PlayCross 12

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Una creaciรณn de Martha Saffo

Nยบ 12

Julio 2020

AMY ALDANA La Cross que nos dibuja


Lenguaje inclusivo

El debate que estalló en un post El staff Dirección, edición y diseño: Valeria Campbell Colaboraron en este número: Adriana Araya Chazarro, Gabriela Binder, Vicky Cross, Paula Fetisch, Gabriela Ivy, Romina Lycklig, Alexia Montes y Camila Sofía Paz. Arte de tapa y retoque fotográfico: Ale Fernández PLAYCROSS JULIO DE 2020 HTTPS://ISSUU.COM/VALERIACAMPBELL2

Como nunca antes había sucedido en la revista, una nota de la PlayCross Nº 11 generó un valioso y largo debate entre las chicas en facebook. Se trató del artículo firmado por Alexia Montes que se tituló: "¿Lenguaje inclusivo: una necesidad o un invento innecesario?". A partir de ese disparador, y luego de leer el contenido de la nota, se encendió una discusión de más de 160 comentarios, en donde se exhibieron posturas muy opuestas que atravesaron la identidad de género, las formas gramaticales y hasta las ideologías políticas. Un jugoso intercambio en donde se defendió a rajatablas y se defenestró el "chiques" y los artículos intermedios para aludir a las personas que están fuera del binarismo. "No me imaginé que la nota fuera a tener tanta repercusión", reconoce Alexia tras la publicación, y agrega: "Creí que solo iban a salir un par a matarme y después se iban a olvidar. Lo bueno es que se polemizó con altura". Fiel a su búsqueda de perfil bajo, agrega: "No era la idea llamar la atención de manera desmesurada, solo quise emitir una opinión que ya era conocida de mis posteos habituales". Y finaliza con un guiño: "Más me gustaría tener una cantidad de comentarios de ese estilo cuando subo a facebook algún cuadrito, un video de playback o tocando el órgano". La propuesta de PlayCross es justamente ésa: publicar siempre algunas notas que puedan indagar más profundo sobre temas que nos tocan de cerca, aquellos que llegan directo a nuestro sentir de mujeres y aplican a la versión femenina de nuestras vidas. Sin dudas que el potencial del grupo cross es tremendo y se observa día a día con diferentes tipos de talentos. Una característica en donde el poderío intelectual adquiere mucha preponderancia para masticar ideas, desarrollar conceptos y reinterpretar cuestiones que son de nuestro interés.


"No hay un día en el que no me sienta Camila Sofía Paz plena y feliz por la EN PRIMERA PERSONA decisión que tomé" Pasaron dos o tres años -soy muy mala para retener fechas- desde aquella tapa de la revista Playcross. Era la Nº 5, eso lo recuerdo bien... por si algun@ quiere curiosear esa nota. Pero también pasaron muchísimas otras cosas desde aquel título "Guiño de Mujer" que tan acertadamente publicó Valeria Campbell para esa portada. Porque efectivamente, aquella Camila Sofía Paz que con tantas dudas, inseguridades y temores se animó y reunió un poco de valor, "empujada" por una chica conocida por tod@s ustedes (Daniela Rod) a asistir a una Noche Cross en octubre de 2017, es la misma que escribe estas líneas en esta fría noche de julio de 2020. Dije que es la misma pero es “casi la misma”, porque desde entonces hubo muchos cambios en mi vida para ser la chica que soy hoy... Pasé la mayor parte de mi vida ignorándome, en parte por cobardía y otro poco por comodidad. Hasta diría por desinformación. Porque para mí era más fácil acordarme y crearme una "máscara" y ser lo que los demás esperan que fuera... Pero siempre sentía que la vida me pasaba por al lado y las cosas buenas, como la alegría y el amor, solo les ocurrían a los demás... Ahí pensaba: “Quizá la vida sea esto y nada más...” Aunque había una voz interior que me decía: “Tiene que haber algo más, tiene que haber algo más...”. En realidad, siempre supe que había algo más, toda mi vida lo supe, aunque fingiera tanto tiempo al no escuchar mi voz interior. Y así, Camila estuvo encerrada mucho, mucho tiempo en una prisión fría y oscura… sola y en completa oscuridad... y las lágrimas corrían silenciosas por sus mejillas... Esa prisión era mi mente y mi falta de autoconocimiento y aceptación. Ahora mismo recuerdo aquellos poquísimos momentos en que Camila era libre y en lo feliz que se sentía, aunque también rememoro

cuando se terminaba la magia y volvía a mi otro papel... Esos momentos fueron el origen de lo que toda mi vida supe y fingía ignorar. Y así, después de mucho tiempo en el que reflexioné y medité sin contar ni pedirle consejos a nadie, llegué a un punto de quiebre en mi vida: tuve una revelación de lo que siempre muy íntimamente supe y dejaba seguir de largo. Fue cuando decidí consultarle a la Doctora Paula Villanueva, mi tía del corazón y a la que quiero tanto. Concretamente, le planteé que quería hacer la terapia de reemplazo de hormonas. Ensayé toda esta recapitulación de parte de mi vida para contarles que llevo un poco más de un año haciendo el tratamiento hormonal y no puedo sentirme más feliz de lo

que soy ahora. Y aunque suene extraño, no hay un día en el que no me sienta plena y feliz por la decisión que tomé. Esa felicidad me acompaña todos los días y sé que va a ser para mí por siempre, aunque suene ingenuo... Recuerdo mucho los primeros meses de THR (terapia hormonal de reemplazo). Despertar en las mañanas, apenas abrir los ojos y sentirme tan pero tan feliz... La felicidad más pura y genuina como nunca había sentido en toda mi vida. Solo espero que esto que escribo le sirva a quien lo lea y tenga en mente hacer esta misma terapia. Saber que es posible y no todo es tan difícil o duro como creemos. ¡Besos y Paz para todos!


Alma x Gaby "Eso del Lado A y B deshumaniza" En una entrevista por Zoom, Gabriela Ivy descubrió los sentimientos más profundos de Alma Sativa Dos amigas unidas en un diálogo por Zoom y sin concesiones

Por Gabriela Ivy

-¿Qué sos, Alma Sativa? -Soy una persona. Alma es un personaje: empecé a querer hacer drag, investigué lugares donde se juntan drags y terminé en la Banda del Golden Cross. -¿Cómo fue que terminaste en la Banda del Golden Cross, siendo que es un espacio difícil de encontrar dentro de las redes sociales? -No soy muy buena con las búsquedas, como ya te habrás dado cuenta. Me comentaron del grupo en un boliche swinger; generalmente los tipos que están con chicas travesti o trans conocen de la Banda, pero yo ni siquiera sabía lo que era ser cross... -¿Cómo pudiste desarrollar a Alma Sativa en tu ciudad, San Martín de los Andes? -Recién pasados los dos años de venir a Buenos Aires, comencé a montarme. -¿Es decir que ni siquiera te había pasado por la cabeza cuando estabas allá? -No, mi primer contacto fue cuando comencé a ver el reality RuPaul´s Drag Race y pensé: “Me vería muy bien montada”. Le consulté a mi peluquero y no dudó: “Vos te tenés que animar a montarte”. Con la

ayuda de una aplicación, él me mostró cómo sería yo montada y lo que vi realmente me gustó. La primera vez que me monté fue cuando me lo sugirió un chico para tener sexo. -¿Cómo vivís el hecho de estar en un entorno cross, donde se define el binarismo marcando las cosas que son femeninas y las que no lo son, siendo que venís de una generación bisagra, en la que los varones se pintan las uñas, usan accesorios y muchas veces hasta tacos? -Me resulta chocante esta cuestión que parece de manual, donde la cross es un chico heterosexual que se viste de mujer, y nosotras venimos a romper con esos esquemas. Porque creo que la ropa no tiene género. Yo no oculto que uso ropa o me maquillo, pero simplemente porque no estoy haciendo algo clandestino. En cambio, veo que en el mundo cross ese binarismo se potencia, sobre todo cuando mencionan el “lado A” o “lado B”. Siento que eso deshumaniza. -Hace poco tuviste roces con algunas de las chicas en las redes sociales. Esta Alma contestadora, ¿es un producto de la cuarentena? -Siento que la cuarentena potencia ciertos aspectos de las personas, tal vez sin intención de herir, y se termina hiriendo bastante. Hice un comentario a modo de chiste con referencia a varias publicaciones de Tik Tok, y eso a muchas no les gustó.


-Yo publiqué un comentario muy similar al tuyo y no reaccionaron como lo hicieron cuando vos opinaste lo mismo, ¿por qué pensás que fue? -Muchas de las chicas que se ofendieron son las mismas que me han llegado a mandar por Inbox diciéndome que soy muy femenina a modo de halago. Siento que falta sentido del humor: a mí me hacen chistes diciendo que soy mapuche o una chica fácil y lo tomo con humor. Se ofenden más cuando hago comentarios políticos, porque muchas de las cross son de derecha y se enojan por lo que pueda llegar a decir. Y ni hablar con temas sexuales. -¿Cómo por ejemplo? -Me empiezan a escribir por privado que soy hermosa, que les gustaría estar conmigo, me saludan varias veces en distintas oportunidades, y cuando ven que no les respondo me dicen: “puta de mierda”, “¿quién te pensás que sos?”, etc. -Es decir, una actitud machista. -Totalmente. -Otro de los temas de debate fue el ego. Cuando hacemos una publicación en redes sociales, el tema del egocentrismo y narcisismo está presente. Es lo que nos motiva a postear algo, y noto que siempre estás diciendo que sos linda. Yo no te lo creo y lo veo como una pose, ¿es así? -Yo sí creo que soy hermosa, de hecho mi novio cuando vivía conmigo le llamaba la atención que me mirara al espejo y estuviera horas arreglándome y diciéndome que soy hermosa. -¿Te han llegado a decir que algo que te pusiste te quedaba horrible? -Me han llegado a decir que con la peluca corta parezco un tipo, o que tal vestido me queda horrible, y a mí me entra por un oído y me sale por el otro. -¿Considerás que el montarte potencia lo mejor y también lo peor de vos? -Volviendo al tema de que la ropa no tiene género, por más que me ponga peluca y tacos me sigo sintiendo Luis. En el ambiente noto mucho que cuando se montan toman una versión de competitividad como actitud femenina, criticándose la ropa o diciendo qué tipo de maquillaje lucen. -O sea, un concepto patriarcal de lo que es una mujer… -Siempre tuve muchas amigas mujeres e incluso ellas me acompañaron y me defendieron de la hostilidad de varones gays. De hecho, me llama la atención leer chicas cross usando el término “feminazi” o enojándose con el lenguaje inclusive. Y yo les he preguntado: "Chicas: ¿se piensan que si ustedes se muestran al mundo tal cual son, sin dividirse en lado A o lado B, ¿creen que serían aceptadas?". Esa es mi gran pregunta. Es decir, como si se pusieran en la forma de pensar de gente que no dudaría en defenestrarnos por montarnos.

-¿Podés contarnos de tu experiencia de abuso? -Vivo con mi novio y tengo una relación poliamorosa. Siempre que te presentás como una chica trans/travesti/cross, las preguntas de los hombres, la mayoría de las veces tienen grados de violencia, como saber si vivís sola, lo que hacés y lo que no. Se presupone que si buscás tener relaciones sexuales con una persona no te interesa saber de qué trabaja. Tuve una cita con un chico que se pensó que yo era cross de closet. Esta clase de abusadores golpean o roban sabiendo que si la cross es de closet no se va a animar a hacer la denuncia. Éste varón me agredió físicamente, me sacó plata y se llevó las llaves de mi casa. Yo pensaba que las relaciones con hombres que tuve como gay eran similares que como persona trans y la verdad nada que ver: el ambiente es más violento. De hecho, cuando me pasó esto, por un momento pensé que era mi culpa hasta que dejé de pensarlo, sumado a que tengo una familia a la que se lo pude contar. -¿Cómo fue hacer la denuncia como cross en una institución tan machista y transfóbica como es la policía? -Al principio no la hice porque pensé que todo había sido culpa mía. A los días me di cuenta de que no podía quedarme de brazos cruzados y pensé que si lo mismo le pasaba a una amiga, le hubiese dicho que lo denunciara, porque ese acto no puede quedar impune. De hecho me acompañó mi novio; yo sospechaba que la policía tendría una actitud agresiva, así que antes me comuniqué con la Defensoría de la Comunidad LGTTBIQ+, me asignaron un psicólogo y abogados y yo también tenía un abogado propio, pero sé que muchas chicas no tienen esa oportunidad como las trans que trabajan en la calle. -Es esta cuestión que consideran que no merecemos amor, sólo somos objetos de deseo. Nos pasan fotos falsas, nos insisten para que les contestemos cuando nos hablan, etc. -Sí, y además hay mucha falta de información por parte de nosotras, desconocemos que tenemos organismos que nos protegen. Mi abogado me dijo: “No tenés que aclarar nada porque no hiciste nada malo, no delinquiste por estar montada”. -¡Muchas gracias, Alma!


Secretos de una cross de closet en cuarentena Por Romina Lycklig Desde el 20 de marzo hemos incorporado a nuestras vidas un término que, por lo menos yo, creo haber usado una o dos veces en toda mi larga vida hasta ahora: “esencial”. Trabajos esenciales, tareas esenciales, ser esencial. ¿Qué significa el término esencial? Según la Real Academia Española tiene como primer significado: “Perteneciente o relativo a la esencia”. Eso nos lleva a buscar la palabra esencia y el diccionario nos dice que es “aquello que constituye la naturaleza de las cosas, lo permanente e invariable de ellas”. Cuando me propusieron escribir una columna para la revista, surgió que el tema podría ser cómo sobrelleva la cuarentena un crossdresser de closet que vive con su familia, la cual no sabe nada de este lado de su vida y con la idea de que en lo posible tuviera un tono de cierto humor. Así que empecé a escribir. El viernes es la reunión mensual de La Banda del Golden Cross y por fin solucioné todo para ir. La logística está armada. Ya arreglé el “encuentro con los compañeros de la oficina”, el irme temprano del laburo al departamento a cambiarme con las chicas. Me compré un labial y unas toallitas demaquillantes que me faltaban. Voy a ir con el vestido estampado de flores y unas sandalias, hace calor para las botas. ¡Qué ganas tengo de ir! Quiero disfrutar a full esta salida, volver a ver a amigas que hace mucho que no veo y poder interactuar con ellas siendo Romina. ¡Placer! Dos días después, “desde las 0 hora de mañana viernes 20 de marzo se decreta el Aislamiento social y preventivo por 15 días“. No puede ser. ¡Ufa! Bueno, está bien, hay que hacerlo, el coronavirus parece terrible, son solo 15 días. Se bancan. ¿Se bancan? El viernes me despierto temprano a la mañana, todavía no trabajo remoto, pero pienso que debe ser la costumbre. Lo primero que se me cruza por la cabeza es el laburo. No,… mentira, …el coronavirus. No,… mentira… Hoy era la salida cross, ¡la pmqlp! No

Una foto que identifica y representa a Romina, frente al espejo

voy a contarles lo que pensé durante todo ese día, porque una página entera de lo mismo sería muy aburrido. Así comenzó mi cuarentena cross. Después de la primera quincena de expectativa viendo cómo seguía esto del coronavirus, empecé a trabajar remoto. Eso hizo que mi cabeza se ocupara en algo y no concentrarme en el crossdressing, en Romina. ¿Pude?... No pude. Buscando calmar mi ansiedad, entraba en Facebook, Instagram, subía fotos que tengo y no había podido subir antes. Pero era peor: me veía producida en las fotos y más ganas me daban de vestirme. Al encierro físico por no poder salir de mi casa por el aislamiento se le sumaba el mental por no poder sacar a Romina. Y la cabeza funciona a mil y, de repente, te das cuenta cómo la felicidad pasa por pequeñas cosas. Me acordé que de la última salida me habían quedado una pollerita de algodón de lycra que se puede doblar tanto que casi no ocupa lugar, unas pantys y la lencería que había llevado ese día. Primero me alegré, después me preocupé de haber dejado en casa tanto tiempo esa ropita. Así es la vida de un crossdresser de closet. Y la cabeza sigue a mil. ¿Cómo hago para ponerme aunque sea esto que tengo? Acá se despiertan cerca de las 10, bueno, me levanto tipo 7.30 a “trabajar” y listo. Y así fue que a partir de ese día me levanto hasta los fines de semana temprano a la mañana para vestirme. Claro, sin peluca, sin maquillaje, sin bijou, ¡sin tacos! En lugar de la peluca, pañuelo y bijou, la


que encuentro tirada por ahí. En casa hay tres mujeres y eso en estas cosas ayuda. Algo es algo. Las cross de closet me van a entender que ese algo puede ser mucho. Así fue que encontré mi lugar en el mundo en este momento, el baño. Allí me cambio y ya tengo un lugarcito detrás de un armario donde puedo dejar la ropita sin problemas. El primer día me comían los nervios y no lo disfruté tanto y no salí de ahí en casi dos horas. Después empecé a salir… del baño y desayunaba en el comedor, pero al menor ruidito salía corriendo desesperada otra vez a mi lugar. Como es esto del ser humano y la costumbre, ahora ya voy reconociendo cada ruidito que escucho. Por suerte llegó el invierno y ahora no necesito cambiarme; solo me pongo un pantalón largo arriba y listo. Lo único que me tengo que sacar es el corpiño con el relleno, pero ya un rato antes de las 10 me lo saco y listo. Algo que está ayudando a mi crossdressing casero son las reuniones de trabajo por Zoom. Me di cuenta que podía poner la cámara para que se me viera solo la cara y, como las hago en la habitación de mi hija a puertas cerradas, las sigo vestida del cuello para abajo. Y ahora tengo “reuniones laborales” bastante seguido. También empecé a ir al supermercado en auto y allí, dentro del vehículo, estoy en pollerita y con el barbijo que no sé si tapa algo, pero me da sensación de inmunidad cross closet. Y así voy pasando esta larga cuarentena. Claro que me gustaría producirme full, que me falta la relación con el mundo desde Romina, las reuniones en Crossdressing Buenos Aires, las mensuales de la BGC. Eso no se reemplaza con nada. Intenté asistir a alguna de las reuniones virtuales de la Banda, pero no encuentro la logística para poder formar parte. Llegada a este punto de la escritura, me doy cuenta de que les estuve contando cómo sobrellevo el crossdressing y que a esta columna le faltan muchas cosas, y entre ellas, humor. Podría contarles algún chiste, pero no recuerdo ninguno. No niego que hay momentos en que me desespero y me resultan difíciles de sobrellevar, pero algo me está dejando este período de cuarentena. Me di cuenta de que a cara lavada y sin tacos, Romina también está viva y cuán unidos están mis dos lados. Es que en realidad soy una sola persona. Soy. Volviendo al principio de la columna y el significado de la palabra esencial: entendí definitivamente que Romina constituye parte de mi naturaleza, de lo permanente e invariable de mí y, la verdad, no es poca cosa. Hay una famosa frase que dice que lo esencial es invisible a los ojos, está dentro nuestro. Espero que este aislamiento termine cuanto antes para que nuestra esencia pueda ser visible, cada uno, cada una, en la medida que quiera.

"Me di cuenta de que a cara lavada y sin tacos, Romina también está viva y cuán unidos están mis dos lados"



Gabby C. Klein


Amy Aldana: "Lo que más me asombra y me maravilla es todo el mundo artístico que hay en el grupo cross"

La sala de dibujo de Amy Aldana, una apasionada de los cómics y las caricaturas


por Valeria Campbell El desembarco de Amy Aldana al ámbito cross llegó por un camino distinto, porque se dio a conocer vía Zoom, muy a tono con los tiempos de cuarentena. Primero, apareció tímidamente desde su pantallita de la aplicación. Luego, con el transcurso de las Noches Cross Virtuales, se animó y dejó aflorar sus vivencias, su mirada particular acerca del crossdressing, sus placeres y sus incertidumbres. Pero hay una característica personal que la distingue: su vocación por dibujar caricaturas cross, que regala a sus pares como muestra de amistad. Justo cuando estaba lista para interactuar en persona y lucir esa cuidada producción estética que se le observa en las reuniones online, llegó el parate mundial debido al coronavirus. “Empecé con la posibilidad de ser libre en febrero, marzo pasado, y me agarró la pandemia. Todo el mundo del crossdressing me parece genial. Siempre lo admiré desde afuera, ya que estaba en pareja con mi mujer y no podía participar de nada. Realmente me moría de ganas de formar parte y lo que vivo ahora es muy fuerte. Se me están dando las cosas que siempre quise hacer”, confiesa esta chica de Lugano. -¿Cómo fue esa orientación de las caricaturas hacia el crossdressing? -El tema de las caricaturas empezó como un agradecimiento a Ale Fernández, porque vino a casa y me dio algunos tips de maquillaje. Entonces, para retribuirle pensé: “¿Qué le puedo dar a esta mina?” Y como yo tenía el sueño de dibujar más y no sentía suficiente motivación, la Banda del Golden Cross me dio un incentivo para hacerlo. El tema es que en mi casa no podía ponerme a dibujar porque entonces, mi mujer me iba a preguntar: “¿A quién estás dibujando?” “¿Quiénes son ésas?” “¿Minas, travestis?”. Finalmente, al separarme de ella e independizarme empecé a dibujar a varias de las chicas, aunque de a poquito y solo a aquellas que conocía. También era importante que las que fueran dibujadas tuvieran buen humor. -¿Cuándo arrancaste con el dibujo? -Empecé en la niñez. Era dibujo artístico, pero me aburría porque no quería representar jarrones sobre el papel. Después, en la década del ’90 hice cursos por correspondencia y estuvo bueno, hasta que quedó momentáneamente ahí. Me casé muy joven y siempre tenía que trabajar… me faltaba tiempo. Luego fui a la escuela de Carlos Garaycochea y allí estuve dos años. Pero también me aburrió porque – de nuevo- no tenía ganas de dibujar lo que me dijeran. Si alguien me pide: “Quiero que me dibujes tal persona” no lo sé hacer o me cuesta. Sí me sale de una cuando veo a alguien y digo: “A esta persona la puedo dibujar”.

-¿Y cómo definirías a esas caricaturas cross que estuviste posteando? -Son una especie de obsequio o regalo de lo que me agrada hacer. Una vez subí a Facebook un estilo de caricatura que me gusta y lo hice para mí, para cargarme. Es decir, me exageré los rasgos, me remarqué la panza. Yo sé hacer ese estilo, en el que solo intento crear algo con humor y reflejar las facciones de una persona, pero de tal manera que no se sienta ofendida. Busco que lo tomen con buena onda y dibujar tranqui. -¿Ya entregaste alguna caricatura personalmente? -Sí, a Micaela Daji le di la suya en mano tras pasar por su casa. Me dio una caricia al corazón porque se tomó el tiempo de guardarme unas cositas de mujer que ya no usaba y me las regaló. Nos vimos dos minutos y pensé: “Guau, mirá esta persona, me conoce poco y tiene este gesto”. Mi idea es ir con todas las caricaturas y dárselas en mano a cada una de las chicas que dibujé. A mí me alimentan los buenos gestos de las buenas personas. Y respecto de esta inserción mía en el grupo, siento que estoy en la dirección correcta. -¿Cómo viviste todo el movimiento cross a la distancia y desde la óptica de tu matrimonio? -Siempre fui una espectadora de toda la Banda del Golden Cross, pero al no participar no podía lanzar un mensaje porque quizás me iban a decir “¿A vos quién te conoce?” o “Hablás mucho pero no vas a ninguna reunión”. Entonces prefería quedarme en el anonimato. Después pasó lo de mi mujer: nos pusimos de acuerdo en una charla porque había algo que andaba mal. Es más, me reflejé en aquella historia tuya que te llevaste a una chica a tu casa y no sabías por dónde empezar o qué rol desempeñar en la cama. Me pasó algo parecido, así que la realidad fue que la pareja se fue desgastando.


e Cross Guadalup

Marice l Monte ro

-Y entonces llegó la ruptura… -Sí, hubo una separación. Ella tomó la decisión de romper la pareja porque yo ya estaba incursionando en algunas aventuras por ahí. Ese estilo de vida me había llevado a que no pudiera manejarlo más. Siempre pensé que iba a poder pilotearlo, aunque después ya no pude. -¿Y cómo había nacido la figura de Amy Aldana? -Nació con la llegada de Internet. Antiguamente consumía unas revistas y siempre me vestí. Pero no sabía que había otras pares que estaban en la misma. Cuando apareció Facebook, siempre buscando, me encontré con que te podías crear un personaje, un nombre. Y es cierto también que el nombre de Amy Aldana no tuvo mucha explicación. Quise ponerme Yanina por una chica que había conocido y resultó una inspiración femenina muy sexy para mí, pero ya había dos o tres Yaninas y preferí buscar un nombre que no estuviera repetido. -¿Qué es lo que más te sorprende del crossdressing? -Lo que es increíble es cómo te las ingeniás cuando tenés que esconder la ropa: desde un entretecho hasta detrás de los tachos de pintura en el galpón, pasando por la rueda de auxilio del auto… Se te abre la creatividad. -Cuando todo el tema de la pandemia esté superado, ¿qué tenés ganas de hacer? -La reunión presencial es lo que más deseo. Porque al margen de que están todas las chicas en la misma, siempre noté que hay varios talentos que van más allá de montarse o tomarse un trago. Veo chicas que tienen publicaciones y hacen entrevistas, que tocan instrumentos, realizan performances, diseños gráficos… En definitiva, veo mucho ambiente artístico y sé que yo ahí puedo sumar para construir. Mirándolo desde afuera, siempre advertís que hay alguna pelea, pero prefiero mantenerme al margen de eso. Lo que más me asombra y maravilla es todo el mundo artístico que hay en el grupo cross. Es decir, que no solo son 20 o 30 personas que se van a vestir. Hay algo más, siempre vi que hay algo más y quiero dar un valor agregado desde ese punto.

l la Roe Manue

Ale Fernánd ez

-¿Tuviste algún tipo de acercamiento presencial, aunque sea de manera indirecta? -Sí. Una vez que la Noche Cross se organizó en Rosa de los Vientos y tuve que buscar a mi ex mujer a un teatro de San Telmo, pasé por la puerta del bar unas dos o tres veces para chusmear. Como decía aquel tango de “La ñata contra el vidrio”, intentaba mirar por el vidrio a algunas de ustedes. Veía siluetas, brillos y pelucas y sentía unas ganas enormes de estar ahí, pero en aquella época me resultaba imposible integrarme, y menos a esa hora. De alguna manera, yo sentía una conexión que nadie a mi alrededor sabía. -¿Cuál fue tu disparador para encarnar a Amy? -No sé si hubo un disparador, porque el hecho de vestirse estuvo siempre… y lo reprimía. Pero una situación fuerte se dio hace unos años, cuando tuve sexo con un hombre y ahí experimenté un click. Esa vivencia me cambió todo: desde la forma de llevar el crossdressing hasta plantearme por qué me estaba mintiendo, por qué me reprimía… Obviamente, todo lo fui llevando con ayuda psicológica, ya que sola no lo podía desglosar o decodificar. Estuve un tiempo que realmente no sabía para dónde ir. Fue bravo, porque vestirse y salir es una cosa, pero encontrarte con un tipo y tener sexo significa un quiebre.

El deseo de Amy es regalarles las caricaturas en persona a las chicas que fue retratando en todo este tiempo


-Particularmente, siento que tener a un hombre al lado equivale a nuestra consolidación femenina. ¿Coincidís? -Sí, pienso que sí. No sé si es que una busca perfeccionarse por lo de afuera. En realidad, vos querés feminizarte por dentro, para tu interior, y decís: “¿Y si voy un poco más allá? ¿Y si hago esto?". No tenés que dar pasos hacia no sé dónde, sino que vos misma los vas buscando. Yo me pude haber conformado en tener un encuentro con una cross y hacer algo hasta ahí nomás, pero me sonaba medio insulso, sin condimento. Creo que vale la pena estar con ciertos hombres que te vayan llevando y te propongan una relación tipo pareja. Ahí tiene que haber una especie de magia. -¿Qué observás en medio de este progreso que evidenciás a nivel femenino? -El mundo cross tiene a la Banda, pero también existe un abanico de personas casadas que se mantienen en el anonimato y siguen limitadas. Ahora que tengo esta libertad, me sentiría mal si no continuara el contacto con aquellas chicas. Son esas personas en pareja con mujeres que se visten y que tal vez pueden juntarse con sus pares solo a las cuatro de la tarde o a la hora del almuerzo, en momentos muy específicos. Ahí hay muchas buenas personas y no me permito dejar de hablarles, comentarles o tener el contacto porque yo ya estoy en otra situación. No me sentiría yo si no fuese así. -¿Y tu aspiración a mediano y largo plazo? -Todo consiste en ir puliendo más mi personaje. Estoy intentándolo. La otra vez, en una Noche Cross virtual me di cuenta que me había maquillado demasiado los ojos y parecía un mapache. Pero no me molesta que me digan "Hacé esto o lo otro". No tengo esa personalidad de ofenderme, sino que me río de mí. Hubo una persona que me explicó "maquillate de tal manera" y al final terminé haciéndole un tributo a Paul Stanley, el cantante de Kiss, o a Kung Fu Panda, jaja. Tengo mucho humor cuando recibo una crítica constructiva. La poca gente que me conoció entendió que yo no busco sacar tajada de nada.

"Me gustaría enamorarme... no sé de qué"

-¿Y en el amor? -Me gustaría enamorarme. ¿De qué? No sé. Pero tiene que ser de una persona que acepte mi crossdressing, no quiero esconderlo más. Lo escondí muchos años, muchísimos, y la persona que quiera estar conmigo tiene que aceptar esto, ya sea una chica, cross, trans, hombre o lo que sea. Llegué hasta acá, no fue fácil y no quiero dejar este mundo.

ila Agus L

Mir na Lad yro uge

na Amy Alda

Cony Pauls

ez Márqu Brenda

Lucre cia D arko


Passing ¿UNA MISION IMPOSIBLE? Por Paula Fetisch

La increíble cross inglesa Juliette Noir, que a veces muestra su pelo natural

"¿Es obligación lograr el passing? ¿Fracasa en su vida cross quien no llega a esto?"

¿Qué es el passing? Es el hecho de lograr que una chica cross pueda pasar por una mujer biológica. O sea que si alguien la ve no perciba a un hombre vestido de mujer, sino definitiva e indudablemente perciba a una mujer. El passing puede ser logrado por una chica trans. Pero me limitaré en este líbelo a los casos de crossdressing, pues implica una mutación transitoria. Una cross “passable” puede pasear por un shopping, comprar ropa, tomar un café o viajar en un taxi sin que ninguna de las personas con las que se tope sospeche que es un hombre travestido. Tres cosas para no confundir. Primero: no estamos hablando de una transformación excelente pero que delata una transformación. Las drag queens realizan brillantes trabajos estéticos y artísticos pero casi ninguna logra el passing. Lo mismo para muchas cross que se transforman en beldades pero no alcanzan a convencer que son mujeres. Segundo: para llegar a este objetivo no es necesario ser una cross hermosa. Hasta se podría decir que una cierta fealdad, vejez o exceso de peso puede contribuir, a veces, a creer que estamos ante una mujer. Tercero: no se trata de una aceptación social del travestismo, o sea que la comunidad vea varones en ropa de mujer y le sea indiferente. En el passing el otro ve y está convencido que está frente a una mujer. Una variante del passing es el blending. En el passing podemos convencer que somos mujeres de nacimiento pero aún así llamar la atención por nuestra vestimenta o actitudes, mientras que en el blending convencemos al público que somos mujeres biológicas pero pasamos desapercibidas. Un ejemplo de passing sin blending se da en lo boliches, cuando el otro cree en la transformación pero se siente atraído por la estética. Es una cuestión de pasar o no inadvertido. ¿Es obligación lograr el passing? ¿Fracasa en su vida cross quién no llega a esto? Para nada. A la inmensa mayoría de las cross, el passing le resulta indiferente y no es algo a tener en cuenta. Es más, actualmente, a la cross le interesa más que la sociedad sepa que es cross y la acepte. Fenómeno similar ocurre con las trans, que no buscan un camuflaje sino ser vistas como trans y respetadas. ¿Es el passing algo del pasado? Puede ser. De hecho era más fácil pasar por mujer en 1920 con miriñaques, guantes, grandes sombreros y complejo maquillaje al día de hoy, en que las mujeres lucen remeras, jeans y cara lavada. A principio del siglo XX algunos actores realizaban un espectáculo de ilusionismo consistente en hacer creer al público que eran mujeres para luego quitarse la peluca y revelar su auténtica identidad.


arcía tina G is r C Ana

Heid i Pho x

También es cierto que décadas atrás, muchas cross anhelaban el passing para pasar inadvertidas y no padecer represalias. ¿Por qué actualmente una cross buscaría el passing si las condiciones sociales son más favorables?Los motivos son diversos, como suele ocurrir en el crossdressing: discreción, desafío, evitar agresiones, no llamar la atención de la policía, etcétera. ¿Ha logrado Paula Fetisch el passing? Si bien es una misión casi imposible, es lograble. Y cuando se consigue, muchas veces es de casualidad y sin proponérselo. En 1999 había planeado salir con un grupo de amigos, pero esa noche proyecté convencerme del personaje además de transformarme prolijamente. A las 22 horas estaba listo. A las 2 de la mañana se nos ocurrió ir a un bar “paki”, donde estaba el correspondiente patovica de turno. Pasé impunemente y dentro del local bajé la guardia. Me estaba cansando de la actuación. A eso de las 5 de la mañana nos fuimos y el custodio me sugirió que “hoy me había dejado pasar, pero que otra vez viniera vestido de varón”. Mis amigos luego me aclararon que el tipo se había creído que realmente era una chica. A veces el passing se pierde por mostrar la hilacha, como me pasó en la anécdota, o por estar en compañía de otra cross no “passable”. La cross que podría considerarse

Bunni Claire

"no passable" llama la atención y eso hace que la gente escudriñe si la otra chica pueda también ser falsa. Listaré cuatro casos de chicas cross extranjeras con sus correspondientes fotografías que a mi personal entender concretan el passing. Casi todas son personas occidentales de más de 40 años, pues el passing es más fácil de lograr para un asiático y cualquier pibe de 20 años esmeradamente travestido pasa por una chica. No elegí chicas argentinas para evitar conflictos, pero confieso que hay una conocida cross rioplatense que logra recurrentemente el objetivo. Mis candidatas son Ana Cristina Garcia, Claire Bunni, Heidi Phox y Juliette Noir. Mientras que Ana Cristina, Heidi y Juliette tienen más de 40, Claire anda por los 30. Las tres primeras poseen sus canales de YouTube, muros de Facebook y páginas de Flickr con abundantes archivos fotográficos y videos. Claire, irlandesa, tenía bastante actividad virtual pero ahora está retirada. Sin embargo, con un poco de paciencia, se encuentran restos de su paso por la web. Ana Cristina, Heidi y Juliette tienen esposas. Juliette, británica, logra un passing más nocturno, apto para un boliche y suele frecuentar el ambiente LGBT. Ana Cristina y Heidi, americanas, son más diurnas y cotidianas, tendiendo a pasar inadvertidas.


UN FUROR EN YOUTUBE

FEMINIZACION FORZADA Por Alexia Montes

Soy adicta a YouTube. Si no fuera porque tengo otros intereses en que ocupar mi tiempo, como la escritura, la pintura o maltratar mi órgano electrónico, me pasaría las horas, obnubilada, digitando el mouse casi con devoción, saltando sin descanso de un video a otro. En una ocasión, alguien me preguntó qué había en YouTube y yo le respondí: el mundo. Y casi se podría decir que sí: la oferta es tan grande que no alcanzaría una vida para ver todo el contenido. Se encuentran temas tan variados como un gran premio de Fórmula 1 de treinta años atrás, el recorrido de un tren visto desde la cabina del conductor, música de todos los esti-

los, la Inquisición o cualquier otro tema explicado en quince minutos, como la vista de la Tierra desde el espacio, toneladas de videos de TikTok, hasta las teorías sobre la Tierra plana o las predicciones de Nostradamus. También, cámaras trasmitiendo en tiempo real desde cualquier lugar del mundo y hasta yo misma subí mis propios videos haciendo playback de conocidas canciones y etcétera, etcétera… Quienes amamos el crossdressing encontramos toda clase de propuestas, comenzando por las publicaciones de Crossdressers Visibles y La Banda del Golden Cross, pasando por los chicos del grupo chino Alice Cos Group, que

¿Venganza de las mujeres o fantasías no cumplidas de sus autores? bailan temas de K Pop travestidos y producidos de tal manera que nadie diría que son varones. También, realizaciones de "Mujer por un día", que convierte a un muchacho en bella señorita con una gran producción de fotos, los timelines que van mostrando los procesos de transformación de varón a mujer a través de los años, hormonas mediante; los concursos de desfiles que hacen en las escuelas norteamericanas, donde los chicos se travisten con total desenfado y participan del evento a pura naturalidad como un juego inocente, y más: la gran cantidad de videos de crossdressers saliendo a hacer su experiencia en la calle y de


otros que exhiben también foto a foto un gran número de cross, en variantes como “me visto igual que mi hermana o mi pareja”, o aquellos que brindan enseñanzas para maquillarse una misma o ser pintados por una amiga, hermana, o hasta una madre cómplice. Hay programas de televisión japoneses donde concursan chicos travestidos (ignoro totalmente lo que dicen por que no tienen traducción) o los videos de la influencer china Roanyer teniendo diálogos a través de Skipe o similares con sus seguidores y mostrando restaurantes o negocios de ropa. Pero hay un segmento dentro de toda esta gran variedad de ofertas sobre el tema que resulta llamativo. Se trata de las historias Tg. Estas historias en videos armados con dibujos estáticos, como si se tratara de un Power Point, son de feminización forzada, por lo general en contra de la voluntad del varón que es transformado. Se reconocen, por la estética y los trazos, diferentes autores detrás de estos dibujos. Básicamente, en los argumentos se presenta a diversas mujeres que quieren vengarse de hombres que las maltratan, o que son ignoradas jugando videogames todo el tiempo, o solo por el hecho de burlarse, obligándolo a ser mujer y presentándolo a un hombre. O bien para someter a un enemigo capturado en un combate. Los me-

dios para lograr esa mutación son varios: pócimas mágicas, máquinas que producen la transformación o simplemente la obligación, a través de alguna extorsión, de vestir prendas femeninas específicas. Son poquísimos los casos en los que el hombre decide travestirse en forma voluntaria. Lo insólito de los relatos es que cuando se produce la transformación, no solo se modifica el cuerpo, sino también las ropas que viste en el momento. Además de historias con estos argumentos elementales, aparecen otras que solo se tratan de una viñeta con una sucesión de dibujos en los que se ve el avance de la transformación y nada más. Además de los dibujos hay relatos escritos en inglés y cuesta bastante leerlos, no solo para quienes ignoran el idioma, sino porque los textos tienen los renglones muy cercanos y es fácil confundirse por donde se está leyendo. El final de la gran mayoría de estas historias es que todos aquellos varones, forzados a feminizarse, sufren una sensación de terror o desasosiego al verse convertidos en mujeres, con todo lo que significa también un cambio absoluto del cuerpo, que incluye los genitales y quedan expuestos al machismo que los rodea como si fuera un castigo. Unos pocos finales muestran al hombre satisfecho con el cambio. ¿Será una venganza de las mujeres o fantasías no cumplidas de sus autores?


MIS CONSEJOS PARA SALIR SUPERGUAPAS EN LAS FOTOS

por Vicky Cross

¡Hola chicas!, soy Vicky y me dedico a la fotografía. Siempre que hago books veo que la modelo tiene ese pequeño temor o se siente desorientada al estar frente a tantas luces, flashes y mi lente. De alguna forma, pierde todo lo que logramos con el vestuario y make up. Sabiendo por mi experiencia que al vernos tan femeninas al espejo nos sale la perri de adentro, no quiero que se pierda esa "magia" cuando una está frente a la cámara. Es importante incorporar las emociones (risas, enojos, tristeza), así como también resulta indispensable la naturalidad. No hay que sentirse forzadas de posar con ropa que no nos gusta o no es de nuestro estilo. Pongan música, bailen, relájense y sean las más perris. Por eso chiques, acá les dejo unos tips para quedar superguapas en las fotos que se saquen para sus redes o en vivo:

LOS HOMBROS:

Siempre para atrás, porque al llevarlos para adelante nos provoca la famosa "joroba".

EL MENTÓN: Llevarlo hacia adelante y bajarlo un poquitín para que no se nos haga la "papada" y generar profundidad.

LAS EXTREMIDADES: Separadas del cuerpo para evitar que nos veamos deformes si las juntamos o presionamos. La idea es vernos más estéticas. Con los brazos podemos formar ángulos, las piernas estirarlas en punta para alargarlas y estilizarlas.

LAS CURVAS: Las podemos generar con un cuerpo a 45 grados y una pierna hacia adelante.


LAS MANOS: pueden ser un lindo elemento para interactuar con el rostro o bien

sostener alguna prenda o accesorio.

LOS LABIOS: Recomiendo tenerlos entreabiertos; se ven más naturales y menos forzados.

LA MIRADA: Por lo general tiene que ser penetrante mirando al lente. Y si querés darle otra mirada, cerrar apenas los ojos. O si te gustan ambas combinar las dos opciones.

ÁNGULOS: Conocé tu lado favorito, ir al espejo y mirar tu perfil preferido, tu punto fuerte como ojos, labios, pestañas o algún estilo de ropa que te caracteriza. Yo elijo mis labios...

La parte técnica... CAMARA: Hay distintas ubicaciones que te pueden ayudar. Por ejemplo, en contrapicado te verás super larga y alta (de hecho es mi preferida) y si enfocas de arriba tipo selfie te ves más baja. Por ende, también beneficia a las altas.

ELEMENTOS: Tratá de incluir alguno que por lo general esté relacionado con tu vida o rutina: tu celu, anteojos o también tu gatito o perrito.

Espero que les haya gustado. Cualquier consulta escríbanme a mis redes, o si sacaron algunas fotos me las envían o etiquetan para que las chusmee. Facebook: Vicky Cross (le_victoria_ph). Instagram: le_victoria_ph


La diversidad hecha serie Estrenada el 3 de junio de 2018 y disponible en Netflix, cuáles son los puntos fuertes y débiles de Pose, que prioriza dejar atrás los odios

Por Adriana Araya Chazarro

"Pose", esta original serie de Ryan Murphy, Brad Falchuk y Steven Canals, es pura diversidad. Aborda los temas de la discriminación, el VIH, el mundo queer y trans "underground" de Nueva York de finales de los 80’s. Una ciudad donde se cumple el sueño americano, pero que al mismo tiempo despliega hostilidad y racismo por todos lados. Cuando Blanca, bailarina y una de las personajes principales, se da cuenta de que tiene VIH, rechaza a su dominante madre, Elektra, con quien vive en "La Casa de la Abundancia", un refugio especie de acogida para bailarinas marginadas. Ella decide crear su propio hogar, ‘La Casa de Evangelista’, adoptando a Damon, un bailarín prodigiosamente talentoso de 17 años que ha sido expulsado de su casa por ser gay. Entre los grupos que bailan en los "Ballrooms" hay una gran competencia. Es por esto que Blanca recluta a Damon porque es muy talentoso y al mismo tiempo tiene una forma genuina para potenciar sus dotes de bailarín. Las chicas ponen los cuerpos como una forma de resistencia y expresar sus frustraciones por no encajar en la sociedad blanca estadounidense. Sin embargo, no pueden escapar de la cultura hegemónica donde un grupo de baile tiene que ser mejor que el otro. Uno de los puntos fuertes e interesantes de la serie es cómo contrasta este mundo underground con hombres ejecutivos blancos que trabajan en la Torre de Trump y mantienen una doble vida. Por ejemplo, tenemos a Stan Bowes, un joven ambicioso con familia e hijos que trabaja para Trump y al mismo tiempo sostiene un romance secreto con una trabajadora sexual trans que se llama Angel. Un costado débil pienso es que las personajes trans están construidas a partir de ideas hegemónicas como belleza, estereotipos, o construcciones socioculturales atravesadas por hombres blancos. Entonces, me pregunto: ¿Para qué querrían estas personajes vivir la vida de los blancos? Es decir, tener una familia y dinero y estabilidad, si las vapulean. Y

otra cuestión: ¿Por qué querer eso cuando de esos espacios de dominación es donde nace la intolerancia, la transfobia, racismo y la homofobia? Finalmente, siento que es una serie importante que brilla, es atractiva y tiene buenos diálogos, además de planos que reflejan a una minoría que, aún cuando trata de escapar mediante sus cuerpos el rechazo de los blancos, caen en espacios similares. Es una serie recomendable para entender cómo las minorías sexuales han estado siempre en el submundo buscando espacios y formas de expresarse y vivir mejor. Bailar es sin dudas una forma de expresar el dolor, el rechazo y, por sobre todo, aprender a amarse y dejar el odio atrás.

"La realidad se trata de ser capaz de encajar en el mundo blanco heterosexual para encarnar el sueño americano. No tenemos acceso a ese mundo y no porque no tengamos habilidades" (Blanca Evangelista)


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