Paul la mariquita valiente

Paul, la mariquita valiente Editorial: Mariquita Productions

Escrito e ilustrado por: Carla Corso

Paul, la mariquita valiente.

Escrito e ilustrado por Carla Corso Editorial: Mariquita Productions

Este cuento se lo dedico a mi hermanita Oriana, quien es una niĂąa alegre y vivaz; sĂŠ que le gustan mucho las mariquitas valientes y en esta etapa de su vida son cuentos como este los que disfruta.

Había una vez, una mariquita que se llamaba Paul. Paul era una mariquita única, era una mariquita morada con puntos blancos. Paul vivía en Maricandia, un mundo en donde todas las mariquitas tenían poderes mágicos, excepto él.

Paul tenía solamente un amigo que se llamaba Leaf, la hoja, Leaf solo tenía un poder y era que podía cambiar de colores.

Un día, Leaf y Paul estaban jugando a las escondidas‌

…Y oyeron unos ruidos muy extraños.

Con mucha curiosidad fueron a ver que pasaba…

…Cuando llegaron al lugar vieron a alguien

Era una mosca grande y robusta,

que aparentaba ser muy gentil…

…La mosca saludó a Paul y a Leaf

Y les preguntó dónde quedaba el laboratorio

Leaf le respondió que en la próxima calle a la derecha

-Si quieres te acompaño. – Se ofreció Leaf

- ¡Oh, Lo agradecería!- Dijo Carl, la mosca.

- ¿Vienes con nosotros?-

Le

preguntó Leaf a Paul.

- No, gracias voy a ir a la casa a organizarla un poco- Contestó Paul.

- ¡Bueno! Nos vemos Paul, adiós- Dijo Leaf.

- Adiós Leaf- Dijo Paul.

Mientras caminaban, fueron hablando y conociéndose. ¿Y cómo es tu nombre completo?- preguntó Carl.

-Leaf, la hoja ¿y el tuyo? – respondió Leaf

- Carl Mosquibenson – dijo Carl mientras caminaban.

- ¡Llegamos! ¿Y ahora qué necesitas?- Dijo Leaf - ¡No! Nada más, solo quisiera que me presentaras a tus amigos hojas – dijo Carl mientras se sobaba las manos maliciosamente.

- ¡Oh si, con gusto lo haré! ¡vamos! -Dijo Leaf.

Fueron de casa en casa, reuniendo a todos los amigos de Leaf, todos se reunieron en el laboratorio. Carl les dijo que entraran al salón porque supuestamente él había organizado una fiesta.

En realidad este “salón” era una cápsula subsionadora de poderes.

Cuando ellos entraron a la cápsula, Carl se empezó a reírse malévolamente.

-¡Ja, ja, ja, ja! ¡los engañé a todos! Ahora que todos están dentro de mi cápsula subsionadora de poderes 3000, les robaré todos sus poderes y los guardaré dentro de mi collar de poderes.

Carl empezó a subsionar los poderes y en ese instante llegó Paul.

-¿Hola? ¡Hola! ¡¡¡Santa Cachucha!!! ¿Carl qué haces con mis amiguitos?- dijo sorprendido Paul, la mariquita.

¡Wuajajajajaja! Ya es tarde para hacer algo. Cuando mi máquina termine de subsionarlos, sus poderes serán míos y tus amiguitos se incinerarán- Dijo malvadamente Carl.

- ¡Nunca lo lograrás!- Gritó muy enojado Paul, la mariquita.

- ¡¡¡HAYIAGH!!!- Gritó Paul – mientras le pegaba con una sartén.

Carl quedó noqueado y Paul salvó a las hojas.

Paul encerró a Carl y le quitó su collar con poderes. Paul lo cogió y se lo puso, el collar era rojo fosforescente y de repente se volvió verde vivo y el color se fue transformando en amarillo pálido, después en blanco brillante, hasta que se rompió.

Cuando se rompió salieron muchas luces de colores, que se metieron en la boca de Paul y de repente Paul se volvió la mariquita más poderosa.

Todas las mariquitas y hojas de Maricandia lo amaban y le tenían mucho respeto.

Desde ese día, Paul fue la mariquita más admirada de todas y ya no estaba solo…

Y Carl seguiría encerrado por toda la eternidad…

Autobiofrafía:

Mi nombre es Carla Corso, nací el 11 de diciembre de 1998 y tengo trece años. Vivo con mis padres y con mi hermana menor y soy estudiante del Gimnasio La Colina.

Este libro fue creado para un proyecto final de Lenguaje, Pero más que un proyecto fue una actividad muy divertida.

Esta historia es inspirada en una niña que conocí tiempo atrás. Ella era una niña muy tímida, pero tenía un corazón muy dulce. Ella es una persona que vale la pena escuchar, porque te cambia la vida y te hace pensar.