerte y apreció “la referencia a la tradición gráficas de 1950, con una interpretación contemporánea”. La distinguida en el marco de la Feria Internacional del Libro de Bologna fue Catarina Sobral, una joven artista portuguesa de prominente carrera. Ante la publicación en castellano y en Latinoamérica de uno de sus libros, decidimos conversar con ella de lado a lado del océano. Picardías para convidar El título que se acaba de publicar en Argentina, Achimpa, es un trabajo experimental que creó cuando estudiaba un máster en la Escuela de Educación y Ciencia en Lisboa. Pero al ver el resto de sus trabajos en la web, se confirma un estilo pícaro, con trazos alegres, pero que al mismo tiempo expresan más de lo que muestran a simple vista. Como si crear fuera una actividad secreta que le da enorme alegría y placer.

Escritora y docente.


reportaje / 5

–¿Por qué decidió dedicarse a la ilustración? –Porque amo los álbumes ilustrados. Es mi objeto favorito, el que me proporciona la experiencia estética más gratificante. –¿Cómo definiría su estilo? –No me gusta usar la palabra ‘estilo’, yo prefiero usar la palabra ‘autoría’. Y la autoría tiene que ver con mi forma de pensar la ilustración (como una travesura), o sea, cómo yo elijo construir un discurso en tanto narradora. Este discurso no pasa solo por la forma o por la solución técnica, es sobre todo semántico. Disfruto de las metáforas visuales, de complementar o de contradecir los significados del texto a través de la ilustración; me gusta homenajear a mis autores favoritos. Normalmente lo hago con geometrías irregulares, colores planos, formas bidimensionales, rigor en la composición, modelos, contrastes de color. Pero lo que me da alegría es el proceso mental, los juegos de significado, el humor, algo loco. Una vuelta de tuerca Uno de sus libros me ha impactado especialmente, O meu avo, (Mi abuelo). Según como se vea, protagonizan esta historia dos hombres, y/o dos

niños. El narrador es un niño que compara la vida de un vecino y de su abuelo. El primero atento a los deberes; el segundo, a los placeres y a la posibilidad de compartir la vida con sus seres queridos. En un reportaje Sobral aclaró que su libro “no está destinado a ser moralista, no tiene un juicio de valor. Básicamente, se trata de una descripción de los tiempos modernos y una disculpa de los días en que tenía un poco más de tiempo”. Pero inevitablemente se lee cierto elogio a la bohemia. –¿Cómo nació este libro? Le veo un rasgo Pessoa al abuelo del cuento, ¿cómo es su relación con la tradición literaria y plástica? –Sí, es un libro más serio que los anteriores. Habla acerca de cómo vivimos nuestra vida cotidiana, sobre nuestras prioridades, nuestra experiencia subjetiva del tiempo. Nació después de leer Las anotaciones de Malte Laurids Briggs. En un momento dado, Malte comienza a relatar la historia de un vecino que decidió cambiar todos los años de vida que todavía tenía por días, horas, minutos y, “si fuese capaz de soportarlo”, segundos.


6 / reportaje

A medida que pasaban los días, se dio cuenta de que, después de todo, por más tiempo que intentase ahorrar, no quedó nada de él. Y que, a diferencia de un año, estos cambios infames desaparecían, no sabía cómo. Ese capítulo me llenó de ganas de escribir una historia sobre el tiempo, más precisamente sobre la forma en que pasamos la vida de trabajo, y muchas veces no hacemos lo que nos gusta o no pasamos suficiente tiempo en compañía de nuestros seres queridos. Los libros hablan entre sí, hablan con otras obras de arte, y me gusta introducir operaciones de intertextualidad en mis libros. El abuelo del libro tiene efectivamente los rasgos de Pessoa, y el señor Hulot como Dr. Sebastián tiene un reloj igual al de Bill Murray en la película Atrapado en el tiempo (también se despierta todos los días para repetir la misma jornada de trabajo). Realmente me interesan las obras de arte con

varias capas de lectura, así que cuando estoy dibujando, o escribiendo, y se me aparecen estas sinapsis, las aprovecho y homenajeo a mis autores de referencia. –En la revista tenemos una sección que se llama Biografía lectora en la que le pedimos a artistas, investigadores, funcionarios, editores, maestros, etc., que nos cuenten cómo ha sido su vínculo con la lectura, cuáles fueron las experiencias que los convirtieron en lectores. ¿Cómo definiría su biografía lectora? –Acompañando mi niñez siempre hubo libros con personajes fuera de la norma: Alicia en el país de las maravillas, Huckleberry Finn o Tom Sawyer, Juan Sin Miedo y Mafalda. Juan Sin Miedo es un personaje del escritor portugués José Gomes Ferreira, y una de las frases del libro define claramente el tipo de lector de estos libros: “Está prohibida la entrada –leer lectura– a aquellos que no andan asombrados de existir”. //


reportaje / 7

Breve biografía Catarina Sobral nació en Coimbra en 1985. Es licenciada en Diseño de la Universidad de Aveiro y concluyó su maestría en Ilustración en la Escuela de Educación y Ciencias de Lisboa, en colaboración con la Universidad de Évora. Tuvo un paso por la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Barcelona en el programa Erasmus. A los 26 años publicó el primer libro, Huelga, al que le seguirían con creciente reconocimiento Achimpa y Mi abuelo. Catarina Sobral alterna la edición de libros con colaboraciones esporádicas con varias editoriales, revistas y periódicos. A pesar de que sus libros están destinados principalmente a los niños, Sobral no parece pensar demasiado en ellos al crear. Prefiere desarrollar los libros que le interesa pensar y atesorar, como objetos de arte que se pueden disfrutar sin importar la edad que se tenga.


8 / DE FONDO

Libros a la sombra de un verde limón por Diego Javier Rojas

Desde hace diez años la industria editorial ha crecido muchísimo, en especial en el ámbito de la LIJ, aparecieron nuevos actores del mundo editorial y también nuevas editoriales, entre ellas Limonero. Para hablar sobre este sello nos acercamos hasta las oficinas de la editorial en el barrio de Palermo y, casualmente, en la terraza nos topamos con dos árboles cítricos que dan nombre a la editorial. Nos encontramos con uno de los dueños, Manuel Rud, con quien compartimos un té con limón en una de las tazas que llevan el logo de la editorial. Y lo primero que se me ocurre preguntar en ese ámbito es ¿cómo surge crear el sello? –Junto a mi socia, Lulu Kirscherbaum, trabajamos desde hace muchos años como editores de contenidos de libros de textos y educativos. Hemos visto pasar por nuestros ojos numerosa literatura infantil con un claro objetivo didáctico e instrumental y de baja calidad, por lo cual, en oposición, dimos lugar al nacimiento de Limonero. –¿Por qué optaron por la LIJ para lanzarse al mercado habiendo tanta oferta? Manuel toma un sorbo de té antes de contestar. –Los editores de Limonero tenemos un marcado gusto por el libro ilustrado. Desde hace años nos persigue la inquietud de desplegar Escritor, bibliotecario, maestro.

un sello relativamente independiente (con cierta autonomía de las decisiones comerciales) dedicado al libro álbum. El lanzamiento fue una consecuencia de darle curso a un deseo y a una intuición de que había mucho por descubrir y difundir en el ámbito del libro álbum. –¿Qué destaca a Limonero de otros sellos? –Creemos que el catálogo ofrece una propuesta variada y arriesgada. Desde el inicio, nuestra premisa fue que los libros apuntaran alto desde el punto de vista gráfico y literario, que convocaran a sus lectores desde un catálogo que, aunque dirigido a un público infantil, no transcurriera en los lugares comunes e infantilizados de la mayoría de los libros para niños. Me tomo un tiempo para pensar y mirar los libros sobre la mesa y lo que asegura Manuel se cumple con títulos como Bigudí, un texto de Delphine Perret, que cuenta la historia de una señora mayor que vive con un perro bulldog que no es su mascota, sino su amigo. Pero un día el perro muere y Bigudí lo extraña, añora los tiempos compartidos con él. Un libro bellamente ilustrado, sentimental que no solo habla sobre la muerte, sino también del disfrutar con el otro. Otro libro es Eso no se hace, de Laura Wittner y Carlos Junnowicz, un poema ilustrado para interrogar al lector sobre la fantasía, las palabras y lo que sucede en el pacto entre escritor y lector.


DE FONDO / 9

Ninguno de estos dos libros transitan los lugares comunes, desde la propuesta gráfica de tapa en tonos grisáceos y los textos para hablar de temas universales. El calor de este febrero se apacigua bajo el árbol y continúo entusiasmado dialogando con el editor, pensando en los libros que mencioné anteriormente ¿A qué tipo de lector apuntan? –Creemos que los mejores libros son los que pueden leerse en capas y que disparan múltiples sentidos y efectos en la experiencia de quienes los leen, imaginamos para nuestros libros lectores de cualquier edad que sean curiosos. Buscamos que nuestros libros lleguen a todos lados. –¿Con estos cuatro títulos publicados ya pueden ir vislumbrando una línea editorial a la que apuntan? –Apuntamos a publicar libro álbum y que los libros elegidos presenten un balance y una complementariedad entre lenguaje visual y textual. Ya ansioso quiero saber cuáles serán las novedades para el resto del año. Me comenta que ya tienen en imprenta otros cuatro títulos y habla de cada uno de ellos con mucha estima.

Mi pequeño, un conmovedor libro de Germano Zullo y Albertine sobre la relación madre-hijo. Júbilo, un romance escrito e ilustrado por la novel autora chilena Andrea Pizarro Clemo. Mi abuelo, de la premiada autora e ilustradora portuguesa Catarina Sobral (de quien ya publicamos Achimpa). Noel Gris, de Aaron Blabey, una fábula humorística sobre un niño que de tanto protestar pierde la cabeza. Ya tomando el último sorbo de té y tratando de hacer futurismo, le pregunto a este inquieto editor ¿cómo se imaginan dentro de cinco años? –Nuestro horizonte es alcanzar en algún momento un plan de publicación de entre 10 ó 12 títulos por año. En consecuencia, nos gustaría haber llegado dentro de cinco años a contar con un fondo editorial amplio, del que estemos orgullosos, que sea conocido y reconocido por lectores, colegas y especialistas. Y las ganas de quedarse en esa terraza están latentes para continuar leyendo a la “sombra de un verde limón”, pero como todo lector me acercaré a las librerías para deleitarme con los frescos títulos de esta editorial.

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10 / POLÍTICAS


POLÍTICAS / 11

Nueva dirección para las bibliotecas populares argentinas por Valeria Sorín

Las bibliotecas populares son un actor fundamental de la promoción de la lectura en la Argentina. Entrevistamos aquí al nuevo presidente del organismo que debe protegerlas.

En Argentina, las bibliotecas públicas son populares. Se les dice así, populares, porque han sido creadas por grupos de vecinos y siguen bajo la gestión de ellos. Fue la forma más ágil que se encontró a finales del siglo XIX para crear bibliotecas en todo el vasto territorio argentino. En paralelo a las oleadas inmigratorias de principios del siglo XIX –producto de persecuciones religiosas, políticas y hasta estéticas, así como de la creación de masas desplazadas como consecuencia de la Revolución Industrial y de las guerras–, se fundaron miles de bibliotecas ligadas en algunos casos con asociaciones de socorros mutuos, centros de inmigrantes y gremiales. Como ocurre con cualquier proyecto que nace de un grupo de personas, no todas han continuado hasta nuestros días, aunque las hay centenarias. Si para nosotros, mediadores de lectura, las bibliotecas son importantes en todos lados, cobran especial importancia allí donde hay menos: cuando asisten a poblaciones vulnerables, cuando ocupan un lugar de actividad cultural en pequeños pueblos. Hace unos meses, nuevas autoridades asumieron la presidencia de la Comisión Nacional Protectora de Bibliotecas Populares (CONABIP). La CONABIP venía realizando un trabajo excelente, que se había visto reconocido a nivel nacional e internacional. Como ocurre en cualquier ámbito de gestión, quedaron cosas por hacer. Y esto ha producido mucha expectativa con la nueva presidencia.

Editora, Periodista y Gestora Cultural.

Perfil del elegido Leandro De Sagastizábal lleva más de treinta años en el mundo del libro. Fue director comercial de Planeta, y director editorial de Eudeba y Fondo De Cultura Económica, en Argentina. Trabajó en Tinta Fresca, Capital Intelectual y asesoró al colectivo de editoriales universitarias. Historiador recibido de la UBA, fue director de la carrera de Edición y autor de libros sobre la historia de esta disciplina, como ser: Diseñar una nación. Historia de las editoriales en la Argentina, y el más reciente: Optimistas seriales, que reúne entrevistas a editores argentinos de todos los sectores. Estrenando cargo, lo fuimos a entrevistar para que cuente en primera persona su visión. La COANBIP es un espacio que parece igualar derechos al dar acceso al libro en todos los rincones de nuestro país. Al mismo tiempo, están las bibliotecas llamadas a articularse en las políticas de promoción de la lectura.


12 / POLÍTICAS

¿De qué forma y hasta dónde pueden trabajar las bibliotecas por expandir las fronteras de la nación lectora? –Yo creo que una red de biblioteca populares como las que conforman las que son reconocidas por la CONABIP pueden expandir muchísimo las fronteras de una nación con respecto a la lectura, pero creo que esas fronteras, además de sociales o geográficas, son también culturales. Me sorprende la cantidad de profesionales, docentes, trabajadores calificados, que no son lectores. Allí también hay que hacer un trabajo intenso de promoción de la lectura. –Me ha resultado particular que tanto el ministro de Cultura como usted son editores. Entiendo que el editor siempre piensa en términos de catálogo, aunque lo que mire sea la cultura de un país. ¿Cómo cree que la experiencia de editor caracteriza su mirada? –Un editor se vincula con la cultura de un país a través de los libros que publica y de un catálogo que arma, pero sobre todo a través de la preocupación por lo que pasa con la lectura en la sociedad en que se desarrolla. A lo largo de mi vida editorial he visto en todas las editoriales con las que estuve vinculado –ya de libros universitarios, ya de libros de textos escolares, ya de interés general o de ficción– la preocupación permanente por la dinámica, los niveles, el desarrollo, en todo lo referido a los lectores. Algunas veces con preocupaciones más comerciales y otras más culturales, pero siempre en la vida de un editor su actividad está directamente vinculada con lo que pasa con un lector.

Dar continuidad –Ha dirigido en Argentina Fondo de Cultura Económica, que es una editorial semipública, y Eudeba, que pertenece al espacio universitario. Ambas editoriales con una enorme trayectoria e imagen. La CONABIP también pertenece a una larga tradición que inicia Sarmiento, cuando en 1870 sanciona la Ley 419 –hace casi ciento cincuenta años–. Una institución así responde a sus raíces, pero también mira hacia el futuro. ¿Con qué proyectos llega a esta gestión? ¿Con qué esperanzas? –Efectivamente, este es un proyecto con una larga trayectoria y con algo más raro en nuestro país: una continuidad sorprendente. Eso hace que muchos de los proyectos actuales y futuros sean justamente seguir los que se han venido desarrollando, como los subsidios para talleres de todo tipo que fomenten la lectura, que capaciten a los bibliotecarios, que mejoren la infraestructura de las bibliotecas, que las provean de libros, que faciliten el acceso a las nuevas tecnologías y algunas otras cosas. Sin embargo, un aspecto que es central en el proyecto de las bibliotecas populares en la Argentina, además de su cantidad –más de 2.000– y su extensión a lo largo del país en una increíble red federal, es su naturaleza. Son asociaciones civiles, es decir, creaciones de la sociedad que el Estado apoya. La función del asociado es central en ese proyecto por muchísimas razones y, entonces, una primera actividad intensa será realizar una campaña buscando que más personas se acerquen a las bibliotecas de su zona y se involucren con ellas.


Junto a eso, las bibliotecas, por su larga tradición, también son un patrimonio cultural privilegiado. Esa dimensión de patrimonio cultural es algo a lo que le daremos total prioridad. Rescatar libros, colecciones, documentos, etc., y digitalizarlos para que estén al acceso de investigadores, docentes, bibliotecarios y lectores. También, y por citar solo tres proyectos ya que son muchos más, queremos trabajar un tipo de bibliotecas que está definida en la Ley 23.351 que rige actualmente y que son las bibliotecas pilotos. Una biblioteca por provincia con la que hacer experiencias que luego podamos replicar en otras. La esperanza básica y fundamental es lograr que la lectura sea una necesidad prioritaria en nuestra sociedad. –¿Cómo valora el trabajo que vino haciendo la CONABIP? –A mí me ha sorprendido. Creo conocer bastante de los que son los objetivos y los procedimientos de gestión de una empresa. Y que la CONABIP, que no es tal cosa, sino un organismo del Estado, tuviera diseñado todo eso de una manera tan rigurosa me pareció significativo. Los planes, además, son diversos, amplios, valiosos y realistas. Yo valoro lo que se ha venido haciendo y muy especialmente en algo que no es lo que normalmente se ve y que es la calidad profesional del equipo en general. El personal de la CONABIP es de muy buena calidad personal y profesional.


14 / POLÍTICAS

La ola de nuestro tiempo –Pensando en una era donde internet reemplaza muchas de las búsquedas de información de la gente, ¿cuál es el rol que pueden cumplir las bibliotecas? ¿Qué funciones les atañen? –Esa tensión propia e inevitable de la época actual exige cuando menos dos cosas: por un lado, contar con tecnologías en las mismas bibliotecas y, por el otro lado, pensarlas no solamente como un espacio clásico de libros, sino como un ámbito que genera permanentemente un vínculo cultural más importante con su comunidad. Las bibliotecas populares tienen una increíble dinámica cultural de todo tipo. Podría citar desde las que tienen pequeños teatros hasta las que realizan recitales de música, las que son objeto de visitas de colegios primarios hasta las que facilitan el acceso de gente muy mayor de la zona como colaboradores. –¿Existen ciudades sin bibliotecas populares? ¿Hacen falta más? –Hacen falta más o, mejor dicho, hace falta lograr que se reconozcan como tales, ayudándolas en los requisitos que son obligatorios para ello, como conseguir la personería jurídica para muchas que ya

existen como bibliotecas populares. Hay provincias donde hay cuarenta bibliotecas y tenemos reconocidas por esos déficits únicamente cuatro; o donde hay noventa y tenemos reconocidas diez. Hemos creado una instancia que se denomina Observatorio de las bibliotecas y que tiene como objetivo un trabajo intenso, juntos a los vocales de la CONABIP y otras personas para visitarlas y ver cómo podemos ayudarlas. –¿De qué forma cree que se puede dar mayor sostén a las bibliotecas? ¿Qué necesitan? –Necesitan una sociedad más comprometida con ellas. Si uno mira la tendencia de los últimos cinco años, la cantidad de socios va hacia la baja. Necesitan mayor reconocimiento de la sociedad. Por supuesto, también necesitan la máxima ayuda posible del Estado para mejorar sus edificios, profesionalizar a las personas que atienden, mejorar sus tecnologías, tener espacios y áreas para libros infantiles, y muchas cosas más. También creo que necesitan mejor articulación con otras instancias, como los establecimientos de enseñanzas, los sectores productivos e incluso me animo a especular que con las editoriales universitarias.

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NOVEDADES / 15

El sueño de Bhakti

Autores: Fabiana Fondevila y Daniel Roldán Editorial: Uranito Colección: La vuelta al mundo ISBN: 978-987-1831-57-9 40 págs. Un cuento inspirado en la cultura hindú, en el amor a la tierra que nutre y sostiene y en el respeto por sus habitantes y ancestros. Bhatki va cosechando frutos hasta que se encuentra con una cachorra de elefante. La necesidad de una y la ternura de la otra hicieron el resto. Una historia de amistad y respeto hacia los animales, colorida y bellamente ilustrada por Daniel Roldán.

Amanecer Esmeralda Autores: Ferréz + Pupé Editorial: Corregidor Colección: Puentes de papel ISBN: 978-950-05-3106-1 32 págs.

Este es el primer libro para niños de Reginaldo Ferreira da Silva, autor salido de la favela Paulista y hoy referente de la llamada literatura marginal brasilera en la primera colección de literatura infantil de Corregidor. Una historia que visibiliza la vida dura en los barrios periféricos, y la posibilidad de que una pequeña acción contagie a toda la comunidad para buscar la transformación.

Mundo cruel

Autores: Ellen Duthie y Daniela Martagón Editorial: Iamiqué ISBN: 978-987-1217-47-8 36 págs. Un libro de preguntas, (y por suerte), sin respuestas correctas o unívocas. Un tema intrigante y desafiante: ni más ni menos que la crueldad. La posibilidad de pensarla, sentirla, de acercarse a ella lupa en mano y la alternativa de ponerse en el lugar del otro y ver qué sucede. Un libro para entrar desde cualquiera de sus páginas, por el costado que prefieras, formular nuevas preguntas y sacar tus propias conclusiones.

Veterinaria

Autora integral: Liesbet Slegers Editorial: Edelvives Colección: Quiero ser ISBN: 978-84-140-0132-5 32 págs. Un perro se ha tragado una pelota y un caballo se ha dañado una pata. Un especialista deberá atenderlos: el veterinario Un libro de divulgación para leer con los más pequeños ¡porque ser un buen veterinario es una ciencia!


16 / en foco

Diario personal por Carmen del Faro

Escritora y docente.

Entre tanto comentario oportuno/ista, las redes suelen convidarnos también con artículos y noticias que nos acercan contactos y amigos. Entonces, en el medio de una rápida mirada al Facebook, nos vamos deteniendo en esos otros textos que son las noticias de nuestro día, una selección no tan azarosa de recortes de diarios y revistas, y muros. ¿Qué hacer? ¿Nos detenemos y los leemos con atención? Saltamos del título al copete, en diagonal su contenido, lo abrimos en una nueva pestaña y esperamos poder volver ahí, si el navegador no se cierra, si la compu no se reinicia. Pero ¿quién tiene tiempo en la semana? Por un lado, la actualidad, necesaria para conversar con los demás en el trabajo, en el edificio, en el medio de transporte. Para poder interpretar lo que nos pasa


en foco / 17

dentro de un tejido más amplio. Y ahí están los diarios digitales, que revisamos a vuelo de pájaro. Y sus titulares nos pintan un pedacito de ese panorama general. Por otra parte, los temas que nos interesan, nos impactan y nos nutren. Un reportaje de Mario Méndez a María Teresa Andruetto en Bibliotecas para armar. La nota sobre el profesor de latín que vuelve el idioma –y su clase– algo vivo. Las recomendaciones de lectura de una especialista. Y una nota por los 32 años de La Historia sin fin, o los ya-no-sé-cuantos de tal biblioteca. Todo pasa y parece que nada queda. Todo en una sola semana de textos que se apilan en pestañas imposibles ya de sostener abiertas. Lunes, martes, miércoles, jueves, viernes. Ya el hilo está perdido. Sábado a la mañana, mate, tostadas. El diario sobre la mesa, pero esta vez en papel. Nuestra oportunidad.

¿Y? Nada para leer. No más el hojear que hubiéramos repetido en digital. Nos quedamos con hambre. ¿Y si nos hacemos el diario? Abrir un blog para guardar las notas que sí queremos leer, pero que en la semana no podemos. Acumulamos una, dos, tres, cuatro por día. De ese mismo convite amistoso de las redes, las revistas y diarios revisados. Nuestro diario particular. Aseguremos el disfrute del fin de semana, porque todo pasa y todo queda. //


18 / AL RESCATE

Al agua, pato. ¡Al agua, lectores! por Mónica Rodríguez

La propuesta de hoy es lanzarse al agua. Se podría decir que, como hábiles buzos, cada lectura nos sumerge en nuevos, profundos e inquietantes mares.

Defino este nuevo recorrido lector en los primeros días de marzo, mientras afuera llueve mucho y pareciera que el verano le regala este día al otoño por venir. Hasta hace una hora nomás el día era de un calor bochornoso y húmedo. Me concentro en la lluvia: su ritmo, su cadencia, su canción. Y pienso en el agua como un posible hilo conductor que hilvane las distintas estaciones que hoy les proponemos. Agua ambiente Nuestro primer contacto con el agua serán las Coplas de la humedad, de Laura Devetach y Jorge Cuello. El libro fue editado por Colihue dentro de la preciada colección “Los morochitos”. Allí se cantan poéticamente desde las peripecias de la lluvia hasta las andanzas de una rana acróbata. Elegimos una copla que aúna agua de lluvia y amor: “Si gotea en mi ventana se me enrula el corazón porque el agua que me moja también te ha mojado a vos”. Imposible no advertir el amor que expresan los dos pájaros que a través de la copla se acoplan. Otro juego de palabras. Agua arroyo En esta historia también hay agua. Y también es el agua la que permite un nuevo acople. Tomamos uno de los cuentos de Los imposibles, de Ema Wolf: “La sombra del

Maestra, Editora y Supervisora de Bibliotecas Escolares.

conejo Ricur”. La historia narra los destiempos que viven el conejo que da nombre al cuento y su sombra fuera de compás. En este caso es el agua del arroyo la que encauza a la sombra rebelde y la hace marchar, cronológicamente, acoplada a su dueño. Agua balde Ahora rescatamos un clásico de otros tiempos: La pancita del gato, de Marta Giménez Pastor, editado por Plus Ultra. En la piel de Leopoldo, la historia rememora a los ¿viejos? muñecos de trapo (aunque todo lo que le sucede podría pasarle a algunos de los peluches actuales). Un agujerito en la panza que, para la dueña del muñeco es un ombligo, hace las veces de alcancía y cofre de tesoros. La pequeña Marcela va reuniendo ahí lápices de labios, monedas, dedales y hasta tierra de la plaza. Todo sigue allí escondido hasta que la mamá decide bañar al gato. Y aquí se da el acople del agua, las semillas y el sol que juntos dieron origen a una bella planta de flores azules que se asoma por la pancita del gato provocando inquietud a su dueña: ¿se asomará una planta por su panza? Agua salada (de mar/de lágrimas) Esta estación es un clásico de Graciela Montes: Historia de un amor exagerado. Podemos vivir en esta obra la historia de amor de Santiago Berón y de Teresita Yoon. Compañeros de colegio en 7° grado, los chicos se enamoran. Cada demostración de amor de Santiago deviene en una exageración: el ramón más grande de flores, el


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corazón de bronce más grande y el río de lágrimas más extenso que se conoció. Otra vez agua, esta vez salada y acongojada. Como dice la autora, la historia está abierta y cada lector definirá cómo continuará. Proponemos que siga con una nueva exageración de Santiago, ¿les parece? Rescatamos la historia de amor que se cuenta en el prólogo: en una foto hay varios niños, entre ellos la propia autora. Ella misma nos presenta a Chacho, quien será años más tarde, el papá de sus hijos Santiago y Diego. (Graciela le dedica el libro a Chacho “porque nunca nadie escribió cartas más lindas”). Agua niño Para esta última estación nos vamos a la Antártida, como el protagonista de la obra que evocamos. En El niño que se derretía, el agua es el cuerpo del protagonista. Daniel sufre mucho cada día de calor. Traspira al punto de caer derretido en un balde y de reconstruirse

en la heladera. Un día las cosas salen mal y su afligida familia corre el riesgo de no recuperar al pobre chico. El final de la obra es feliz: con todos viviendo, como ya adelantamos, en la Antártida. En este recorrido, como siempre un simple tramo de todos los itinerarios que pueden trazarse, el agua nos fue guiando. Nos quedaron tantas otras aguas: los mares surcados por piratas, las lluvias de los cuentos de terror, los ríos de Quiroga. Los invitamos a sumergirse en todas esas aguas literarias.//

CORPUS / estaciones Devetach, Laura y Cuello, Jorge. Coplas de la humedad. Buenos Aires, Colihue, 1992. Giménez Pastor, Marta. La pancita del gato. Buenos Aires, Plus Ultra, 1975. Hadida, Elena. El niño que se derretía. Buenos Aires, del Quirquincho, 1996. Mariño, Ricardo. Fofo y la sirena. Buenos Aires, Sigmar, 2009. Montes, Graciela. Historia de un amor exagerado. Buenos Aires, Colihue, 1987. Wolf, Elena. Los imposibles. Buenos Aires, Sudamericana, 1988.


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Adivinanzas en la mira por Daniela Azulay

Pararse junto a su tronco es levantar toda la meditación, reunir todo el desapego, adivinar el calor de todos los nidos, juntar la solidez de todos los reparos. Un árbol es el bosque. Pero para eso hace falta que un hombre sea todos los hombres. O ninguno. Roberto Juarroz

A veces me parece que si uno cortara en pedacitos pequeños la práctica, si la desguazáramos, podríamos hacer un universo de esa parte, y pensarla en toda su magnitud. Hoy nos toca adivinar para promover la lectura. Vamos por partes A mediados de febrero, estuve en un encuentro anual, Libros y maestros, realizado en el Paseo La Plaza. Uno de los invitados de esa jornada fue Carlos Silveyra. Al finalizar su momento, nos invitó a hacer un ejercicio, a inventar trabalenguas, y además, nos entregó un material de su autoría. Especialista en Lectura. Coordinadora de la biblioteca de la Asociación Civil La Vereda.


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Realmente hizo varias cosas sumamente interesantes. Primero, nos pidió a cada uno de los que lo estábamos escuchando, todos colegas, a realizar una instancia práctica, luego, convidó generosamente la teoría sobre esa práctica recién pasada por el cuerpo. Me quedé enganchada con las especies que nombró ese día: adivinanzas, tantanes, trabalenguas, colmos, etc. Pero decido esta vez detenerme en adivinanzas y acertijos. ¿Por qué? Porque hace tiempo que vengo, y puedo decir venimos, con algunas colegas, pensando sobre la lectura de adivinanzas, y todo lo que ocurre con ellas.

Adivina, adivinador… Una especie, que a veces es dejada de lado, y sin embargo es tanto y tan complejo lo que propone. Podemos pensar en que leer adivinanzas es una instancia solamente lúdica, algunas veces también competitiva; pero intentemos ir más allá. ¿Podremos? Mirás adelante, hacés ejercicio, le das a los pedales y tenés equilibrio. Lo que tal vez no se tenga suficientemente en cuenta es todas las capas de aprendizaje que proponen las adivinanzas, y las competencias y saberes que se ponen en juego cuando realizamos esta actividad. Hace años que con algunas compañeras del programa Escuelas Lectoras, especialmente con Claudia Zenobi, pensamos en este tema. El año pasado se sumó Ivana Sosnik y seguimos dándole vuelta para andar, como a los pedales. Sus voces están presentes en este texto, y yo, agradecida, siempre. Pensar con otros es de las cosas que más me gustan. Y justo en las adivinanzas se da eso de jugar a pensar con otros.

Tengo ruedas y pedales, Cadenas y un manillar; Te ahorras gasolina Aunque te haga sudar. Algunas de las cosas que suceden cuando leemos adivinanzas con otros. • Escuchar a sabiendas de que luego de la escucha viene una pregunta. • Asociar y relacionar con el propio recorrido de cada uno para poder responder. • Actualizar conocimientos previos a partir de lo que va saliendo en el intercambio. • Generar vínculos en ese vaivén de palabras que se arma en el adivina-adivinador. En esto de compartir adivinanzas, es clave el rol del docente o mediador para ayudar a encontrar la respuesta. La idea es ayudar sin dejar fuera del juego a nadie, es decir, dando pistas, orientando, releyendo, pensando criterios en conjunto. Hay adivinanzas que describen el objeto por adivinar, otras que indican qué es lo que se puede hacer con él, otras que indican qué es lo que te pasa o le pasa a alguien con ese objeto… y más, mucho más. En el prólogo del libro En el campo me crie, dice Adolfo Colombres: “Se puede decir que las adivinanzas pertenecen al campo de lo que la teoría literaria resume como fórmula lingüística, al que las elites ilustradas han considerado de un modo recurrente un desdeñable lugar común y una trampa fatal para quienes pretenden volar alto en el cielo de las letras, por lo que se debe extremar el rigor para sortearlo”. Es el transporte adorado de Anacleta, una tía mía. En sus dos ruedas va ella a pasear todos los días.


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Veo veo El veo veo podría ser también una adivinanza. ¿Va? Uno tiene que adivinar, recordar, decir el verso del veo veo, pensar en algo, dar pistas para que el otro adivine, o decidir no hacerlo. Es interesante este juego en el que se puede hacer trampa para que no se termine nunca. En este sentido el veo, veo, y cuando miro/miramos finito, logramos encontrar y entender mucho más a partir de ese pedacito que pusimos en foco. De eso se trata: poner en foco, incluirlas, seducir juntándolas, y viendo cómo cambian con el paso del tiempo. Por ejemplo, una vez estaba acompañando a un grupo de lectores que leía en la escuela 7 DE 1, de la ciudad de Buenos Aires. El grupo de lectores, participantes del proyecto De mayor a menor, estaba terminando sus lecturas quincenales en la escuela (son grupos de adultos mayores voluntarios que leen en grupo cada quince días en el primer ciclo de algunas escuelas públicas de la ciudad), y para cerrar, dijeron una adivinanza: ¿Quién lleva y trae mensajes? ¿Quién es símbolo de paz? ¿Quién vuela sin detenerse, por montañas, bosque y mar? Una mano levantada, dos, pero antes de terminar de escucharla, un nene se paró y dijo: “El celular”. Dice Carlos Silveyra, en el prólogo de su libro Canto rodado: “…lo que no pudo ver –el maestro Carrizo– es que la vida en las ciudades, con todo lo alienante que trajo para los ciudadanos, con todo el profundo cambio de calidad en las relaciones sociales de sus habitantes, a pesar de todo, generó un potente folklore urbano. La ciudad […], en uno de sus tantos contrasentidos, nos muestra que es posible que no conozcamos el nombre de pila de nuestro vecino, pero, simultáneamente, genera nuevos espacios de encuentros…”.

Escuchar, contestar, mirar profundo, conversar Juguemos entonces a adivinar, que de este modo podemos acertar en muchos puntos, y armar vínculo; vínculo que, por otro lado, nos va a permitir construir espacios de lectura compartidos y variados, y abrir la puerta para ir a jugar a otras especies y a otros géneros. Por otro lado, la adivinanza también es un nexo generacional. Es inherente al ser humano, tenga la edad que tenga, preguntarse y querer saber algo que está oculto, que es una de las acepciones que da el diccionario para la palabra: adivinar. Otra definición es “llegar a la solución de un enigma”. Con esta también nos quedamos. Jugar, animarse a pensar, a inventar, a crear, a escuchar. A repetir muchas veces la lectura de esa adivinanza que cuesta, a interesarse por eso que contestó alguien y que no es la respuesta correcta, pero podría serla. Las adivinanzas proponen compartir, arman conversación y, a partir de ella, vínculo. Generan un estado de deseo, de intriga, de participación y anticipación creativa en el hacer, todas cosas que deseamos cuando leemos y contamos con y para otros. En ese sentido se arma un ida y vuelta que genera una especie de red sobre la cual leer. Un espacio habitado. Yo, veo - veo. Vos: ¿Qué ves? PD de la nota: Hay tres bicicletas dando vueltas por esta nota.

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a Lectura el Libro y l d o t n e m o por el F ernacional t In o r o F º 21 16 e agosto de 20 o, Argentina Del 17 al 20 d esistencia, Chac siempre en emergenR e d ad d iu C es Gala de la niráctica social de Convencion mesas será La lectura: una p or y autor de literatura para o tr en C r: ga n d s Lu ié la ra b e st d m ilu al , Ta . tr ta 2013 a cen ovelis Este año el tem encuentro el reconocido n de la Comunidad Europea en su presencia mó tura en el cia. Participará fonso Cruz, Premio de Litera . Entre los académicos, confir centros educaA o l, d n ga ia n u b ó e ños de Port strador colom paña, especialista en direcci irginia (USA), y una ilu e r o it cr es , Es de V cia, Jairo Buitrago sidad de Valen é, profesor de la Universidad lmente para este Foro. er iv n U la e d , Eliseo Valle rán especia ando Oper cundario, Fern blica Popular China, que llega se el iv n e d s vo ti epú autores de la R delegación de e inscripción: Para informes amgiardinelli.org d forochaco@fun


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Cómo incluir un enfoque de género en la televisión infantil por Cielo Salviolo

Ante la reproducción sistemática de modelos tradicionales de género en los productos infantiles, la autora propone una revisión de pautas para promover una sociedad más justa desde los contenidos audiovisuales para la infancia.

Los contenidos audiovisuales diseñados para el público infantil pueden colaborar de una manera significativa en el logro de una sociedad más justa, en la que niñas y niños tengan las mismas oportunidades para crecer, desarrollarse y armar sus proyectos de vida. Los medios masivos de comunicación recogen y recrean estereotipos construidos y vigentes socialmente. En este sentido, coexisten con los estereotipos, prejuicios y creencias que se transmiten culturalmente. Los medios pueden reforzarlos o cuestionarlos y contrarrestarlos, pueden favorecer la superación de los estereotipos y roles de género, y contribuir así a combatir la discriminación. Mientras los estereotipos son creencias, juicios de valor sobre las características de grupos de personas (las rubias, tontas; los hombres, fuertes), los roles de género son los comportamientos, actitudes, obligaciones y privilegios que una sociedad asigna a cada sexo y que espera de él. Generalmente van asociados los dos conceptos y se habla de estereotipos y roles porque los primeros contribuyen a mantener los roles de género, al modelar las ideas sobre las actitudes, obligaciones, comportamientos y privilegios de

Consultora e investigadora en comunicación e infancia y productora de contenidos audiovisuales para niños. Ex directora de Pakapaka. Profesora titular de Producción y Realización de televisión infantil (UBA).

los hombres y de las mujeres, y a crear expectativas sobre lo que significa ser mujer o ser hombre. En nuestra sociedad circulan aún con fuerza estereotipos de género que se asocian fuertemente a lo femenino y a lo masculino de manera diferenciada. Mujeres que disfrutan de las tareas domésticas, niñas que juegan con muñecas, o que visten de rosa, hombres que realizan trabajos forzados, varones que juegan al fútbol, etc. Las niñas, en general, aparecen asociadas a cánones convencionales de belleza: son flacas, rubias, altas, algunas veces con cuerpos hipersexualizados (cinturas pequeñísimas que no se corresponden con los cuerpos de las niñas y piernas extremadamente largas). Estudios de la Fundación Prix Jeunesse advierten también que los personajes femeninos muy pocas veces aparecen como líderes y, en líneas generales, son siempre secundarios respecto a los masculinos. Sus motivaciones están más que nada asociadas a intereses románticos, son dependientes de los hombres, más tímidas y sensibles, algunas veces, sumisas, y en general “funcionan” dentro de las tramas como complemento de los hombres: están allí para apoyarlos, para animarlos. Por supuesto que hay excepciones y ejemplos de calidad en la televisión infantil también, pero aún estas tendencias son muy fuertes en la televisión infantil de todos los países del mundo. Sin embargo, la televisión puede producir materiales y discursos que cuestionen esos estereotipos, a


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través de la presentación de situaciones que tiendan a ubicar a los sujetos en roles que no se asocien a los tradicionales roles de género e intentando mostrar situaciones de igualdad, donde la diferencia sea un valor ligado al respeto de la individualidad de cada persona. Quienes producimos televisión para niños y niñas podemos tener en cuenta criterios de calidad para representar a las niñas y a las adolescentes ampliando sus intereses, sus expectativas, sus imágenes, sus historias, sus deseos y las formas de ver el mundo, alejadas de los estereotipos. Por ejemplo: • Prestar atención al número de niñas y niños. Balancear los protagonistas, tanto principales como secundarios, para que sean tanto niñas como niños, representados de manera igualitaria. Equilibrar los liderazgos. • No reforzar estereotipos en cuanto a rasgos de personalidad según el género. Por ejemplo, no poner tipos de juegos típicamente asignados a niñas o a niños de manera diferenciada (juegos de aventuras o juegos de muñecas). • En las situaciones de interacción, presentar siempre grupos heterogéneos, en los que haya igualdad de representantes niños y niñas. • Presentar personajes que valoren y aprecien las diferencias entre niños y niñas, sin otorgarles un juicio de valor.

• Valorar las diferencias dentro del grupo, no asociadas al género, sino a otros rasgos de personalidad, que den cuenta de ambos géneros frente a una misma característica (por ejemplo, el más divertido o la más divertida). • Evitar utilizar paletas de colores que refuercen estereotipos de género: rosa, fucsia, lila para las niñas, y los azules y celestes para los niños. • Ampliar el rango de representaciones de las niñas desde lo físico y desde el universo de intereses y motivaciones. ¿Por qué las niñas tienen que esperar ser salvadas? ¿Por qué los varones siempre tienen que ser valientes? • Considerar qué significa ser niño o niña según diferentes contextos y culturales, y tener en cuenta el impacto que algunos temas tienen sobre las mujeres o sobre los varones.

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La formación del responsable de proyectos de lectura por Natalia Porta López

¿Qué saberes específicos hacen al buen mediador de lectura cuando tiene a cargo el proyecto de fomento lector de una la escuela o una biblioteca?

¿Qué habilidades se requieren para liderar un proyecto institucional que garantice a una comunidad el ejercicio de su derecho a leer? Decimos que el buen mediador es, ante todo, un buen y entusiasta lector. Qué hacer cuando docentes y bibliotecarios, que por la naturaleza de su función deberían ejercer el fomento lector, no pueden hacerlo porque no son lectores. Hace ya muchos años, en uno de nuestros Foros Internacionales, la especialista colombiana Silvia Castrillón sugería implementar en las instituciones escolares dos prácticas aparentemente sencillas: la primera, habilitar un tiempo semanal para que los docentes (todos, no solo los de lengua) se construyan o se recuperen a sí mismos como lectores abordando material teórico sobre lectura y la literatura que les entusiasme compartir con sus pares. La segunda, organizar un club de lectores de literatura para niños o jóvenes que incluya a los estudiantes y a sus docentes entre los cuales circulen “pocos pero buenos libros, que se lean por gusto, sin notas ni evaluaciones”. Un espacio en el cual los adultos puedan experimentar las teorías que leen en su propio grupo. Pero aun experiencias de este tipo requieren quien abogue por ellas ante las autoridades, genere los acuerdos institucionales para concretarlas, las organice, las coordine, seleccione corpus de lecturas para abordar, Directora General Fundación Mempo Giardinelli. La FMG organiza todos los años en la ciudad de Resistencia, Chaco, el Foro Internacional por el Fomento del Libro y la Lectura.

las evalúe y las sostenga en el tiempo, único modo de garantizar algún resultado real. Formar referentes En instituciones en las que docentes y bibliotecarios no son conscientes de su rol de mediadores (no ejercer el fomento de lectura en esos ámbitos es una política en sí misma), salta a la vista la necesidad del agente que sugiera y lidere el proyecto de lectura. Formar y fortalecer a esos referentes proactivos es necesario y urgente ante un Estado que recorta o transforma dramáticamente sus políticas públicas de lectura curriculares. Esa emergencia y un pedido concreto del Ministerio de Educación provincial nos pusieron a pensar qué saberes específicos debería incluir esa formación. Para responder a esta demanda concreta, el Centro de Altos Estudios Literarios y Sociales Chaco, dependiente de la FMG, ofrecerá tres postítulos semipresenciales con reconocimiento oficial que se dictarán en nuestra sede. Estos tienen modalidad semipresencial y se cursan en 3 cuatrimestres una vez por mes en Resistencia a partir de mayo. • Pedagogía de la Lectura con Orientación en Literatura Infantil y Juvenil. • Pedagogía de la Lectura con Orientación en Literatura Argentina y Latinoamericana Contemporánea. • Pedagogía de la Lectura con Orientación en Literatura del Nordeste Argentino y el Gran Chaco Americano.


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La trilogía tendrá un tronco común de pedagogía de la lectura, historia de la lectura, un recorrido por las políticas de lectura en Argentina, el reconocimiento de instituciones nacionales e internacionales de fomento de lectura, análisis de experiencias contemporáneas de fomento lector, las potencialidades de las nuevas tecnologías como herramientas para la formación de comunidades lectoras, metodologías para la investigación y el registro de resultados en temas de lectura, así como herramientas para el diseño de proyectos, su gestión, su comunicación y su evaluación. Hacia la práctica sistemática Pero por eso que tan bien explicó el poeta Pedro Salinas –“…que todo escrito lleva su secreto consigo, dentro de él, no fuera como algunos creen y sólo se encuentra adentrándose en él y no andando por las ramas. Se aprende a leer leyendo…”–, en cada uno de los tramos de formación hemos previsto un recorrido muy nutrido de lecturas literarias específicas: literatura infantil y juvenil, literatura argentina y latinoamericana contemporánea y, para atender una fuerte demanda de nuestra región,

literatura del Nordeste Argentino y el Gran Chaco Americano. Suficientes para formar criterios de selección para quienes deberán diseñar posibles nuevos trayectos. Nos proponemos trabajar sobre un preciso posicionamiento epistemológico y ético complementado con una importante carga de horas de práctica comunitaria, porque, tal como sugiere Castrillón y compruebo en mi experiencia como coordinadora de voluntariados de lectura, es la práctica lo que genera el interés y la necesidad de la teoría que ponga al docente o al bibliotecario por encima de un mero administrador de métodos o actividades programadas por otros y que no le ofrezcan ninguna autonomía. Formar coordinadores de proyectos de lectura capaces de proponer y llevar adelante prácticas sustanciosas, no entretenedoras ni eventuales, que entusiasmen y llamen a la conformación de comunidades de lectura que no dependan de iniciativas externas para existir y evolucionar. //


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CURSOS-S EMINARIOS -ENCUENTR CONCURSO OSS-TALLERES -JORNADAS II Jornada d e Lit

eratura para La Plata, vi Niños y su ernes 7 y sá Enseñanza bado 8 de o ctubre de 20 16 La gran nov edad es qu e se pueden muy intere presentar p sante para onencias y incorporar pensamien pósters cien en el anális to en el área tíficos, algo is d e los resultad de LIJ y Lect os de invest ura. igación y Organiza: Se cretaría de Extensión U Facultad de niversitaria Humanidad y el Departa es y Cienci La Plata. mento de Le as de la Ed ucación de tras de la la Universid ad Nacional de Ejes temátic os 1. La literatu ra para niñ os en el mar cativos co de proye ctos socio-co 2. Proyectos munitarios editoriales y socio-edu y literatura p 3. Escritorxs ara niños e ilustrador xs : poéticas d 4. Literatura e autor para niños como objeto 5. Perspecti de enseñan vas críticas za escolar en el campo 6. Infancias de la literatu , literatura ra infantil y ot ras artes (ilu animación) stración, dis eño gráfico 7. Infancias , pintura, m y prácticas úsica, cine, ed ucativas en 8. Literatura bibliotecas para niños, populares, Medios de co CAI, patios municación y Redes Soci Para inscrip ales. ción y más informació n: jornada.lp ne@gmail.c om


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